Movimiento Evita
Los arquitectos mayores de la estatización del movimiento piquetero son
el Movimiento Evita -una organización sin tradición de lucha,
desarrollada a fuerza de prebendas por el gobierno “nacional y popular”-
y la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP),
creada a instancias de la Iglesia y con poderosos vasos comunicantes con
aquella.
En una prolongada cena con periodistas de la " revista Crisis” los
dirigentes de esta nueva burocracia piquetera -Emilio Pérsico y Fernando
“Chino” Navarro expusieron los fundamentos políticos de su accionar.
Para Emilio Pérsico, el protagonismo político del Evita se debe a “su
movimientismo, distante de toda pureza ideológica”, lo que de por sí
retrata al oportunista sin límites. Lo sustancial, sin embargo, está en
otra definición: “ni siquiera se trata de que nos den trabajo, sino que
queremos dignificar el que construimos”. De este modo, los firmantes de
la “emergencia social” que concedió tres años de tregua al gobierno,
declaran extinguido el reclamo fundante del movimiento piquetero en
lucha -“empleo genuino”, “pase a planta”-, oponiéndole la reivindicación
de la “economía popular” que, despojado de todo el marketing, son
planes sociales que someten a trabajadores a un régimen de explotación
por menos del salario mínimo. “Economía popular” que plantea, de por
vida, la precarización crónica de una parte de la clase obrera que se
convierte, a la vez, en ejército de reserva para los capitalistas.
“Si cae Macri…”
Un periodista preguntó lo elemental: si la unidad que propone el
Movimiento Evita no es funcional a la gobernabilidad y al propósito de
“moderar a los sectores más combativos”. Pérsico responde: “¿Es malo
construir gobernabilidad en la Argentina?”. Fernando Navarro “teoriza”:
“Lo que nosotros evaluamos es que si Macri se cae, esto gira más a la
derecha aún. Porque esto no es el ajuste de Espert, el de Sturzenegger,
no hay cien mil estatales en la calle, ni hay un dólar a veinte pesos,
como aspiraban algunos sectores”.
Sin ambigüedades: hay que apoyar a Macri porque es lo mejor dentro de
lo que hay. Por la misma razón no aventuran puerto político alguno: “no
nos expresa Massa… trataremos de hacerlo con el mejor candidato,
sabiendo que una cosa es derrotarlo en 2017 y otra definir quién va a
ser gobierno en 2019”.
Cruzada contra el movimiento piquetero
Siguiendo a CFK, que planteó que el mayor error de los jóvenes
peronistas de los ’70 fue enfrentar a la burocracia sindical -junto a
aquel otro de abandonar la Plaza de Mayo frente a la diatriba de Perón
en 1974-, Pérsico y Navarro exponen su propio “relato”. “Siempre que
hubo desequilibrio y desestabilización en la Argentina fue porque los
trabajadores no estaban unidos. Sucedió en los ’70, cuando las
Coordinadoras de Gremios en Lucha pasaron por encima de la CGT,
voltearon a un ministro y casi voltearon al gobierno. Pasó también en el
año 2000, cuando las organizaciones sociales no tenían representación
ni unidad”.
Esta rabiosa declaración de fe en defensa del gobierno de la Triple A y
de la burocracia sindical pretende enterrar al movimiento piquetero
como expresión de lucha e independencia de la burguesía. Si los
ministros de Trabajo e Interior de Duhalde y de Kirchner llamaban a la
burocracia a movilizarse en contra de los piqueteros, la nueva alianza
vaticana llama a abrazarse con aquella contra sus expresiones clasistas e
independientes.
La organización masiva de los desocupados, de eso trata el movimiento
piquetero, significó una tentativa anticapitalista gigantesca para
reconstruir a la clase obrera frente a la desocupación masiva que impone
la bancarrota capitalista. Sus direcciones independientes, como el
Bloque Piquetero o la Asamblea Nacional de Trabajadores, son
continuadores de aquellas Coordinadoras que “pasaron por encima de la
CGT” y de las masas que impusieron la expulsión de los López Rega por
medio de la huelga general, surgida en oposición a la burocracia
sindical.
Esa es la historia que vamos a defender.
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