Las elecciones del gremio químico de San Lorenzo terminaron con los
siguientes resultados: la lista Celeste se impuso con 172 votos (41%),
seguida de cerca por la Naranja, que obtuvo 132 (32%); la Verde,
encabezada por el actual secretario general, salió tercera con 109 votos
(26%).
En las once fábricas de este pequeño, pero estratégico, sindicato del
cordón, se abrió un debate de gran importancia sobre la cuestión de la
dirección. La directiva que dirige el gremio desde hace doce años se
partió en dos, constituyendo las listas Celeste y la Verde. La novedad
de la elección fue la construcción de una lista nueva, que nunca estuvo
en la dirección del sindicato, encabezada por el compañero Roberto Vila,
dirigente público del Partido Obrero y de la Coordinadora Sindical
Clasista, junto a varios delegados independientes.
La Naranja introdujo por primera vez en el sindicato la idea de un
nuevo método; abrió un debate sobre terminar con los contratados y la
tercerización permitida en todos los sindicatos del cordón, planteó la
cuestión de la igualación de los salarios de las once plantas -hoy
absolutamente desiguales- y el funcionamiento por medio de un plenario
de delegados mensual y el ejercicio pleno de la democracia sindical.
El debate introducido por la Naranja llegó a los trabajadores químicos,
lo que se reflejó en la altísima votación (95%) del padrón. El 32% de
los votos de la Naranja, con triunfos en dos plantas importantes del
gremio y con buenas votaciones en todas las demás, implican un enorme
capital para esta lista de luchadores.
La elección dejó planteada, de cara a las próximas elecciones de
delegados, un mayor desarrollo de la Naranja y una pelea por todas las
reivindicaciones planteadas por el programa de la Naranja en todas las
fábricas químicas del cordón.
Como lo dijo un viejo dirigente químico al terminar la elección, "la Naranja es el futuro".
Felicitaciones.
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