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lunes, 15 de noviembre de 2010

La crisis del Pejotismo Federal

La crisis del Peronismo Federal




Nadie sabe si el Peronismo Federal llegará a las elecciones de 2011. Esto que es terrible para el doctor Duhalde, no lo es tanto para Héctor Magnetto. Salvo que opte por respaldar la candidatura de Ricardo Alfonsín.

“Los muertos que vos matáis gozan de buena salud.”
Fórmula erróneamente atribuida al Don Juan Tenorio de Zorrilla.

Para el Grupo Clarín, en la batalla electoral del 2011 todavía se juega la suerte de su cúpula, así como su modus operandi. Esa cuidadosa combinación entre amenaza implícita por el poder de fuego mediático y posibilidad de que las cosas, todas las cosas, resulten muchísimo más sencillas para los “amigos”. De allí se deduce lo obvio: es mucho mejor integrar el lote de los próximos que militar en el odioso pelotón de los ajenos.
Esta contabilidad elemental no resiste una evaluación en detalle. Basta recordar que el ahora marginado Aníbal Ibarra disfrutó de las mieses de la amistad (participaba en la elaboración de la tapa del diario en medio de la crisis por Cromañón) y que esa proximidad no le impidió ser destituido como jefe de gobierno. Y que si antes Clarín abandonó el buque del proyecto desarrollista de Rogelio Frigerio –tan próximo al corazón de Roberto Noble– fue, sobre todo, porque los negocios mejoraban mientras la estrategia desarrollista se quedaba sin acompañamiento empresarial, y los militares los miraban con creciente desconfianza, como una especie de antesala a la izquierda prosoviética. De modo que cuando Héctor Magnetto descubrió que los viejos principios no cotizaban en bolsa, sin mayores aspavientos les cerró la puerta a sus antiguos conmilitones y se sumó con Ernestina Herrera de Noble a un proyecto puramente personal: integrar el escogido pelotón de los que mandan, más allá de cualquier orientación política, igual que el resto de los grandes empresarios que operan en el país. ¿Y la ideología? Un resabio de la década del 1970 que no le interesa a casi nadie.

En esos años de la dictadura, la divisoria de aguas pasó por la obtención del control del paquete accionario de Papel Prensa (obtención en la que el desarrollismo no había jugado un papel menor, como comienza a quedar claro a través de la figura de Reinaldo Bandini), en virtud de las sugerencias del entonces influyente general Leopoldo Fortunato Galtieri. Es que el Clarín desarrollista había librado en soledad la batalla contra José Alfredo Martínez de Hoz, dejando perfectamente en claro que respaldaba al gobierno en la “guerra librada contra la subversión apátrida”. El proyecto fue entonces represión más desarrollo industrial. Esa era la postura de Frigerio, y esa fue también la del directorio de Agea Sociedad Anónima. Y como Galtieri estaba decidido a no soportar ese aguijón en su flanco izquierdo, el desarrollismo tuvo que abandonar Clarín en masa. Corría el año 1982. Entonces quedó definitivamente claro que para Clarín no existen los amigos permanentes, sólo intereses permanentes. Y tampoco tanto, los intereses, se sabe, suelen ser erráticos, por tanto los muy próximos de hoy pueden ser los muy distantes de mañana, y viceversa.

Volvamos al presente. El Peronismo Federal fue, hasta su implosión, la carta política escogida por Magnetto para derrotar al gobierno K. Como viejo desarrollista también proviene del riñón de la UCR –Arturo Frondizi fue su escudero político– y tiene una idea muy precisa de la inconsistencia radical. Y por tanto siempre priorizó los acuerdos con el peronismo. De modo que la fractura entre Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner venía a pedir de boca. Sobre todo, cuando Duhalde hizo suya una versión posmoderna del desarrollismo: facilitar los negocios empresarios sin mayores debates. Y desde esa perspectiva apuntaló al multimedios en su momento más difícil: salida de la convertibilidad, deuda con Goldman Sachs en dólares, en medio de una desvalorización de sus activos y el cierre del crédito internacional para empresas argentinas.( Recordar la llamada ley de Bienes Culturales mas conocida como LEY CLARIN aprobada durante la presidencia provisional del senadory asesino de Maxi Kosteky y Dario Santillan Eduardo Duhalde ) Dicho con sencillez: Duhalde era y es un aliado probado, y desde la batalla campera el gobierno K pasó a enemigo público número uno.

Claro que ante la nueva situación política las cosas deberán cambiar.
Desde el momento en que Lole Reutemann abandona la dirección del Peronismo Federal, y el Peronismo Federal no es mucho más que una dirección, el único candidato que movía el amperímetro electoral no sólo no será su candidato presidencial, tampoco se propone traccionar votos para una corriente cuya fragilidad –aun antes de estos episodios– era por demás evidente. Si a esto se suma que Mauricio Macri no pasa exactamente por su mejor momento queda claro que nadie sabe si el Peronismo Federal llegará a las elecciones de 2011. Esto que es terrible para el doctor Duhalde, no lo es tanto para Héctor Magnetto. Salvo que opte por respaldar, con la furia incandescente que ya se le conoce, la candidatura de Ricardo Alfonsín. Pero si esto no sucediera, si parte del Peronismo Federal intentara volver al redil –lo que esta lejos de resultar imposible– y Clarín bajara los decibeles del enfrentamiento, sólo quedaría un punto a dirimir: la propiedad de Papel Prensa, ya que la irregular adopción de los hijos de la señora de Noble –una vez finalizados los trámites de filiación– sería fundamentalmente una cuestión personal entre Marcela y Felipe, por una parte, y Ernestina, por la otra.

No es nada fácil que el gobierno ceda en tan espinoso asunto, sobre todo, porque desde esa fábrica de papel para diario se regula indirectamente toda la actividad del sector. Pero si con criterio realista Magnetto se aviniera a aceptar el nuevo equilibrio entre política y acuerdos comerciales, si entendiera que conservar Papel Prensa no es posible, una línea de negociación se abriría paso. Las empresas desideologizadas del presente no libran ad infinitum las batallas que no pueden ganar, y este es el caso. De modo que aceptar la nueva relación de fuerzas no tendría por qué suponer la desaparición del grupo, solo requeriría aceptar que el gobierno dispone del suficiente caudal político para salvar el diferendo a su favor. Y esa, hoy por hoy, es la verdad que consterna a la oposición; por eso, el debate parlamentario sobre el presupuesto 2011 es sobre todo una evaluación del rango de descomposición sistémica del denominado Grupo A. Es decir, cómo el gobierno se saldrá una vez más con la suya.

Fuente : Tiempo Argentino

4 comentarios:

Unknown dijo...

Perfecto su título compañero, lo que está afuera del kirchnerismo no es parte del peronismo, sino, apenas, parte del PJ

Gracias por compañertir el artículo

Javier dijo...

El nombre es produccion de Nestor , cuando el aasumio como presidente se cagaba olimpicamente en el PJ y sus lideres y ya desde el grupo calafate los llamaba pejotismo y la division me gusta una cosa es el peronismo y otra el PJ y sus impresentables de la historia como menem , duhalde o Curto . Recien despues de derrotarlos por paliza a todos ellos se avino a normalizar el PJ . Creo que dejo bien claro lo que implica el liderazgo y lo que significa solo lo formal ,.. El se gano al peronismo no manejando el partido sino cambiando la realidad hasta que el partido quedo a sus pies pidiendole por favor que los presidiera . Y cristiona tambien cuando intentanb debilitarla mediaticamente . el fuerte de Cristina esta en la gestion que desarrolla , los demas se avienen a acompañar o sacan los pies del plato y asumen sus consecuencias .

Un abrazo

Ricardo dijo...

Una visión bastante realista.
En este momento la relación de fuerzas es ampliamente favorable al oficialismo. Impensado hace un año y medio atrás. Ese levantarse y andar es un dato que sólo acrecienta el significado de la actual relación de fuerzas.

Ya lo había dicho Kirchner en épocas peores y no tendría por qué cambiar ahora que el contexto es favorable: menos con Clarín...

Abrazo, Javier.

A.C.Sanín dijo...

Javier: buena la nota. Pero, me pregunto: ¿Cuánto del pejotismo necesitamos para ganar un nuevo turno presidencial con Cristina a la cabeza? Digo: sumamos abajo, ¿o nos peleamos? En fin, es para conversar. Un abrazo enorme.

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

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