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lunes, 5 de marzo de 2012

Las idas y vueltas de Mauricio

Contradicciones macristas

Macri ganó las elecciones porteñas, en 2007, con una promesa explícita: construir una ciudad country. Una ciudad sin cartoneros revolviendo los tachos de basura, con policía propia y servicios privatizados de cierta calidad a precio razonable.

Por: Alejandro Horowicz

“Tiene razón Martín Fierro: el olvido es una forma de la memoria. Recordar todas esas estupideces equivale a ser un desmemoriado.”
Jorge Luis Borges

En que pensaba Mauricio Macri cuando decidió “devolver” los subterráneos porteños al gobierno nacional?

–Horowicz…, Horowicz, el verbo pensar y Macri no resultan conjugables en lengua castellana. Tal vez en búlgaro; en el idioma de Cervantes y Borges se trata de un contrasentido, casi una sátira política.
–Rehago la pregunta. ¿Alguien pensó utilizar a Macri contra el gobierno nacional?
Avancemos con orden. Macri ganó las elecciones porteñas, en 2007, con una promesa explícita: construir una ciudad country. Una ciudad sin cartoneros revolviendo los tachos de basura –después de todo se trata de un negocio millonario, que no hay por qué compartir con los pobres del Gran Buenos Aires–, con policía propia y servicios privatizados de cierta calidad a precio razonable.

El sueño de Mauricio parecía posible; la reactivación económica nacional había reducido el número de miserables urbanos, las calles comenzaron a asfaltarse –o al menos están en obra perpetua– y la policía…, la policía cuesta plata y lleva tiempo. Entonces, quedó para más adelante. Y más adelante llegó la crisis global y la ola de recuerdos terribles (la amenaza de caerse del mapa social) gatilló otra oleada de miedo cavernario, de terror genocida.
Ese que Susana Giménez fogoneó bajo el impacto de la muerte de su decorador, Gustavo Lanzavecchia. Pero no lo hizo de cualquier modo, dijo: “Hay que dejarse de joder con los Derechos Humanos.” El remanido argumento de abandonar los derechos de los delincuentes, para defender el derecho de los propietarios –estado de excepción modelo 1976–, nos volvió a recordar que el auto importado que había adquirido en tiempos de Carlos Menem –a nombre de un discapacitado para evadir impuestos– no era exactamente un “error” de circunstancias. Por cierto, en los buenos tiempos del “ingeniero” Blumberg resultaba más fácil arrear aterrados.

En ese país country, la seguridad no podía ni todavía puede incorporar los accidentes de tránsito. Entonces, la Metropolitana del Fino Palacios fue el camino elegido. En la ensoñación de capas medias, la posibilidad de transformar Buenos Aires en un gigantesco barrio privado, Palacios “garantizaba” metodológicamente la propuesta; por tanto, Macri apostó todas las fichas a una marca; en términos institucionales perdió (Palacios sigue preso, y Macri quedó pegado a una compleja peripecia judicial), en términos políticos le sirvió, de la mano de Duran Barba, para ganar en 2011 y estabilizar la única fuerza de oposición. Una cosa es lo que se puede verbalizar en público, otra lo que se vota en privado.
Si Macri entregó la cabeza del comisario no fue exactamente porque fue convencido de poner fin a una designación poco feliz, Y ese es exactamente el punto: sino para garantizar la continuidad de su política. la renuncia de Palacios cumplió su objetivo, es el costo de un esfuerzo sostenido en una dirección única.

Elisa Carrió opinó –en mayo de 2010, hace ya una eternidad, con la prudencia de los que esperan heredar– que las imputaciones que se le hacen a Mauricio en la causa por las escuchas ilegales “existen” y “son graves”, pero pidió “prudencia” y esperar el pronunciamiento del juez, y el procesamiento llegó. A Macri se le imputa formar parte de una asociación ilícita montada para realizar escuchas telefónicas ilegales. La Cámara Federal convalidó la lectura jurídica de Norberto Oyarbide; una larga serie de chicanas de la defensa de Macri le permitió ganar un tiempo precioso. Sólo se trata de saber si ya se acabó o si todavía dispone de algún quantum adicional.
Esa no es por cierto la única complicación legal seria del jefe de gobierno. El senador Daniel Filmus solicitó a la jueza a cargo de la denuncia por “campaña sucia” en su contra que “no haga lugar al pedido de prórroga” que presentó Jaime Duran Barba, y adelantó que pedirá que “se intime a declarar al acusado bajo apercibimiento de comparecer por la fuerza pública” de no asistir al próximo llamado. Filmus dijo: “Ya hicimos el pedido para que María Servini de Cubría cite nuevamente a los tres sospechosos, es la tercera vez que evaden la indagatoria. En el caso de Duran Barba, se le concedió un aplazamiento por viaje de dos meses en diciembre y fue citado para febrero, pero no se presentó porque viajó al exterior”, declaró el senador a la agencia oficial Télam. Y añadió: “La justicia decidirá si hubo campaña sucia, pero las pruebas están. Por ejemplo, se encontraron facturas cobrando al PRO y a la Ciudad de Buenos Aires por servicios publicitarios; existen grabaciones del call center denunciado y, sobre todo, lo que se recopiló en el allanamiento de la empresa Duran Barba y Asociados.”

Jaime Duran Barba, consultor en cuestiones electorales todo terreno de Mauricio Macri, deberá finalmente presentarse. Tanto él como sus socios habrían utilizado falsas encuestas telefónicas, conducta que viola el artículo 140 del Código Electoral Nacional, y que reprime “al que con engaños indujere a otro a sufragar en determinada forma o a abstenerse de hacerlo”, como parte de la campaña sucia.
Desde las oficinas de los socios del asesor ecuatoriano, se habrían disparado curiosas “preguntas”. “¿Sabe el encuestado que el padre del senador, Salomón Filmus, era un arquitecto que trabajaba para Sergio Schoklender, acusado de defraudación y lavado de dinero?” Y remataban como sigue: “Ahora que usted sabe esto, ¿lo votaría?”
Ese es el segundo frente judicial del referente PRO. Y ambos conforman –las escuchas telefónicas e inducir a votar mediante falsedades evidentes– una tenaza legal difícil de quebrar.

Ahora podemos retomar la pregunta inicial. ¿Quién pensó utilizar a Mauricio contra el gobierno? La respuesta pasa por el entourage del dirigente PRO. El razonamiento es simple: transformar a Mauricio en el archienemigo del gobierno, para que las decisiones judiciales sean leídas como venganza K. Saben, al parecer de buena fuente, que la situación legal del jefe de gobierno se volverá a complicar mucho. Eso explica el súbito cambio, de lo contrario no se entiende el motivo para aceptar primero los subtes y rechazarlos 59 días mas tarde.
Macri sabía de antemano cuál era el nivel de inversiones realizadas por el Estado, tenía información de primera mano suministrada por el Grupo Roggio, concesionario de la prestación, y tanto el aumento tarifario como el resto de las decisiones operativas fueron tomadas con bastante antelación y de común acuerdo con Roggio. Mauricio no será un genio, lo acepto, pero tampoco es un descerebrado.
Si se observa su comportamiento en la causa contra el Fino Palacios, se ve que nunca tuvo exactamente una estrategia jurídica. Eligió victimizarse y repite una conducta eficaz. Ahora cuando se mantiene todo lo lejos que puede de Duran Barba, todavía retumban en sus oídos los consejos del ecuatoriano: apostá siempre a la despolitización, todo lo que suena complicado no sirve. Si el argumento no es sencillo se pierde. A la gente no le interesa la política –pontifica el ecuatoriano– y todo el que intente obligarlos a pensar pierde. Esa es la ola que baja de Europa, y con crisis o sin ella Argentina no puede sustraerse a tan potente tendencia. Se trata de saber si diagnóstico tan mezquino seguirá teniendo éxito; en todo caso convengamos que Macri no tiene ninguna jugada posible en el corto plazo.

Fuente: Tiempo Argentino

4 comentarios:

Maloperobueno dijo...

"construir una ciudad country. Una ciudad sin cartoneros revolviendo los tachos de basura, con policía propia y servicios privatizados de cierta calidad a precio razonable."

Y lo bien que hace! que son si no cartoneros, esos imbeciles oscurecidos por el conurbano que llegan en los trenes de TBA cuando no estallan contra un anden?

O que van a ser esos docentes en un tiempo que una Presidenta llama vagos? Cartoneros, porque con el sueldo no les alcanza

Viste Javier que no son tan distintos?

Saludos

Unknown dijo...

Malo:

Un análisis terriblemente sesudo el suyo. ¿Y qué decir de los partidos de izquierda que apoyaron el reclamo en contra de la 125? Todos oligarcas.

En fin...

Cordialmente,
Yo.

Maloperobueno dijo...

Extrema

No se, deberia preguntarselo al MST. Se equivocaron y muy fiero.Fijese que terminaron con Solanas

Ud acaso le pregunta a Cristina porque apoyo el gobierno de Menem y el desguace de todas las empresas estatales? O porque apoya a la megamineria?

Ud sesudo no parece, pero si medio taliban o falto de memoria, no?

Unknown dijo...

¿Talibán, yo? Ja. Ni en pedo.

Sesudo capaz que sí, o al menos cabezón.

Lo que no soy es orgánico al partido.

Tuve la desgracia de compartir aulas con un montón de señores perfeccionistas que predicaban la revolución total y objetaban cualquier otra medida. Eso, curiosamente, provocaba la inmovilidad absoluta. Pero no importaba porque una solución intermedia era vista como transar con el sistema (ser un traidor de clase y demás huevadas).

¿Usted de que partido es, tons? Sólo para saber en qué o cómo acciona sobre la realidad.

Cordialmente,
Yo.

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

Politica Obrera