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miércoles, 6 de octubre de 2010

La verdad es que da mucha lástima ver hoy a Isidoro Graiver con Morales Sola cómplice de la dictadura y empleado de Magnetto y Mitre


Jorge Tassara, ex detenido-desaparecido en la dictadura

“Isidoro Graiver decía otra cosa”

Por Franco Mizrahi

Tiene 70 años y es jubilado docente. Cuando era militante de la Juventud Peronista fue secuestrado por la dictadura luego del golpe de 1976. En abril del ’77 compartió una celda de dos por dos metros en la Unidad 3 de La Plata con el cuñado de Lidia Papaleo. Durante tres meses, convivió 23 horas al día con el hombre que ahora declara a favor del Grupo Clarín y La Nación. “Me resulta muy difícil comprender su posición después de tanto sufrimiento.”

Diez de la mañana en el bar de Corrientes y Callao. El ex militante de la Juventud Peronista Jorge Tassara llega a la entrevista a paso lento. Cuenta que vive en Viedma, provincia de Río Negro, y que está de paso en Buenos Aires porque tiene que realizarse una serie de análisis médicos. A los pocos minutos de iniciar el reportaje, se nota que le duele recordar aquellos años de plomo cuando sus compañeros desaparecían de a cientos. El horror del pasado dejó una huella indeleble en el alma de este contador público nacional, recibido en 1966, tiempos en que creía que el mundo podía cambiarse con un golpe de timón y fe.
En esta entrevista con Tiempo Argentino, Tassara se muestra perplejo ante la actitud de Isidoro Graiver en relación a Papel Prensa. “Cuando estábamos detenidos en la Unidad 3 de La Plata, Isidoro me decía todo lo contrario, que se habían desprendido de esa y todas las empresas del grupo familiar bajo una enorme presión de lo que definía como la dictadura cívico-militar que dominaba la Argentina. Por eso, al escucharlo en estos momentos, estoy muy sorprendido, ya que Isidoro a mí me decía otra cosa dentro de la cárcel.”

Tassara militaba en la Juventud Peronista cuando fue secuestrado el 2 de abril de 1976. Un año más tarde lo trasladaron a la Unidad 9 de La Plata donde compartió celda con el hermano de David, banquero que comandaba el grupo económico y que falleció en un dudoso accidente aéreo en agosto de 1976. “Nunca tuvo la libertad de acción que dijo tener. A mí me decía algo muy diferente”, reveló este militante de 70 años a este diario.
El hombre compartió durante tres meses, 23 horas de su vida junto al testigo que pretende desligar al CEO de Clarín, Héctor Magnetto, y el director de La Nación, Bartolomé Mitre, de la apropiación de Papel Prensa. Y lo que es peor: de haber cometido presuntos delitos de lesa humanidad.
Tras pasar por la comisaría de Viedma, un pabellón del Ejército en Bahía Blanca y una carcel en la misma ciudad bonaerense, sufrió simulacros de fusilamientos. Al poco tiempo, en septiembre del ’76, lo llevaron a La Plata. Allí paso por distinos pabellones hasta que pasados siete meses vio entrar en su celda del pabellón 3 a Isidoro Graiver. “No sabía quién era. Al poco tiempo charlábamos de política, economía y fútbol. Dormíamos en una cama cucheta, yo arriba y él abajo, en una celda y comíamos un platito sopero con casi anda de carne”, recordó Tassara a Tiempo.
En el mismo pabellón también estaba Juan Graiver –padre de Isidoro- y Don Brodsky, su suegro.

-¿Isidoro le manifestó que se nadie los presionó para vender las empresas de la familia?

-No. Yo conocí a Isidoro en mayo del 77 en la cárcel de La Plata. Yo estaba solo en la celda cuando viene Isidoro a mi celda. Había muerto su hermano y eso lo tenía mal. Me preguntaba qué pensaba de la muerte de David, si fue un accidente o lo habían matado. Lo notaba preocupado. Además decía que había sufrido la presión de sectores civiles y militares de avanzar en la desaparición del grupo económico. Que había un interés muy determninado pàra que los Graiver quebraran. “Estábamos en la lona”, decía. Acusaba al circuito de Ramón Camps y su patota de torturadores.

-¿Alguna vez le comentó que tenía miedo de que lo mataran?

-Por su experiencia vivía con miedo. Pero ya había pasado lo peor. A todos nos pasaba lo mismo. Después de pasar por un centro clandestino, estar en la cárcel era como llegar al paraíso. Si bien éramos rehenes y en cualquier momento podían sacarnos y limpiarnos, te sentías blanqueado. Aunque siempre estábamos inseguros y teníamos miedo.

-¿Qué recuerda de aquellos tiempos en la cárcel?

-Vivíamos un clima de presión, de mucho control y seguimiento. En el Penal funcionaba un servicio de inteligencia. En los mismos recreos o pasillos había entre nosotros mucho miedo. Un temor permanente. También mucha solidaridad y apoyo entre los compañeros presos.

-¿Alguna vez Isidoro habló de Papel Prensa?

-Él decía que el accionar cívico-militar lo apretaba para vender. Su mayor preocupación era Papel Prensa. Era la empresa más importante que tenía el Grupo. Su pérdida implicó la quiebra de toda la familia.

-¿Dijo haber sido torturado por Papel Prensa?

-No. Hablaba de los aprietes pero no puntualizaba en qué caso. Él decía que sentía la presión por parte de la dictadura cívico-militar.

-¿Especificó quiénes eran los civiles?

-No. Y con la desinformación que existía no nos enterábamos qué pasaba. Hoy esta claro por qué Clarín y La Nación no informaban nada. En el medio estaba esta operación. Nosotros nos informábamos a través de las visitas. Los diarios no decían nada de lo que estaba pasando y tergiversaban la realidad. Al compañero Dardo Cabo lo sacaron de la cárcel y a las 8 de la mañana del día siguiente nos enteramos que había muerto en un enfrentamiento. ¿Cómo iba a morir en un enfrentamiento si lo habían sacado delante nuestro sin nada encima?

-¿Hablaban con Isidoro de esta falta de información?

-Lo conversábamos más con los compañeros. Isidoro en los recreos hacía rancho aparte con su familia.

-¿Cómo eran las visitas que recibían en la cárcel?

-Mi ex mujer, Susana Dieguez, viajaba en auto con la suegra de Isidoro y sus hijos cada vez que me venía a visitar. En esas visitas no teníamos tabique de por medio. Es decir que hasta podíamos vernos. Los ingresos al Penal eran muy duros. Éramos sometidos a procesos de abuso y maltrato.

-¿Qué recuerda del padre y el suegro de Isidoro?

-Don Juan era muy jovial y era una “luz”. Juan era más extrovertido que don Brodsky. A él le agradaba que le preguntaran sobre la raíz cuadrada de números imposibles y las resolvía al instante. Sobrellevaron muy bien todo. Ellos me contaron que los pusieron debajo de la ducha, les arrojaban agua helada que les caía sobre la frente. Esto solo a Juan y Brodsky. Isidoro nunca me contó que lo hayan torturado.

-¿Por qué?

-Por ser del Grupo Económico Graiver y por todos eran de orígen judío.

-¿Cómo eran esos días en la cárcel?

-Recuerdo que Isidoro era muy goloso, le gustaba mucho el chocolate. Hacía fondeu con los chocolatines que nos llegaban. El usaba los chocolates que comprábamos y el hacía una especie de mejunje. Usábamos un gran metal. También hacíamos mucho ejercicio.

-¿Alguna vez le habló de Lidia Papapelo de Graiver?-

-No.

-¿Qué sintió al ver la solicitada de Isidoro y la entrevista con Joaquín Morales Solá?

-A mí me resulta muy extraño. Él hablaba de la presión con la que vivía permanentemente. Además, el estuvo secuestrado en Puesto Vasco. Él aparece en la cárcel a fines de marzo, principios de abril de 1977. Realmente a partir de su experiencia, de su vivencia, la muerte de su hermano, la presión y el seguimiento para entregar el Grupo, no puede decir que vivió en libertad. Es muy difícil comprender lo que está diciendo Isidoro de que vendieron en absoluta libertad, tanto él como su familia, sus empresas, especialmente Papel Prensa. El clima que vivimos, que nos tocó vivir no era un clima de libertad. No se puede hablar de libertad. Y menos cuando él se sentía perseguido por la dictadura militar. Cómo puede hablar de libertad...

-¿Por qué cree que lo hace?

-No lo sé. Pero si Isidoro recuerda el tiempo pasado, todo lo vivido previo a la llegada a La Plata, su charla con otros compañeros, creo que no puede seguir sosteniendo lo que ahora esta planteando. Isidoro es una víctima. Pero desconozco los imponderables que lo están llevando a plantear estas situaciones.

-En una entrevista con Tiempo Argentino Isidoro habló de las presiones bajo las cuales vendió Papel Prensa y luego dijo todo lo contrario en una solicitada de Clarín.

-Lo que afirma ahora no es lo conversado sobre lo que vivió antes, durante su paso por la cárcel. Fue en contra de los propios intereses del Grupo y de la Argentina. Él describía la connivencia de sectores civiles con la dictadura militar.

-¿Ustedes sufrieron sanciones dentro de la cárcel?

-Si te encontraban en una postura que no les gustaba, como recostado en la cama o haciendo gimnasia, te sancionaban y te metían en la celda y no salías al recreo o te mandaban a la cárcel donde sólo tenías un colchón y nada más. A mí me mandaron una vez.

-¿Alguna vez lo mandaron a Isidoro a esa cárcel?

-A él no.

-¿Cómo fue el momento en que vio a entrar a Isidoro en su celda?

-Yo estaba solo porque a mi compañero lo habian trasladado a otro pabellón. Isidoro aparece en abril de 1977 y no sabia quién era. Me fui enterando en las charlas y con las visitas. Tengo gratos recuedos de él por eso me sorprende su postura actual.

-¿Cuándo dejó de ver a Isidoro?

-A él lo sacaron primero de la celda. Yo estuve en la cárcel hasta 1979 en una celda que daba a un patio. Recuerdo que hablábamos algo de política y economía. También de deportes. Analizábamos la coyuntura, lo que significaba la dictadura, Martínez de Hoz.

-¿El acusaba como responsables de la quiebra del grupo al bloque Cívico Militar que había tomado el poder?

-Sí, claro, hablaba de sectores cívicos-militares.

-¿Cómo era la división en los pabellones de la cárcel?

-En el 1 estaba todos los Montoneros. En el 2 estaba el ERP. En el 3 estaba la gente de la JP y podría decirse que los económicos- subversivos, donde entraba Graiver.

-¿Los familiares reunían dinero para comprar víveres para ustedes?

-Sí, todos ponían dinero. A veces la familia de Isidoro no tenía y los cubrían otros familiares. A veces era al revés. Había mucha solidaridad. Compartíamos, incluso con otros compañeros de Pabellón.

-¿Para Isidoro fue anunciado que iban a sufrir el saqueo de la empresa?

-Era preanunciado lo que iba a pasar. Todos sabíamos por él que les habían arrebatado todas las empresas.




Fuente : Tiempo Argentino

7 comentarios:

Unknown dijo...

Patético lo de Isidoro graiver compañero, pero es así, mercenarios hay en todos los hámbitos, no sorprende lamentablemente.

De todas maneras más patético aún es el interrogatoio de Morales Solá, tan evidente...se nota muuuuucho!!!

Sujeto de la Historia dijo...

Me imagino la extrañeza de este hombre, compañero de prisión, de sufrimiento, de miedo, con lo que ahora dice este hombre...
Yo no sé si se trata de plata, probablemente se trate de miedo.
Un Abrazo

Daniel dijo...

Tanto te podés arrastrar por la guita. Y estando tu hermana de por medio!
Igual, una parte la va a tener que invertir en abogados, porque se le viene la demanda por las brutas contradicciones.

Ikal Samoa dijo...

Un mercenario Isidoro. Triste lo impresentable de este personaje que ha vendido todo. De todas formas conocemos sobre la existencia de mercenarios en todos los lugares. Eso no extraña.
Un saludo,
Ikal

Anónimo dijo...

Por la plata baila el mono, tenés
que ser muy turro para cagar la
memoria de tu hermano, no creo que
mienta por miedo lo hace por guita.

A.C.Sanín dijo...

Como dijo Cynthia Octaviano ayer, en “6-7-8”, si la mejor defensa de Clarín y La Nación son las declaraciones de Isidoro Graiver, están en problemas. Vive desmintiéndose. Un abrazo.

Javier dijo...

Me agarro del comentario de Sanin que resume la cuestion :

Si la mejor defensa de Clarín y La Nación son las declaraciones de Isidoro Graiver, están en problemas.

Un abrazo

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

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