Conceptos
vertidos en la Conferencia de Prensa realizada el martes 4 de noviembre,
para anunciar la convocatoria al congreso del Luna Park.
A principios de año, hicimos la propuesta de realizar un Congreso del
movimiento obrero y de la izquierda, convocado por todos los sectores de
la izquierda que coincidieran en este planteamiento. Lo hicimos a
partir del siguiente concepto: luego del gran avance electoral del
Frente de Izquierda, era necesario acentuar ante la sociedad el objetivo
de la izquierda argentina de convertir a la clase obrera de este país
en una fuerza política autónoma, que le dispute el poder a la clase
capitalista. Reforzar el concepto de que el avance alcanzado no era
simplemente el de una etiqueta electoral, sino el resultado de una lucha
de clases librada en el plano político. Era natural, entonces, que
planteáramos abiertamente hacer de este Congreso una iniciativa del
Frente de Izquierda, donde los representantes, los activistas y los
luchadores que combaten por un movimiento obrero independiente tuvieran
voz y voto en las decisiones políticas que tienen que ver con la clase
obrera, y que lo hicieran juntamente con la izquierda.
Un proceso político
Desde entonces, ha habido centenares de asambleas en todo el país para
elegir los delegados y para elaborar plataformas. Esas asambleas
contribuyeron decisivamente a trazar un balance de la situación de los
trabajadores y de sus luchas en cada zona del país, y sacar
conclusiones, no sólo en el plano reivindicativo sino también en el del
método de trabajo y de la acción política. De este modo, la marcha al
Congreso del Luna ha sido el escenario de una intensa politización.
Cambia un escenario donde el trabajador es una masa pasiva a la que
manipulan los candidatos tradicionales, a veces en forma directa y a
veces a través de la burocracia sindical. Aquí, en este Congreso, la
clase obrera viene y participa como protagonista de la elaboración de su
propia política. Retomamos una gran tradición del movimiento obrero
argentino: la de una intervención política de carácter independiente.
Dos ‘coloquios'
Para decirlo de un modo todavía más claro: hace pocas semanas hubo un
Coloquio de Idea, donde estuvieron Fiat, General Motors, empresas de la
alimentación, Techint y otros grupos capitalistas, que discutieron la
orientación que pretenden imponer a los candidatos en las próximas
elecciones. Así, le bajaron línea a Scioli, a Massa y a Macri, que se
sumaron a los planteamientos de estos grupos capitalistas. En el Luna
Park, el 8 de noviembre, volverán a estar Techint, el Banco Macro,
Acindar, Fiat, General Motors y las alimenticias, pero no en la persona
de los capitalistas sino en la de los delegados y los activistas. Y este
contrapunto es el fundamental de la Argentina, porque el problema de la
Argentina es quién paga la crisis.
El método del Frente de Izquierda
A diferencia de muchos encuentros de distinto tipo en el curso de este
año, este es un congreso político, que manifiesta su completo apoyo al
Frente de Izquierda y los Trabajadores. Lo apreciamos como un canal que
sirve al desenvolvimiento y a la autonomía política de la clase obrera.
Es un frente único, y no un campo de disputas entre izquierdistas. Es un
frente único que tiene su método, que consiste en discutir un programa,
una política y candidaturas, y una metodología de representación
política, consistente en que los candidatos que son electos se van
turnando como representantes y, al mismo tiempo, desarrollan una gestión
colectiva de las bancas. Nosotros defendemos este método de frente
único, y lo vamos a seguir impulsando para esta campaña electoral. El
Frente de Izquierda no puede ser, ni permitiremos que sea, un campo de
disputas faccionales. De lo contrario, estaríamos traicionando a los
trabajadores que quieren una herramienta para avanzar, crecer, progresar
y derrotar a la política capitalista. Cualquier iniciativa que no
corresponda a esta voluntad de unidad es negativa.
Este Congreso es también un lanzamiento del proceso electoral del año
que viene. La primera prueba son las elecciones en la provincia de
Salta, que tendrán lugar muy tempranamente -las Paso se hacen en abril
próximo- y donde el Partido Obrero disputa la intendencia de la capital.
Esas elecciones van a ser un termómetro de la situación política y, al
mismo tiempo, un indicador para el conjunto de la izquierda.
El solo hecho de que escenifiquemos en el Luna Park la política de
unidad del movimiento obrero y de la izquierda justifica ampliamente
este Congreso. Estamos ante una nueva etapa de ruptura con la tesis de
"la clase obrera - columna vertebral" (que soporta a un movimiento
político en cuya cabeza se encuentra otra clase social); es una ruptura
con la dominación de los trabajadores por parte de la burocracia
sindical; es una ruptura con un peronismo en completa descomposición,
que sirve a los intereses capitalistas. En definitiva, es un llamamiento
a la clase obrera a intervenir abiertamente en política con un programa
socialista, que es el que plantea el Frente de Izquierda. Estos son los
términos fundamentales del Congreso que convocamos para el sábado.
Después del Luna
Vamos a proponer al Congreso obrero y de la izquierda que se reconvoque
para principios de año, donde reiteraremos nuestro llamado a la
izquierda. El Congreso no tiene una finalidad oportunista de aparato,
sino la de estructurar políticamente a la vanguardia de la clase obrera.
Insistimos: el Frente de Izquierda no se estructuró para servir de
campo de disputas facciosas, sino para la unidad política de la clase
obrera. Con esta orientación vamos a procurar que dupliquen o tripliquen
los resultados electorales pasados, como lo registran los sondeos de
opinión que registran las intenciones de voto para Altamira o Néstor
Pitrola en la provincia de Buenos Aires, que si se proyectan a los
legisladores tienen un alcance muy grande. Apartándonos un momento del
lenguaje socialista, podemos decir que tenemos un capital político
enorme, pero tenemos que desarrollarlo con el mismo método que nos llevó
a este progreso. Por caso, la ley electoral en las Paso no permiten la
combinación de candidaturas adversas en una interna de la fórmula
presidencial, y nosotros tenemos que ir a la campaña electoral con una
candidatura presidencial de frente único, no del monopolio de un
partido. Entonces, insistiremos con el método que nos ha llevado a este
gran desarrollo político en cuatro años.
Desde que lanzamos esta convocatoria al Congreso obrero y de la
izquierda, en ocasión del congreso del Partido Obrero (abril pasado), se
han producido discrepancias entre las fuerzas del Frente de Izquierda,
que se manifestaron en iniciativas rivales que, finalmente, no han
prosperado. Esas iniciativas han tenido un carácter sindical, cuando
este Congreso asume claramente características políticas. Aunque no
hemos logrado una convocatoria unitaria de este Congreso, no renunciamos
a conseguirlo en el futuro. De cualquier manera, han solicitado
participar en este Congreso y, naturalmente los recibimos con los brazos
abiertos, Izquierda Socialista (IS) y el Partido Socialista de los
Trabajadores Unificado (PSTU), que integran el Frente de Izquierda. Al
PTS se lo ha invitado a numerosas reuniones en este sentido, pero no ha
contribuido. Insisto: el Frente de Izquierda es un frente único de lucha
contra nuestros adversarios capitalistas. Por otra parte, quien se
empeñe en romper el Frente de Izquierda probablemente desaparezca de la
política nacional.
La transición política y la izquierda
El Partido Obrero es muy consciente de las contradicciones que
atraviesan a la izquierda, por eso es importante que definamos nuestro
método. Estas contradicciones se arrastran desde la misma fundación del
Frente, y el método del Frente de Izquierda de llegar a acuerdos
políticos sistemáticos ha sido fructífero y produjo resultados grandes.
Nosotros asumimos toda la responsabilidad de desarrollar esta política
en forma absolutamente consecuente. La unión del movimiento obrero y de
la izquierda significa una revolución completa en la izquierda, que se
ha desarrollado durante muchos años mirándose el ombligo y no con una
estrategia que apunte a la perspectiva de la revolución social de las
grandes masas, de los grandes sectores explotados. Estamos en una
transición de una izquierda de rienda corta, por un lado, a una
izquierda que tiene la responsabilidad de luchar por el poder. Esa
transición es naturalmente contradictoria. A partir de esta
caracterización, vamos a explicar al pueblo y también a la izquierda, el
método de frente único para atravesar esta transición. Son los métodos
que nos van a asegurar que en 2015 no haya una legislatura sin
representantes y enfrentar el desafío de la intendencia de Salta. Hay
una transición en todos los terrenos, que -como toda transición- nunca
es aislada. El país entero y la economía y política mundiales están
pasando por una conmoción de alcance histórico, que también afecta al
movimiento obrero y a la izquierda. El movimiento obrero está peleando
por echar a la burocracia y por un movimiento independiente que merezca
el nombre de movimiento obrero. Lo mismo va a ocurrir con la izquierda
con el país. Nos guía esta caracterización de conjunto y los intereses
generales de nuestra clase, y no el interés de un aparato partidario
determinado.
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