El intento del secretario de Comercio Interior por reflotar el Pacto Social tuvo una acotada aceptación.
Con o sin pacto social, el líder de la CGT oficia como referente para todos los trabajadores. Y esa referencia también incluye a los acuerdos de salarios. Pero si los empresarios y los sindicalistas son convocados por el gobierno con el fin de intentar un nuevo Pacto Social, es esperable y hasta ineludible que allí se intenten establecer pautas de precios y salarios. La experiencia indica que por más que en las sucesivas ediciones del Pacto Social se buscó incluir discusiones de fondo sobre variados temas, finalmente sólo se profundizó sobre precios y salarios y aun así las pautas no se cumplieron como al gobierno le hubiera gustado.
Ahora Hugo Moyano se rasga las vestiduras ante un posible acuerdo
de salarios con porcentajes cercanos al 20% pero parece olvidar que
cuando él formaba parte de la alianza estratégica con el gobierno aceptó
adelantar su paritaria y firmó en los despachos de la Casa Rosada por
un porcentaje que buscaba oficiar como número guía para el resto de las
negociaciones salariales.
"Como a mí no me gustaba que otros compañeros me marcaran la
cancha para las negociaciones salariales, mientras yo esté al frente de
la CGT, no le vamos a marcar la cancha a nadie", dijo Antonio Caló. ¿A
quién podía referirse el metalúrgico cuando pronunció esa frase sino al
líder camionero? Con estas palabras, Caló puede estar queriendo decirle a
Guillermo Moreno en principio, y a Cristina Fernández en definitiva,
que no cuenten con él para ocupar el lugar que dejó vacío Moyano a ese
respecto. Habrá que esperar hasta mayo para ver cómo y en cuánto cierra
la paritaria metalúrgica.
Mientras tanto, el intento del secretario de Comercio Interior por
reflotar el Pacto Social tuvo una acotada aceptación entre los
convocados. Los sindicalistas rechazaron la posibilidad de establecer
techos a las paritarias y reclamaron que antes de hablar de los aumentos
salariales de 2013 deberían resolverse otras cuestiones como la suba
del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias –que el Poder
Ejecutivo prometió reformar consultando a los dirigentes gremiales– y
los topes a las asignaciones familiares. No faltaron también las
críticas a la inflación, que erosiona el poder adquisitivo de los
trabajadores. Es por eso que se pactó una nueva reunión para avanzar en
una canasta de costos, en la que se pedirá congelar algunos precios de
los productos de la canasta básica.
Los empresarios, representados por José Ignacio de Mendiguren
(UIA), Juan Carlos Lascurain (Adimra), Luis Betnaza (Techint), Carlos
Bulgheroni (Bridas), Juan Carlos Sacco (Faiga), Oscar Porrini (Aceitera
General Deheza), Adrián Kaufmann (Arcor), Alejandro Vivanco (Coto) y
Carlos García (Garbarino), entre otros, tampoco fueron muy optimistas,
especialmente en torno a la discusión sobre la competitividad.
Las críticas al encuentro por parte de Hugo Moyano no tardaron en
llegar. Además de los cuestionamientos a un supuesto techo para las
paritarias, los moyanistas consideran que nada de lo que en este marco
se acuerde se traducirá en hechos. "Es una nube de humo, un ensayo",
lanzó un hombre cercano al camionero.
Y se explicó: "Hugo estuvo a favor (del Pacto Social) en el pasado
pero en el marco de una CGT unificada. ¿Qué acuerdo podría tener
fortaleza sin la firma de todos los sindicatos nuestros, que están del
otro lado?"
A días de la nueva medida de fuera convocada por el bloque opositor
conformado por Moyano, el estatal Pablo Micheli y el gastronómico Luis
Barrionuevo, sus organizadores rechazan que se los cuestione por elegir
el 19 de diciembre como fecha para la movilización.
"No hay que relacionar esa marcha con las efemérides", dijo uno de
los hombres fuertes del moyanismo, en referencia a las críticas que
recibieron por convocar a la movilización justo en el aniversario del
estallido de la crisis del 2001, en la que murieron casi 40 personas.
Pero las acciones de Moyano no se agotan en el terreno sindical,
sino que avanzan hacia la construcción política que viene diagramando
desde hace meses.
Primero, uno de los hombres que más se muestra junto al camionero,
el secretario general de la UATRE, Gerónimo Venegas –emparentado
políticamente con Eduardo Duhalde– y el ex ministro de Economía de
Néstor Kirchner, Roberto Lavagna, acordaron "trabajar en una agenda
común" desde el peronismo disidente para evitar una nueva reelección de
la presidenta Cristina Fernández.
Un día después de ese encuentro, el economista concurrió a la sede
de Azopardo para almorzar con el líder camionero. ( Lavagna era el que queria ponerle limites a los aumentos salariales antes de dejar de ser ministro ) "Nuestra impresión, y
en eso coincidimos plenamente, es que llegó el momento de hacer cambios
sociales y económicos", afirmó Lavagna después de la comilona.
Con la movilización convocada para el 19 se solidifica la política
de la "unidad en la acción" que proclaman dentro de este sector
opositor. A pesar de que se había rumoreado con la incorporación formal
de la CGT Azul y Blanca que conduce Barrionuevo, no hubo avances al
respecto. Sin embargo, en paralelo, los moyanistas sí buscan seguir
sumando sindicatos que no integran ni la CGT de Moyano ni la de Caló.
Así, por ejemplo, durante la reunión de Comité Central Confederal que se
desarrolló en la sede de Azopardo la semana pasada, uno de los
sindicatos de trabajadores de petróleo que estaba alineado con Alberto
Roberti se sumó a las líneas de Guillermo Pereyra –actual aliado de
Moyano–. Algo similar ocurrió con Luz y Fuerza Córdoba, que no responde a
Oscar Lescano.
Esta movida se enmarca en los todavía visibles efectos de la huelga
del 20 de noviembre. Según analizaron los moyanistas tras la medida, en
muchos casos, las bases desoyeron a las cúpulas alineadas con la Casa
Rosada y se plegaron a la medida porque compartían los reclamos que allí
se habían planteado.
Por su parte, la CGT de Caló recorre un camino similar al de
Moyano. Antes de ayer presentó formalmente a la juventud sindical de su
sector, integrada por unas 35 organizaciones, y se autorizaría el
ingreso de nuevos gremios al sector.
Entre los posibles ingresos está el de la Federación Argentina de
Trabajadores de las Universidades Nacionales (Fatun) –que tomó distancia
del moyanismo tras el paro– y de la Unión Obrera Ladrillera.
Otros gremios, como el Sindicato Argentino de Televisión o la
Asociación de Empleados de Farmacia, se mantienen al margen de las dos
centrales. A Moyano no le perdonan su pase a la oposición y a Caló su
alianza con los "Gordos" (por los sindicatos de gran tamaño, como
Comercio y Luz y Fuerza). ( La verdad moyano y calo son ambos impresentables ninguno defiende a los trabajadores unos se entregaron al gobierno para que les tiraran un hueso y los otros se fueron al duhaldismo sciolista para una nueva ola de ajuste contra los trabajadores de la mano de Lavagna .)
Además de los intentos de las dos centrales por sumar sindicatos
sueltos o de la central contraria hay otras dos batallas entre las dos
CGT: el reconocimiento legal y la ocupación de la sede de Azopardo.
El Ministerio del Trabajo le otorgó a la CGT de Caló una
"certificación provisoria de autoridades". En paralelo, impugnó a la de
Moyano por considerar que hubo irregularidades en las elecciones.
Pero como la transparencia de ambas elecciones está en cuestión,
las dos centrales debieron presentar pruebas en la justicia, que es la
que terminará definiendo –quién sabe cuándo– cuál de las dos centrales
es legal.
Mientras tanto, el moyanismo conserva su sede en Azopardo 802 y la
CGT de Caló se ve obligada a tener sedes itinerantes, hecho que le valió
la burla de Moyano, quien la denominó CGT Balcarce, por su alineación
con la Casa Rosada.
Dentro de la CGT oficial quieren recuperar el edificio de Azopardo,
pero como saben que eso demorará más tiempo del que pueden tolerar sin
un lugar fijo para funcionar, apuran la búsqueda de un edificio para
montar sus oficinas. El gobierno se queda contento con la dovision de las 5 centrales sindicales y de seguir negociando con los burocratas para obturar cualquier posibilidad de democratizacion sindical . Solo queda la esperanza de que la modificacion del modelo sindical para terminar con los gordos sea a traves de alguna acordadad de la Corte como los fallos ATE y Rossi La CTA de Yasky sigue existiendo ? Y oajala abran la causa por ell servicio Gerardo Martinez en el batallon 601 durante la dictadura .
Fuente : Tiempo Argentino
2 comentarios:
Se habla de un 14% para todos los gremios.
Pongamoslo a Yasky que si la pelea un poco, conseguimos un 10%
Que grande este gobierno, que nacional y popular!
Y los empresarios se comprometen a no aumentar los precios por 5 años ?
Nunca vi que s ecumplieran esos acuerdos cupulares en toda la hostoria argentina
Hasta los de los 70 de Gelbard exploto por los aires y vino el Rpdrigazo y la represion y los desparecidos a nmanos del gobierno de isabelita y lopez rega
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