Cuatro grandes del humor gráfico argentino –Quino, Sendra, Sábat y Garaycochea– recordaron a sus colegas asesinados en París.
Se la dijo en junio de 1999 a su colega argentino Miguel Rep. Ayer, 15 años después de esa conversación, de ese encuentro, otros pares argentinos, Quino, Hermenegildo Sábat, Carlos Garaycochea y Sendra rindieron homenaje a la actitud libertaria del caricaturista caído y sus compañeros.
El acto se realizó en el Museo del Humor y contó con la presencia del jefe de gobierno, Mauricio Macri; el embajador francés, Jean-Michel Casa; y la embajadora israelí, Dorit Shavit. Se llamó, apelando a la fuerza de la repetición, "Yo soy Charlie". La frase extendida en todo el mundo se proyectó ayer en una pantalla gigante instalada en las puertas del Museo, en Costanera Sur, junto a otras imágenes también recurrentes en estas jornadas: los lápices de Banksy, Maggie Simpson con la bandera francesa, el Charlie de Snoopy escondiendo la cara entre sus manos, la reaparición de Ásterix. Al terminar el acto se destaparon además dos cuadros con las viñetas de Sendra ("Han logrado muchas lágrimas, pero ninguna risa") y de Mordillo, que no estuvo presente, pero que envió una foto de él con Cabu y Wolinski en París, en 1974.
"Nos reunimos para dejar un testimonio ante la barbarie, una barbarie que no pasará", recalcó Sábat, mientras Sendra delineaba los trazos de un rostro, austero y universal, que declaraba "Je suis Charlie", junto a un lápiz y una flor. Sobre ese lienzo blanco, todos los participantes dejaron ayer su firma, su pena, su bronca. "Estamos acá para reafirmar el derecho a ser diferentes y expresarlo libremente. Esperamos que este quede para siempre recordado como un hecho repudiable", señaló el jefe de gobierno en un acto que estuvo plagado de símbolos, pero donde no hubo lugar para la incorrección política característica de la revista francesa. "Esto no es un homenaje sino un testimonio, una forma de decir que todos fuimos atacados porque fue atacada la libertad", agregó el ministro de Cultura de la Ciudad, Hernán Lombardi, organizador del evento.
Quino y Garaycochea evitaron las palabras durante el acto, pero rompieron el silencio una vez finalizado. "Es un acto de cobardía increíble, algo que sucede cuando hay gente que no tiene sentido del humor. Leyendo la historia universal uno se da cuenta de que no es una novedad, lamentablemente es un hábito que ocurran estas cosas. Hay gente que, cuando se tocan ciertos temas, como la religión, se vuelve intolerante. Pero no es que sea una cuestión del pensamiento islámico; los cristianos han pasado siglos quemando gente también. Por estas cosas nos damos cuenta de que todavía seguimos en una época muy bárbara", aseguró Quino, a quien dos de los dibujantes de la redacción de la mítica revista Charlie Hebdo le habían rendido homenaje. Horas después del atentado, empezaron a circular en las redes sociales las tiras que Wolinski y Cabu habían hecho de Mafalda en 2004, por los 40 años de su nacimiento.
También Carlos Garaycochea fue un poco más allá de la indignación: inscribió al hecho en una historia de violencia, recordó su paso por la revista Humor en plena dictadura militar y dijo a Tiempo: "El mundo muchas veces anda mal por los equivocados. Es muy difícil para un humorista entender todo esto, porque vivimos en un mundo caricaturesco que no quiere ser caricaturizado. Yo lamento que estos tipos no disfruten de Mozart o de Van Gogh, que tanto bien le han hecho al mundo. Lamento que puedan matar por matar." «
del humor
"En Charlie Hebdo siempre se expresaron contra los absolutismos. Esa es una atribución del humor: ironizar sobre la radicalización ideológica" (Hugo Maradei, director del MuHu)
Fuente: http://tiempo.infonews.com/nota/142495/ellos-siempre-fueron-charlie
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