Nos consolidamos como tercera fuerza
El Frente de Izquierda acaba de lograr un triunfo político sin
atenuantes, consolidándose como la tercera fuerza provincial. El 7% de
los votos obtenidos significa un gran salto en relación con las últimas
elecciones ejecutivas provinciales, en las que habíamos logrado un
1,44%. Los registros son similares a los obtenidos en las Paso
legislativas de 2013, lo cual es muy alentador, ya que se trata de
elecciones ejecutivas, siempre mucho más complejas. De este modo, han
quedado en el absurdo aquellos medios que habían echado a correr la
versión de que el Frente de Izquierda no pasaría el piso proscriptivo
del 3% de los votos. El cuadro de polarización provincial y el recurso
de las colectoras, al que echaron mano tanto el PJ como la UCR, no
pudieron hacer retroceder al Frente de Izquierda. En el nuevo cuadro
electoral que se abre, donde esos recursos quedan eliminados, se abre la
posibilidad de un nuevo salto electoral, similar o incluso superior al
que logramos en el año 2013.
El Gran Mendoza
El mayor caudal electoral del Frente de Izquierda se concentró en los
municipios obreros del Gran Mendoza y en la capital. En Las Heras
superamos el 10%, con un gran protagonismo de la docencia en la campaña.
En Guaymallén, el municipio más populoso de la provincia, la batalla
tuvo características épicas. La disputa por el control del municipio
llevó a que el PJ y la UCR poblaran el cuarto oscuro con decenas de
colectoras, y que recurrieran a la violencia física. Gracias a una
fuerte movilización logramos realizar una gran campaña y obtener un
resultado por encima de la media provincial.
En Godoy Cruz y en la capital también superamos los promedios
provinciales, aunque no se votaban las candidaturas municipales. Los
resultados del Frente de Izquierda son sorprendentes en lugares como el
barrio Municipal, de la capital, donde vive una gran cantidad de
trabajadores municipales de la ciudad, con registros de hasta el 20%; o
en el distrito de Belgrano, donde reside gran cantidad de feriantes de
Guaymallén, también con registros del 20%.
Los resultados ya se palpitaban en la previa, cuando recibíamos la
adhesión en cada concentración obrera a la que íbamos. Los fiscales
jóvenes de los partidos patronales, en la mayoría de los casos,
terminaban haciendo frente único con nuestros fiscales en defensa de
nuestros votos.
El progreso electoral se expresó también en la cantidad de fiscales que
participaron del control de la elección. Por el lado del PO logramos
reunir casi 500 fiscales, lo cual significa un gran avance en relación
con las elecciones pasadas. Una porción de ellos proviene del movimiento
obrero, lo que aporta un elemento cualitativo en la movilización
política lograda. En Guaymallén, donde la pelea con los punteros del PJ y
la UCR fue durísima, logramos sumar a más de cien compañeros, quienes,
en muchos casos, pasada la media noche seguían en las escuelas.
Disgregación
La votación de la alianza UCR-PRO y del PJ está "inflada" por la
utilización del recurso de las colectoras. La profusión de boletas llevó
a que en municipios como Guaymallén y Luján hubiera más de 50 en cada
cuarto oscuro, con hasta ocho candidatos a intendente en algunos
municipios. Aunque este recurso pone de manifiesto la disgregación de
los partidos tradicionales, contradictoriamente en las Paso les sirvió
para incrementar artificialmente la votación.
La lista PJ-kirchnerismo fue la que más abusó de este recurso. A nivel
provincial compitieron tres candidatos, imponiéndose por cierto margen
Adolfo Bermejo, que responde al gobernador "Paco" Pérez y a Scioli. El
candidato camporista fue superado con comodidad. Como resultado de este
choque ni Cristina Kirchner ni Scioli pudieron hacer campaña en Mendoza,
porque hubiesen dejado expuesta una fractura política.
Luego de la elección, el PJ festejó que quedó a cinco puntos del único
candidato radical-macrista, que obtuvo el primer lugar. Pero las
posibilidades de que se efectivice esa sumatoria de votos es muy remota.
Existe una fuerte presión de los intendentes pejotistas para que se
realice un pacto entre kirchneristas y sciolistas, y evitar una
desbandada que termine poniendo en peligro el manejo de sus
intendencias. Pero incluso un pacto de este tipo no asegura en lo más
mínimo que el electorado que votó la lista camporista lo haga ahora por
la que encabeza Bermejo. Podemos asistir a una ruptura de la base
popular del kirchnerismo con La Cámpora, ya que, en definitiva, es un
instrumento usado para negociaciones de tipo nacional.
Vamos por más parlamentarios
El triunfo político obtenido y el nuevo cuadro electoral presentan
posibilidades muy grandes de progreso. De ocho fórmulas, quedan sólo
tres para las generales. Lo mismo ocurre en la mayoría de los
municipios, con excepción de Luján, donde el Partido Demócrata presenta
lista a concejales, y en San Rafael, que definirá en el recuento
definitivo si superamos el 3%.
Vamos a una nueva elección que plantea un campo de desarrollo y nuevas
conquistas parlamentarias, que han sido ya en el pasado una tribuna
fundamental para la lucha política contra los partidos capitalistas.
Partiendo de las altas votaciones que ya conseguimos, podemos afirmar
que estamos en las puertas de conquistar un diputado y un senador
provincial por la primera sección. También un diputado por la segunda y
tercera sección.
En los municipios se profundizan más nuestras posibilidades por la clarificación que deja la eliminación de las "colectoras".
La madre de las batallas será en Guaymallén. Los dos candidatos
patronales que quedaron y Federico Telera apenas suman el 25,5% del
padrón, con menos de 10 puntos de diferencia entre el primero y el
último. Algo similar ocurre en Luján, San Martín y la mayoría de los
grandes municipios del Gran Mendoza.
En Las Heras, el triunfo radical significa un peligro, pues puede
establecer una suerte de polarización local para desplazar al repudiado
candidato del FpV, esto significa que ya mismo debemos largar la
campaña.
El próximo 3 de mayo se realizarán las elecciones municipales de la
capital, donde con seguridad obtendremos un nuevo progreso, conquistando
concejales del Frente de Izquierda.
La campaña requerirá una aún mayor movilización política de
trabajadores y jóvenes, multiplicar la cantidad de voceros y desarrollar
a fondo un programa que dé respuesta a una crisis provincial que ha
creado un cuadro de deliberación de todas las clases sociales. La lucha
del Frente de Izquierda debe aportar un programa de salida obrera y
socialista que permita una mayor penetración y organización del pueblo
trabajador.
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