Confirman que Gerardo Martínez fue agente secreto del Ejército

La secretaría de derechos humanos le elevó un informe al juez lijo

Por Néstor Espósito

El documento lo señala como personal civil de inteligencia entre marzo de 1982 y diciembre de 1983. En su entorno dicen que actuó en el operativo Malvinas y no en la represión.

La Secretaría de Derechos Humanos le confirmó al juez federal Ariel Lijo que el sindicalista de la UOCRA Gerardo Martínez figura como “agente secreto” en los registros de la Dirección General de Inteligencia del Estado Mayor General del Ejército. Pero ese documento, al que tuvo acceso Tiempo Argentino, precisa que Martínez se desempeñó en un período comprendido entre el 1 de marzo de 1982 y el 31 de diciembre de 1983, es decir 21 días después de retornada la democracia. Desde el entorno de Martínez interpretaron que ese dato tira por tierra las presunciones sobre su participación en la represión ilegal. Y explican que Martínez trabajó bajo el ropaje de “inteligencia” en el contexto de la operación de recuperación de las Islas Malvinas.

La Nota “CUDAP 504:0031030/2011”, fechada el 1 de noviembre pasado y firmada por el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, fue una respuesta del organismo gubernamental a un pedido del juez Lijo, después de que en julio pasado organizaciones defensoras de los Derechos Humanos y el opositor Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Construcción y Afines (SITRAIC) denunciaran que Martínez integró durante la última dictadura el Batallón 601 como Personal Civil de Inteligencia. La información oficial indica que “la inclusión del Sr. Gerardo Alberto Martínez (DNI 11.934.882) en el listado hecho público por el Archivo Nacional de la Memoria, dependiente de esta Secretaría, se efectuó en base a ‘Nómina del personal civil de inteligencia que prestó servicio entre los años 1976-1983’, confeccionado por la Dirección General de Inteligencia del Estado Mayor General del Ejército, remitido por la entonces ministra de Defensa, Nilda Garré, con fecha 19 de mayo de 2010”.

El párrafo posterior precisa que “en dicha documentación, y bajo el número de orden 2769 se consigna apellido y nombre: Martínez, Gerardo Alberto; especialidad: agente secreto; período de prestación de servicio: desde 01/03/1982 hasta 31/12/1983 sin consignarse destino”. La nota aclara que “no existen en esta Secretaría y en su dependencia, el Archivo Nacional de la Memoria, otras constancias o denuncias referidas a la citada persona”.

Lijo tiene el documento en su despacho desde fines de la semana pasada. El equipo de abogados que asesora a Martínez asegura que el sindicalista de los albañiles “nunca perteneció al 601 de inteligencia y, de hecho, la nota de la Secretaría de Derechos Humanos no hace ninguna alusión a esa repartición”. Respecto de qué rol desempeñó el gremialista en la inteligencia de la dictadura, las fuentes explican que tenía asignada la organización de las operaciones civiles vinculadas con la reconstrucción del archipiélago después de que la operación militar argentina estabilizara el dominio territorial. Si la Argentina hubiera ganado la guerra, Martínez tal vez habría tenido mucho trabajo en las islas. Pero la historia fue para otro lado. “No entregó compañeros durante la represión, trabajó por la causa Malvinas. Hay alguna diferencia, ¿no?”, se ufanó uno de sus más cercanos colaboradores.

Diferencia es haber sido cómplice y parte de la dictadura genocida porque supuestamente una causa justa lo ameritaba ?

Es evidente que para profundizar el rumbo a lo que se puede contribuir desde el gobierno nacional es a imponer la democratizacion del sindicalismio de tal modo de poder contribuir a una renovación generacional que barra a todo este ipo de dirigentes no? En ese caso la juventud sindical deberia seguir creciendo y asumiendo la conduccion de los gremios

Fuente : Tiempo Argentino