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sábado, 8 de noviembre de 2014

“El kirchnerismo está derogando sus propias leyes”


Néstor Pitrola se diferencia del resto de la oposición y reclama una salida por izquierda al kirchnerismo en 2015. El diputado del PO analiza las posibilidades políticas del FIT y cuestiona el lanzamiento de Nicolás Del Caño. Además, arremete contra el nuevo Código Procesal Penal y adelanta un paro general de trabajadores para diciembre.

Por Carolina Ramos

La izquierda pisará por primera vez el Luna Park con un ambicioso congreso en el que el frente se planteará como alternativa de poder en 2015, luego de haber sido la revelación en las últimas elecciones. En vísperas del acto, el diputado nacional Néstor Pitrola dialogó con Parlamentario sobre su intención de que la izquierda se refuerce como oposición antagónica al resto de la oposición, la que identifica con un campo político común por las alianzas cruzadas entre massismo, el radicalismo y el macrismo.

El bonaerense, que en junio próximo le cederá su banca a Myriam Bregman para lanzarse de lleno a la gobernación, aspira a que una porción del electorado kirchnerista se vuelque al FIT por no verse representada en Daniel Scioli, “un hombre del establishment”. Y también espera favorecerse por el “estallido” del Frente Amplio Unen. Pero antes, no descarta que el líder natural del PO, Jorge Altamira, deba someterse a internas por el lanzamiento “unilateral” y “prematuro” de Nicolás del Caño (PTS).

El legislador sostiene que el planteo de derogar las leyes K es demagógico. Además, asegura que el nuevo Código Procesal Penal es un salvoconducto de impunidad de la camarilla del poder y el caballito de batalla derechista de Sergio Berni”.

Por otra parte, advierte que “hoy el movimiento obrero está con problemas acuciantes” y plantea la posibilidad de un paro de 36 horas con movilización de los trabajadores para diciembre, con “reivindicaciones vitales”: reapertura de paritarias, bono de fin de año, un aumento de emergencia a los jubilados y el freno a los despidos y suspensiones.
-Cuénteme del congreso que realizará el Partido Obrero.

- Los dirigentes del Partido Obrero, junto a un conjunto de dirigentes sindicales que no necesariamente forman parte del PO, convocamos al Congreso del Movimiento Obrero y el Frente de Izquierda en el Luna Park este 8 de noviembre. Allí se va a deliberar todo el día con delegados, y va a culminar con un acto donde esperamos de 8 a 10 mil personas, donde cierra Jorge Altamira. Es muy ambicioso. La izquierda no estuvo allí nunca, y el Partido Obrero en particular va a constatar un desarrollo político y militante de gran importancia. Acá no hay clientelismo, no hay punteros: esto es militancia.

-¿Qué se va a plantear?

- Vamos a afrontar la visión que tenemos nosotros del desarrollo de la izquierda. Nuestro proyecto político es que el movimiento obrero se independice de las fuerzas políticas que representan al sistema, los grupos económicos, el interés capitalista, y adopte su propio camino como alternativa de poder político. Esto se ha expresado fuertemente en el crecimiento del FIT en las elecciones, en los sindicatos, en el movimiento estudiantil… en todos los movimientos populares. Y creemos en ese factor para preparar las luchas obreras frente al ajuste que está en marcha. Hoy el movimiento obrero está con problemas acuciantes: caída del salario, pérdida de puestos de trabajo, derrumbe de las jubilaciones y el impuesto a las Ganancias. La lucha contra la burocracia sindical es un objetivo estratégico para la izquierda: se trata de la recuperación de los sindicatos asociada a la lucha de poder político. Y naturalmente, se va a tratar en el congreso el tema de las elecciones 2015, pero no bajo la forma de nominar candidatos, sino de la estrategia política de una izquierda que constituye un campo independiente de toda la oposición.
- ¿Y cómo definiría ese “campo político” de la oposición?

- Es un campo que va desde (Mauricio) Macri hasta Luis Juez, que se han unido en Córdoba, lo cual te demuestra que están en un campo político común. El propio Unen está estallando porque internamente hay fuerzas que acuerdan con (Sergio) Massa y otras que acuerdan con Macri. Entonces en un punto, todos están conectados. Y no es casual, porque su salida a la crisis y el hundimiento del kirchnerismo es una salida por derecha, planteando la vuelta de Argentina al mercado de deuda, el acuerdo con el capital financiero, el acuerdo con las multinacionales en torno al petróleo y otras cuestiones. Aunque le voten las leyes en contra al kirchnerismo, a veces votan a favor, como la rebaja de aportes patronales, la rebaja del impuesto al biodiesel… son todas leyes procapitalistas. En algunos casos votan en contra por razones electorales, pero están aproximadamente en la misma posición, como pasa con hidrocarburos o con la deuda externa. El FIT, y en este caso el Partido Obrero, hacen la gran convocatoria a que la izquierda se refuerce como oposición antagónica al resto de la oposición. Una salida por izquierda al kirchnerismo.

- Si bien no plantearán el tema candidaturas, Altamira es el líder político del espacio y se descuenta que será candidato…
- No te quepa ninguna duda. Él es el candidato natural de la izquierda, él cierra el acto y no lo vamos a dejar que no sea el candidato. El FIT históricamente ha nominado en conjunto a los candidatos y nosotros no vamos a romper esa práctica. El congreso no nomina candidatos, pero no quiere decir que muchos de nosotros nos vayamos afirmando como alternativa política, en mi caso en la provincia de Buenos Aires, Altamira en el orden nacional, y hay expectativa de un posible triunfo en la intendencia de la capital de Salta.

- El PTS, otro de los partidos que conforman el FIT, ya lanzó la precandidatura a presidente de Nicolás Del Caño, ¿van a ir internas?

- Veremos. No sabemos cuál es la voluntad de ellos. Es un tema que no ha salido de un debate común en el FIT. Es una actitud unilateral del PTS. Siempre ha sido por acuerdo; en el FIT nunca fuimos a internas. No lo descartamos, pero no es algo que esté discutido en el marco del FIT. Es un lanzamiento unilateral del PTS que lo vemos prematuro, y no sabemos en qué punto puede contribuir con el FIT, en el sentido de que establecen desde ahora una competencia interna, cuando la gran batalla política de la izquierda es separar a los trabajadores de los partidos históricos, el peronismo y el radicalismo. Plantean una disputa hacia adentro en lugar de una disputa hacia afuera. En ese aspecto no lo vemos positivo.

- Imagino que usted irá por la Provincia…

- Con toda seguridad. A mi me miden de gobernador, y estamos midiendo muy bien. Hay encuestas que nos dan hasta el 7%. En una encuesta de Poliarquía Altamira mide igual que (Hermes) Binner, lo cual está indicando el fenómeno potencial que hay en la Argentina. Por un lado, una base del kirchnerismo que rompa hacia la izquierda porque el candidato termine siendo Scioli (que es lo más probable), que es un hombre consagradamente del establishment. Y por otro lado, el estallido de Unen, en la medida que Unen tome semejante rumbo derechista de ir a un acuerdo con Massa y a un acuerdo con Macri, ya consagrado en distintas provincias. Hay una base de la centroizquierda ya defraudada con (Fernando) De La Rúa y Chacho Álvarez. Con esto quiero decir que el crecimiento del FIT no es casual, sino producto de toda una evolución político-histórica que creemos que se puede profundizar el año que viene en esas dos vertientes: la base kirchnerista y la base de la centroizquierda.

- ¿Ustedes se suman a la idea que instaló la oposición de que en 2015 hay que derogar las leyes K?

- Con esta oposición no compartimos nada. Lo de la derogación es un planteo demagógico, que después hay que ver si lo llevan a la práctica. Decir “vamos a derogar en el futuro” es demagógico, insustancial y no va al eje de los problemas. ¿Qué hacemos con la deuda, con los hidrocarburos, con los salarios y las jubilaciones? ¿Qué hacemos con los despidos y suspensiones? Nos interesa destacar que el kirchnerismo está derogando sus propias leyes. La ley de Argentina Digital que traen ahora es una derogación de un artículo de la Ley de Medios que ellos mismos aprobaron, habilitando a las telefónicas -monopolio de los monopolios- a meterse en el negocio audiovisual y eximiendo a Telefónica de tener que desinvertir en Telefé, lo cual es un escándalo. Y con los fondos buitre, para ir a una negociación en enero ya se habla de que nos van a convocar a extraordinarias para aprobar una ley que derogaría el canje soberano que aprobamos hace un mes y medio.
- ¿Qué posición tienen con respecto al nuevo Código Procesal Penal?
- Es una herencia conservadora profunda la que está dejando el Gobierno de Cristina Kirchner con estos códigos que ella llamó como Napoleón. El Código Civil y Comercial fue clerical, profundamente antilaboral, le dio seguridad jurídica a la explotación inmobiliaria, excluyó el derecho al agua… fue un código profundamente conservador, y acá estamos yendo por el mismo camino. Siempre con un ropaje nacional y popular, diciendo que es progresista, pero este código va a los delitos del funcionario público, y ahí está la trampa, porque le van a dar todo el poder de la instrucción a los fiscales, que son los que hoy maneja el kirchnerismo. Están nombrando fiscales subrogantes a piacere, y ahora se prevé que nombren a 17 más. Es decir que lo vemos ante todo como un salvoconducto de impunidad de la camarilla del poder, que está acorralada de juicios penales. Nosotros tenemos una posición muy distintiva: planteamos la elección de los jueces y fiscales por voto popular. Porque ¿cómo se resuelve el problema de una Justicia que no es independiente, que está inficionada incluso por el compromiso con la impunidad de los atropellos de las fuerzas de seguridad, del amparo al delito? No es broma que se dilaten indefinidamente las causas de Lázaro Báez, de (Ricardo) Jaime, etcétera. Incluso este código está en la línea de inmunidad del Estado que ya habilitó el Código Civil y su ley complementaria, porque coloca la posibilidad de que el Estado sea querellante, que es algo que quisieron hacer en la causa de la masacre de Once y el juez se los rechazó.

- ¿Qué le parece que se utilice criterio de “conmoción social”?


- También habilita otras cosas temerarias, porque habla de los delitos que generan “conmoción social” y habla de “figuras criminales especiales” que no se sabe qué son. Los tipos penales deben ser definidos exactamente, porque sino hay arbitrariedad del juez, como pasa con la Ley Antiterrorista que nosotros luchamos por derogar. Ese es el camino de la criminalización de la protesta social. Es profundamente reaccionario. Moderniza el proceso acusatorio, pero también hay que ver que el sistema acusatorio ya está funcionando en la provincia de Córdoba hace 17 años, rige hace rato en la provincia de Buenos Aires y no por eso los juicios son más rápidos. El plazo de tres años no es perentorio, sino ordenatorio, de manera que no indica que los juicios vayan a durar tres años ni que vayamos a dejar de tener las cárceles llenas de gente sin condena. Hay mucho de demagogia en esto. Por otra parte, desde el PO no creemos que el problema de la inseguridad se resuelva con mano dura, porque acá, por ejemplo, los fiscales tienen prerrogativas para hacer los allanamientos con órdenes verbales, es decir se quita la obligación de la fundamentación por escrito que hoy tienen los jueces de instrucción, y es un tema que le da arbitrariedad al poder del Estado.

- ¿Y el tema de la expulsión de los extranjeros que delinquen, que es algo que pedía Sergio Berni?

- Es repugnante. Es una variedad de la Ley de Residencia que se aplicó a fines del Siglo XIX y principios del XX por la cual se expulsaba a los obreros, socialistas, anarquistas que venían a la Argentina a organizar los sindicatos y luchaban aquí por las ocho horas y otras reivindicaciones, y se los expulsaba in limine del país. Esto es lo mismo. Si un extranjero está en un terreno precario e ilegal sería expulsado del país por delincuente, aunque esté trabajando y luchando por sus hijos, porque está ocupando un terreno del que no es titular, como pasa en la provincia de Buenos Aires, que está llena de asentamientos ilegales. Además, la población carcelaria de extranjeros es mínima, con lo cual esto es un caballito de batalla derechista de Sergio Berni para alentar las peores reacciones de un pueblo que afronta un problema dramático, como es la inseguridad.
- Algunos dirigentes ya agitan el fantasma de un diciembre caliente ...

- Nosotros reclamamos un plan de lucha de las centrales sindicales: un paro de 36 horas con movilización de los trabajadores, porque las reivindicaciones son acuciantes. Hay que detener los despidos y suspensiones y que la crisis, como primer medida, no la estén pagando los trabajadores, sino que la empiecen a pagar los capitalistas, que han sido los beneficiarios económicos de todos estos años. La reapertura de paritarias, el bono de fin de año y un aumento de emergencia a los jubilados son para nosotros reivindicaciones vitales. En 2014 los trabajadores hemos perdido un promedio de 10 puntos, y los jubilados lo mismo. El kirchnerismo está haciendo un ajuste como el de (Domingo) Cavallo cuando bajó el 13%, bajo otra forma: te aumentan menos que la inflación, y tenés el mismo ajuste. La CGT está en otra cosa: están armando una unidad con vistas a apoyar el próximo gobierno que surja, ajuste incluido. Si no hay más luchas obreras es porque los sindicatos están en una política de contención total, viendo con qué candidato colocan a alguno. (Hugo) Moyano, que era el eje de la oposición del movimiento obrero, puso a (Omar) Plaini con Scioli, a su hijo Facundo con Massa, y él conversa seguido con Macri. Es un desastre.

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Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

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