El gobierno, apremiado por la campaña electoral, adelantó las deliberaciones del Consejo del Salario y anunció un nuevo salario mínimo.
A partir de agosto de este año será de 5.588 pesos, un 37,5% del costo
de la canasta familiar, calculado por la Universidad Nacional de Rosario
en los 14.900 pesos que fueran conquistados por los trabajadores
aceiteros en sus paritarias y luego de una huelga de un mes.
La masa de trabajadores que perciben este ingreso no llegará a cubrir
la canasta necesaria para que una familia salga de la pobreza. Según el
Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica -cuyos datos
están en línea con los de los técnicos expulsados del Indec- una familia
necesita, a junio de este año, un ingreso de 5.717 pesos para no estar
en la zona de pobreza. Los 5.588 pesos de salario mínimo están mucho más
lejos de los 8.629 pesos que la CGT Moyano estima como mínimo para
cruzar esa misma línea.
Esto sin dejar de considerar que casi el 40% de los trabajadores que se
encuentran en negro o la masa de precarizados con los que se llega al
50% no percibirán siquiera este importe.
“517 dólares"
La falacia del supuesto "mejor salario de la región" quedó revelada en
tres hechos. Uno, el acuerdo vertiginoso de los representantes de las
organizaciones empresariales con el nuevo mínimo. Dos, el propio
reconocimiento de Caló de que nadie puede tener una "buena vida" con ese
ingreso. Tres, los datos incontrastables sobre la evolución del salario
mínimo en términos reales. La misma CFK, cuando anunció el salario
mínimo en 2011, exaltó lo que se podía comprar en ese momento con el
equivalente a 650 dólares, ahora habló de 517, sin explicar
detenidamente cómo llegaba a ese cálculo (si se tiene en cuenta el dólar
a 15, al cual tienden a acomodarse los precios, son 372 dólares, por
detrás de los mínimos de "la región").
Por otra parte, mientras en marzo de 2007 el salario mínimo
representaba el 44,9% del salario promedio de los trabajadores
registrados en el sector privado, con el nuevo mínimo no superará el
35%, su nivel más bajo en la década.
Qué debe cubrir el mínimo
El salario mínimo, asociado legalmente al concepto de canasta familiar,
ha pasado a ser en los hechos un ingreso por debajo del nivel de
pobreza, del que están excluidos, además, los trabajadores rurales, el
personal doméstico y, de hecho, casi un 50% de la masa laboral entre
trabajadores en negro, monotributistas individuales y "sociales".
El Consejo del Salario, bajo dominio del Estado y las asociaciones que
constituyen el 100% del empresariado y con el visto bueno de la
burocracia sindical, jamás abordó, en la "década ganada", el trabajo en
negro. Tampoco la actualización del seguro de desempleo, que está
congelado desde 2006 en 400 pesos mensuales.
El Frente de Izquierda propone un salario mínimo equivalente a la
canasta familiar, tal como lo exigieron los aceiteros y como figura en
los proyectos presentados por sus bloques parlamentarios.
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