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jueves, 14 de octubre de 2010

La derecha nunca se resignó a un sistema solidario

A favor de las AFJP

Por Alfredo Zaiat
Votar o proponer hoy el 82 por ciento móvil para las jubilaciones es promover el regreso de las AFJP. Muchos pueden sentirse ofendidos con esa hipótesis, porque históricamente batallaron en espacios públicos áridos por mejorar las condiciones materiales de los jubilados. A otros directamente les resultará indiferente porque saben que esa iniciativa sólo es una oportuna estrategia política electoral jugando con las expectativas del sector pasivo. Unos y otros, con obvias intenciones diferentes, saben que aprobar un proyecto de ley que dispone el 82 por ciento móvil sin financiamiento de mediano plazo, además de no considerar las condiciones presentes y futuras del sistema previsional, terminará provocando el desquicio del régimen público.

Este recién se está recuperando del negocio del siglo de bancos y compañías de seguros con las AFJP. El paso siguiente no es muy difícil de adivinar: si se implementara ese 82 por ciento, pasados unos pocos años, con un Estado que no puede cumplir con esa obligación, se impondría el discurso sobre la necesidad de privatizar el régimen previsional. Además del regreso de las AFJP, no hay que ser muy perspicaz para prever que la corriente conservadora, con el respaldo del FMI, impulsará imitar la actual reforma europea: subir la edad jubilatoria de los trabajadores para cerrar la brecha de financiamiento provocada. Así actúan los representantes del neoliberalismo doméstico siempre inquietos para ofrecer negocios fáciles a grandes grupos privados locales y multinacionales.

No caer en esa trampa es una exigencia imprescindible en estos tiempos para defender a sectores vulnerables de la población.

Un antecedente cercano de un proceso similar se encuentra en la década del ochenta. En esos años una gran parte de la población se quejaba del servicio telefónico porque no conseguía líneas o de la deficiente prestación eléctrica o de gas. Ese pedido no demandaba la privatización de las empresas públicas. Buscaba recibir un servicio público adecuado. Para ello se necesitaba un plan de inversiones y generar un consenso social para fortalecer la participación del Estado en la economía. Sin embargo, sobre la legítima exigencia de la población prevaleció el discurso conservador de entregar esas empresas a negocios privados, con la inestimable colaboración de previas políticas deliberadas de vaciamiento patrimonial de las compañías estatales.

Así se terminó generando una corriente favorable para la liquidación de activos públicos. Las consecuencias de esa política las padecieron finalmente los mismos usuarios que reclamaban un mejor servicio y que, inicialmente, no pedían la privatización, aunque luego la consintieron. En un primer momento sintieron alivio con esas ventas para después padecerlas al tener que pagar tarifas muy elevadas y verificar en la práctica las inversiones mezquinas que realizaron los grupos privados para mejorar y expandir el servicio.

El 82 por ciento móvil fue una bandera de resistencia, con escasa y nula recepción de esa demanda por los partidos tradicionales, en períodos donde los jubilados eran la variable de ajuste. Fue convocante de movilizaciones de organización sociales ante la emergencia previsional de mediados de la década del ochenta, el congelamiento de los haberes, el negocio de las AFJP y la elevación de la edad para jubilarse durante los noventa y el recorte del 13 por ciento de los haberes a comienzos de este siglo. Todas medidas que arrollaron con derechos de jubilados. Desde hace unos años, la situación es diferente, en un proceso de reparación y recuperación del sistema previsional público, que aún requiere su ampliación con el debate para una reforma profunda que brinde respuesta a la actual y futura perspectiva laboral y estructura poblacional.

El 82 por ciento no interpela en ese sentido, sino que por el contrario puede terminar abriendo las puertas para el regreso de las AFJP.

Fuente: Pagina 12

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta claro que el 82% móvil es parte de una pantalla, es un circo para agarrar a los distraídos y hacerles creer que piensan en la gente. Pero esta claro que la oposición esta lejos de entender los reclamos del pueblo.

Anónimo dijo...

La sonrisita de Morales y de Saa,
no eran de alegría por haber conseguido aprobar la Ley del 82%
movil para los jubilados, era la
de otra vez los cagamos con ayuda
del vice. Cuando nacés cagador
terminás siendo mierda. Hasta los
jubilados se dieron cuenta de la
imposibilidad de una aplicación a
la Ley, les salió el tiro por la
culata por más que quieran explicar
no tienen fundamento, como la
triste excusa del okupa al decir
que más adelante van a ver como
pueden conseguir fondos.
UNA VERGÜENZA, ES LA OPOSICIÓN
MÁS BERRETA E INUTIL QUE PODAMOS
TENER.
Querian el veto lo tienen no van
a poder hacer mucho, por más que
el multimedio dispare sus opiniones
falaces, no lo pueden sostener.

Un abrazo.

Javier dijo...

Igualmente creo que para cagarles de todo su coratada ridicula , yo implementaria un aumento a las jubilaciones minimas enviando ubn proyecto para eliminar exenciones en ganancias y subiendo aportes patronales a las grandes empresas

Ahi los dejas completamente desnudos corriendoles el arco . No al 82%pero imaginate poder auumentar un 20% extra por unica vez las minimas y despues seguir con la movilidad normal .

Un abrazo

Daniel dijo...

Sí, Si! esa era la jugada, Javier. Lo posteé en el blog de Natalia. Cómo no la vieron???!!!

Demasiado rigurosos con la ecuación; a la larga te la enrostra economía. Pero era esa, la jugada POLITICA.

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

Politica Obrera