El golpe se cocina desde adentro

Marcelo Ramal |

Panorama politico

La ruptura del acuerdo con Tinelli por las transmisiones del fútbol oficial dejó al borde de la renuncia a Capitanich, quien lo había convocado para pilotear la reprivatización del ‘fútbol para todos’. En la lista de gobernadores e intendentes que tienen un pie adentro y otro afuera del kirchnerismo, acaba de agregarse el propio jefe de Gabinete.

Boudou y la sucesión
Precisamente, la indagatoria judicial a Boudou por el asunto Ciccone tuvo “el respaldo de las figuras más significativas del peronismo en el Poder Judicial” (Clarín, 7/2). Aunque el fiscal sólo le imputa sus gestiones para salvar a Ciccone de la deuda con la Afip, el juez de la causa estaría acumulando pruebas sobre los negocios posteriores de impresión de billetes. Una renuncia de Boudou “agiganta los fantasmas de un retiro anticipado del propio gobierno” (La Nación, 7/2). El macrismo y Carrió salieron a juntar voluntades en favor del juicio político al vice. Un golpe parlamentario, sin embargo, debería transitar por adentro del propio oficialismo y del PJ. En este sentido, se ha desatado una puja por la jefatura del Senado -la línea sucesoria presidencial. La intención de CFK de consagrar al radical K Zamora en ese puesto condujo a una amenaza de rebelión por parte de los senadores oficialistas; el sciolismo quiere ese lugar para Pichetto. La continuidad de la esposa de Alperovich en la vicepresidencia del Senado es riesgosa debido a la descomposición del gobierno tucumano.

Péndulo
El hundimiento de la gestión Capitanich -después de la crisis policial, el colapso eléctrico y el desmadre económico- vino acompañado por un retorno mediático de CFK para anunciar el ‘aumento’ del 11,3% a los jubilados. La denuncia contra Shell -por el aumento de las naftas- terminó, sin embargo, en el anuncio de una seguidilla de esos aumentos, en consonancia con el acuerdo con Chevron. Las expectativas del gobierno están concentradas en el plan de estabilización del peso a 8 por dólar, a costa de una tasa de interés del 30 por ciento anual y una inflación de precios del 40 por ciento. El Papa acaba de ofrecerse como la última carta de una ‘paz social’, ante una crisis que “ni el Vaticano pudo resolver”. Para esa variante, los Scioli o Pichetto ya le prueban el traje a Mario Blejer, el ex funcionario del FMI y del Banco Central de De la Rúa.

La experiencia ‘nacional y popular’ termina en brazos de duhaldistas, menemistas y agentes directos del capital financiero, como Mario Blejer, que fuera director del Banco de Inglaterra.
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