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martes, 27 de marzo de 2012

Por qué hay que abandonar el CIADI?



Hace casi siete años publicábamos un artículo explicando por qué había que abandonar el CIADI. Ante las sanciones de hoy, no es momento para debatir la salida de ese órgano del Banco Mundial? A continuación, los argumentos.


Artículo publicado en La Gaceta de Económicas, revista mensual de la Facultad de la FCE-UBA, en Página/12, N. 55, 26 de junio de 2005


Argentina, el CIADI y la pérdida de soberanía

Por Leandro Morgenfeld
En el marco de las transformaciones estructurales que la economía argentina sufrió en la década del noventa, y que redundaron en una resignificación del otrora estado interventor, uno de los aspectos quizás menos estudiados es la adhesión de la Argentina a tratados internacionales para dar garantía a las inversiones extranjeras. En el contexto de la furia privatista del gobierno de Menem, nuestro país firmó el convenio de adhesión al Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI), convenio existente desde 1966 y al que ya se suscribieron más de 140 países. Al igual que la mayoría de los países latinoamericanos, durante los años noventa Argentina resignó parte de su soberanía jurisdiccional en pos de atraer inversiones, brindándoles la “seguridad jurídica” que reclamaban. Hoy en día, y tras la devaluación de 2002, Argentina enfrenta en el CIADI unas 40 demandas por un valor de 30.000 millones de dólares (Argentina acapara el 80 % de las demandas presentadas actualmente en el CIADI contra estados nacionales). La resolución de este conflicto implicará, en uno u otro sentido, serias consecuencias para el futuro inmediato de nuestro país. Sentará precedentes, además, en cuanto al tipo de políticas económicas que pueden establecer los países no centrales en un capitalismo cada vez más mundializado.
En mayo de este año se produjo el primer fallo del CIADI contra la Argentina, que le dio la razón a la empresa CMS de Estados Unidos. Si se respeta esta resolución, Argentina tendrá que pagar 133,2 millones de dólares por los supuestos daños y perjuicios contra la empresa luego de la devaluación (la empresa alegó que no se le dio un trato justo e igualitario). Frente a este fallo, el gobierno resolvió cambiar su estrategia de defensa legal y contrató un estudio jurídico extranjero para que se encargue de la defensa de los intereses nacionales. En definitiva, esto significaría privatizar la defensa contra las empresas privatizadas.
¿Cuál es la historia del CIADI?
Este tribunal es un organismo público internacional creado mediante el Convenio sobre Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones entre Estados y Nacionales de Otros, tratado multilateral celebrado en 1965. Según el Artículo primero del Convenio, el CIADI tiene por objeto proporcionar mecanismos de conciliación y arbitraje para el arreglo de diferencias relativas a inversiones que surjan entre inversores extranjeros y estados contratantes. Es una organización internacional perteneciente al Banco Mundial, cuya actuación está determinada por el Convenio antes mencionado. Entre los compromisos del CIADI se encuentran: garantizar a los inversores un trato no discriminatorio, justo y equitativo; plena protección y seguridad; compensación por expropiación por utilidad pública; respeto de la cláusula de la nación más favorecida y llevar adelante todos los mecanismos para resolver las controversias entre un inversor extranjero y el estado en el cual dicha inversión fue realizada. En definitiva, el CIADI pretende dar garantías a los inversores extranjeros, frente a las “arbitrariedades” de los gobiernos de los países que reciben estas inversiones. El CIADI es un tribunal internacional al cual las empresas transnacionales pueden acudir en caso de expropiación o nacionalización de sus bienes, si se vieran “discriminadas” en el trato en relación con las compañías locales y si se les negara el derecho a acceder a los tribunales locales en caso de controversia.
La Argentina y el CIADI
Para la Argentina, la década del noventa significó un punto de inflexión en la relación entre el Estado y los inversores extranjeros. Durante la presidencia de Menem se dieron garantías a las inversiones extranjeras como nunca antes se había hecho. En este período, Argentina suscribió acuerdos con cerca de cuatro decenas de estados, entre ellos los países cuyos capitales tuvieron una incidencia muy destacada en el proceso de privatizaciones. Acuerdos de este tipo ya habían existido en períodos anteriores, aunque en la década del noventa prosperan como nunca antes, y no sólo en Argentina sino en casi toda Latinoamérica: “Aunque este tipo de convenios se empezó a suscribir a partir de mediados de los 60 entre los países desarrollados, y en los 80 incluyó a los de Africa y Asia, la tendencia recién llegó con ímpetu a América latina en los 90. Los vientos de la globalización neoliberal empujaron con fuerza las antiguas barreras de la región, para dar cabida a la veloz circulación de capitales y afirmar la renovada competencia entre naciones por capturar las inversiones -ansiosas de alta rentabilidad y bajo riesgo- disponibles en una época de alta liquidez. Para ello, los estados tuvieron que adecuar sus sistemas normativos y dejar atrás la arraigada Doctrina Calvo (impulsada por el diplomático argentino Carlos Calvo, a fines del Siglo XIX), que establecía que los problemas con firmas extranjeras se debían resolver en sedes judiciales locales, rechazándose de plano la jurisdicción externa. De modo que se avinieron a la demanda de los países “exportadores” de capital y aceptaron someterse a tribunales internacionales, mediante la firma de convenios específicos[1]. Quiere decir que en los años noventa Argentina revirtió una postura diplomática histórica y decidió ceder parte de su soberanía jurídica para alentar la llegada de capitales e inversiones extranjeras.
La adhesión de la Argentina al CIADI se dio en el marco de las profundas transformaciones de la economía en los años noventa, que significaron un retroceso del Estado y una desregulación que acompañó un profundo proceso de privatización. Así, al retirar completamente el Estado, la regulación fue un eje “residual” de la política estatal remanente tras las privatizaciones.
Hoy en día, en el continente americano, se produce una disputa entre quienes quieren profundizar las reformas de los años noventa y quienes, frente a la crisis y al colapso de algunas economías, pretenden volver a modelos donde el Estado tenga un grado de intervención mayor. Los primeros, por ejemplo, alientan acuerdos como el ALCA o los TLC, que provocarían la completa liberalización del comercio y los servicios (incluyendo salud, educación y previsión social); garantizarían una total libertad a las inversiones extranjeras; abrirían por completo el mercado de los contratos gubernamentales, destruyendo un importante arma de la política económica; eliminarían unilateral y completamente todas las restricciones al comercio; garantizarían el total respeto de los derechos de propiedad intelectual (terreno en el que Estados Unidos tiene una supremacía casi absoluta); asegurarían que los gobiernos se abstendrían de llevar a cabo prácticas “anti-competitivas” -preservación de empresas estatales monopólicas en sectores claves de la economía-; es decir, ampliarían la capacidad de los mercados para asignar recursos. Lo que está claro es que el sentido de estas transformaciones apunta a disminuir el peso del Estado y su capacidad de establecer políticas económicas, regular la producción y establecer estrategias de desarrollo. El CIADI es funcional a este esquema que beneficia a los sectores privados más concentrados de los países hegemónicos, cuyos capitales son exportados hacia regiones periféricas, necesitando la mayor “seguridad jurídica” posible. Manifestarse en contra de la pertinencia de este organismo es resistir la lógica liberal recién descrita.
Argentina, si profundiza su posición contra el CIADI negándose a acatar sus fallos, estaría defendiendo su atribución soberana para establecer las políticas económicas que considera más convenientes. También defiende la soberanía jurídica cuando señala que las demandas tienen que resolverse en tribunales locales, o bien a través de la negociación entre las empresas y el propio Estado, pero no en tribunales exteriores. Podría recuperarse así cierta capacidad que el Estado había perdido en la década pasada.


[1] Thwaites Rey, M., “Presión de las compañías privatizadas. El fantasma de los juicios internacionales contra Argentina”, en LE MONDE DIPLOMATIQUE, Año V, Nº 49, Buenos Aires, julio 2003.

Fuente : Blog de Leandro morgenfeld

20 comentarios:

Jorge Devincenzi dijo...

El CIADI no es un organismo público internacional sino un tribunal arbitral donde el Estado receptor de inversiones no puede nombrar "jueces". Es más, a estos los nombra la otra parte, en acuerdo con el BM. Desde 2003, Argentina no ha tenido una política de cipayismo ante el CIADI, como se reconoce en el último párrafo. A esa nota le falta un elemento, que son los TBI y que obligan al país. Estoy de acuerdo en el criterio general, y el CIADI es una herramienta del bloque enemigo. Pero con ese mismo argumento habría que abandonar la OEA, y por qué no la ONU

Jorge Devincenzi dijo...

...sin olvidar que el último conficto con el CIADI tiene que ver con una de las transportadoras mayoristas de gas (creo que TGN), Blue Ridge, y que eso puede afectar la actividad. Qué pasaría con nuestro sufrido pueblo decidido a todo, incluso a sufrir privaciones en función de la independencia económica, si se queda sin gas ahora que baja la temperatura? Tengamos en cuenta el que Sistema Gral de Preferencias es una especie de beneficencia internacional.

Anónimo dijo...

¿Como va a abandonar el CIADI, si nunca lo integró? ¡El CIADI NO ES UN ORGANISMO QUE TENGA INTEGRANTES!....El autor o mejor dicho el perpetrador de este blog tendría ,al menos, que asesorarse.

Jorge Devincenzi dijo...

Correcto, Anónimo. Lo que sucede es que frente a un TBI y una inversión concreta, el contrato incluye una cláusula que determina reconocer la autoridad del CIADI para arbitrar en un contencioso, y eso tiene que ver con la Constitución del 94 que obliga la primacía de este tipo de acuerdos. Para decirlo de un modo grosero, la primacía corre tanto para las convenciones sobre derechos humanos como para los derechos comerciales y el predominio de tribunales judiciales, caso New York.

tio pepe dijo...

Al autor de este blog lo va a dejar de tener en cuenta Magnetto para la cornetita, si comete estos errores.......¡Bueno seguro que mentir le juega a favor para conseguir conchabo!.

MC dijo...

Errores, mentiras? Es que los sesudos críticos y trolles como Anónimo gritón y tio pelotas, habrán aprendido a leer o critican solo los títulos?

Jorge Devincenzi dijo...

EL título "#HAY QUE..." RECUERDA los mandamientos de Moisés o los dictados desde el púlpito. Desde dónde HAY QUE? Cuando comento la dificultad política de hacerlo, eso no significa que sea un agente del imperialismo o un cipayo de las multinacionales. "Hay que" TAMPOCO funciona como izquierda del kirchnerismo o del gobierno, como si este fuera un gobierno sin rumbo y afortunadamente hay un par de iluminados que tienen la precisa que ya sabemos cuál es. Uno no abandona ni se incorpora al Ciadi, y me parecería mejor hacer un estudio serio de los inversiones que están protegidas por esa cláusula. Y si fueran inversiones realizadas en esta etapa, discutir y denunciarlas, pero esas generalidades no sirven para nada. Efectivamente, no hay verdades reveladas

Javier dijo...

Jorge vos estas defendiendo que el pais pierda su soberania y estara svos dispuesto a que un juicio por un tenma comercial argentino se decida en el agente financiero de los yankees que es el BM . Yo creo que hay que denunciar todos los TBI y toda inversion extranjera se debe someter a las leyes argentinas igual que para cualquier empresario nacional . Bolivia y Venezuela ya se han independizado del CIADI y es una deuda del actual gobierno hacer lo mismo y si quisieras una instancia supranacional deberia crearse al interior de la Unasur queseria la region de pertenencia nuestra y sin intervencion alguna ni de Europa ni de los yankees ni de China

Jorge Devincenzi dijo...

Javier: fácil es decirlo. ¿Estoy defendiendo que el país pierda su soberanía? ¿Acaso la tiene? Argentina es un país con gran extranjerización de la economía y los TBI protegen a empresas de Alemania Francia Suiza Canadá España Estados Unidos Italia Luxemburgo Suecia Reino Unido China Países Bajos Dinamarca Croacia y Finlandia. Las empresas inmediatamente pondrían el grito en el cielo, y la gran clase media argentina le haría eco diciendo que se quedan sin medicinas, aire acondicionado, preservativos, papel, caramelos y acero. Chaves sin duda es un punto de referencia, pero Argentina no es Venezuela. ¿Por qué una multinacional va a acordar que un tribunal arbitral dependa del Unasur? ¿Van a designar jueces chavistas? Disculpame, pero lo tuyo adolece de un total irrealismo

Jorge Devincenzi dijo...

... sin dejar de mencionar que la Organización Mundial de Comeercio impondría represalias durísimas... ¿Y a quién le vamos a vender? Para poder algo así, hay que ser un país exportador de materias primas (aquí el producto industrial es importante) o tener un pueblo unido que acepte grandes sacrificios.

Jorge Devincenzi dijo...

En fin, no es la primera vez que Argentina es "condenada". Pero en los "fallos" anteriores, se descubrió que tras el doictamen del tribunal arbitral, como no es un tribunal de justicia, no existía forma práctica de cobrar. Argentina ha usado ese hueco para renegociar, y de hecho, le ha servido hasta ahora la actitud de Blue Ridge dentro de una empresa que pertenece mayoritariamente a Techint. El tema de fondo es: a un nuevo capitalismo, nuevas herramientas de lucha.

tio pepe dijo...

MC OPERADOR VISCERAL: ¿Defensor del perpetrador del blog ó el mismo con seudómino?...¡Como quieras!
Me parece que ¿leíste mal? ó ¿querés insultarme?.Soy tio pepe, no tio pelotas. Te cuento: Soy un simple ciudadano de a pié, ya veterano y peronista (te lo aclaro para que entiendas desde donde opino).
Como tengo tiempo (jubilación mediante) leo dos veces; Y como soy un gil avivado, me doy cuenta cuando te ponés en situación de querer "correr por izquierda" al gobierno. A este gobierno que es la continuación del de Peron y Eva, querés correr por izquierda al MEJOR (no grito, enfatizo) gobierno de los últimos cincuenta y pico de años.
Te equivocaste o mentíste con "porque hay que abandonar el CIADI" y es de honestos reconocerlo por el mismo medio en que se produjo la equivocación ó mentira.-

Javier dijo...

Jorge me partece que sos profundamente conservadoer como la gran mayoría del peronismo , por eso Kirchner fue una excepcion después de 50 años . Hasta en 678 se hablo de abandonar el Ciadi y hasta pusieron la nota al aire . Pablo Tigani dijo que debemos Eva$uar si salir del BM y el BID después de salir del FMI que por suerte cerro sus oficinas en el país y ahora esta destruyendo a los trabajadores europeos . Ningún país esta obligado a cedee su soberanía y firmar TBI y puede terminarlas en 10 años todas juntas y las empresas que se quieran ir que se vayan ojalá muchas empresas extranjerizadas puedan volver a ser empresas estatales y también algunas privadas argentinas si es que alguna vez seria posible tener burguesía nacional , yo no lo creo y por eso creo que el estado debe suplir su inexistencia por lo cual nuetra economía debería estar estatizada en más del 50 % del PBI . La omc no tiene nada que ver con eso. Ya te dije si queres creste un tribunal comercial de la Unasur solo aplicable a empresas radicadas en la Unasur y que reiviertan mas del 50% de las gananacías en la región . Lucas Carrasco puso una nota del diario El País que hablaban de corralito cambiarío y decían querer irse del país . Bueno que se vayan Endesa . Telefonica , Repsol , Santander y VVBA . ladrañ Sancho , cuando evo nacionalizó el gas y el petróleo no se fue ninguna empresa y menos con las ganancias extraordinarias que tienen aca

Jorge Devincenzi dijo...

Javier: el éxito de Kirchner consistió, en lo económico, en hacer una política PROFUNDAMENTE CONSERVADORA. Eso de que "ningún país está obligado...." es desconocer la naturaleza del capitalismo globalizado del hoy en día. El Estado es hoy el mayhor inversor vía Anses, pero si todas esas empresas se fueran, cerraran, no habría cómo capitalizarlas y se paralizarían las actividades: nos quedaríamos sin teléfonos, etc etc. No me podés dar a 678 como ejemplo., estamos hablando de política y no de entretenimiento / show. Estás profundamente equivocado si crees que la OMC, (así como la OCDE), no tienen nada que ver con esto: una ruptura de las reglas generales de inversión provocaría que la OMC aplique sanciones comerciales al país hostil con esas inversiones. El CIADI no es un tribunal comercial, no se trata de poner un juez en lo comercial en el Unasur, en primer lugar porque las empresas no reconocerían otro derecho que el que ellos mismos producen, y que obviamente las beneficia. Toda vez que no hay un derecho en abstracto: el derecho que se impone es el que dicta el poder. Ningún capital doméstico reemplazaría a las empresas extranjeras que se van, no de un día para otro, porque carecemos de una burguesía interesada en tal cosa, y dudo que con suficiente capacidad de ahorro.

Jorge Devincenzi dijo...

tE SUGIERO LEAS LO QUE SIGUE, Y TODA LA LEGISLACIÓN ASOCIADA AL bm
http://siteresources.worldbank.org/INTLAWJUSTICE/214576-1139604306966/20817278/ElCiadi40anosdespuesICSID40YearsLaterLima082405.pdf

Jorge Devincenzi dijo...

Javier: yo sería conservador y vps progresista. EL peronismo es mayoritariamente conservador, según vos. No te parece que estas defendiendo una postura o una impostura? No te parece que política significa mucho más que opinar, y que las opiniones estan muy lejos de las decisiones políticas? Por otra parte, si la cosa fuera conservadurismo vs progresismo, no veo que el país haya avanzado mucho por el progresismo real, y te confieso que el único progresismo real en la historia real de la Argentina ha sido el peronismo, que es el que convirtió el palabrerío en realidades efectivas

Javier dijo...

Si Jorge , por eso el BRICS en su reunion piensa en dejar atras el BM y armar un banco Sur Sur para nustros paises y dejar de depender de los agentes del imperialismo yankee-britanico

Jorge Devincenzi dijo...

EfectivAMENTE, jAVIER. Yo deseo que se acabe el BM y el CIadi, pero el deseo no es una política posible.
Nosotros no formamos parte del BRICS, Javier. El Unasur está armando un banco, también, pero algo te debe decir que Brasil se opone o minimiza la cuestión.

Anónimo dijo...

se que esto no tiene nada que ver con el tema, (estoy muy de acuerdo con la nota), pero quiero una respuesta de parte de ustedes de porque se permite esto:
http://www.malvinense.com.ar/mineria/index.html (es sobre la tonelada de plata que saquean las empresas mineras)

se que las leyes se sancionaron en la epoca de menem, pero porque no se derogan? lo impide algun TBI? quisiera escuchar una explicacion, muchas gracias y los felicito por la pagina :)

Javier dijo...

Mi interpretacion para que no se modifique el codigo minero instaurado en el menemismo es la falta de voluntad política para hacerlo porqu el sistema ha generado divisas y un importante efecto de invesriones en mineria .
Existen muchísmos pedidos de reformas al codigo que no son tenidoas en cuenta en el congreso y se sustenta la actual política extractiva característica del régimen de saqueo que se realiza sobre la neocolonias.

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

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