Con Romina del Plá a la cabeza, casi 1.500 delegados le disputarán a la burocracia la conducción de la CTA.
Se ha presentado la Lista 3 a las elecciones de la CTA-Yasky del
próximo 18 de noviembre. La integran, por la Coordinadora Sindical
Clasista-Partido Obrero, la dirección clasista del Sutna San Fernando,
delegados del Neumático de diferentes fábricas, centenares de dirigentes
y delegados docentes del país, delegados del Subte, de la UOM Villa
Constitución, docentes universitarios de la Conadu y judiciales. Un gran
reagrupamiento del sindicalismo clasista y de la izquierda, que también
integra el PSTU y sectores del Colectivo Docente de la provincia de
Buenos Aires y de la agrupación Almafuerte del Suteba Escobar.
Son casi 1.500 candidatos, que conforman la lista nacional encabezada
por Romina del Plá, secretaria general del Suteba Matanza, y por
Maximiliano Bronzuoli, secretario ejecutivo del Sutna San Fernando.
También se han integrado listas en ocho provincias (Capital, Buenos
Aires, Santa Fe, Río Negro, Tucumán, Córdoba, Mendoza y Salta) y más de
20 ejecutivas seccionales y regionales. La provincial de Buenos Aires
está encabezada por el directivo del Sutna San Fernando Alejandro
Crespo, y por Amelia García, secretaria general del Suteba La Plata. La
lista de Capital la encabezan Lourdes Alfonso (UTE) y David Carballo,
delegado de la Línea B del Subte. Con él, tres de los cuatro delegados
de la Línea B, además de delegados y activistas de otras líneas, se han
colocado a la cabeza de la lucha contra la dirección K de Pianelli.
¿Está en juego efectivamente la dirección de esa central? No, no sólo
por la relación de fuerzas, sino por el carácter mismo del padrón,
absolutamente manipulado, y de votaciones que con seguridad serán
"infladas", tal como ocurrió con la CTA antes y después de su división.
Nuestra intervención es parte de la batalla de fondo por una nueva
dirección del conjunto del movimiento obrero. En ese punto, es una
oportunidad de lucha y desarrollo político.
Una batalla estratégica
Se trata de una batalla estratégica contra la burocracia sindical más
kirchnerista de todas, la de Hugo Yasky, Pedro Waseijko y Roberto
Baradel. Una central que realiza su elección bajo el amparo de un
"normalizador" del Ministerio de Trabajo -es decir, piloteada por Carlos
Tomada. Es una lucha contra el gobierno del pago a los buitres y el
ajuste contra el movimiento obrero, y contra la burocracia más integrada
al Estado.
Izquierda Socialista y el PTS volvieron a pasar de largo de esta lucha,
nada menos que contra Yasky, como lo hicieron también en la CTA
Micheli. Es otra clara adaptación a la burocracia sindical
centroizquierdista. El MAS presentó una lista, francamente divisionista,
sólo a nivel nacional. Repitió lo que hizo en las elecciones de la
CTA-Micheli, en mayo pasado. Para justificar la ruptura montó una
provocación contra los compañeros del Sutna San Fernando, la Lista Negra
y el PO, a los que acusa de una conspiración absurda contra un
activista de su corriente en Firestone. La disolución del Encuentro de
Atlanta ha tenido otra expresión en torno de esta lucha política.
En defensa de las direcciones combativas
Nuestra lista va por un voto en defensa de los Suteba combativos, del
Sutna San Fernando recuperado, del objetivo de los compañeros del
Neumático de disputarle el sindicato a Waseijko en las próximas
elecciones de su gremio, de Amsafe-Rosario, de la ascendente oposición
clasista en la UEPC Córdoba y del grueso de Ctera, de los docentes
universitarios que, enfrentando al yaskismo, salieron a la huelga junto
con Conadu Histórica en Tucumán, Rosario y San Luis, reforzando la
oposición en Córdoba, La Plata y otras regionales; una política para
fortalecer a los metalúrgicos antiburocráticos de Villa Constitución, a
los trabajadores aeronáuticos que enfrentan a la patronal de Aerolíneas y
La Cámpora, apoyada por la dirección K de APA, a los delegados
combativos del Subte, que enfrentan a Roggio y a la dirección K de la
AGTSyP. Desde el punto de vista de los gremios que participan de esta
elección, se trata de una lucha política del clasismo de más alcance que
la librada en la elección de la CTA Micheli. En otro sentido, no se
aprecian los desplazamientos políticos que llevaron a la conquista de
provincias, seccionales y minorías en la CTA Micheli.
La Lista 3 va por un voto que trasciende los límites del padrón. Se
trata de un reagrupamiento del clasismo en la CTA que fortalezca a todo
el movimiento obrero combativo. A los miles de candidatos sumemos ahora
miles de fiscales: En Acindar, en las federaciones universitarias, en
judiciales, en toda la docencia de Ctera, en el Neumático, en el Subte,
en aeronáuticos.
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