La última noticia en el conflicto de Gestamp es que el gobierno de
Scioli desconoce su propia conciliación obligatoria, cuestión de la que
fueron notificados los abogados de los trabajadores cesanteados.
La presidente ha actuado, en este conflicto, con perfidia 'refinada'.
Ordenó a Scioli que arregle el conflicto, cuando debía haberlo hecho
ella. Utilizó el verdugueo al gobernador, para hacerlo responsable de
una reincorporación de los despedidos en el marco de la conciliación,
con la aviesa intención de incumplir el acuerdo luego de que la fábrica
quedara desalojada en forma 'pacífica'. Al día siguiente, las fuerzas de
seguridad de la Nación se apostaban en las puertas para impedir el
ingreso de los compañeros reincorporados en el papel.
El eslabón final de esta maniobra ha sido el propio levantamiento de la
conciliación obligatoria, lo que muestra la inmoralidad del gobierno
kirchnerista en todas sus alas para estafar a los trabajadores a los que
se le niega toda “seguridad jurídica”, violando esas seguridades cuando
se trata de descargar la crisis sobre las espaldas obreras. El Pedraza
del Smata, Pignanelli, actuó como un engranaje en esta cadena
antiobrera.
Gobierno nacional, gobierno provincial y burocracia sindical han
actuado en función de “ejemplificar” al resto del movimiento obrero para
conjurar las tendencias de lucha que en la UOM de Córdoba, en el Smata
de Buenos Aires, en los docentes de todo el país, en los trabajadores de
la alimentación de Calsa, en los bancarios de todo el país y en tantos
otros, muestran las reservas de una clase obrera que se levanta contra
el ajuste en marcha a cuenta de Repsol, el Club de París, el capital
financiero y sus multinacionales.
Esas tendencias ya tuvieron expresión en el paro nacional del 10 de
abril. Hoy corresponde un paro nacional inmediato de advertencia contra
los despidos y suspensiones, por su prohibición inmediata y el reparto
de las horas de trabajo disponibles sin afectar los salarios para que la
crisis la paguen quienes se la llevaron en pala durante los últimos
años.
Jorge Altamira
Néstor Pitrola
Pablo López
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