Jueves 19, a las 15.30, a Plaza de Mayo junto al Encuentro Memoria Verdad y Justicia.
1. El hallazgo de un cuerpo en el Río Chubut, a metros de donde se produjo la desaparición forzada de Santiago Maldonado, ha colocado en vilo al país y, principalmente, a todos los que hemos luchado por su aparición con vida. Con independencia de que el cuerpo pertenezca o no a Santiago, hay dos cuestiones que ya están definitivamente claras: primero, la responsabilidad oficial en la represión que condujo a su desaparición forzada y, luego, el férreo operativo de encubrimiento con el cual se buscó eludir aquella responsabilidad. Es imposible no recordar, en este momento, el reguero de versiones oficiales dirigidas a culpabilizar y desprestigiar a la comunidad mapuche y al propio Maldonado. Entre ellas, las que daban a Santiago en pueblos de Entre Ríos; viajando a dedo por el Sur, escapando a Chile o en un enfrentamiento con puesteros de un campo de Benetton. Quien salió a refritar estas mentiras ha sido nada menos que Elisa Carrió, quien, en el debate de candidatos de la CABA, agitó la “probabilidad de que Santiago esté en Chile”. La miseria política de la principal candidata porteña no es un exabrupto, sino el resultado de una línea oficial.
2. La comunidad mapuche y los organismos de derechos humanos de la zona
denunciaron que el cuerpo que apareció a pocos metros de donde ocurrió
la represión de Gendarmería el pasado 1 de agosto fue ´tirado´ en el
lugar. Abona esta grave denuncia el hecho de que la zona donde apareció
el cuerpo fue rastrillada ya en tres oportunidades y que es frecuentada
de manera permanente por los habitantes de la comunidad, razón por la
cual es imposible que de haber estado siempre en ese lugar no haya sido
divisado.
3. Mientras caían esas falsas versiones, se iban sumando las evidencias
de lo que hoy todos sabemos: que Santiago fue visto por última vez en
medio de una represión de la Gendarmería a la comunidad mapuche, y que
esa represión culminó con una persecución feroz a los manifestantes.
Pero principalmente, quedó de manifiesto la responsabilidad directa del
ministerio de Seguridad de Patricia Bullrich: su jefe de gabinete, Pablo
Nocetti, comandó directamente la represión en el sur. Luego, ese mismo
ministerio ocultó pruebas y marcó la cancha de la investigación
judicial, entonces a cargo del juez Otranto.
4. La desaparición forzada de Maldonado no es el exceso de un gendarme,
variante que el gobierno ha comenzado a agitar como escapatoria a su
propia responsabilidad. Por el contrario, esta represión es el resultado
de un vasto operativo internacional, dirigido a proteger, en Argentina y
en Chile, a los acaparadores de tierras y a los monopolios petroleros y
mineros que operan junto a la cordillera. Semanas antes de la
desaparición de Santiago, el presidente Macri y su par de Chile Bachelet
se reunieron en aquel país para “coordinar acciones” contra la
comunidad mapuche y sus aspiraciones de tierras. Enseguida, fue detenido
en Argentina Facundo Jones Huala, y comenzaron los aprestos represivos
en la zona de Esquel. Es en ese marco que se produce la represión y
desaparición forzada de Maldonado. Se trata de una política de Estado
que reconoce una continuidad en el gobierno anterior. La ley de tierras
del kirchnerismo convalidó la apropiación mal habida de tierras por los
Benetton y Lewis, y avanzó en la entrega de Vaca Muerta a monopolios
como Chevrón, cuya aprobación en la legislatura de Neuquén también fue
asegurada por una fuerte represión.
5. Al encubrir a la gendarmería y obstaculizar la investigación,
Patricia Bullrich se ha protegido a sí misma y a su gobierno. La frase
pronunciada por la ministra en el Senado ha sido reveladora. Detrás del
“no tiraremos a un gendarme por la ventana” está la confesión de que el
gobierno necesita de las fuerzas represivas para implementar su plan de
ajuste contra los trabajadores, las mujeres y la juventud. Lo que vale
para la comunidad mapuche vale también para el conjunto de los sectores
explotados.
6. Pero si hoy el encubrimiento se derrumba, es como resultado de la
inmensa movilización popular, que en dos oportunidades colmó la Plaza de
Mayo y varias capitales del país reclamando por la aparición con vida
de Santiago. En estos momentos decisivos, el Partido Obrero llama
redoblar esa movilización por el juicio y castigo a los culpables de la
desaparición forzada; y para que se vaya Patricia Bullrich, responsable
del operativo represivo y de su posterior encubrimiento. Con esa
convicción, llamamos a concurrir mañana (jueves), junto al Encuentro
Memoria Verdad y Justicia, a la Plaza de Mayo a las 15.30, en ocasión de
la ronda de las Madres.
Partido Obrero, 18.10.2017
Leer más:
No hay comentarios:
Publicar un comentario