La tregua indefinida que la CGT le ha concedido al gobierno ha sumado a otros aliados: los “movimientos sociales” dirigidos por kirchneristas e “izquierdistas”, que han decidido ser la pata asistencial del ajuste oficial.
En vez de enfrentar el ajuste, censarán a los hijos de los ajustados.
En vez de pelear para que los planes sean salarios y puestos de trabajo, se aferrarán a la misérrima asistencia social que inventó el kirchnerismo -y recoge el macrismo- de cara a la pobreza generalizada que provocaron sus políticas.
Mientras tanto, progresan los tarifazos en la luz, los subtes y las naftas. Y de la mano de la crisis industrial, los despidos y suspensiones en las fábricas.
Este pacto contra el salario y el derecho al trabajo ha sido bendecido -literalmente- en el Vaticano. El precio que se cobra el clero por esta “concertación” reaccionaria es otra escalada contra los derechos de las mujeres.
A despecho de lo anterior, el clasismo, la izquierda y los luchadores pelean por quebrar esta tregua nefasta.
El 28, el Polo Obrero y otros movimientos piqueteros ganaron las calles por el derecho al trabajo y contra la miseria salarial.
Ese mismo día, el clasismo se movilizó para denunciar el pacto de la burocracia con el gobierno y las patronales, y plantear una perspectiva de lucha.
El 19 de noviembre, todos ellos, junto al Frente de Izquierda, irán a Atlanta para convertir a esa lucha en alternativa política.
Fuente:http://www.po.org.ar/prensaObrera/1434/politicas/pacto-contra-el-salario-y-el-derecho-al-aborto
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