Un recorrido
por las posiciones de la izquierda brasileña frente a la crisis
demuestra que no ha logrado escapar a las presiones del régimen y que
oscila entre la capitulación ante el gobierno petista y la convergencia
con los planteos destituyentes de la oposición
El PSTU, por ejemplo, caracteriza que no hay un golpe en curso. “Lo que
está ocurriendo en este momento es una lucha entre dos bloques
burgueses: el bloque del gobierno del PT y el de la oposición burguesa.
Una lucha para decidir quién debe gobernar en este momento de crisis, y
aplicar con mayor eficiencia el ajuste fiscal de los banqueros” (23/3). Y
entienden al impeachment como “un mecanismo de la democracia burguesa
para que, en momentos excepcionales de la crisis, ellos puedan tirar un
presidente de manera controlada, dando paso al vice o al presidente de
la Cámara” (ídem).
Son más o menos los mismos argumentos que esgrime la oposición para
desmentir que exista un golpe. Por lo demás, está ausente una
caracterización del contenido de la disputa entre los bloques burgueses y
por tanto del alcance de la crisis. Como salida, el PSTU plantea la
consigna “Fuera todos”, “Fuera Dilma y Fuera Temer”, huelga general y
“elecciones generales ya”.
Las elecciones generales es el planteo esgrimido por la Folha de São
Paulo y otros sectores de la burguesía para legitimar al régimen
político frente a la pésima imagen de Temer-Cunha y poder acometer el
salto en el ajuste que está planteado -o sea que cumple un rol
reaccionario. Cuando trata de explicarse, el PSTU dice que a diferencia
de la Folha su planteo de elecciones es “para todos los cargos y con
reglas totalmente diferentes de las que rigen las elecciones hoy” (7/4).
Fuera de su envoltura izquierdista (huelga general, que se vayan
todos), el planteo del PSTU es tributario de una de las salidas a la
crisis que baraja el régimen. Las nuevas elecciones, de hecho, son un
planteo que podría recoger el propio PT -bajo la expectativa de un
triunfo de Lula- en caso de que el impeachment avance en el Senado.
La misma tónica tiene el planteo de nuevas elecciones que reclama
Luciana Genro, integrante del MES (emparentado con el MST argentino) y
última candidata presidencial del PSOL. Genro dice que “hace meses vengo
defendiendo que solamente convocando elecciones generales el camino del
impeachment sería evitado” (18/4), lo que parece un consejo al
gobierno.
Los diputados del PSOL votaron contra el impeachment en el Congreso,
pero el planteo de su Ejecutiva Nacional (18/4) no enfrenta el golpe
desde una perspectiva socialista sino desde la “lucha por la
democracia”, o sea la democracia burguesa. Son planteos de integración
al régimen. En oportunidad del último ballotage, el PSOL votó por
Rousseff.
El MRT, hermano del PTS, plantea la lucha contra el golpe y una
delimitación con el PT, pero desenvuelve como salida la Asamblea
Constituyente, la cual, en momentos donde la iniciativa la tiene la
derecha sólo puede potenciar la agitación golpista.
En el otro extremo opuesto al PSTU, que desacredita la existencia de un
golpe, grupos como Causa Operaria sostienen que la perspectiva del
golpe está presente desde hace años, por lo menos desde 2013. Esto es
simplemente desmentido por un hecho: el imperialismo votó por Rousseff
en las últimas elecciones. La amenaza del golpe ha servido para
enchalecar durante largo tiempo a sectores enteros de la izquierda
(incluyendo organizaciones de masas como los Sin Tierra y los Sin Techo)
detrás del lulismo. Si el PSTU plantea la existencia de dos bloques
indiferenciados, estos grupos se han servido del golpismo derechista
para justificar el más completo seguidismo al PT
Pero la lucha contra el golpe se debe realizar desde una perspectiva
socialista y exige una delimitación implacable del nacionalismo burgués.
Este debe ser desenmascarado ante las masas: Rousseff entregó toda la
línea de sucesión presidencial al PMDB, intentó acometer ella misma las
tareas de ajuste y hasta pocos días antes de la votación en Diputados
hizo llamados a los golpistas a un ‘pacto nacional’. Dilma ni siquiera
se ha atrevido a denunciar el intento de golpe en su contra en la ONU.
La CST, corriente interna del PSOL y vinculada con IS de Argentina, a
pesar de tener una caracterización semejante a la del PSTU, ha llamado a
conformar un “polo de oposición de izquierda” y propone “un plenario
sindical, popular y estudiantil, convocado por los sindicatos, centros
de estudiantes, federaciones estudiantiles, (y) agrupaciones sindicales”
(16/4) .
El planteo del PO de un Congreso de Trabajadores, para que los
trabajadores emerjan en la crisis como un factor político propio, ha
sido acogido en Brasil por Tribuna Classista.
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