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domingo, 1 de julio de 2012

Un debilitamiento para el movimiento obrero

La división de las centrales sindicales significa un debilitamiento del movimiento obrero y del gobierno nacional.

Un modelo nacional y popular tiene que tener un sostén fundamental en los trabajadores, y si vemos todo el espectro, tenemos sólo a la CTA de Hugo Yasky apoyando, mientras que el espacio de Pablo Michelli y la CGT de Hugo Moyano están enfrente. Claro que no se puede ni considerar que el gobierno camine junto a los Gordos menemistas, sería terrible verlos codo a codo con los que entregaron todo en los noventa. El gobierno tiene un déficit en el presupuesto y lo lógico es que lo resuelva estableciendo una mayor carga en los sectores más poderosos y no en los sectores a los que la inflación les come el aumento salarial. Para avanzar en este sentido, en un contexto de crisis económica y con espacios que buscan impulsar la desestabilización en toda América Latina, es esencial la unidad del campo popular que las posiciones de unos y otros están perjudicando. Los protagonistas sabrán si han actuado bien o no, pero esto no beneficia a nadie.


Fuente : Tiempo Argentino

4 comentarios:

H L dijo...

Así que "el gobierno tiene un déficit en el presupuesto" y lo resuelve estableciendo una mayor carga "en los sectores a los que la inflación les come el aumento salarial".

Al final, Galasso acaba dándole la razón a Altamira.

Estás en la fase final.

Zapiola dijo...

El divisionismo de los trabajadores está en la naturaleza del gobierno: Así lo expresó Cristina cuando confrontó al 19% contra el 81%.

Hasta la aparición de la crisis fiscal, la política del kirchnerismo había sido la de cooptación y descomposición de las organizaciones populares (Madres).

A partir de que la crisis fiscal puso límites a esta orientación, el cristinismo ha pasado a la división de las organizaciones (CTA, ahora la CGT) o a la creación de organizaciones paralelas (FUA, recientemente).

El primer candidato del gobierno fue Gerardo 'batallón 601' Martínez. Luego pasaron a negociar con los Gordos -incluido Pedraza, desde la cárcel- en busca de, como dijo Pichetto, una CGT al servicio del gobierno.

El Modelo nacional y popular no cierra sin regimentación de los trabajadores, sea aliado con los que entregaron todo en los noventa, a la Gendarmería, o a la patota.

Todos tienen en común su pasado neoliberal. No hay que esperar que caminen codo con codo. Ya comparten negociaciones permanentes sobre los techos salariales, paritarias, ganancias, etc.

Los une la ideología de gravar el salario de los trabajadores sin afectar la renta de los capitalistas.

Lo que aterra a Galasso es la ruptura de los trabajadores con el peronismo, cuyo primer episodio se vió el pasado miércoles 27 de junio.

Alma dijo...

¿El gobierno dividió a la CTA o fueron los "votos de los fantasmas" a favor de Micelli?

Maloperobueno dijo...

De acuerdo con Zapiola

Este gobierno divide siempre, CGT, CTA, MADRES,HIJOS, donde el diablo metio la cola se pudrio todo.
Se puede llamar division sacar al juez que investiga a Boudou, que renuncie el Procurador y que quieran meter a uno flojisimo de papeles a toda costa? No, no es division,es impunidad.

Ahora,si se viene los gordos a la CGT estoy esperando en el sillon escuchar la novela que me van a contar para justificarlo.

Galasso piensa y defiende la burocracia, pero es obvio que no puede escaparle a la realidad

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

Politica Obrera