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lunes, 20 de mayo de 2013

Aperturas y repliegues



Por Ulises Bosia. 

El 25 de mayo se van a cumplir diez años de la asunción de Néstor Kirchner como presidente de la Nación. En esta primera nota analizamos los distintos armados políticos que propuso el kirchnerismo, sin salirse nunca del PJ.

Desde el punto de vista de las estructuras políticas, la década kirchnerista puede dividirse en dos grandes momentos. En un primer momento, con los ecos de las cacerolas del año 2001 todavía muy presentes, se trató de reorganizar, aggiornar y consolidar su dominio de una estructura política que permita la gobernabilidad. Y en un segundo momento, tras la crisis de 2008 con las patronales agrarias, el kirchnerismo comenzó a buscar la formación de una tropa propia que se caracterizara por la lealtad hacia el liderazgo de la presidenta, aunque sin abandonar nunca el apoyo clave en el PJ.
Matar al padre y la transversalidad

En las elecciones presidenciales de 2003, ante la falta de acuerdo interno y con la previa autorización de un congreso del PJ, hubo tres listas que se arrogaban los símbolos del justicialismo. Sus candidatos eran Carlos Menem, Adolfo Rodríguez Saá y Néstor Kirchner. El sello electoral que encabezaba el santacruceño era el Frente Para la Victoria, un nombre que lo acompañaba desde los años '80 cuando ganó la intendencia de Río Gallegos. Esa lista estaba apadrinada por Eduardo Duhalde, quien dejaba la presidencia tras la Masacre de Avellaneda.

Desde el 2003 hasta el 2005 el kirchnerismo fue reconstruyendo la estructura resquebrajada del justicialismo e incluso los resortes de la institucionalidad estatal cuestionados por la bronca popular. Dos fueron los grandes temas del momento: el primero desembarazarse de Duhalde y el segundo construir un frente de gobierno que excediera al PJ, la tan famosa como efímera transversalidad. Ambos eran imprescindibles para dotar de fortaleza a una gestión política que asumió con escaso apoyo en el Congreso Nacional, en el mundo sindical y en el poder territorial de los intendentes y gobernadores.

Por un lado el enfrentamiento con Eduardo Duhalde se terminó de consumar en las elecciones legislativas de 2005, cuando Cristina Fernández se postuló como senadora por la provincia de Buenos Aires contra “Chiche” Duhalde, a quien venció con holgura.

Y por otro lado fueron los años de la transversalidad, una idea muy relacionada con la crisis de los partidos políticos tradicionales. Se trataba de incorporar en un mismo frente de gobierno a partidarios de distintas fuerzas políticas, detrás del liderazgo de Kirchner, de manera de generar una imagen renovadora acorde con la demanda social. Así, radicales, progresistas, humanistas y hasta comunistas fueron incorporándose al Frente para la Victoria. Este tipo de armado implicaba la reunión de fuerzas de origen dispar, lo que necesariamente obligaba a Kirchner a integrar con cierta autonomía a los distintos sectores. La idea alcanzó su máxima expresión concreta en la fórmula presidencial ganadora en 2007: Cristina Fernández acompañada en la vicepresidencia por el radical Julio Cobos.

A pesar de que la transversalidad generó expectativas de que finalmente el kirchnerismo pudiera despegarse de la cuestionada estructura del PJ, ello nunca ocurrió y el famoso voto no positivo de Cobos por las retenciones terminó por sepultar esa idea.

Reclutar tropa propia
La traición de Cobos y los radicales K, pero también de una parte importante del aparato justicialista que incluyó a funcionarios de primera línea como Alberto Fernández, llevó a los principales dirigentes kirchneristas a pensar la manera de lograr construir un grupo político caracterizado ante todo por la lealtad a su proyecto.

Y por otro lado, el conflicto agrario generó un nuevo despertar de la juventud a la política, que no fue un fenómeno exclusivo del kirchnerismo pero que sin duda sí tuvo su epicentro en este movimiento político.

La conjunción de esos dos factores fue lo que dio lugar a la relevancia que comenzó a asumir La Cámpora, la organización juvenil que mayormente hace bandera de un estricto seguidismo al liderazgo presidencial. Otros agrupamientos juveniles menos dóciles como la Juventud Sindical nunca pudieron cumplir el mismo rol.

Tras la derrota electoral del año 2009, la contraofensiva política que le permitió reconquistar la legitimidad perdida durante 2010 y la muerte de Néstor, el kirchnerismo llegó a las presidenciales de 2011 con la intención de poner en las listas de diputados y senadores nacionales a candidatos de su más estricta confianza. Ese fue el final de su alianza con Hugo Moyano, un aliado importante que siempre mantuvo un nivel de autonomía que ya no se condecía con las definiciones de la presidenta. La aplastante victoria electoral le permitió coronar con éxito esa estrategia, aunque tuvo que pagar el costo de perder aliados importantes.

Pasadas las elecciones el siguiente paso fue la formación de Unidos y Organizados, la formalización del acuerdo entre un conjunto de fuerzas políticas kirchneristas pertenecientes a diferentes estructuras o partidos políticos. Un masivo acto en la cancha de Vélez fue el punto de partida de esta coalición, que aparece en la actualidad como el núcleo duro de la militancia kirchnerista. A diferencia de la época de la transversalidad, esta coalición no permite el menor grado de autonomía política para las organizaciones que la componen, reemplazando el valor de la pluralidad por el de la lealtad.

Sin embargo, tampoco en este momento el kirchnerismo se alejó de la estructura madre que la garantiza la gobernabilidad del país: el Partido Justicialista. Como desde hace diez años existen quienes tienen la esperanza de que finalmente pueda haber una ruptura. Pero por el momento estos diez años los desmienten.

Fuente: Marcha

Ahora Depetri se suma a la siempre oportuna Orlanda Conti , perdón quise decir Diana Barone y lo postula a Boudou  para 2015 

3 comentarios:

MC dijo...

¿Costo? de perder aliados ¿importantes? Segun lo veo yo "La aplastante victoria electoral estaría señalando que mas que pagar un "costo" alivianó lastre. No sé me parece.
Por otra parte ¿de que apertura se habla? la apertura de gambas que permita "entrarle" al peronismo ganador? No la veo a CFK en esa y me parece bárbaro.

Javier dijo...

Desde lo sindical para mi la construccion del kirchnerismo en 10 años es desatroza , despues de buscar en Moyano lo mejorcito del gremialismo entreguista y traidor de los años del menemismo , se termina el gobierno abrazando a los gordos traidores e impresentables y ganandose a Moyano en la oposicion . Vamos a ver si con suerte en 2013 el FPV llega al 40 % de los votos a nivel nacional y hace las cuentas de cuantos votos se lleva Moyano o la dispersion que existe hoy con 5 centrales sindicales y donde Calo es un titere de la CGT Alsina que no representa a nadie

Javier dijo...

Y en relacion a apertura yo la veo a Cristina cerrandose sobre si misma sin llamar a sumar sectores cercanos en lo ideologico , sin sucesion confiable y sin romper con la estructura de poder del PJ con impresentables como Gildo Insfran , Gioja o apoyando a un verdadero HDP como Otahece en Merlo o acaso crees que La Campora va aganar las proximas elecciones para borrar a todos esos impresentables y terminando con la mierda del PJ y la UCR dos lastres que lamentablemente siguen existiendo ?

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

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