Durante los últimos días se ultimaron detalles para avanzar hacia las
Paso del Frente de Izquierda. Ha habido acuerdos acerca del reglamento
interno que debe presentarse en la Justicia. Las listas para diputados
nacionales y provinciales, así como las de concejales se conformarán con
un criterio proporcional a los votos obtenidos en la interna y la
rotación de las bancas. Las Paso del Frente de Izquierda aseguran una
acción legislativa que involucra al conjunto de las fuerzas.
A pesar de este avance unitario, el PTS ha lanzado una campaña pública
en la que acusa a nuestro partido de fomentar el divisionismo con el
recurso a las Paso. La imputación es curiosa de parte de quienes han
venido insistiendo en una interna desde octubre pasado, para rivalizar
en forma facciosa contra el PO, que estaba en contra de recurrir a
ellas. El PTS nos envió incluso un proyecto de reglamento para esas Paso
que promovían, como también lo había hecho en 2013. Hace dos años les
contestamos que recurriríamos a ellas, esto como último recurso, si
insistían en esa línea (ver cartas intercambiadas, publicadas por el PO
en folleto especial). Las Paso aseguran la unidad del Frente de
Izquierda, porque establecen un ordenamiento definitivo de las listas
electorales. La pretendida posición “unitaria” del PTS no es tal, y en
todo este tiempo ha tenido más vueltas que una calesita. Cuando Altamira
anunció, el 1º de Mayo pasado, que tomaríamos medidas para sacar al
Frente de Izquierda del inmovilismo electoral, Guillo Pistonesi retrucó
desde la tribuna de la Plaza y desde facebook que el PTS tenía su
candidato a Presidente y que el PO no tenía condiciones de tomar ninguna
iniciativa sin el aval del PTS, lo cual confirmó la política
inmovilista que Altamira denunciaba. Sí teníamos esas condiciones, y
anunciamos las Paso.
Inmovilismo
La cuestión del inmovilismo del Frente de Izquierda, paralizado por un
faccionalismo desbordado, fue planteada por primera vez en el Congreso
del PO, de marzo de 2014. Para combatir esta parálisis propusimos que
todo el Frente de Izquierda convoque un Congreso del Movimiento Obrero y
la Izquierda. Hacia agosto, tuvimos que asumir la responsabilidad de
tomar en nuestras manos la convocatoria, mientras de otro lado se
lanzaba un Encuentro Sindical, que creaba, objetivamente, un polo
político rival del Frente de Izquierda. El Encuentro no sobrevivió a su
oportunismo programático y a la reyerta faccional (ver artículos en
Prensa Obrera). La candidatura presidencial de Jorge Altamira fue
aprobada por las 10.000 personas reunidas en el Luna Park y el apoyo de
Izquierda Socialista y el PSTU. Altamira salió en campaña a apoyar al
Frente de Izquierda en Mendoza, Salta, Santa Fe, Neuquén y Ciudad de
Buenos Aires.
En oposición al inmovilismo de cuño faccioso, nos lanzamos a las Paso
con Izquierda Socialista y otras organizaciones que se han acercado al
Frente de Izquierda.
Confusionismo
Una vez que hicimos pública esta decisión el PTS cambió drásticamente
su discurso. Apareció la propuesta de “unidad” sin la travesía de las
Paso pero con un nuevo condimento: que el compañero Nicolás del Caño no
rote en su banca de diputado nacional, o sea que el PO de Mendoza
resigne ese lugar. La prensa del PTS hablaba del “FIT de Del Caño”, para
proceder al segundo paso de la usurpación de la banca del Frente de
Izquierda por Mendoza, después que la anotaran como “bloque del PTS”.
Nuestra protesta ante este hecho fue muy dura.
Luego de varios debates públicos y notas cruzadas, el PTS dice que
“tiene una nueva propuesta”, que consiste en que Del Caño sí va a rotar.
Buenísimo. Pero esto no es una ‘propuesta’ sino la obligación de
cumplir con acuerdos y con un método político aceptado por todos.
El PTS ha ido muy lejos en su declarado propósito de convertir al
Frente de Izquierda en “un campo en disputa” y en fracturarlo como
frente único. Admitir este método es asegurar la destrucción del Frente
de Izquierda a plazo fijo. Las Paso son un recurso final, no para
dirimir diferencias, que los revolucionarios desarrollan por medio de
documentos y debates, sino para ordenar las listas de nuestro Frente de
Izquierda para la lucha contra los candidatos capitalistas. Las Paso
aseguran la unidad del Frente de Izquierda, en oposición a una ristra de
intentos por quebrarla. Hacemos lo que el proletariado avanzado espera
de nosotros.
Proscripción
El PTS ha propuesto que el reglamento de las Paso no admita candidatos
que pertenecen a organizaciones ajenas a los partidos del Frente de
Izquierda en categorías con posibilidades de elección.
El planteo parece razonable pero no lo es.
Lo que importa para decidir sobre esta cuestión son dos cosas: la
existencia de un acuerdo político de principios, de un lado, y la
conveniencia para el conjunto del Frente de Izquierda de esas
candidaturas, por el otro. En el caso del “Perro” Santillán, que es
hacia adonde apunta el veto del PTS, ese acuerdo de principios existe
en un acta firmada por Altamira y por el “Perro” y sus compañeros, el
cual defiende el método de la lucha de clases, la independencia política
del proletariado y el gobierno de los trabajadores. El acuerdo fue
ratificado luego en un acto multitudinario en la ciudad de Jujuy.
Obviamente que esto es muy positivo, pero de ningún modo suficiente,
porque el acuerdo no se hizo para viabilizar predominios electorales
sino para desarrollar una lucha común.
En las elecciones de la Ciudad, el PTS se opuso a que las
organizaciones que se han acercado al Frente de Izquierda integraran las
listas, incluso en puestos relegados, en función de diferencias
políticas que entendemos reales. Pero esas diferencias no debían
bloquear la formación de un frente de acción común, que seguía liderado
en programa y candidaturas por los partidos del Frente de Izquierda. El
PTS rechaza el frente único en la acción, pero adora el frente único
ideológico, o sea el cambalache de ideas, como lo prueba el ‘pluralismo’
sin debate de la revista Ideas de Izquierda. ¡Este sí que NO es “un
campo en disputa”!
Pero, ¿conviene que el Perro Santillán ocupe una posición destacada en
nuestras listas a la luz de la situación política en Jujuy? ¿Mueve el
amperímetro hacia la izquierda revolucionaria o es inocuo? Es esto lo
que debemos discutir, y determinar pasos a seguir y medidas a tomar en
función de cómo caractericemos la situación política allí. Es muy claro
que Jujuy sufrirá una fuerte polarización entre el FpV de Fellner y la
coalición UCR-FR-PRO de Gerardo Morales. También tercia contra la
izquierda el aparato de Milagro Sala. De otro lado, las organizaciones
del PTS y del PO son, en Jujuy, muy débiles. Las elecciones locales
recientes han mostrado que no repetimos el registro de 2013, incluso si
conservamos una tendencia en ascenso y que esta tendencia podría
acentuarse en un escenario de crisis abierta. Es necesario discutir a
fondo la cuestión y no salir del paso por medio de un decreto.
Vamos a las Paso
La polémica de meses sobre la necesidad de romper el inmovilismo ha
dado lugar a la fórmula Altamira-Giordano, y Pitrola-“Pollo” Sobrero. La
aceptación de fórmulas “unitarias” de último momento y limitadas en su
alcance, que fueron rechazadas por el propio PTS durante largos meses,
sembraría la confusión. Constituyen otra forma de la misma orientación
ultimatista que nos llevó a un largo impasse. Sería perjudicial para el
Frente de Izquierda.
El resultado de las Paso del Frente de Izquierda será desigual, en
algunos distritos ganará una lista y en otros distritos ganará otra,
pero asegurará una lista de todo el Frente de Izquierda. Servirá para
mantener el principio de la rotación, que el PTS ha ratificado en forma
pública con el anuncio de la rotación de Del Caño y la asunción Soledad
Sosa, del PO, de la banca del Frente de Izquierda de Mendoza. De nuestra
parte vamos a una campaña que enfilará toda su artillería contra los
candidatos y partidos de la clase capitalista.
Es lo que quiere la vanguardia de los trabajadores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario