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martes, 15 de enero de 2013

Ampliar la agenda gremial


El panorama sindical en términos institucionales y en sus prácticas gremiales proyecta un año complejo porque existen diversas centrales que irán delineando su alineamiento en función de las elecciones legislativas, porque la coyuntura económica requiere nuevos acuerdos y negociaciones y también porque se viene consolidando con fuerza el fenómeno de las comisiones internas que le dotan cierta autonomía relativa a esas experiencias con respecto a las dirigencias de las centrales.

Este último fenómeno ha contribuido a una repolitización de las bases gremiales que, sin idealizar su expansión, asoma como una práctica que recupera una de las mejores tradiciones sindicales argentinas obturada hace más de treinta años. Si estos tres procesos marcan la actualidad sindical, hacia dentro de cada uno de ellos surgen particularidades como el tema de ganancias, que viene marcando cierta preocupación de los trabajadores asalariados. Está claro que los topes deben ser actualizados en función de la evolución de la inflación. Una primera señal positiva es su reajuste en el medio aguinaldo de diciembre último.

Seguramente esa medida marcará el ritmo de otras similares que deberán contemplar en especial los salarios cercanos a los topes.
El esfuerzo frente a la crisis internacional debe ser proporcionado y aquí le cabe una enorme responsabilidad al empresariado que se vio beneficiado por las políticas mercado-internistas y de incentivo de las exportaciones.

En breve se avecinan también las negociaciones colectivas. 
Además de la negociación del salario, la agenda sindical está en condiciones de ampliar la agenda acorde a la complejidad del mercado de trabajo y las relaciones laborales. 
Por un lado, a la disminución de la desocupación debe sumarse la lucha contra el trabajo no registrado y la tercerización ejercida por los empleadores a través de diversos dispositivos que tienden a aumentar su rentabilidad a costa de la precarización. 

Los convenios colectivos de trabajo pueden incorporar cláusulas que garanticen mejores condiciones de trabajo y no sólo acotarse a la negociación del salario vía acuerdos.
Por último, la garantía de sostener las mejoras de los últimos diez años es una mayor organización y participación de las bases (los trabajadores) y el lugar de trabajo es el territorio por excelencia de esa práctica.

Fuente: Tiempo Argentino


Mínimo no imponible, ¿un reclamo corporativo?

Desde la CGT Balcarce se emitió un documento que exigía el 50% de la suba del mínimo no imponible (MNI) para comenzar a hablar de paritarias. La CGT unificada reclamó esto desde 2011 y por no obtener respuestas en su agenda ha ido escalando el conflicto, velando por los intereses de sus representados.

Los reclamos unen a todas las centrales.
La propuesta de la CGT que conduce (Antonio) Caló tiene muchas coincidencias con los proyectos que presenté en el Congreso, por lo cual no puedo dejar de manifestarme a favor aunque estos no han sido debatidos por falta de voluntad política. Esta unidad de concepción es la que evidencia que la división del Movimiento Obrero Organizado fue llevada a cabo por factores exógenos, para debilitarlo y reducir su capacidad de acción como en los '90.

Todo ajuste al sector asalariado se lleva adelante mediante inflación y congelando el poder adquisitivo. El índice de aumento del salario acumulado del Ministerio de Trabajo se encuentra muy lejos de la actualización del MNI, por lo que esto retrasa la capacidad de compra de los asalariados formales, lo que es siempre parámetro para el resto de los trabajadores que se encuentran fuera de convenio e incluso el que está en la informalidad.
En 2011 se homologaron convenios para 4,235 millones de trabajadores y hoy ya son más de 2 millones los que pagan ganancias y vieron mermadas las paritarias por el retraso del MNI. Esto, en un contexto en donde el sector financiero y agroexportador han mantenido sus altos niveles de rentabilidad.

Por esta razón es que al margen de proponer sectores a los cuales exigir una mayor presión contributiva en los proyectos de ley (jueces, renta financiera, aportes patronales, renta agraria diferencial, renta minera o incluso el impuesto a la herencia, como lo insinuó el periodista Alfredo Zaiat en su artículo del 6 de enero) es necesario decir que aumentar el peso de la recaudación sobre un asalariado que paga alquiler, en lugar de hacerlo sobre sectores como el agroexportador que ha tenido records en los precios internacionales, es ante todo una política de Estado que debe revisarse si pretendemos tener una mejor distribución de la riqueza.

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Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

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