El Senado y el macrismo conspiran contra ellas
La sesión del jueves pasado fue aleccionadora. El kirchnerismo dejó
para el último minuto de su gobierno un conjunto de leyes largamente
postergadas, que representaban diferentes conquistas para los
trabajadores. ¿Qué ocurrió, entonces? De un lado, la actual oposición
-Cambiemos y el Frente Renovador- boicoteó la sesión. Del otro, el
kirchnerismo ni siquiera pudo alinear a su tropa. El Congreso demostró,
en cuestión de horas, su contenido clasista. El quórum se consiguió en
minutos -y con asistencia perfecta- para el resarcimiento a Repsol, los
canjes usurarios de deuda o la modificación antiobrera del régimen de
las ART. Desfalleció, sin embargo, cuando se trató de asegurar la
expropiación del Bauen o el derecho al trabajo de los mineros de Río
Turbio.
Además del boicot de la actual oposición, esta vez el kirchnerismo no
pudo garantizar el quórum propio. Luego del triunfo de Macri hay una
diáspora interna, sobre todo de los alineados con el grupo de
gobernadores del PJ, que reclaman el desplazamiento del sector
camporista y los más cercanos a CFK. Nuestro bloque del Frente de
Izquierda resolvió dar quórum y garantizar que la sesión se lleve
adelante, sin ninguna vacilación. Estaban en juego decenas de leyes por
las cuales diversos sectores de trabajadores lucharon por más de diez e
incluso veinte años. Ese día, fuera del Congreso, cientos de
trabajadores telefónicos, de ex Gas del Estado, de Petroquímica Mosconi,
del Hotel Bauen, de Agua y Energía, trabajadores de la televisión,
entre otros, se encontraban movilizados. Pero ni la oposición ni el
oficialismo estaban interesados en las leyes de los laburantes, sólo la
profunda disputa política entre ellos pudo colar en esta última sesión
conquistas obreras.
Qué leyes votamos
Las leyes a favor de los trabajadores que estaban en juego fueron: en
primer lugar, las de resarcimiento por el no pago de los Programas de
Propiedad Participada. Como había ocurrido en el caso de YPF, se votaron
resarcimientos para ex trabajadores de Gas del Estado, Agua y Energía y
Petroquímica General Mosconi. Todos ellos acumulan más de 23 años de
lucha. En el caso de Gas del Estado se conformó una coordinadora
nacional, que viene luchando por la ley en varias provincias. Luego, la
expropiación del Hotel Bauen, para trabajadores que hace 13 años lo han
mantenido en funcionamiento bajo su control. En tercer lugar, la ley de
emisión de bonos de ganancias para los telefónicos.
Otra ley obliga a las petroleras a incorporar un cupo de mujeres
trabajadoras. Además, se votó la creación de una carboeléctrica estatal
en Río Turbio, que -aún con sus enormes límites- votamos en general.
También en este caso, el Partido Obrero contaba con un proyecto propio
que lo elevamos como dictamen de minoría, el cual fue desechado por el
kichnerismo, sobre todo por nuestro planteo de que la carboeléctrica
tuviese mayoría obrera en el directorio. De todas maneras, algunas
modificaciones que planteamos fueron recogidas, como el límite a la
tercerización de funciones. En el temario, también se presentaron leyes
que afectan al medio ambiente, así como ventajas impositivas para
sectores empresarios. Por supuesto, votamos en contra de las mismas.
Kirchneristas y opositores
Todas estas leyes fueron puestas en riesgo porque el oficialismo, a
diferencia de cuando nombró de manera irregular auditores generales o
cuando indemnizó a Repsol, no pudo garantizar quórum propio. Además
fueron incluidas en la última sesión, a sabiendas de su carácter crítico
y de la posibilidad de un resultado adverso -como resultado de la veloz
descomposición del FpV- e incluso, como sugirió La Nación, por la
posibilidad de un veto por parte del nuevo presidente. Estas leyes
llevaban años presentadas y muchas con dictamen de varios meses. Esto lo
denunciamos en el recinto, así como también que el quórum estricto
llevó a una votación en paquete, completamente irregular, que no
permitió el debate ni plantear modificaciones. La mayoría de las leyes
aprobadas no tenían dictámenes de minoría ni disidencias, por lo que
contaban con la aprobación de los bloques del PRO, UCR y Frente
Renovador. De cara al ajuste que se viene, ninguno de ellos quiso
consagrar conquistas obreras, que podrían servir de precedente en las
futuras luchas por el derecho al trabajo.
La jauría que ataca a la izquierda por haber dado quórum y asegurado la
votación de estas leyes, no vacilará en derogar a libro cerrado la ley
cerrojo, dentro de muy pocos meses, para pagarle a los fondos buitre.
Seguramente, ya están negociando con el actual oficialismo el "quórum" y
los votos, en nombre de las "políticas de Estado”. No sólo
reivindicamos nuestra presencia y nuestro voto en la sesión del jueves:
alertamos contra la posibilidad de un bloqueo en el Senado y llamamos a
todos los compañeros y organizaciones obreras que se movilizaron el
pasado jueves a estar alertas y a asegurar, con la lucha, lo que ninguno
de los bloques capitalistas está dispuesto a garantizar.
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