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lunes, 11 de enero de 2016

Cresta Roja: defendamos todos los puestos de trabajo


Impidamos una versión agravada de los planes de Rasic
 
#Prensa Obrera 1396 | Por Pablo Heller 
 
La propuesta aceptada por la jueza, que adjudicó la empresa a un consorcio de tres empresas, está lejos de asegurar la continuidad laboral de los 5.000 trabajadores de Cresta Roja. 
 
El grupo empresario ganador de la licitación, encabezado por OvoProt SA (vendedores de huevo líquido y en polvo), se hará cargo de una “explotación transitoria” durante enero; en esa etapa “sólo se irán incorporando los empleados necesarios”, sin mayores precisiones. Sólo a los trabajadores que sean convocados a prestar tarea se le pagarán salarios adicionales a los 6.000 pesos que cobrará ese mes el resto del personal (La Nación, 30/12).
 
En otras palabras, el único compromiso firme del consorcio ganador se circunscribe a un mes. Enero será una suerte de banco de pruebas, en el cual los adjudicatarios decidirán si siguen o no con la inversión. OvoProt informó que, si el proyecto prospera, “el objetivo central es lograr la generación de puestos de trabajo para 100% del personal, lo que estimamos lograr cuando la faena alcance 400.000 pollos por día” (ídem). Esto, por ahora, no es más que una expresión de deseos. No hay ninguna precisión sobre la cantidad de personal que se iría incorporando, ni siquiera los plazos de ese eventual reingreso. Tampoco está claro si esa promesa difusa de reintegrar al 100 por 100 del personal incluye a todos los sectores o están excluidas las proveedoras de materias primas, parte de cuyo personal está tercerizado.
 
La resolución judicial dice que la empresa oferente “estima que la faena arrancaría en agosto de 2016 (si se dan las condiciones esperadas)”, lo que implica que no ingresaría ningún trabajador de Planta 1 y Planta 2 hasta esa fecha. Los trabajadores señalan que desde el momento que se retoma la alimentación de los pollos (ya arrancaron a trabajar en las granjas el 31 de diciembre pasado, según los delegados) en 65 días podría empezar la faena, por lo que no se explica por qué, para OvoProt, la faena arrancaría recién… en agosto. 
 
La nueva patronal arriesga poco y nada. No da un paso sin contar previamente con una red de seguridad. El riesgo recae por entero sobre los trabajadores, que no tienen la seguridad de volver a ocupar sus antiguos puestos de trabajo. La reconstrucción del complejo industrial reposa integralmente en los obreros de Cresta Roja. 
 
Tampoco se sabe quién va a hacerse cargo de los salarios y aguinaldos adeudados, y menos aún de la indemnización que les corresponde legalmente a los trabajadores. Si nos guiamos por experiencias anteriores, ello le sería imputado a la quiebra, lo que aumenta las chances de que no cobren un peso. El nuevo grupo inversor se hace cargo de los activos, pero quedaría liberado virtualmente de las deudas. Ya el gobierno de Macri y Vidal habían asegurado que el Estado -que es el principal acreedor- establecería un plan de largo plazo para el pago de las deudas de Rasic con el fisco, lo que asegurará que queden licuadas por la inflación. El macrismo le tiende una mano generosa a la patronal. Pero no actúa con la misma vara cuando se trata de los intereses de los trabajadores. El compromiso del Estado nacional del pago de los 6.000 pesos, a través del sistema de Repro, se circunscribe sólo a enero. Ese pago a cuentagotas, y que representa apenas un tercera parte del salario, apunta a quebrar el conflicto por el hambre y condicionar a los compañeros. De esa manera, preparan las condiciones para hacer pasar una salida leonina y perjudicial para los obreros de Cresta Roja.
 
La plata, sin embargo, para pagar las quincenas constituye un “vuelto”, si lo comparamos con las sumas multimillonarias que el gobierno acaba de otorgar a diferentes sectores patronales. 
 
Por una salida de los trabajadores 
 
Luego de meses de luchar contra los despidos y la rebaja salarial que intentaron llevar adelante los Rasic, hoy los trabajadores de Cresta Roja no pueden permitir “una salida a la Rasic agravada”. Cualquier solución que se arbitre debe tener como condición previa la estabilidad del 100% del personal, el respeto integral de los salarios y el convenio. Y, mientras se avanza en una solución satisfactoria y definitiva, la totalidad de los trabajadores deben cobrar integralmente sus remuneraciones. 
 
Los obreros de Cresta Roja -que son los principales afectados e interesados en la reapertura y reactivación de la producción- tienen derecho a participar de las tratativas, en igualdad de condiciones que el resto de las partes involucradas, y no recibir, como viene ocurriendo hasta ahora , “hechos consumados”. 
 
Se impone la necesidad de conformar un comité de seguimiento y control integrado en forma paritaria por representantes del Estado provincial y nacional, por un lado, y de los trabajadores, por el otro -tal cual está plasmado en la presentación realizada por el Partido Obrero y el Frente de Izquierda en el Congreso-, que debería velar por la continuidad laboral de los 5 mil trabajadores (estableciendo plazos de incorporación), el cobro regular del 100 por ciento de los sueldos, el reconocimiento de la antigüedad, el salario y el convenio, y la reactivación integral de la plantas y de toda la cadena de producción. 
 
Hay que elevar este pliego de reclamos al gobierno y al juzgado. Una próxima asamblea general debería evaluar la respuesta y determinar los pasos y el curso de acción a seguir. 
 
¡Viva la lucha de los compañeros de Cresta Roja! Ningún despido. Ni vaciamiento ni desguace. Que la crisis la paguen los capitalistas.
 

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Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

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