La amenaza del diputado macrista Roberto Quattromano a Marcelo Ramal
-"la barrabrava te va a romper la cabeza afuera"- ya es objeto de una
causa penal. Ramal fue citado por la fiscalía Nº 17 de la Justicia
porteña, donde ratificó y amplió su denuncia sobre la patoteada sufrida
en la sesión del 11 de diciembre pasado, cuando se debatía la concesión
privada de un campo de Golf en la zona de Lugano. Días más tarde,
declaró como testigo el diputado Pablo Bergel, y lo harán otros
diputados y asesores que escucharon la amenaza en los próximos días. La
doctora Claudia Ferrero, de Apel, acompañó a la fiscalía el video de la
sesión: allí se ha rescatado la voz del agresor profiriendo la amenaza,
que dejó registrada en el micrófono de Ramal al acercarse a su banca.
Las evidencias, por lo tanto, son concluyentes, y Quattromano debería
ser citado a declaración indagatoria.
En respuesta a ello, el PRO ha redoblado los esfuerzos para encubrir al
agresor y a sus motivaciones de fondo. Quattromano es el jefe de
campaña de Cristian Ritondo, vicepresidente de la Legislatura y uno de
los precandidatos macristas a la jefatura de Gobierno. Ritondo y
Quattromano, que provienen del PJ de la capital y del duhaldismo, tienen
su "núcleo duro" en las zonas de Soldati, Lugano y Mataderos -o sea,
allí donde se ha puesto en juego la concesión de Golf que Ramal denunció
en la sesión del 11 pasado.
El proyecto que se quiso votar ese día ratifica la entrega de ¡47
hectáreas! para un campo de golf de usufructo privado, en una zona que
demanda espacios verdes y educativos de carácter público y,
naturalmente, viviendas sociales. La nueva concesión, por 15 años, le
implicará un ingreso ridículo a la Ciudad. Para encubrir el negociado,
el proyecto de ley contempla un "programa de enseñanza del golf para
alumnos de las escuelas de la zona" (sic). Ramal denunció calificó a esa
farsa como "asistencialismo inmobiliario", minutos antes de ser
amenazado por Quattromano.
La conmoción provocada por nuestra denuncia, y la posterior agresión
del PRO, ha dejado en suspenso esta votación leonina. Una semana
después, el PRO no se animó a incluir el proyecto en la sesión del día, a
sabiendas que el diputado del Frente de Izquiereda vincularía el
negociado inmobiliario con la patoteada sufrida.
Todo lo anterior explica la defensa cerrada del PRO hacia el agresor y
sus mentores políticos. Está en juego el corazón de una política de
privatización del suelo, así como sus jefes -y comisionistas- en el
sudoeste de la Ciudad. Para banalizar nuestra grave denuncia, el PRO
editó un video injurioso y mediocre contra Ramal. Pero en medio de sus
mentiras, el engendro audiovisual sangra por la herida: "acusa", por
ejemplo, al legislador del Frente de Izquierda, de "pasarse denunciando
los pactos PRO-K", de "hablar demasiado" (sic) o de "no votarnos nada"
(sic). En definitiva, confiesa que nuestra oposición a las políticas del
macrismo reviste un carácter sistemático. El macrismo quiere convertir
en una estudiantina al grave episodio de la Legislatura. Nosotros, en
cambio, lo llevaremos hasta sus últimas consecuencias: si luchamos
contra las patotas y los barras, instrumentos de la agresión a los
luchadores en los sindicatos y barriadas, lo haremos también en la
Legislatura, en defensa del derecho de los diputados obreros y
socialistas a luchar contra las mafias inmobiliarias y sus partidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario