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domingo, 24 de enero de 2016

Economía macrista: Kirchnerismo al palo

  | Por Jorge Altamira 
 
En la versión clásica del llamado ajuste neoliberal, el macrismo hubiera debido debutar aplicando un ‘rodrigazo’
 
La devaluación del peso habría debido ser acompañada por la aplicación de un tarifazo en los servicios subsidiados y un corte del financiamiento del Tesoro por parte del Banco Central. El sentido de este choque habría apuntado a desvalorizar, inflación mediante, la deuda pública nominada en pesos, en especial los $400 mil millones que el Banco Central estaba debiendo a los bancos locales y fondos financieros. Habría servido, en hipótesis, para bajar los gastos sociales del presupuesto anual y aumentar la recaudación de impuestos. Es claro, sin embargo, que desde la campaña electoral el compromiso del macrismo, al igual que el del FpV, era diferente: era proceder a un ajuste que llamaron “gradual”. El nuevo gobierno ‘moderó la devaluación del peso por medio de una liberación gradual de las importaciones y un aumento enorme de la tasa de interés bancaria, que ya se encontraba en niveles elevados. Se armó de este modo una ‘bicicleta financiera’ para premiar el cambio de dólares por pesos y la colocación de esos pesos en el circuito financiero. Por otro lado, la financiación del Banco Central al Tesoro continuó en aumento en la misma proporción en que ha crecido el déficit fiscal. Debido a la caída del PBI medido en dólares, esto debido a la devaluación, el déficit fiscal ha crecido del 6 al 8% del producto nacional. La deuda del Central con los financistas locales se encuentra ahora entre $450 mil y 500 mil millones - a tasas de interés que van del 30 al 36 por ciento, y el crecimiento de los precios en diciembre-enero reciente se emparenta con el que tuvieron en enero-febrero de 2014. No sorprende que el ajuste ‘gradual’ se vea ahora criticado por la ‘ortodoxia’ neoliberal - con exclusión del halcón del ajuste frontal Carlos Melconian, que fue retribuido con una presidencia del Banco Nación. 

En principio, la política económica del macrismo se emparenta, en este primer mes, con la que aplicó Kicillof en enero de 2014, cuando devaluó el peso en un 30% y luego subió en forma brutal las tasas de interés internas. ¿Sería muy ofensivo calificar a los ejecutivos financieros del macrismo que manejan la economía del gobierno actual, como discípulos de Kicillof? ¿O para los K, calificarlos de maestros ciruela del macrismo? La semejanza se extiende más allá incluso, dados los reiterados intentos de Kici para colocar títulos públicos (en pesos y en dólares) para financiar el déficit público, que no prosperaron por los conflictos con los fondos buitres. Pero el kirchnerismo había hecho mucho para adelantarse a lo que ahora procuran Prat Gay y Caputo, cuando pagaron a precio de oro la indemnización a Repsol y la deuda acumulada con el Club de París, y entregaron a Chevron el yacimiento de Vaca Muerta mediante un acuerdo secreto de características expoliadoras. La similitud entre esta pareja despareja, Macri-K, se manifiesta también en sus necesidades políticas, pues uno justificaba frenar el ajuste con la intención de llegar vivo a las elecciones presidenciales que terminó ganando Macri, y ahora el otro explica su ‘gradualismo’ por la urgencia de llegar con aire a las parlamentarias de 2017. 

Las semejanzas no son, por cierto, identidades, y alguno podría señalar las diferencias entre unos y otros con relación al sector agrario. De todos modos recordemos: el autor K de la 125 es hoy embajador macrista en Washington - y una soja arriba de u$s 600 la tn no es la misma soja a punto de quebrar la línea de los u$s 300. El capital agrario, en estas condiciones, sigue reteniendo la cosecha de soja ¡como si no hubiera habido cambio de gobierno! - esto porque quiere un dólar más alto y retenciones menores; los monopolios cerealeros están pagando el poroto por debajo del precio internacional en pesos. La baja se acentuará como resultado del permiso otorgado por el macrismo a la “importación transitoria” de soja de Paraguay para completar la capacidad de producción de las aceiteras. En EEUU, los sojeros también retienen la cosecha en sus silos bolsa en un intento de levantar el precio internacional. La tendencia del mercado mundial no es incentivar la producción de soja sino des-incentivarla. Las cerealeras ya están especulando a la baja de la soja en los mercados de futuros. Una comercializadora internacional, Noble, está orillando la quiebra. La devaluación macrista deprecia el precio internacional del producto aún más.
La coincidencia Pro-K tiene que ver con el mandato que les envía la clase capitalista de restablecer los niveles de tasa de beneficio del capital, cuya caida se manifiesta en el parate de la industria. Estas tasas han caído por diferentes motivos: derrumbe de precios internacionales, agotamiento del consumo financiado; salarios en dólares mayores; resistencia a la flexibilidad laboral en las empresas. El peligro de un ‘shock’ es que desate un proceso de liquidación y quiebra de una parte elevada de ese capital, como ocurriría con la aplicación de un ‘rodrigazo’. Siguen en esto una tendencia internacional, que es rescatar al gran capital con dinero público - no viabilizar una quiebra generalizada. La otra explicación obvia es la conciencia común de toda la clase capitalista de que un ‘rodrigazo’ generaría una enorme rebelión popular. La versión oficial de esta política, por parte de unos y otros, agrega que se puede financiar una ‘transición’ sin recurrir a un choque por la abundancia de capital que la crisis mundial habria dejado ocioso. El macrismo no reuncia, sin embargo, a un ajuste, que por otra parte ya ha anunciado: las tarifas de servicios y transporte. El petrolero Aranguren dice que será también ‘gradual’ - una versión macrista de la “sintonia fina” nacional y popular. Los aumentos ya producidos en enero, del orden del 50 al 100%, excluyen a los capitalistas de la industria. Asimismo, continuará con la política de subsidios a las petroleras, del kirchnerismo, los cuales son pagados por los usuarios en forma directa (personales e industirales), y los previstos para la exportación, que saldrán del Tesoro. 

En estos términos, el macrismo pretende pasar del ‘desendeudamiento’ al ‘reendeudamiento’. O sea salir de la quiebra del financiamiento interno mediante un rescate internacional. En esto consiste el ‘regreso al mundo’. Pero el viaje de ida es caro. De acuerdo a Ámbito Financiero, ese endeudamiento externo sumaría, en 2016, otros u$s35 mil millones - que no incluyen los impagos a los acreedores que no pueden cobrar por el embargo de Griesa, ni tampoco el costo de un acuerdo con los buitres. No se trata de un ingreso de fondos sino de convertir en bonos las deudas no registradas con importadores y con empresas que deben girar dinero al exterior. Todo esto llevaría la deuda pública por encima de los u$s 300 mil millones, a intereses de usura. Macri está negociando un préstamo al Banco Central para que éste pueda operar en el mercado de cambios, o sea para especular con el dólar en función de los intereses dominantes. Por otro lado, las provincias, saldrían a buscar unos u$s 5 mil millones en el mercado internacional, esto cuando no están pudiendo pagar sus deudas acruales en pesos encarecidas encatecidas porque se ajustan a la cotización del dólar. El viaje de vuelta es más caro aún, porque los intereses de la nueva deuda externa serían del orden del 8% anual. La abultada liquidez internacional que justificaría salir a buscar un rescate financiero es un sofisma, entre otras cosas porque la liquidez disponible no es, en una economía de mercado, una cuestión de número o cantidad sino del desarrollo de la crisis, que así como la eyecta la retira. La nueva suba del oro, en días recientes, como consecuencia de las quiebras que suscita la caida del petróleo y materias primas, y la fuga de capitales de China, podría llevar a una sequía de liquidez, apenas después del diluvio.  

De un modo general, este esquema financiero retrotae a Argentina a la convertibilidad - porque la cotización del peso la determinaría su respaldo en dólares y no el equilibrio financiero propio. Es lo que intentó Kicillof a partir del pago en bonos a Repsol, que los revendió al JP Morgan con un descuento para éste y un beneficio para la española. En momentos en que el dólar se encarece en el mercado mundial, esta pseudo dolarización afectaría la rentabilidad del capital, que recibiría menos por exportaciones y enfrentaría importaciones baratas. El déficit fiscal se financiaría con distintos tipos de deuda, lo cual incluye más endeudamiento del propio Banco Central con el sistema bancario local. Este camino plantea, a lo largo de su recorrido, un ajuste que sería más severo cuanto mayor sea el hipotecamiento en ciernes. El momento de un estallido lo determinará, por un lado la evolución de la presente crisis financiera internacional, y por otro lado la evolución de la crisis política y la lucha de las masas en Argentina.
Este análisis explica las coincidencias de la oposición con el macrismo y los límites insalvables de la oposición que busca conducir CFK. Mario Blejer, Miguel Bein, Carlos Marangoni, Roberto Lavagna han declarado que Scioli o Massa habrian hecho lo mismo. La operación de rescae del Banco Central por medio de un préstamo contra garantía de deuda pública a cargo del JP Morgan, el Deustche y el Santander había sido aprobada por el sciolismo en la campaña electoral. Nadie, en el campo político capitalista, quiere asumir la responsabilidad de patear el tablero, o perder su base capitalista. Por eso, Vidal logró pasar su gigantesco endeudamiento en Provincia y el camporismo se abstuvo ante el pase de la Federal a la Capital. Los grupos capitalistas K piden rescate - desde Báez y Cresta Roja hasta YPF hasta Szpolski y Alicia Kirchner. La burocracia sindical ha llegado a un arreglo sobre el pago de deuda a las Obras Sociales y se avendrá a un ‘pacto social’, siempre que el estado de las masas se lo permita.  

En una etapa como la que se proyecta es un crimen confundir los campos - hay que delimitarlos más que nunca.

Fuente: http://www.po.org.ar/prensaObrera/online/politicas/economia-macrista-kirchnerismo-al-palo

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Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

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