8 de febrero de 2016
| Por Miguel del Plá
Como dice Cristina “no fue magia”, es el balance ruinoso de 25 años de la era K en la provincia.
Lázaro Báez “abandona” sus empresas
dejando miles en la calle, las petroleras ajustan gastos y producen
despidos hormiga; las represas del río Santa Cruz y el acueducto para
Caleta y la zona norte han sido puestas en “terapia y con pronóstico
reservado” por el gobierno Macri, En Río Turbio las justas denuncias de
corrupción serán utilizadas para bloquear las inversiones necesarias. De
conjunto, se paraliza la obra pública y los salarios estatales que
vienen por el piso enfrentan una paritaria contra un gobierno que dice
no tener un peso.
Estallido
A Alicia Kirchner los conflictos le estallan por todas partes, y debió
retroceder en sus primeros intentos ajustadores con los despidos de
contratados que se están negociando caso por caso, y manteniendo siempre
la precarización. Es el caso de la Fundación en Caleta Olivia, a la
que ha debido sostener… sólo por ahora.
Alicia insistió con el pedido de la gendarmería de Macri para controlar
los cortes de ruta de la UOCRA, movilizó a la policía provincial y
reclamó amargamente contra Lázaro (a quien le cortó todas las obras y
pidió el cese de las concesiones otorgadas por Vialidad Nacional). A su
vez, acusó a la UOCRA de actuar por razones políticas contra su
gobierno. Los piquetes se han trasladado reiteradamente de las rutas a
la Casa de Gobierno. Ahora, se firmó un acuerdo provisorio con
compromiso de pago para el 10 de febrero.
El carácter rabiosamente capitalista del gobierno de La Cámpora ha
quedado confirmado con la anulación del impuesto minero que había creado
Peralta, aún cuando nunca lo pudo cobrar. Con las petroleras ha hecho
un “acuerdo de paz social” que incluye a la burocracia de Vidal, pero
que ya han amenazado quebrar Sinopec ante los cortes de ruta de la
UOCRA.
Comparado con 1991, cuando Néstor asumió la gobernación y gobernó con
mano de hierro aplicando la “emergencia”, los presentismos, el 70 % de
los sueldos en negro y el ingreso de “planes” como empleados
provinciales, su hermana resulta apenas una caricatura. No tiene por
delante -como tuvo Néstor- el cobro de un juicio millonario por
regalías. Más importante aún es que el pueblo santacruceño pasó por las
jornadas del 2007, donde recuperó paritarias, convenios de trabajo,
blanqueó todo el personal y toda la nómina salarial. También hubo un 29
de diciembre de 2011 donde la movilización derrotó una reforma
jubilatoria peor que la que acaba de aplicar Bertone en Tierra del
Fuego.
Alicia ha perdido el control del aparato de salud paralelo que había
creado desde el gobierno nacional, en su puja con Peralta. Tampoco
controla YPF, Yacimientos Río Turbio, Vialidad Nacional, ANSES, y el
Banco Nación locales, todas plataformas de desembarco de la UCR-PRO.
Hasta la jueza federal K de Río Gallegos, Askenazi Vera, acaba de ser
desplazada del cargo que subrogaba.
Cinco de las más importantes Intendencias han pasado a manos radicales o
de sus aliados, entre ellas todas las de la franja petrolera, además de
Río Gallegos. Como prueba de que el ajuste tiene todos los colores, el
intendente radical de las Heras despidió 33 trabajadores, a los que
luego retomó ante las protestas pero sólo como monotributistas.
La burocracia sindical
Las burocracias sindicales, otrora grupos de choque de los K y Peralta,
se encuentran en avanzada descomposición. El caso emblemático es la
UOCRA, chocando con el gobierno, con peleas de fracciones, y una fuerte
iniciativa del SITRAIC. En petroleros, Vidal ha perdido la mayoría de
los cuerpos de delegados de Las Heras y la mitad de su propia comisión.
Ante este cuadro, Vidal le ha pedido un salvavidas a Moyano.
La propia AOMA (mineros) no las tiene todas consigo. Su dirigente, que
fracasó como diputado en las listas de Peralta, afronta serios
conflictos en las empresas y un principio de crisis interna. Un triunfo
importante de las bases fue la huelga de Cerro Vanguardia en enero,
luego de un accidente que casi le cuesta la vida a un compañero. Se
logró el desplazamiento de varios jefes y la reparación de las máquinas
que sólo salieron de nuevo a trabajar luego de ser inspeccionadas por
los delegados y la Secretaría de Trabajo.
En resumen, el ajuste que intenta Alicia Kirchner enfrenta a un movimiento obrero con una fuerte tradición de lucha.
Paritarias
Ni los docentes han sido aún convocados a discutir salarios. El gran
desafío son las paritarias y la capacidad que tengan los gremios
estatales para desarrollar una lucha de conjunto. La CTA, la ADOSAC
tienen la gran responsabilidad de articular esta lucha decisiva, en un
cuadro de aumento del costo de vida donde la carne roza los $ 250 en
varios cortes. Un empleado público gana entre 7000 y 9000 pesos de
bolsillo y un maestro de grado poco más de 11000. Son cifras
incompatibles con el costo de vida que está bien por encima de los $
20000 en la provincia. Hasta Luz y Fuerza está movilizado por falta de
pago de premios anuales.
Es que la clase obrera santacruceña enfrenta el ajuste provincial y
nacional, que afecta los puestos de trabajo y los salarios. En los
primeros escarceos de esta nueva situación los trabajadores hemos
mostrado capacidad de movilización, pero no existe organización que
pueda hoy canalizar un reclamo de conjunto. Se trata de crearla en el
camino de las propias paritarias, uniendo la pelea por los puestos de
trabajo.
Programa y tareas
Todas las conquistas están en peligro. La Coordinadora Sindical
Clasista ha planteado la necesidad de un Plenario de Trabajadores, para
plantear un programa y un plan de lucha de conjunto ante la crisis que
nos quieren hacer pagar una vez más a los asalariados.
Un programa deberá incluir en primer lugar la lucha por un salario que
cubra la canasta familiar para todos y la defensa de los puestos de
trabajo y los convenios vigentes.
Ante la crisis de Austral, Kank y Costilla, proponemos la expropiación
de los bienes mal habidos de Lázaro Báez, la investigación de todos los
negociados y la creación con esa maquinaria de una empresa constructora
provincial bajo control de los trabajadores.
También se deberá plantear la exigencia de las obras necesarias para el
futuro de la provincia como el acueducto de la franja norte o las
represas en el río Santa Cruz, así como la continuidad del
emprendimiento minero-energético en Río Turbio, que debe ser gestionado
por los trabajadores y la población de la cuenca.
La crisis petrolera de fines de los 90 derivó en la entrega final a
Repsol, la desocupación masiva y más tarde las prórrogas de los
contratos. La actual plantea la necesidad de que se abran los libros de
las operadoras y es una oportunidad de que el estado se haga cargo de
los equipos y los ponga a funcionar bajo control obrero, caso contrario
repetiremos el desangre ya conocido.
En muchos municipios se han atrasado los pagos de sueldos y han
despedido contratados. Vamos por paritarias libres en cada pueblo y para
frenar todos los despidos y blanquear los trabajadores en negro.
La criminalización de la protesta se ha extendido en Santa Cruz, desde
hace más de una década. Debemos lograr la absolución de los condenados
de las Heras y de los de ATE. Hay numerosos juicios pendientes al
respecto y es otro eje de lucha inmediato.
La experiencia kirchnerista en el extremo sur de la Patagonia se trató
simplemente de una plataforma de negocios y corruptela, que ha terminado
en un notorio fracaso. La integración y la industrialización de estas
regiones será tarea de un gobierno de trabajadores, para lo cual
luchamos por desarrollar una alternativa política obrera en la
provincia. Defendamos las fuentes de trabajo, los salarios, los derechos
y las obras urgentes que necesitan nuestras comunidades del sur.
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