Por Gabriel Cunha Matos.
Este lunes la
presidenta anunció la suba del mínimo no imponible (también conocido
como “impuesto a las ganancias”) en un 20%. La modificación se realiza
después de dos años y busca distender el clima previo a las
negociaciones paritarias.
A partir del mes de marzo de 2013 el mínimo no imponible, es decir el
piso por el cual los trabajadores pagan o no impuesto por sus ingresos,
subirá un 20% respecto al límite actual. También se anunció un aumento
del haber mínimo jubilatorio que subirá de $1.879 a $2.165, y la pensión
mínima de $1.502 a $1.730.
En el discurso realizado durante la tarde del lunes la presidenta
informó que para los trabajadores solteros el mínimo no imponible se
elevará a $8360 y para los casados con dos hijos a $11563.
Sin embargo, cabe aclarar que estos números son sobre el salario
bruto (es decir sin deducción de haberes, obra social, etc.). Sobre el
salario neto el piso será de “$6.938 para solteros y de $9.597 para
casados con dos hijos” según explicó a través de su cuenta de twitter el
periodista y economista Alejandro Bercovich.
Este aumento venía siendo un reclamo sostenido por diversos sectores
sindicales, oficialistas y opositores, desde hace tiempo. Con la medida
el gobierno busca garantizar un marco razonable para las negociaciones
paritarias que comenzarán en pocas semanas. ( Obvio que en un año electoral tenía que subirlo como señal sino en las elecciones se le complicaba ademas ninguna paritaria iba a salir supongo puede reducirse un poco la conflictividad . Aprovechando igual el gobierno actualiza ahora el Mínimo no imponible un poquito menos que la propia inflacion de 2012 con lo cual de entrada se parte desde un piso del impuesto proporcionalmente mas alto que antes de 2012 y mucho mas alto en proporción que en 2009 o sea se aumenta el procentaje de personas alcanzadas , similar a la reforma de la Alainza con la tablita de Machinea pero no se anuncia ninguna reforma impositiva para ir a sistema tributario un poco mas justo ni tampoco la intención de gravar de una buena vez las rentas financieras que como un insulto a la inteligencia seguirán exentas para promover la especulación )
En un punto esto es resultado del paro general del 20 de noviembre de
2012 realizado por las centrales sindicales opositoras y del reclamo
(al menos discursivo) de las centrales sindicales oficialistas. Con esta
situación planteada, sin una modificación de este impuesto, hubiera
sido muy complicado comenzar cualquier negociación salarial. Si bien no
se descartan conflictos, el aumento del piso de ganancias habilita un
nuevo escenario de negociación. Adelantándose a los acontecimientos la
presidenta solicitó en su discurso “racionalidad” en las paritarias
tanto a empresarios como a trabajadores.
Ahora bien, analizando un poco más en profundidad el anuncio oficial,
la situación se vuelve más compleja. Y aunque siempre es bienvenida una
medida que disminuya la carga tributaria sobre los trabajadores, no
queda tan claro que efectivamente esto vaya a ser así.
Por empezar, el aumento del 20% luego de casi dos años (el último
había sido en abril de 2011) corre por detrás de la inflación y de los
aumentos salariales. Tomando como ejemplo el año pasado podemos ver que
la gran mayoría de los gremios acordaron aumentos superiores o iguales
al 20%. De esta forma, una enorme cantidad de trabajadores que en marzo
quedarán exentos de pagar el impuesto, probablemente en abril deban
volver a hacerlo por los aumentos acordados en las paritarias.
Por otra parte, si bien hay que esperar el anuncio en el boletín
oficial, la presidenta no habló de una modificación de las escalas
dentro de los que ya pagan el impuesto o deberán hacerlo. Si las escalas
no se modifican esto generará más presión tributaria sobre aquellos que
se encuentren pagando ganancias o a lo sumo una disminución muy pequeña
en lo que tributaban.
Por estos motivos, la suba anunciada es simplemente una actualización
(necesaria) para poder garantizar las negociaciones paritarias dentro
de lo “absolutamente racional", tal como definió Cristina Fernández.
Mientras tanto, siguiendo las palabras de la presidenta, “el 82,52% de
los trabajadores en relación de dependencia y monotributistas” que “no
va a tributar el impuesto a las ganancias" tiene otros problemas.
La precarización laboral que afecta al menos a un tercio de los
trabajadores sigue siendo un problema estructural para el que no se han
mostrado soluciones. Y aun entre los trabajadores registrados la
subocupación y la inflación que, con suerte le juega un mano a mano al
salario, implican un problema serio y en los últimos años ha disminuido
el poder adquisitivo de la población (ver Bolsillos Flacos).
La suba del mínimo no imponible apunta entonces sin escalas a las
paritarias de este año. Una muestra más del fino equilibrio al que nos
tiene acostumbrados el gobierno kirchnerista que, a diferencia de sus
opositores de derecha, demuestra tener la cintura como para no caer en
un ajuste tradicional pero al mismo tiempo no plantear modificaciones
estructurales.
Fuente : Marcha
martes, 29 de enero de 2013
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