"No compre Clarín"
La gran jornada de lucha impulsada por los obreros de AGR frente a la
planta de Zepita-Clarín, donde se imprime el diario, culminó cerca de
las 7 de la mañana con un balance más que positivo. En palabras de Pablo
Viñas, secretario general de la Comisión Interna, "los diarios no
salieron. Éxito del abrazo solidario por los obreros de AGR. Gracias a
los camioneros de base. Unidad de los trabajadores".
La envergadura de los tres piquetes desarrollados por las
organizaciones que acompañan a los obreros empujó a los choferes de los
camiones -en un acto de solidaridad obrera- a tomar la decisión de no
trasladar el material. Otros camiones no pudieron cargar los ejemplares.
Al amanecer, un contingente de choferes se retiraba de la planta.
A primeras horas de la mañana, el diario no podía conseguirse en varios
barrios de la Capital y no llegó a numerosos puntos del interior del
país. Finalmente, sólo un operativo con camionetas alquiladas permitió
su distribución tardía en la ciudad de Buenos Aires. En varios lugares
del Gran Buenos Aires la edición tampoco llegó o hubo fuertes faltantes.
El abrazo a la planta Zepita fue acompañado del lanzamiento de una
campaña que llama a no comprar aquellas publicaciones que la patronal
está desviando a otros talleres con el propósito de quebrar el
conflicto. Entre ellas se encuentra la revista Viva, que acompaña la
edición dominical de Clarín.
En las primeras horas de la jornada de lucha, el hashtag
#NocompresClarin se transformó en la primera tendencia nacional en
Twitter y la campaña encontró un amplísimo eco popular. La revista
Barcelona se plegó ese mismo sábado a la campaña.
Frente a Zepita se desarrolló un acto donde hablaron referentes obreros
del Sutna, aceiteros, Suteba La Plata, ferroviarios, AGD-UBA, Naranja
Gráfica, la Línea 60 (estuvo presente la mamá del chofer David Ramallo,
que murió en un accidente como resultado de la negligencia patronal), de
Amsafe Rosario, Sitraic, Ademys, No Docentes, telefónicos, de la
Comisión Interna de Canal 7, Editorial Perfil, Alicorp, Pilkington,
Ministerio de Hacienda, entre muchos otros. Cerraron el acto las
compañeras de la Comisión de Familiares, que están cumpliendo un rol
organizativo clave en el conflicto. Casi todas las organizaciones
sociales y piqueteras de la Villa 24 participaron de la acción, en la
esquina de Luna y Zepita.
Una semana más tarde, la redacción del diario de Héctor Magnetto
abandonó las tareas a las 15 horas del sábado por una decisión de la
dirección. La patronal del grupo Clarín ordenó adelantar el cierre de
modo escandaloso para que su producto saliera el domingo a la hora
habitual. Una estafa a los lectores. El cierre adelantado de la edición
de Clarín fue acompañado por la militarización de la planta de Zepita.
Un verdadero operativo de guerra se materializó en el barrio de
Barracas. Operativo que también se mantiene con retenes en los
alrededores del diario Clarín en la calle Tacuarí.
Reapertura del cierre trucho de la planta de AGR Clarin y reincorporación de todos los trabajadores
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