Gran movilización contra Cristian Aldana
La detención de Cristian Aldana, cantante de El Otro Yo, es un quiebre
ante la impunidad reinante para los abusadores y violentos en nuestra
sociedad. Ello fue posible gracias a una intensa campaña y movilización
por parte de sus víctimas y quienes acompañamos su reclamo.
Aldana está detenido a pedido de la Fiscalía N° 38, a cargo de la
doctora Betina Vota, y la investigación quedó radicada en el Juzgado de
Instrucción N° 17. En mayo de este año, la Unidad Fiscal Especializada
en Violencia contra las Mujeres había presentado una denuncia penal
contra el cantante por distintos hechos que podrían abarcar los delitos
de abuso sexual agravado y corrupción de menores.
En abril de este año cobraron amplia difusión las denuncias hacia el
cantante por casos de abuso sexual. Los testimonios de Mailén y Rocío
contra el cantante de La Ola que Quería ser Chau, viralizados por las
redes sociales, fueron seguidos por una catarata de denuncias similares
en el grupo de Facebook “Víctimas de Cristian Aldana”, que incluye a
menores de edad, como su ex novia Carolina Luján, que comenzó su
relación con él cuando apenas tenía 13 años. A la movilización en las
redes le siguió la organización y movilización callejera. Junto con las
víctimas, sus amigos y familiares, distintas organizaciones nos
concentramos en Plaza de Mayo en un acto de rechazo y de denuncia,
instalando ante la opinión pública el flagelo de los abusos en el mundo
del rock. Luego se sucedieron nuevas movilizaciones. Meses después se
conoce la noticia de la prisión preventiva por las denuncias penales.
Desde el momento en que se hicieron públicas las denuncias, la
respuesta de Aldana fue la provocación. Primero, salió al cruce desde su
Facebook, victimizándose y denunciando “mendacidades y falacias” en su
contra, para luego salir directamente a la calle a confrontar con las
mujeres que nos movilizábamos para denunciarlo. Ante una marcha en su
contra con la consigna “Ya no nos callamos más", Aldana se presentó
vestido de monja en la Avenida 9 de Julio, cantando que "el amor vence
al odio”.
Aldana presidía la organización kirchnerista Unión de Músicos
Independientes, cargo del que debió tomarse licencia ante la conmoción
que generó el conocimiento de que era un abusador. Aldana era un modelo
de joven K dentro del rock, en 2013 fue candidato a legislador porteño
en las listas del FpV.
En nuestra sociedad, los abusos son una aberración mucho más extendida
de lo que se conoce y la regla general es la impunidad de los
abusadores. Con la denuncia a Aldana se busca visibilizar la extensión
de este flagelo en el mundo del rock, aunque, por supuesto, no es
patrimonio exclusivo de este ámbito. El abuso de poder y el sentimiento
de superioridad del hombre, junto con la satisfacción perversa en
humillar a la mujer, son la lógica que prima en estas situaciones de
violencia. Vivimos en una sociedad que educa en estos valores en
distintos ámbitos de la vida en mayor o menor grado. Hay un Estado
responsable, que impulsa el desprecio y el sometimiento de la mujer, así
como de un régimen social que es una fábrica de abusadores y violentos.
Contra este estado de cosas, irrumpieron las masivas movilizaciones por
#NiUnaMenos y el paro nacional de mujeres.
El reclamo por justicia para las víctimas de Aldana es un grito de
lucha contra los abusos y la violencia. Debemos seguir movilizadas para
evitar la impunidad y que este caso sirva para alentar a más mujeres a
denunciar y superar la situación de violencia en la que están inmersas.
Contra todo tipo de violencia hacia las mujeres, vamos por un nuevo paro
nacional el próximo 8 de marzo.
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