El plan de guerra anunciado por Macri luego de las elecciones pone a
prueba al conjunto de las fuerzas políticas y sirve como un elemento
enorme de clarificación de cara a los trabajadores y al conjunto de la
población. Esto vale también para el Frente de Izquierda, que con el 1.2
millón de votos obtenidos reforzó su posición de referencia electoral
de la izquierda. El resultado del FIT, siempre según el punto de partida
de cada fuerza y las expectativas previas, fue balanceado como positivo
en contraste con el retroceso general de la oposición patronal,
empezando por el pejotismo-kirchnerismo, y ni qué hablar si se contrasta
con la desaparición del centroizquierda.
Punto de partida
El punto de partida para diseñar una intervención del FIT supone
dotarse de una caracterización correcta. Contra los que conjeturan que
la ofensiva de un gobierno de derecha atenúa las contradicciones en la
oposición y avalan un ´frente único´ entre la izquierda y el
kirchnerismo, destacamos que el intento de Macri de avanzar contra las
conquistas históricas de los trabajadores acentúa como nunca antes las
divergencias y la lucha política que de ellas se deriva.
No podría ser de otro modo, pues las fuerzas de la oposición patronal
son dependientes de la clase capitalista que hoy homogéneamente se
agrupa detrás del gobierno macrista. Este seguidismo ha quedado
debidamente plasmado en la firma de Alicia Kirchner al pacto fiscal de
Macri con los gobernadores, que tiene como piedra basal el
desmantelamiento del régimen previsional, la reducción de impuestos a
las patronales y su reemplazo por nuevos impuestazos contra los
trabajadores.
La burocracia nac&pop
Esta conducta del kirchnerismo en el plano político tiene su traducción
en el movimiento obrero. Las burocracias que se reclaman aún seguidoras
de la ex presidenta han estado a la cabeza de las peores entregas.
Aunque digan rechazar la reforma laboral, han firmado en sus respectivos
sindicatos convenios flexibles, como son los casos de Atilra y los
petroleros de Santa Cruz, y hasta el congelamiento salarial por dos
años, como hizo la UOM de Tierra del Fuego. Esta entrega de convenios y
de la paritaria anticipa que cualquier movilización que estos sectores
puedan hacer contra la reforma laboral será un evento aislado y de
contención.
Para el Frente de Izquierda esta caracterización es fundamental, porque
debe llevarlo a intensificar una lucha política por estructurar una
salida independiente de los trabajadores, evitando todo tipo de
seguidismo al nacionalismo decadente y en descomposición. El macrismo se
valió de estas limitaciones insalvables de la oposición para imponerle
su punto de vista a la población, conquistando así un triunfo electoral.
Ni el pejotismo-kirchnerismo ni el massismo pudieron oponer al programa
de ajuste del gobierno un programa de ajuste a los ajustadores. El
planteo de repudio a la deuda externa, de nacionalización del petróleo y
del conjunto de los recursos naturales, la nacionalización de la banca y
el control obrero de la producción sólo pueden ser enarbolados por una
fuerza obrera y socialista, defensora del gobierno de los trabajadores.
El Frente de Izquierda debe asumir este desafío lanzándose a una gran
campaña política.
El FIT y el movimiento obrero
Lo mismo vale para librar una lucha estratégica en el movimiento
obrero. El Frente de Izquierda debe movilizar al activismo
antiburocrático y clasista en los sindicatos, para desarrollar una lucha
a fondo contra el plan de guerra de Macri. Esta acción necesariamente
reclama una vigorosa delimitación política, combinada con la acción de
lucha de las posiciones conquistadas por la izquierda. Es lo que ha
hecho el Sutna, que ya anunció un paro para el día que se trate la ley
laboral en el Congreso, sin esperar a que la CGT convoque a uno. Lo
mismo ha ocurrido en las secciones de los Sutebas combativos. Sin
embargo, el FIT no actuó en común. Los compañeros del PTS se opusieron a votar un paro, si antes éste no era declarado por Baradel.
El PTS adoptó esta orientación conservadora en nombre del ´frente
único´. Pero la política de frente único es un instrumento de lucha
política, que nunca debe confundirse con el seguidismo a la burocracia o
al nacionalismo. De lo contrario, conduce a la neutralización de la
izquierda revolucionaria y del clasismo.
La cuestión del frente único, como siempre, debe comenzar por casa.
Antes de reclamar a los sindicatos una acción común, ésta debe ser
llevada adelante en la práctica por el propio Frente de Izquierda. El
desafío lanzado por Macri y su plan de guerra reclama una acción
enérgica del FIT como polo político independiente de los trabajadores.
Elevamos esta propuesta a la Mesa Nacional del FIT y la colocamos a
debate de toda la militancia y la periferia. Vamos a una gran campaña
contra el paquetazo reaccionario del gobierno, con una agitación y
propaganda común, y acciones de lucha que diseñemos a nivel nacional.
Fuente: http://www.po.org.ar/prensaObrera/1483/politicas/el-frente-de-izquierda-debe-tomar-la-iniciativa-contra-el-plan-de-guerra-de-macri
Fuente: http://www.po.org.ar/prensaObrera/1483/politicas/el-frente-de-izquierda-debe-tomar-la-iniciativa-contra-el-plan-de-guerra-de-macri
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