Apertura integral de los archivos de inteligencia
La desaparición de Nisman -a cargo de la investigación sobre el
atentado a la Amia- plantea una grave crisis política, que ha puesto en
evidencia una guerra entre servicios de inteligencia.
Son los mismos servicios que operan desde la dictadura hasta hoy, y que
el Estado –y todos los gobiernos de los últimos treinta años- han
mantenido en sus filas.
Es un secreto a voces que esos mismos servicios de inteligencia han
sido parte fundamental de la “conexión local” de la masacre de la AMIA,
en 1994.
El Partido Obrero interviene en esta crisis con la autoridad de
habernos movilizado por el esclarecimiento de esa masacre desde el mismo
día en que ella se produjo.
Nisman, quien se disponía a presentar una grave acusación contra el
poder político y la presidenta, fue, sin embargo, el hombre que el
propio kirchnerismo puso al frente de la causa Amia. Su pista fue
provista por servicios de inteligencia internacionales del departamento
de Estado y del estado de Israel, como parte de las provocaciones
belicistas que desarrollaban entonces contra Irán.
Hoy, los mismos servicios que trabajaron para el gobierno han salido a
denunciarlo por encubrimiento. La oposición derechista –que también
encubrió cuando fue gobierno- los apoya.
Pero en esta guerra, no hay el menor interés de justicia por la AMIA.
Los servicios que denuncian al gobierno lo hacen un mes después de
haber sido desplazados de sus cargos, cuando el kirchnerismo comprobó
que colaboraban con Massa y otros opositores.
El gobierno, por su parte, los reemplazó por otros conspiradores,
poniendo al frente del espionaje al general Milani, un genocida de la
dictadura.
Inscribimos la muerte de Nisman en esta guerra de aparatos de
inteligencia que a lo largo de estos 20 años, montaron pistas falsas, el
encubrimiento del Fino Palacios (luego jefe de policía de Macri) y la
denuncia negociada por el Juez Galeano de la conexión local, entre otras
atrocidades, para garantizar la impunidad como resultado.
La causa AMIA demuestra que, en estos treinta años de llamada
democracia, hemos tenido un verdadero gobierno en las sombras de los
servicios de inteligencia, y al cual se han sometido todos los poderes
de Estado, sus gobiernos y partidos. Son esos servicios los que el
Estado utiliza para provocar y reprimir las luchas populares.
A su vez, esos servicios siguen el libreto de “servicios”
internacionales, que juegan el mismo papel de provocación y delación
contra todos los pueblos del mundo! Del 83 hasta hoy, la democracia
argentina no sólo ha sido incapaz de garantizar las libertades
democráticas, sino también la soberanía nacional.
Estos aparatos no serán desmantelados ni por el gobierno ni por una
oposición que gobernó con ellos en estos 20 años de impunidad, que
incluyen la desaparición de Jorge Julio López, el (también) misterioso
suicidio de Yabrán, o las coimas del Senado.
En estos días, ello se ha expresado en el boicot de la mayoría de la
oposición a la sesión de la Comisión Penal del Congreso que iba a
discutir este tema con la presencia del propio fiscal muerto.
Nuestro diputado Néstor Pitrola (FIT-PO), denunció esta guerra de
mafias de los servicios y planteó una ley para que se abran los archivos
secretos de la SIDE y los servicios de información en lo que respecta
al ataque de la AMIA. En segundo lugar que Capitanich y el Ministro del
Interior Randazzo comparezcan ante el plenario del total de la Cámara.
Rechazó también el nombramiento a dedo por Gils Carbó de un nuevo fiscal
en la causa Amia, reclamando garantías constitucionales en su
nombramiento.
Los planteos de la oposición tradicional, hacen distraccionismo. El
planteo de Massa de una sesión extraordinaria para anular el memorando
con Irán no sólo lo pone de furgón de cola de maniobras imperialistas;
sino que además es un planteo perfectamente inútil: el acta con Irán
esta muerta desde hace casi dos años, porque el parlamento de Irán nunca
la votó y en Argentina fue anulada por la Corte. Macri y el resto de la
oposición tienen una posición similar.
Esclarecimiento de la muerte de Nisman. Que se haga público el
contenido de sus denuncias. Que el gabinete comparezca al Congreso
Nacional, para una interpelación integral y pública sobre la causa AMIA.
Apertura integral de los archivos de inteligencia de la SI y del
Ejército. Destitución y juicio y castigo de Milani. Derogación de la ley
antiterrorista y el Proyecto X de inteligencia.
PARTIDO OBRERO
20/1/2015
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