No al cierre de Paraná Metal
La fábrica de fundición y autopartes Paraná Metal, de Villa Constitución, quiere cerrar definitivamente sus puertas, lo que dejaría en la calle a las últimas 200 familias que dependen de la planta.
Su actual dueño, "el zar del juego" Cristóbal López, ya envió 180
telegramas de preaviso a los trabajadores y le puso fecha al cierre: el
próximo 31 de octubre.
El historial
La crisis de Paraná Metal arrancó en 2008, cuando comenzaronlas
suspensiones y los despidos en las empresas contratistas. En 2009, el
gobierno nacional instaló a Cristóbal López al frente de la planta y en
2010 estalló un gran conflicto contra el cierre de la empresa.
Fueron más de 30 días de corte de autopista y un esfuerzo descomunal de
los trabajadores de la fábrica y del resto de los metalúrgicos de la
ciudad, con el apoyo de la comunidad de Villa Constitución.
La dirección de la UOM nacional entregó el conflicto y la UOM seccional
dirigida por Piccinini dejó correr la entregada. Terminaron aceptando
un acta acuerdo que dejaba en la calle a 900 familias de los 1.100
puestos de trabajo, liquidaba el convenio de autopartes (laudo 29) y las
conquistas particulares de fábrica.
Un brutal golpe y retroceso, que le significó a Piccinini la pérdida de
la dirección de la UOM Villa Constitución. En ese 2010, Paraná Metal
quedó reducida a una Pyme de 200 trabajadores y fue una verdadera
catástrofe social para la ciudad de Villa Constitución.
De la reapertura "virtual" al vaciamiento final
En noviembre de 2012, CFK inauguró por video-conferencia la nueva
Paraná Metal. Con un discurso que rayaba el cinismo, saludaba la
"inversión y la producción realizada", pero con Cristóbal López al
frente de la empresa, avanzaba el progresivo vaciamiento.
En los últimos cuatro años, la inversión fue mínima y la empresa no
buscó clientes. Ahora con niveles de producción por el suelo, anuncian
pérdidas millonarias y el cierre definitivo "si no cambia la situación".
El progresivo desmantelamiento de Paraná Metal se operó todo el tiempo
con la anuencia de Tomada, y el gobierno nacional contó con la
complicidad del Ejecutivo provincial del Frente Progresista para llevar
adelante su cometido.
La tarea es prepararse para enfrentar los despidos
La UOM Villa Constitución debe convocar urgentemente a los metalúrgicos
y resolver un plan de lucha que incluya la ocupación de la planta, para
defender los puestos de trabajo y pelear por un programa obrero.
Paraná Metal llegó a ser una de las principales fundiciones del país.
Luego de la crisis de 2010 dejó de producir blocks de motores,
manteniendo apenas un 10 por ciento de la actividad de la fábrica que
desde entonces se dedicó a producir campanas de frenos.
Pero Cristóbal López siguió sin invertir un peso y volvió a perder mercado frente a la competencia, llevándola al derrumbe.
Existe la base para la continuidad de la empresa, que necesita de un
proceso de inversión y reconversión industrial. El camino es la
estatización de la fábrica, sin ningún resarcimiento al vaciador López, y
su funcionamiento bajo el control de los trabajadores.
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