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jueves, 25 de abril de 2013

Causas y orígenes de la tercerización laboral


Por Mariano Treacy*.

En el marco del fallo del juicio por el asesinato de Mariano Ferreyra es pertinente revisar los orígenes del conflicto que llevaron a este desenlace. Si bien no se puede cuantificar la importancia del fenómeno debido a la falta de estadísticas oficiales, la tercerización es una de las formas de precarización laboral más extendidas a nivel mundial.

¿Qué es y qué formas adopta?

La tercerización es definida por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) como “toda forma de contratación de fuerza de trabajo mediada por terceras empresas o por la exclusión o degradación del vínculo del contrato de trabajo en las que siempre se encuentra presente el ejercicio del poder de organización, dirección y fijación de sus condiciones por parte de la empresa para la que, en definitiva, dicha fuerza de trabajo se presta o apropia su plusvalor”. Como norma, los trabajadores tercerizados se ven sometidos a niveles inferiores de estabilidad, de salarios y de representatividad sindical respecto de aquellos a los que acceden los trabajadores contratados de forma directa por las empresas.

Esta forma de contratación forma parte de un conjunto más amplio que afecta de manera negativa las condiciones laborales: la precarización laboral, una extendida vulneración de derechos laborales tales como la estabilidad, igual remuneración por igual tarea, la igualdad de género en el ámbito laboral, los beneficios y prestaciones sociales y la duración e intensidad de la jornada de trabajo. En el plano jurídico la tercerización adopta la forma de contratos de locación de obra o servicios, trabajo eventual, trabajo independiente (autónomos por cuenta propia), entre otras.

¿Cuándo surge?

El proceso de tercerización surge en la Argentinaa través de la modificación de la Ley20.744 de Contrato de Trabajo, durante la última dictadura militar, y se expande definitivamente en la década de 1990 con los procesos de privatización y reformas estructurales. Este fenómeno, como señala de María Alejandra Esponda en su trabajo “Tercerización: aportes para un estudio de sus orígenes, formas de conceptualización e impactos en América Latina”, tiene sus orígenes en la necesidad de lograr incrementos en la productividad que llevaron a ponerle fin al tipo de producción fordista e implementar eltoyotismo en Japón en la década de 1950. Dos décadas más tarde llegó ala Argentina a través de la oleada mundial de reformas de los marcos regulatorios, en un contexto donde las grandes empresas transnacionales emprendieron estrategias de relocalización geográfica y descentralización de sus actividades productivas.

Para recomponer la tasa de ganancia en un contexto de creciente competencia, el capital emprendió su transnacionalización fraccionando el proceso productivo para poder aprovecharse de las ventajas de localización provistas por los distintos espacios nacionales y por esta vía minimizar los costos de producción. Fragmentos del proceso productivo antes integrados en establecimientos fabriles en los países de origen se relocalizaron hacia la periferia aprovechando las diferencias sustanciales de costo laboral y otras ventajas de locación, como los niveles de organización sindical y las regulaciones estatales. Asimismo, se tercerizaron una gran porción de las actividades que anteriormente se encontraban integradas verticalmente en la misma corporación, flexibilizando así las modalidades de contratación.

¿Por qué?

Con el avance del modo de acumulación neoliberal, se instaló en la periferia un modelo productivo orientado a las exportaciones que relegó a un segundo plano el mercado interno y las condiciones de reproducción de la clase trabajadora local. De este modo, la tercerización se dio como parte de la ofensiva mundial del capital contra el trabajo y se implementó junto a otras medidas tendientes a la desarticulación de los sindicatos y a la flexibilización de los procesos productivos y del universo laboral. El establecimiento de marcos jurídicos para llevar a cabo la tercerización les permitió a las empresas reducir los costos laborales y las “rigideces” que implica una relación laboral estable y regulada, mientras que en los trabajadores produjo un efecto de fragmentación que rompió los lazos de solidaridad existentes creando universos heterogéneos al interior del mercado de trabajo que dificultaron su organización.
¿Quién se beneficia y quién se perjudica?

Los sectores económicos más proclives a utilizar estas modalidades son aquellos donde se realizan actividades “secundarias” o “accesorias” como la producción de partes y componentes, la distribución y comercialización, la limpieza, vigilancia, transporte, los call centers, la gestión de comedores, entre otros. La tercerización permite contratar mano de obra a un costo menor que el del personal efectivo y traslada gran parte de la responsabilidad desde la empresa que usufructúa el uso de la mano de obra a la empresa que la contrata. Esta empresa contratante pertenece generalmente a otra rama y fija sus salarios y condiciones laborales con convenios que (cuando existen) usualmente permiten establecer menores niveles salariales y peores condiciones de trabajo. En los casos de “tercerización fraudulenta”, esta empresa contratante pertenece a la misma que utiliza la mano de obra o a los sindicatos que defienden a los trabajadores “permanentes” o “directos”.

Tercerizaciones hoy

El crimen de Mariano Ferreyra obedece entonces a la triple complicidad entre una parte del sindicalismo argentino, las empresas responsables de las contrataciones precarias y el Estado, que mantiene vigente y usufructúa una ley promulgada en la dictadura. En esta complicidad existen grupos de tareas del bloque sindical que, vinculados con las empresas contratistas, ofician de “disciplinadores” de los trabajadores que pelean contra las tercerizaciones. Actualmente en nuestro país este tipo de contratación se encuentra muy extendida, por lo que si bien desde 2002 a la fecha se generaron más de 4,5 millones de puestos de trabajo, no es accesorio preguntarse en qué condiciones de contratación surgieron y sobre todo, si no llegó la hora de ponerlas en debate.

*El autor pertenece al colectivo de economistas integrantes del programa de radio LlevaloPuesto de FM La Tribu 88.7

Fuente: Marcha

3 comentarios:

Daniel dijo...

Si no empezamos al menos por el Estado a eliminarla, hacemos agua en un territorio que declamamos ganado y no es para nada así.

Maloperobueno dijo...

El Estado es el primer empleador de empleos precarios.Creo que en el Ministerio de Trabajo son aprox el 75% de la planta.

Javier dijo...

Es que si no se genera la masa critica que obligue a tomar este tema como prioritario se sigue naturalizando la precarizacion como natural

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

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