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martes, 26 de abril de 2011

Los desacuerdos de la oposición

Modelo inclusivo



En estos siete años de libertad plena, cambió el país y también el nivel de protagonismo colectivo. Los partidos, los sindicatos, los movimientos sociales, las asociaciones profesionales y empresariales ocuparon el lugar central de la escena.

La derecha argentina tuvo diez años para repensar su lugar. Con la caída en desgracia del menemismo y la huida en helicóptero de Fernando de la Rúa, los principales estudios de abogados, el episcopado, las centrales empresariales, las universidades privadas y los medios de comunicación privados quedaron como actores excluyentes del pensamiento conservador y las recetas mercantilistas. Los partidos políticos de esos espacios quedaron relegados al segundo plano.

La improvisación de lo que en otros tiempos se autodenominó clase dirigente es tal que tuvo de candidato en Salta a un empresario sojero que se pasó la campaña contando chistes machistas y que le agradeció a Mauricio Macri por “su apoyo espiritual”, para marcar sus distancias con el jefe del PRO. El que sí tiene oficio de humorista es el candidato de Macri en Santa Fe: Miguel del Sel ya advirtió que si no gana el 24 de julio habrá Midachi para rato. Por las dudas, Raúl Fernández, su manager, lo despega del discurso de la política. Días pasados, Fernández decía a los periodistas: “Miguel ya es político, aprendió a mentir.” La banalidad, la procacidad y el desdén por la cosa pública parecen ser el único patrimonio que tiene buena parte de los referentes del PRO. Salvo, claro está, el machacón discurso de la inseguridad pronunciado por el mismo Macri y que se da contra la pared por la completa incompetencia de la Policía Metropolitana.


La derecha que se llama a sí misma liberal recibió a Mario Vargas Llosa como al héroe antipopulista que se merecía un Sheraton a toda orquesta pero, vale la pena subrayarlo, sin representantes orgánicos de las derechas latinoamericanas. Ni siquiera de Perú, su país natal. Y lo mal que le hubiera resultado estar acompañado por derechistas peruanos, dado que fue precisamente en Buenos Aires donde el Premio Nobel de Literatura hizo pública su decisión de apoyar en la segunda vuelta a Ollanta Humala, quien se enfrentará con Keiko Fujimori el próximo 5 de junio. Vargas no había perdido oportunidad de denostar a una y a otro. Ahora no es preciso imaginar que, como todo indica, el visitante ilustre de la Feria del Libro de Buenos Aires va a festejar el triunfo de Humala, a quien el día anterior de las elecciones definió como “el (Hugo) Chávez con lenguaje abrasileñado, ¡la catástrofe!”

REVALORIZAR LA POLÍTICA.

Se enfatiza, especialmente en clima electoral, sobre la imagen de tal o cual candidato. En ese sentido, ya es un lugar común afirmar que Cristina Kirchner tiene una intención de voto suficiente para ganar las elecciones presidenciales. De lo que no hay un debate es sobre la política como espacio de representación de intereses y voluntades. El discurso simplista y funcionalista está centrado en la imagen de personas como algo despegado de una práctica política colectiva. Los analistas destacan el rol central de Cristina: algunos para confirmar sus cualidades y otros para sembrar miedo con la continuidad del modelo. Pero, ¿acaso los ciudadanos son consumidores pasivos que van a la góndola a elegir una marca o un envase? Si hay algo –tan fascinante en el estudio como eficaz en la práctica– es entender el entramado colectivo que da lugar a los fenómenos de representación. Si hay algo –tan fascinante en el estudio como eficaz en la práctica– es entender el liderazgo como un vínculo que permite asociar el lugar de la toma de decisiones con el de la agrupación social para hacer valer intereses, especialmente los intereses y la voluntad de los nadies.
Ambas cosas son atributos imprescindibles a la hora de pensar la acción política. Los intereses como territorio de lo objetivo, de lo mensurable, y la voluntad como el suelo de lo subjetivo, de la memoria y los deseos.

EL RELATO OSCURO.

Los grandes medios encontraron una nueva bestia negra. Ya no sólo están demonizados los Hugos (Chávez y Moyano) sino que ahora se suman los militantes de La Cámpora. El centro son una cantidad de universitarios recibidos en la UBA y que antes fueron al Colegio Nacional de Buenos Aires. El economista Axel Kicillof fue pintado así por Luis Ceriotto, en el suplemento de Economía de Clarín: “Tiene 39 años y aparenta diez menos, en buena medida porque esquiva a las corbatas como a la peste. Doctor en Economía, es profesor por concurso de Macroeconomía y Política Económica, Microeconomía e Historia del Pensamiento Económico de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA.” Tras aclarar que “desembarcó” en Aerolíneas Argentinas hace dos años, “ahora, el Gobierno propone a Kicillof como el reemplazante de Aldo Ferrer como director en representación del Estado dentro de Siderar.” Es sorprendente lo que sigue: “El nombre de Ferrer fue hace dos años una prenda de unidad entre Techint y el Gobierno.” Esto no debe escandalizar a nadie: cualquiera sabe que un accionista pone un director que defienda sus propios intereses y no uno que surja del “consenso” con el accionista mayoritario. Pero, desde ya, Clarín defiende los intereses de Techint, y Ceriotto escribe para ambos.

Otro ejemplo. Esta vez la pintura del multimillonario Claudio Belocopitt, dueño de Swiss Medical, empeñado en frenar el tratamiento de la ley que regula la medicina prepaga. El título de la nota de Diego Cabot es “La medicina prepaga en la Argentina es barata”, y la crónica empieza así: “Habla como un tipo de barrio, con malas palabras incluidas, y tiene la pinta de un yuppie moderno, con un despacho descomunal y tres pantallas donde sigue los mercados del mundo. Dice: ‘El tipo que me putea porque le aumento la cuota se gasta 150 mangos por cabeza en un morfi’.”

LA POLÍTICA.

En estos siete años, de libertad plena, cambió el país y también el nivel de protagonismo colectivo. Los partidos, los sindicatos, los movimientos sociales, las asociaciones profesionales y empresariales ocuparon el lugar central de la escena. La pregunta es si los radicales de Ernesto Sanz, los "peronistas" de Eduardo Duhalde o los conservadores de Mauricio Macri creen que pueden hacer política a la sombra de algunas pocas empresas privadas. En ese caso, deben pensar que los lectores de Clarín y La Nación no razonan ni sienten. Porque defender a Techint en un caso en que el tema de fondo es no repartir las ganancias entre los accionistas no tiene mucha lógica. Y pensar que la clase media que paga por la medicina prepaga es necia sería subestimar a los sectores sociales que esos diarios deberían defender.

Pero no, esos medios dicen que “la oposición” está en contra del avasallamiento del gobierno a Techint, y que “la oposición” va a presentar modificaciones a la “polémica” ley de control de las prepagas. “La oposición” debería entender que la subjetividad de quienes serían sus potenciales votantes va para atrás. Una parte importante de la sociedad no peronista ni kirchnerista se siente representada por este proyecto. Sus intereses son comprendidos. Y se sienten, al menos, escuchados. Este discurso –expresado por Cristina Kirchner y por muchísimos otros– es inclusivo. No sólo a través de las políticas universales sino por la puesta en práctica del diálogo con sectores medios y empresarios que no encuentran un espacio de participación y representación en quienes sólo juegan a armar una fórmula de último momento.

EL TIEMPO CORRE.

Hermes Binner ya avaló, de modo bastante explícito, una alianza con Ricardo Alfonsín y que incluya a Francisco De Narváez. Margarita Stolbitzer se distanció de Alfonsín, precisamente, porque no considera que se pueda pensar en Fernando Solanas y Víctor De Genaro como socios de un frente electoral y sin solución de continuidad para cerrar un acuerdo con De Narváez. No se trata sólo de improvisación. Es mucho más grave: un hombre joven, casi recién lanzado a la política como Alfonsín, está dispuesto a dilapidar un pequeño capital político al poner en evidencia la falta de coherencia en la búsqueda de socios. Pero algo similar puede pasar con Solanas ( para mi un traidor hijo de puta que lamentablemente viene de la izquierda argentina a mostrar su peor rostro siendo funcional a los ectores conservadores ) , quien está deshojando margaritas (¿le quedará de candidata presidencial Stolbitzer?) para ver si se candidatea en la Nación o la Ciudad de Buenos Aires. Tal como si se tratara de buscar un traje a medida para él y no como representante de un entramado colectivo. El tiempo corre y quizá muchos seguidores de Cristina Kirchner se entusiasman porque se debilitan los competidores. Salgamos un momento de la política. En un torneo no alcanza con tener un buen equipo. Para brillar hace falta un campeonato que haga historia. Además de reglas claras se necesitan adversarios con temple y pasión. Sería muy bueno para esta etapa de la Argentina que esta campaña electoral no se destiña por la falta de rivalidades. No es una cuestión del good show sino de lograr que se amplíe la mesa de convocados por la política.

No creo que eso sea posible con ninguno de los dirigentes que se agruparon bajo el llamado por Patricia Bullrich grupo A , siendo Bullrich dipuatda de la Coalición Cínica y habiendo sido la ministra de trabajo mas hija de puta de los últimos 30 años , la que rebajo junto a Cavallo el 13% las jubilaciones y pensiones en 2001 .

Como puede ser diputada nacional una hija de puta como ella ? Y si ella puede ser diputada porque no candidatea Magnetto ante la falta de un candidato presentable de la derecha argentina no le ofrece la candidatura a Domingo Cavallo o al propio Fernando De la Rua que son de la misma calaña que Bullrich?

4 comentarios:

Ikal Samoa dijo...

Asistimos a la decadencia mas profunda de la oposición.
Un saludo,
Ikal

Abel dijo...

Como siempre, escoges muy buenos artículos.
Coincido plenamente en el análisis.

Saludos!

Daniel dijo...

Cómo pueden ser diputados más o menos, la mitad de los que están en el Congreso.

Javier dijo...

Realmente dan vergüenza ajena

Columna Noret es tal tal cual

Abel : Muchas gracias compañero

Unfor : No lo comprendo realmente , nadie aprende de los errores del pasado ?

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

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