Horacio Cao
es quien se encuentra a cargo de la Secretaría de Recursos Humanos del
gobierno fueguino.
Cao fue agente del Batallón 601 de Inteligencia del Ejército durante la
dictadura, donde actuó como “Personal Civil de Inteligencia (PCI)”. Su
nombre figura en los listados pubicados por la revista Veintitrés en
2010.
Cao cumple una función de primer orden en el ataque contra los
trabajadores de Tierra del Fuego, pero su labor es ad honorem. ¿Quién le
paga el salario para su sustento? El Ministerio de Modernización de
Andrés Ibarra, responsable de los 100 mil despidos en la administración
pública. Es una imagen elocuente de las relaciones incestuosas que
mantienen el gobierno macrista y los gobernadores kirchneristas.
El Batallón 601 -en el que también revistió otro buchón “célebre” de la
dictadura, el capomafia de la Uocra, Gerardo Martínez- se ocupó de
montar una red de infiltrados -civiles y militares- en sindicatos,
universidades, partidos políticos y organizaciones sociales. El Batallón
se encargaba de las tareas de inteligencia y sus hombres también
integraban las patotas que secuestraban a los compañeros.
A la salida de la dictadura, Cao también supo acomodarse en democracia.
Siempre trabajó en la administración pública. Fue funcionario de los
gobiernos nacionales de Menem y los Kirchner. Integró el gabinete del
sanjuanino Jorge Escobar, hasta su destitución en un juicio político por
corrupción en 1992, y formó parte de la intervención federal de
Santiago del Estero, en 2004, tras la caída de los Juárez.
Para Leonardo Gorbacz, jefe de Gabinete de Bertone, en los años de la
dictadura Cao “era muy joven”. Tenía aproximadamente la edad del ex jefe
del Ejército, César Milani, y del genocida Astiz, por citar otros casos
emblemáticos de jóvenes represores.
El caso de Cao pone de manifiesto, una vez más, la inacción del Poder
Judicial que, desde hace al menos seis años, conoce la nómina de
Personal Civil del Batallón 601. El juez federal Ariel Lijo lo consideró
un “enclave de la represión” y un “asociación ilícita”, pero no movió
un dedo para investigar y archivó la causa contra Martínez. Los Cao
nunca fueron ni siquiera llamados a declarar.
El ministro de Interior, Rogelio Frigerio, continúa negándose a recibir
a los organismos de derechos humanos del Encuentro Memoria, Verdad y
Justicia. Repudiamos la brutal represión policial y judicial que sufre
la huelga de los trabajadores fueguinos y exigimos la salida de este
personaje nefasto.
Fuera Cao. Viva la lucha del pueblo fueguino.
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