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sábado, 20 de febrero de 2010

Macrismo explícito : Los pobres le ensucian las calles porteñas

¿Eliminación de la pobreza, o eliminación de los pobres?

Revertir la pobreza no es preocupación para Mauricio Macri, como sí lo es revertir la imagen de la ciudad de buenos aires.


Quitar a los pobres de la escena pública es el objetivo que viene persiguiendo desde el inicio de su gestión, respondiendo al pedido de las clases altas.
¿Cuál es el nuevo método de ocultamiento de la pobreza?

Por Lucas Vadura

Al iniciar su gestión, el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, tuvo en claro que su proyecto de ciudad marketinera, (en donde la cultura, la historia, y todo lo que se pueda es mercancía) tenía un enemigo que requería urgente tratamiento.
No era tanto la pobreza, sino más bien los pobres.
El plan que preocupaba al ex presidente de Boca no era cómo reducir la pobreza, sino cómo ocultar a los pobres que recorren, cual fantasmas de una ciudad desnuda, las calles de la opulencia, contrastando imágenes inverosímiles para los turistas ricachones que vienen a conocer la "Europa de Sudamérica".
Bastan un par de ejemplos: mientras dos padres con sus tres niños toman, cada uno, un helado en cucurucho ($13 por cabeza, un total de $65), a su lado, dos pequeños harapientos buscan en la bolsa de basura, algo que comer.
O por calle florida, circuito turístico obligado, un hombre brasilero compra un camperón de cuero por $1800, mientras en la vereda del local, a su salida, una mujer con principios de desnutrición amamanta a su bebe, y le pide una moneda.
Imagino al jefe de gobierno por las noches desvelado, al pensar, ceño fruncido, ¿cómo acabar con esta situación? ¿Cómo quitar del medio a los pobres, los excluidos de esta ciudad opulenta, y no molestar a los turistas, para que consuman sin culpas?
Habrá notado el hijo del Franco empresario (uno de los más ricos del país) que enviar a estos fantasmas a sus casas no era buena idea, ya que no tienen casas, y por eso utilizan cualquier cobertizo accesible por el centro del dinero: bocas de subte, techos de cadenas de comestibles o bancos, árboles frondosos que cubran de la lluvia, etc.
La primera idea que se le ocurrió (mostrando su brillantez) fue crear a la UCEP (Unidad de Control del Espacio Público), que salió de cacería apenas creada. El objetivo era expulsar de la ciudad a los indigentes, y el método predilecto fue llegar de madrugada en camiones, bajar de los mismos, y arrasar con todo: colchones, carritos, cartones, y, mucho mejor para ellos, personas.
Así se divirtieron un rato, golpeando a abuelos, niños, mujeres, incendiando sus mínimas pertenencias, y amenazándolos de muerte para que no vuelvan.
Pero el muerto no se asusta de la muerte, y allí sigue, buscando, revolviendo en los restos de los vivos, haciéndose visibles en su invisibilidad, recordándoles que aún están ahí, y comerán de sus sobras hasta que, cuando ya no haya, comerán de las propias carnes de los vivos.
Feliz estaba la UCEP, este grupejo parapolicial fascista, hasta que tuvieron la mala idea de golpear a una embarazada y hacerle perder el bebé.
La justicia estatal, encubridora y cómplice, no pudo mirar para otro lado esta vez, y tuvo que aceptar las denuncias de los movimientos que demostraron el accionar delictivo y asesino de la fuera Macrista.
Acabada la UCEP, el niño Mauricio volvió a tener problemas de sueño. Pesadillas, diría.
Una vez más, famélicos fantasmas, con la cara sucia y las manos cortadas, se le aparecían en sueños, recordándole que los había usado para las elecciones; que se había sacado fotos con ellos, y que hoy, seguían ahí, en las calles, presentes.
Le llevó un tiempo la evolución del plan.
Primero, corrió de mil formas a los que dormían cobijados por el techo de la cede central del banco ciudad, allí, en la calle Carlos Pellegrini y Sarmiento.
Ordenaba sacarlos, pero volvían. Y otra vez estaban allí, entonces repetía la orden.
Fue a por más: desalojó todo lo que pudo. Todas esas viviendas precarias que habían conseguido, tales como centros de día, o como el Hotel El Cid, -que había sido dado a sus habitantes (y léase habitantes, no ocupantes)- fueron quitados o intentan serlo, para expulsar a los pobres de la ciudad.
Pero el plan maestro, la nueva etapa expulsadora empezó por estos días, amparándose en vaya a saber que código, de esos a los que no les dio importancia hasta que le fueron funcionales.
En estos tiempos de abundantes lluvias, advirtió que el tinglado del banco ciudad podía ser removido, y así lo hizo.
Quitó el techo de (no exagero) 25 familias, y al otro día, ya no estaban allí.
¿Estas familias fueron relocalizadas? Por supuesto que no. Tal vez se hayan ido solas. Tal vez, alguien las ayudo.
Quizás haya sido la nueva policía porteña, con sus trajecitos imitación de la policía británica, que de una manera Ucepeana logró hacerlos definitivamente invisibles.
Imagino a Mauricio, sonriente, gritando Eureka! Por todos los pasillos de su jefatura, o su mansión draculesca.
Esa noche, también imagino, tuvo sueños orgásmicos: había más planes para llevar adelante: había encontrado la llave secreta.
Al otro día, una pala mecánica tapaba con tierra roja los huecos debajo de la autopista, donde hasta la noche anterior dormían los sin techo, los sin hogar, los sin nada.
Esta última parte sucedió hoy, bajo la bajada 9 de julio, de la autopista buenos aires-la plata.
Resta saber si Macri piensa realmente que así se irán a otras tierras. El dinero, la concentración de riquezas, de bienes, y de comida, está en su ciudad, y allí los fantasmas seguirán recorriendo, errantes, aunque a Mauricio le moleste.
Por cierto: en Santa Fé y Callao hay una tienda de trajes que hoy ofrece precios muy convenientes. Un elegante ambo cuesta solamente $1200.
Los turistas pueden consumir sin culpas. Al menos por un rato.

Lucas Vadura.-
AGENCIA WALSH

La verdad ya lo habìa posteado , pero nadie lo expreso mejor que Barragan

3 comentarios:

Antonio (el Mayolero) dijo...

¡LLAMADO A LA SOLIDARIDAD!!Aprovecho este espacio para hacer un llamado a los foristas de www.cacerolazo.com y nuevocacerolazo.foroactivo.net a los efectos de coordinar los cacerolazos contra Macri, ya que ellos tienen mucha experiencia en el tema,´pero ultimamente han desaparecido de los lugares que solían frecuentar, justo cuando se presentaba la ocasión.
Positivo, Seaweed, biondini, gpkelly y otros pelafustanes y soplagaitas ¿donde están?
Alberto Siga

Unknown dijo...

Yo mauricio mato dos pájaros de un tiro.

Prohibo que la gente saqwu ela basura a la calle:

-no se te tapan los sumideros cuando llueve
-no hay pobres husmeando en la basura.

y de yapa un extra. Las empresas de recolección que contrata que deben ser de el o un amigo, casi qeu ni gastan dinero.

Diganme si no es buena?

Las cacerolas parece que dejaron de ser Pro antonio.

Javier dijo...

Seamos sinceros igual porque los medio pelo van a protestar un par de dias por las inundaciones pero al toque se olvidaran de todo y seguiran como si nada hubiese pasado , yo recuerdo las cosas que se decian cuando se inundaba y el jefe de gobierno era Ibarra y el pobre de Fatala tenia que poner la caripela para seguirle minitiendo a la gente porque si haces la red para 50mm por hora si te llueven 80 en una hora se va a inundar y si la haces de 100 te pueden llover 150 y se puede inundar igual

Un abrazo

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

Politica Obrera