Multitudinarias marchas se realizaron el pasado domingo 24 de julio a
nivel nacional en contra de las administradoras de fondos de pensiones
(AFP). Sólo en Santiago, más de 200 mil manifestantes recorrieron la
Alameda bajo el reclamo de “No más AFP”. Este hecho se repitió en más de
40 ciudades.
La situación de los jubilados a 35 años de la creación de las AFP por
la dictadura pinochetista, siguiendo el mandato del Banco Mundial, es
desastrosa. Hoy, el 91% de las pensiones pagadas bajo el mecanismo de
retiro programado, bordean los 156.312 pesos, un 61% del salario mínimo.
Las proyecciones apuntan a que en 10 años más, el 50% de quienes
cotizaron entre 25 y 33 años, obtendrá menos del 22% del salario que
tenía en los últimos diez años. Estas son las consecuencias de tres de
décadas de sistema de capitalización individual (contribución forzosa
exclusiva a los asalariados) y de AFP privada que hicieron un
meganegocio a costa de los ahorros y las condiciones de vida de los
jubilados, con la excusa de lograr una “mejor rentabilidad”. La
situación de miseria extendida que vive el proletariado de la tercera
edad en Chile, ha logrado movilizar a la familia obrera, quien perdió el
miedo y se volcó a las calles.
Bachelet pretende confiscar las pensiones, como lo hizo la dictadura
Frente a la vasta movilización, Bachelet salió por los medios
planteando que “desde el inicio de mi gobierno hemos escuchado esa
demanda (no más AFP); estamos impulsando la creación de una AFP Estatal y
definimos una hoja de ruta para tener un sistema de pensiones que tenga
más solidaridad y mejores pensiones” (Emol, 25/7). La Nueva Mayoría
montó una comisión investigadora (Comisión Bravo) la cual en 2015
planteo que, frente a las bajas pensiones, se aumente el llamado “pilar
solidario”, que no es otra cosa que un plan de asistencia para entregar
una miserable pensión a quienes nunca cotizaron, incrementar el monto de
las pensiones bajas y sumar recursos a las pensiones de invalidez.
Además, y lo más grave, se busca mantener el negocio de las AFP
privadas, pero adicionando una AFP estatal, iniciativa que guarda
directa relación con la caída de los precios del cobre como consecuencia
de los golpes de la bancarrota capitalista en el país.
Buscan que esta AFP estatal entre al negocio para invertir el dinero de
los ahorros jubilatorios en diferentes empresas (tal como lo hacen las
privadas) para así paliar el déficit fiscal que ha traído aparejado la
estrepitosa caída de los precios del cobre. De esta manera, el gobierno
prepara una doble trampa, donde por un lado se busca concretar un
rescate a las AFP privadas y a una caja estatal que se utiliza para
subsidiar capitalistas, y por el otro, cooptar bajo el verso
“reformista” uno de los principales reclamos obreros de las últimas
décadas.
¡Vamos por el paro nacional!
Estamos, a todas luces, en presencia de un cambio importante de la
situación política, donde la clase obrera comienza a copar la agenda
política. El movimiento obrero ha entrado en escena y necesita dotarse
de un programa de acción que lo delimite de la política cooptadora de la
Nueva Mayoría y de la burocracia sindical del partido comunista, para
así enrielar una alternativa independiente. Es necesario que el
sindicalismo combativo y la izquierda revolucionaria se pongan a la
cabeza de la lucha, para terminar con las pensiones de hambre,
planteando el 83% móvil del salario en actividad, por la restitución
inmediata de los aportes patronales, la eliminación de las
contribuciones de los asalariados y por la transferencia de todos los
cotizantes y sus ahorros a un nuevo organismo estatal de fondo de
pensiones, el cual esté bajo el control y administración de
representantes de trabajadores activos y pasivos. Es necesario
garantizar que el Estado no meterá mano en los ahorros de los jubilados
para beneficio del capital.
Se ha convocado a una nueva jornada de movilización para el 10 de
agosto y es urgente que se levante una campaña en la perspectiva de un
paro nacional.
Fuente: http://www.po.org.ar/prensaObrera/1421/internacionales/chile-marcharon-miles-por-el-fin-de-las-afp
No hay comentarios:
Publicar un comentario