APEL - Asociación Profesionales en Lucha -
Honorable Cámara de Diputados de la Nación
PROYECTO DE RESOLUCIÓN
La Honorable Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE
Repudiar
el ascenso del General César Luis Milani al grado de Teniente General y
su nombramiento como Jefe del Ejército Argentino.
Reclamar al Poder Ejecutivo Nacional su inmediata destitución del cargo.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El
nombramiento de César Luis Milani, como Jefe del Ejército, y su
reciente ascenso a Teniente General, a pesar de las numerosas denuncias
de familiares de detenidos-desaparecidos, organismos de derechos humanos
y diversas organizaciones sociales y políticas del país que pesan sobre
su persona, en cuanto a su vinculación con casos de desapariciones de
personas durante la última dictadura militar de 1976 al 1983, constituye
un agravio y atropello a la lucha que por casi cuarenta años vienen
llevando adelante los organismos de derechos humanos y el movimiento
popular argentino por el juicio y castigo a todos los responsables del
genocidio.
Los organismos de derechos
humanos y organizaciones políticas llevan realizadas contundentes y
sólidas denuncias que sustentan este proyecto de resolución. Nos
referimos a las que vinculan al ahora Teniente General Milani con la
desaparición en 1976 del conscripto Alberto Agapito Ledo, con el
secuestro y torturas que sufrieran Ramón Alfredo Olivera -y su padre-,
en un centro clandestino de La Rioja y con el secuestro del periodista
riojano Oscar Plutarco Schaller (causa 1828/00 contra Luciano Benjamín
Menéndez). Estas gravísimas acusaciones fueron realizadas hace décadas
por las víctimas y sus familiares. A ello se debe agregar la
participación de Milani en el “Operativo Independencia”, que eliminó
físicamente a gran parte de la militancia obrera y juvenil de la
provincia de Tucumán; su paso como oficial de inteligencia por el
Batallón de Ingenieros de Construcciones 141 con sede en La Rioja, que
fue el epicentro de la represión en aquella provincia y donde funcionó
un Centro Clandestino de Detención, y finalmente, su paso también por el
Batallón de Inteligencia 601, de acuerdo a los listados desclasificados
y publicados por primera vez en febrero de 2010 en la revista
Veintitrés. No podemos dejar de señalar que allí Milani
compartió tareas de espionaje para el secuestro, tortura y desaparición
de personas junto al actual titular de la UOCRA, Gerardo Martínez,
integrado también como Milani al supuesto “proyecto nacional” que se
pregona desde el gobierno nacional.
Como es
de público conocimiento, los senadores del oficialismo y sus aliados
adujeron la figura del principio de inocencia para sostener su
designación, a pesar de que Milani está siendo investigado por estos
crímenes y delitos. Sin embargo, esto contradice numerosos antecedentes
de ascensos a militares objetados por militantes y organismos de
derechos humanos en virtud de los cuales fueron denegados por la Cámara
Alta. Fueron los casos, por ejemplo, de Rafael Braga (pliego rechazado
el 18 de diciembre de 2002, condenado a prisión perpetua tiempo después)
y de Julio César Binotti (pliego rechazado el 27 de noviembre de 2002,
actualmente imputado en la causa ESMA por su participación en los
llamados “vuelos de la muerte”). No nos equivocamos si consideramos la
designación de un represor de la dictadura al frente del Ejército como
un punto final en la demagogia derecho humanista del gobierno nacional y
como un fuerte golpe a la lucha popular por el juicio y castigo a los
asesinos, genocidas y represores de ayer y de hoy. Un gobierno que pasó
de “descolgar el cuadro de Videla” a designar a un acusado por genocidio
como máximo exponente del ejército deja claro que en vez de “defender
los derechos humanos”, como lo ha venido diciendo con su doble discurso,
los viola.
Milani es un oficial del Servicio
de Inteligencia del Ejército, jefe de ese organismo, que además, por
primera vez en la historia, conserva ambos cargos. Ese servicio de
inteligencia está denunciado -como los servicios de inteligencia de la
Policía Federal y de Gendarmería- por espionaje interno a las
organizaciones de trabajadores, populares y políticas. Incluso, han
reasignado partidas presupuestarias y le otorgaron a inteligencia del
Ejército fondos adicionales ($ 1.325 millones de partidas extras),
mayores que los que recibe la propia SI del Estado. Se advierte
claramente en el perfil de la designación una orientación política sobre
el rol del Ejército en cuestiones internas, lo que junto a los
antecedentes como represor de la dictadura, configuran un claro peligro
para la plena vigencia de las libertades democráticas. Esa presunción de
intervencionismo del Ejército en cuestiones internas se vio confirmada
con el desplazamiento de tropas que colaboraron con otras fuerzas de
seguridad en la provincia de Santa Cruz para el desalojo de
familias sin techo ocupantes de tierras. El ex Presidente Fernando De
la Rúa intentó utilizar a esta fuerza para sofocar la rebelión popular
de diciembre de 2001, sin éxito. En los últimos días se emitió un
radiograma con “orden de apresto” para los efectivos del Ejército hasta
el 31 de diciembre del corriente por las tensiones sociales que rodean
este fin de año 2013 de aguda inflación y reclamos sociales y
salariales. El gobierno nacional está dando continuidad a la repudiada
aprobación de la llama Ley Antiterrorista, con una jefatura del ejército
a la medida de la aplicación de esa ley que introduce las herramientas
de un estado de excepción contra las libertades democráticas.
Si
el oficialismo, a pesar de los cuestionamientos, decidió ignorar estas
denuncias y precedentes es por estos motivos de fondo. No se puede
soslayar que el nombramiento del cuestionado Milani se produce en un
marco de crisis de fin de ciclo del Gobierno y de una aguda
descomposición de los aparatos de seguridad y en un marco donde arrecian
los reclamos populares contra la carestía y el ajuste sobre las
condiciones de vida, lo que constituye, a juzgar por la experiencia, una
clara señal de reforzamiento del aparato represivo del Estado, en
momentos de crisis económica y política, que será oportunamente
utilizado contra los reclamos del movimiento popular y los trabajadores.
Ya es parte de una “política de Estado” de este Gobierno utilizar a las
fuerzas armadas para la represión interior y el espionaje político
contra opositores, en lo cual la Gendarmería Nacional es un caso
emblemático. César Luis Milani colaboró con la profundización del
Proyecto X, conjuntamente con la ex ministra de Defensa Nilda Garré.
Recordemos, también, que dicho programa de espionaje contra
organizaciones políticas y sociales opositoras tiene su cabecera en
Campo de Mayo, una dependencia del Ejército y la Gendarmería.
Vale decir que la designación de Milani viene a jugar un rol político concreto en la crisis actual.
El
Gobierno Nacional pretende volver a darles a las FFAA un protagonismo
político, cuestión que se evidenció en el discurso de asunción del
propio Milani, quien se encargó de destacar su intención de poner al
Ejército al servicio de un supuesto “proyecto nacional”.
Más allá de su alineación política real, lo que traduce de gravitar en el poder político y la crisis política en curso.
César
Luis Milani no sólo no debería haber sido ascendido y designado como
Jefe del Ejército, sino que debería estar siendo juzgado por crímenes de
lesa humanidad. Si aún no lo está –al igual que miles de partícipes
militares y civiles del genocidio- se debe al imperio durante más de 17
años de las leyes y decretos de impunidad impuestos por gobiernos
radicales y justicialistas, y a un sistema actual de juicios donde toda
la carga de la prueba cae sobre los pocos sobrevivientes del genocidio,
mientras que el Estado cuenta al día de hoy con archivos que este
Gobierno, al igual que sus antecesores desde 1983, se niega a hacer
públicos.
Por todo lo expuesto, llamamos a
esta Cámara de Diputados y al pueblo trabajador, a acompañar el presente
proyecto de resolución. No sólo están en juego la reivindicación de la
lucha de más de 35 años por el juicio y castigo a los genocidas: será
también una fuerte señal de rechazo y resistencia ante los preparativos
que están en marcha de reforzamiento del aparato militar y de espionaje,
que apuntan inequívocamente contra el movimiento popular.
Fuente: http://apelabogados.blogspot.com.ar/2013/12/destitucion-de-milani-proyecto-del.html
Fuente: http://apelabogados.blogspot.com.ar/2013/12/destitucion-de-milani-proyecto-del.html
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