Los jueces rechazaron el recurso de queja presentado por Beatriz, la
mamá de Mariano, para que el tema llegara a la Corte Suprema.
A mediados de febrero, el ex juez Norberto Oyarbide sobreseyó a Riggi, a
pesar de las pruebas contundentes reunidas en su contra. Fue uno de sus
últimos servicios a la impunidad del poder antes de su renuncia pactada
con el gobierno de Mauricio Macri. La Cámara ratificó lo dispuesto por
Oyarbide y, finalmente, rechazó el recurso de queja por "carecer de los
requisitos formales de admisibilidad", aun cuando el fundamento de
Oyarbide se reducía a su "íntima convicción".
La "causa de las coimas" se originó en las escuchas realizadas durante
la investigación del crimen de Mariano. Los investigadores detectaron
una maniobra urdida por José Pedraza y el contador de la Unión
Ferroviaria y vicepresidente del Belgrano Cargas, Angel Stafforini, para
comprar la excarcelación de los primeros detenidos por el asesinato de
nuestro compañero. El enlace entre Pedraza y el tribunal era un agente
de la ex Side, Juan Riquelme, que revestía como "empleado de Presidencia
de la Nación" y frecuentaba Comodoro Py desde hacía años como lobbista
de la burocracia sindical. Los complotados llegaron a entregar 50 mil
dólares, que fueron interceptados por la policía mediante un
allanamiento en el estudio del ex juez Aráoz de Lamadrid, también
imputado en la causa. La finalidad de Pedraza era mejorar su propia
situación y evitar la prisión preventiva.
La decisión de absolver a Riggi llega luego de que la Justicia le
otorgara a Pedraza el beneficio de la prisión domiciliaria. Es un paso
más que refuerza la orientación establecida desde el primer día del
crimen, para evitar avanzar en la investigación de las responsabilidades
políticas y empresariales que estuvieron detrás del asesinato de
nuestro compañero. La Justicia tiene paralizada la investigación de la
trama económica que unió a funcionarios, empresarios y burócratas
sindicales detrás del crimen. El hecho de que las coimas para Riggi
salieran del directorio del Belgrano Cargas, muestra el entrelazamiento
alcanzado entre la burocracia sindical y las empresas, todas
beneficiarias de la tercerización del trabajo ferroviario.
Perfil
Eduardo Riggi se recibió de abogado en 1973 en la Universidad Católica
Argentina. Trabajó en el Camarón, la Cámara Federal Penal creada por
Lanusse para combatir la “actividad subversiva”. En 1973 fue cesanteado
por la gestión de Cámpora, pero en 1975 fue designado secretario letrado
de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Fue confirmado en ese
cargo por la Corte designada por las Fuerzas Armadas. En 1978, fue
promovido a Juez Nacional de Primera Instancia en lo Penal Económico Nº 4
de la Capital Federal. Llegó a la Cámara de Casación en 1992, por
impulso personal de Carlos Menem. Es señalado como cercano al Opus Dei.
Uno de sus últimos y más resonantes fallos fue ordenar la absolución de
tres militares condenados a prisión perpetua por la llamada "Masacre de
Capilla del Rosario", ocurrida en 1975, en Catamarca.
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