Prensa Obrera Digital - 16 de Noviembre del 2015
| Por Pablo López, diputado nacional por el Frente de Izquierda
El pasado 11 de noviembre, la Comisión de Trabajo de la Cámara de
Diputados trató un proyecto del oficialismo, presentado a iniciativa de
Pablo Ferreyra (hermano de Mariano), para declarar el 20 de octubre día
nacional de lucha contra la tercerización laboral, en memoria de
Mariano.
La impostura de quienes han sostenido a los responsables del asesinato
de Mariano y consagrado la tercerización laboral en el nuevo Código
Civil y Comercial no podía ser mayor.
Quizás por eso seguramente ningún
diputado oficialista se anotó para defenderlo.
Comencé mi intervención recordando que fue la Presidenta quien, un año
antes del asesinato de Mariano, había reivindicado a Pedraza y a la
Unión Ferroviaria como "el sindicalismo que construye". Esa UF que hoy
ha puesto su sede como la sede de campaña de Scioli y que acaba de
imponer un convenio a espaldas de los trabajadores y habilita la
tercerización. También denuncié el amparo del gobierno a las patotas
sindicales, como la de la Uocra, dirigida por Gerardo "Batallón 601"
Martínez. Solo ahí se anotaron el diputado Recalde y Gdansky (viejo
burócrata de UOM) para señalar que no tienen nada que ver con patotas y
sentirse ofendidos por una generalización respecto al accionar de los
sindicatos.
Dejé en claro que lo que correspondía es realmente resolver el tema del
fraude laboral de las tercerizaciones y que para ello debía tratarse el
proyecto que presentamos con Néstor Pitrola en octubre de 2014, y otros
proyectos si los hubiera. Terminar con la tercerización sería realmente
homenajear a Mariano.
Pero el intento del oficialismo es estatizar la memoria de nuestro
compañero, al que reivindiqué como un militante por la transformación
socialista de la sociedad, delimitando con el proyecto que lo coloca
como un luchador por la justicia social y por el trabajo digno. Denuncie
con toda claridad que quienes pretenden estatizar su memoria, como
hicieron con los casos de derechos humanos, son los que han sostenido a
Tomada y Aníbal Fernández, cómplice el primero de Pedraza en las
conspiraciones contra los tercerizados y responsable directo el segundo,
de la Policía Federal que liberó la zona para facilitar el ataque
criminal. Exigí el juicio y castigo a Fernández y rechacé la
estatización de la memoria de Mariano a favor del Estado que lo asesinó.
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