La marcha inexorable a la ruptura

Antonio Caló anunció su decisión de competir por la conducción de la CGT con Hugo Moyano, en lo que todos anticipan terminará en una fractura de la central sindical. Los conflictos en danza. Antonio Caló decidió esta semana que irá como candidato a secretario general de la CGT aun cuando no haya lista de unidad. Hugo Moyano siguió agrandando la distancia que lo separa del gobierno y se mantuvo firme en su candidatura a la reelección.

Por: Ana Vainman

Mientras tanto, la administración de Cristina Fernández disfruta el triunfo de la nacionalización del 51% de YPF y busca, en paralelo, reconvertir el mercado de la energía eléctrica. Luego de la iniciativa oficial para recuperar el autoabastecimiento, el Ejecutivo se dispuso a tomar cartas en materia de energía eléctrica otro servicio público concesionado a multinacionales, cuya gestión no estuvo a la altura de las circunstancias. Especialmente después del temporal de Semana Santa que dejó a miles de usuarios sin luz por más de una semana, lo que les valió una airada queja de los intendentes ante la Casa Rosada. A eso hay que sumarle el calamitoso estado financiero de las empresas, que desmienten cada dos por tres un default.
Aunque ya sea tarde para realizar las inversiones que no se hicieron, a partir de ahora se implementará un plan de rescate para tratar de que Edenor y Edesur no terminen de hundirse. Para eso, un equipo de economistas enviados por el Ejecutivo ocupará más sillas en los directorios y buscará datos sobre los costos de cada empresa, que luego podrán usarse para hacer análisis macro sobre la matriz energética. Desde el gobierno aclararon que no se evalúa la posibilidad de estatizarlas o expropiarlas.
Pero como si la falta de inversiones y los cortes reiterados no fueran suficientes frentes de conflicto, se sumó la queja del titular de Luz y Fuerza, Oscar Lescano, (uno de los peores gordos traidores de los trabajadores )quien –en un impasse de su intento por desbancar al líder camionero de la secretaría general de la CGT- anunció medidas de fuerza. Es que tanto Edenor como Edesur se niegan a discutir recomposiciones salariales en las paritarias de este año, debido a que “no tienen plata para pagarlas”. Las empresas aducen que se los impide el congelamiento tarifario que ya lleva 12 años. Es por eso que el Ministerio de Trabajo también tuvo que involucrarse en las negociaciones sobre el futuro de las distribuidoras.
Pero Luz y Fuerza no es el único sindicato en las puertas de un conflicto: bancarios y metalúrgicos siguen sin poder cerrar sus paritarias por una mejora salarial para este año. Los dirigentes de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) se reunieron numerosas veces con los representantes de las cámaras empresarias, pero no lograron todavía un acuerdo. Por su parte, la Asociación Bancaria convocó formalmente a un plan de lucha que prevé para una movilización el jueves próximo en reclamo a una definición de su paritaria, que lleva vencida cinco meses. Sin embargo, no todo son desacuerdos: la Comisión Paritaria de prensa junto a la secretaría gremial de la UTPBA firmó el acta de la rama de los diarios con los empresarios del sector. El acuerdo es histórico porque hacía 37 años que no se rubricaba una paritaria general y porque el diario Clarín –donde no hay comisión interna desde hace más de diez años- pudo enviar delegados hacia el fin de la negociación.

La telenovela de las elecciones en la CGT tuvo nuevos capítulos. Moyano, insiste en que será reelegido el próximo 12 de julio, y a su principal contrincante, Caló, le dijo: “No me puede borrar.” Pero además, renovó sus críticas al gobierno al asegurar que le “molesta mucho la soberbia” de la presidenta y dijo que le parece un “error” que se remplace la alianza del gobierno con el sector trabajador con una con los movimientos sociales. Caló, por su parte, decidió cambiar su estrategia. Hasta hace unas horas había sido la de querer encabezar una lista de unidad y ser el candidato del consenso. Pero finalmente anunció que está dispuesto a competir con el líder camionero.
“Queremos una CGT unificada y si no se puede llegar a ese momento, si tenemos que competir y los compañeros dicen que Caló tiene que competir, Caló asumirá la responsabilidad, y si le toca a otro compañero, Caló apoyará a ese compañero”, aseguró.
No lograr la lista de unidad se interpretaba como una inexorable ruptura de la CGT a partir del día después, pero evidentemente, tanto la oposición al camionero como los moyanistas, están dispuestos a que ese sea el resultado de la contienda.

Fuente :Tiempo Argentino