Jorge Altamira, líder del Partido Obrero, le dijo a
Raúl Acosta, por LT8 (Rosario, Santa Fe): "Es una publicista
involuntaria de la izquierda, porque la presenta en los mejores términos
aunque ella no sea para nada progresista. Así que tenemos en la Casa
Rosada alguien que nos da manija." Estaban hablando de Cristina
Fernández de Kirchner. De paso, un texto de Altamira sobre Chevron y
George Soros:
-Es una publicista involuntaria de la izquierda, porque la presenta en los mejores términos. Así que tenemos en la Casa Rosada alguien que nos da manija. Porque ahora ser de izquierda es un valor positivo, por lo menos de acuerdo a lo que dice nada menos que la Presidenta. Ahora, en realidad no engaña a nadie. Yo le digo, entre los trabajadores, la gendarmería reprimiendo, aumento de desocupación, suspensiones, impuesto inflacionario, y una peregrinación a Soros para arreglar con el mayor fondo buitre que tiene el mundo, los problemas de Argentina, después de un discurso muy nacionalista. Ahora, de todos modos, déjeme decirle algo, el gobierno en realidad teme por sobre todas las cosas ser superado por la izquierda.
-Exactamente. De golpe descubrieron un amor por la nación. Entonces, empiezan con un discurso dirigido a estar en compañía con un profundo reclamo popular.
-Déjeme que meta una variante. Los otros días estaba mirando cifras de los que gastan, tanto Scioli COMO Macri, en sus campañas publicitarias en miras al 2015. Y me acordaba de esa frase: un milagro para Altamira. ¿Qué hacemos con estos gobiernos, como el de Scioli y Macri, que todos sus dineros están puestos en su campaña presidencial? ¿Hay algún modo de juzgar a esto en los tribunales?
-El 8% del padrón. Así que es un número extraordinario. ¿Y eso para qué? Para tener lugar en la clientela, poder colocar clientela propia en la lista de partidos convencionales. Es decir, si usted pone un piso muy alto, los votos de la gente que sacó 7, 8, 89 pero que no llegó, esos votos van para los partidos tradicionales. Y listo, entran los diputados que están en las colas de las listas de los partidos tradicionales y no entran los que están en la cabeza.
-¿De qué modo podemos, desde la justicia, hacer algún tipo de denuncia o llamamiento para que se investigue de dónde vienen los dineros de las grandes campañas?
-¿Qué le contestaron?
-Por supuesto. Y lo vamos a denunciar. Ahora, le quiero decir también que nosotros tenemos un progreso muy fuerte. Yo he visto encuestas en Córdoba, en Mendoza, en provincia de Buenos Aires, que nos colocan el doble o triple de la última vez. Y seguimos siendo a pulmón, sin dinero.
Un texto de Altamira sobre Chevron, Soros y Schlumberger
El proyecto de ley de hidrocarburos, enviado al Congreso para aprobarlo en trámite express, constituye la última vuelta de cerradura para convertir al acuerdo secreto firmado entre YPF y Chevron en el régimen general de explotación energética en Argentina.
Más allá de que consagra innumerables prórrogas de concesiones, sin considerar las violaciones de sus términos en la mayoría de ellas y decididas por decretos y resoluciones, o sea sin venia parlamentaria, el eje del proyecto es iniciar una serie de concesiones en gran escala bajo la forma de asociaciones con YPF, que despoja a la nación de la mayor parte de la renta minera y exime de responsabilidad ambiental a las compañías intervinientes.
El proyecto quita a las provincias de casi toda potestad recaudatoria, para concentrar el acaparamiento de la renta entre YPF y los monopolios internacionales. Como YPF es una sociedad anónima que cotiza en las bolsas internacionales y tiene un fuerte accionariado privado, una parte de su renta va a parar a los fondos de inversión internacionales. El proyecto sale en las vísperas de la reunión de la Presidenta de la Nación con George Soros, el mayor buitre del mundo. La doctora Kirchner peregrina al Vaticano, pero su destino final es Wall Street.
El perjuicio de este proyecto para el país y los trabajadores deja a los fondos buitres ofuscados de envidia y abre un campo de inversión excepcional al conjunto de los acreedores de la deuda usuraria que ha venido acumulando el país. Este proyecto es el que mantiene las cotizaciones de la deuda argentina en el exterior, a pesar de la quiebra financiera del país. Este proyecto energético es la base de poder del gobierno actual, concentrado en el cuarteto Kicillof-Galuccio-Chevron-Schlumberger.
El Congreso asistirá a una activa disputa de ‘lobbys’, a partir del reclamo de Shell y sus voceros en la oposición para establecer un régimen de licitaciones en oposición a los acuerdos de asociación.
La oposición a este proyecto no puede limitarse al ámbito parlamentario: debe ser motivo de una amplia movilización popular, cuya preparación ya está en marcha.
En oposición a los planes para convertir a Argentina en un país minero-rentístico a favor del capital internacional, planteamos la nacionalización integral de la producción de combustibles y en primer lugar la de YPF, con apertura de los libros y control de los trabajadores.
El proyecto de ley de hidrocarburos, enviado al Congreso para aprobarlo en trámite express, constituye la última vuelta de cerradura para convertir al acuerdo secreto firmado entre YPF y Chevron en el régimen general de explotación energética en Argentina.
Más allá de que consagra innumerables prórrogas de concesiones, sin considerar las violaciones de sus términos en la mayoría de ellas y decididas por decretos y resoluciones, o sea sin venia parlamentaria, el eje del proyecto es iniciar una serie de concesiones en gran escala bajo la forma de asociaciones con YPF, que despoja a la nación de la mayor parte de la renta minera y exime de responsabilidad ambiental a las compañías intervinientes.
El proyecto quita a las provincias de casi toda potestad recaudatoria, para concentrar el acaparamiento de la renta entre YPF y los monopolios internacionales. Como YPF es una sociedad anónima que cotiza en las bolsas internacionales y tiene un fuerte accionariado privado, una parte de su renta va a parar a los fondos de inversión internacionales. El proyecto sale en las vísperas de la reunión de la Presidenta de la Nación con George Soros, el mayor buitre del mundo. La doctora Kirchner peregrina al Vaticano, pero su destino final es Wall Street.
El perjuicio de este proyecto para el país y los trabajadores deja a los fondos buitres ofuscados de envidia y abre un campo de inversión excepcional al conjunto de los acreedores de la deuda usuraria que ha venido acumulando el país. Este proyecto es el que mantiene las cotizaciones de la deuda argentina en el exterior, a pesar de la quiebra financiera del país. Este proyecto energético es la base de poder del gobierno actual, concentrado en el cuarteto Kicillof-Galuccio-Chevron-Schlumberger.
El Congreso asistirá a una activa disputa de ‘lobbys’, a partir del reclamo de Shell y sus voceros en la oposición para establecer un régimen de licitaciones en oposición a los acuerdos de asociación.
La oposición a este proyecto no puede limitarse al ámbito parlamentario: debe ser motivo de una amplia movilización popular, cuya preparación ya está en marcha.
En oposición a los planes para convertir a Argentina en un país minero-rentístico a favor del capital internacional, planteamos la nacionalización integral de la producción de combustibles y en primer lugar la de YPF, con apertura de los libros y control de los trabajadores.
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