Metrodelegados: (AGTSyP) El sindicato que pisa fuerte en la Ciudad

Luego de diez días, se suspendió el paro de subtes con un acuerdo entre los trabajadores y la empresa. ¿Quiénes son los Metrodelegados? La historia de un nuevo sindicato que no realiza una medida de fuerza (ni la levanta) sin la decisión de las bases.

En una emotiva conferencia de prensa, Roberto “Beto” Pianelli y Néstor Segovia, dirigentes de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y del Premetro (AGTSyP) anunciaron la suspensión de la medida de fuerza, que había comenzado el viernes 3, tras obtener por parte de la empresa Metrovías un compromiso de cumplir con algunos de sus reclamos. El acta acuerdo fue rubricada en la Secretaría de Trabajo porteña, por la empresa, los “Metrodelegados” y la Unión Tranviaria Automotor (UTA), quienes, a pesar de ser un gremio minoritario, poseen la personería gremial negada al sindicato nacido formalmente en el año 2008: la AGTSyP. El acuerdo por el cual los trabajadores del subte decidieron suspender el paro, incluye el compromiso de la empresa de realizar mejoras en las condiciones de trabajo, implementar modificaciones en el régimen de licencias y establecer un reordenamiento en los niveles salariales.

Luis Ramírez, abogado de la AGTSyP afirmó que la medida se encuentra solamente suspendida, para realizar un “gesto” y generar las condiciones para continuar la discusión salarial y de todas las reivindicaciones relacionadas con las condiciones de trabajo.

“No nos pone contentos tener que resolver nuestros derechos dejándoles sin poder usar el subterráneo”, declaró Pianelli anoche. En su discurso remarcó varias veces el agradecimiento a la solidaridad y comprensión de los usuarios. El dirigente sindical reclamó que el sindicato del subte "es el único que no puede cerrar el reclamo salarial desde hace 8 meses cuando hay más de 1500 paritarias cerradas en todo el país”. ( No es tan así mi sindicato todavia no firmó y solo tienen un preacuerdo para seguir negociando y cerrar seguramente en septiembre ) También manifestó que los “quisieron demonizar y frente al reclamo actuaron de forma brutal y con actitud coercitiva" y denunció el “blindaje” que llevaron adelante desde el grupo Clarín en su cobertura del conflicto para defender al gobierno de la ciudad.

Pero… ¿Quiénes son los Metrodelegados?

Se los conoce con esa denominación que parece venir de otras latitudes, donde llaman “Metro” a lo que aquí denominamos Subte. En todo caso, la segunda parte del nombre es lo que les da una identidad singular. Se trata de los delegados de la novedosa Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) fundada formalmente en 2008, pero con más de una década previa de gestación. Protagonizaron el paro más prolongado en la historia de este medio de transporte que el año que viene cumplirá un siglo desde que se puso en marcha la primera formación subterránea de América Latina, en Buenos Aires, en 1913.

El jefe de Gobierno porteño los acusó de ser “un invento del kirchnerismo”, pero la historia lo desmiente. Aunque en la actualidad los referentes de la Comisión Directiva electa por el voto directo de los trabajadores hace un año muestra simpatías con el gobierno nacional, hay delegados que militan en el trotskismo. Y las medidas de lucha, y su finalización, se resuelven en asambleas de base. La historia de este gremio que surgió desafiando a la empresa y a las prácticas burocráticas del sindicato del que provenía, la Unión Tranviarios Automotor (UTA), empezó mucho antes que el kirchnerismo existiera. Si se trata de asociar esta experiencia a alguna circunstancia política reciente, es más preciso remitirse a las jornadas de rebelión popular del 2001, cuando el impulso de la democracia asamblearia impregnó las luchas y la cultura militante en vastos sectores de la sociedad. El sindicalismo de base, clasista, sin tanto protagonismo en aquella coyuntura, tomó más fuerza en los años que siguieron: los Metrodelegados son una de las expresiones más emblemáticas de esa nueva generación de delegados combativos y antiburocráticos.

En 1998, aún en el marco de la UTA, fueron electos los primeros delegados que se mostraron decididos a enfrentar a la patronal e independientes de la conducción del sindicato. En 2002, los delegados electos con un perfil independiente de la conducción de la UTA pasaron a ser 12, de un total de 21. Es decir, eran mayoría. Con esa representatividad, las luchas tomaron más fuerza y en el 2004, después de 4 días de huelga, consiguieron una conquista histórica: la jornada laboral de 6 horas, atendiendo a las condiciones desfavorables en las que se trabaja bajo tierra. En los años posteriores, está tendencia continuó: entre 2005 y 2006, tras un exitoso paro consiguieron un aumento por encima del techo del 19% promovido por el gobierno y acordado por la mayoría de las cúpulas sindicales con las empresas; también obtuvieron el pase a convenio de los trabajadores de las tercerizadas. Los delegados combativos, hábiles en las negociaciones y fieles a sus bases, crecieron en la valoración del conjunto de los trabajadores, que a esa altura ya había dejado marginados a los pocos delegados que respondían a la conducción nacional de la UTA.

En el 2008 la Unión Tranviarios Automotor intentó recomponer su autoridad entre los trabajadores, con elecciones que marginaron a los delegados de base combativos; ante ello, se organizaron protestas para desconocer esa maniobra impulsada desde las cúpulas sindicales, que por ese entonces contaban además con el aval de la empresa y el Ministerio de Trabajo. Un plebiscito en el que votó la gran mayoría de los trabajadores (alrededor de 3000, desde que fueron incorporados a la empresa quienes estaban bajo un régimen tercerizado), ratificó la decisión de impulsar una nueva asociación gremial que los representara: la AGTSyP.

Un nuevo sindicalismo

Esta nueva organización sindical, nacida desde las bases, siempre se rigió con el principio de la unidad en la acción y el respeto absoluto a las decisiones de las asambleas, respetando las diferencias al interior del sindicato y apoyándose en ellas para construir una gremialidad democrática de nuevo tipo. En marzo del año pasado, por primera vez se realizaron elecciones internas, dándole así un aval a las representaciones sindicales que se venían votando en asambleas en los distintos ramales. La lista “Roja y Negra”, encabezada por los ya nombrados Pianelli y Segovia, ganó por una amplia mayoría y constituyó así la dirección de una de las organizaciones de trabajadores que se ha transformado en insignia para los sectores obreros y populares en la Argentina.

La relevancia que ha cobrado la AGTSyP incluye también una serie de acciones e iniciativas que trascienden lo meramente reivindicativo. Se pueden ennumerar, por ejemplo, el impulso de la “Editorial desde el Subte” que desde la Secretaría de Cultura editó distintos libros sobre la historia y la situación del movimiento obrero en la Argentina. De la misma forma, llevan adelante distintas actividades culturales y formativas, como charlas debate y festivales. Las últimas iniciativas en este sentido, incluyeron desde el cambio de nombre a la Estación “Entre Ríos” de la Línea “E” por el del periodista desaparecido Rodolfo Walsh, hasta su participación en la Coordinadora por el Boleto Educativo. En enero de este año, encabezaron la articulación de organizaciones que enfrentó el aumento del 127% del precio del pasaje del subte que finalmente logró imponer Mauricio Macri. Asimismo, son constantes su reclamo por mejoras en el servicio y las denuncias en cuanto a la seguridad del mismo para los usuarios.

Con la unidad de acción como reaseguro y perspectiva estratégica, los Metrodelegados han sabido (y siguen aprendiendo ante cada medida de lucha) construir un sindicato que pone a discusión de sus bases toda definición de importancia para los trabajadores. Que construye, a partir de los ricos debates que se sostienen en su interior, una de las organizaciones gremiales más fuertes y democráticas que existen en nuestro país.

Fuente : Marcha