10 de enero de 2018
| Por Jacyn
Con el Encuentro Memoria Verdad y Justicia por la libertad de César y Dimas y de todos los luchadores, contra la criminalización y el ajuste. A las 17, desde Congreso.
El indulto a Miguel Etchecolatz –apenas disimulado bajo la figura de prisión domiciliaria– es inseparable de la escalada represiva del gobierno. La impunidad de los represores es un requisito indispensable para su accionar.
De los cuestionamientos a la cifra histórica de 30.000 detenidos-desaparecidos, la reivindicación de la “teoría de los dos demonios” y del fallo del 2x1 a la frase de Patricia Bullrich en el Senado, a raíz del caso Maldonado, de que no iba a “tirar a ningún gendarme por la ventana”, hay una línea política de fondo.
El ajuste del gobierno se apoya, de un lado, en la colaboración de los gobernadores –incluida Alicia Kirchner– y de la burocracia sindical; del otro, en la criminalización del movimiento obrero y la izquierda que salen a enfrentarlo. Ésta tiene su expresión más aguda en la injustificable detención de nuestros compañeros Dimas Ponce y César Arakaki y de otras cinco personas, encarceladas desde el 14 de diciembre, en un intento por aplicar el Código Penal a la lucha contra la reforma jubilatoria, como alguna vez propuso Aníbal Fernández, incluida la denuncia contra un grupo de diputados opositores. El gobierno dicta la estrategia jurídica del juez Torres, dirigida a regimentar la lucha contra la confiscación a los trabajadores y a perseguir a sus expresiones políticas.
Las acechanzas de las fuerzas federales ya se cobraron dos muertes en la Patagonia –las de Maldonado y Rafael Nahuel– y no hay un solo detenido por ellas. Por el contrario, el único gendarme imputado en el caso Maldonado fue ascendido de grado, en una nueva muestra de respaldo oficial.
La presencia de la infantería se ha convertido en una constante en los conflictos, ( igual que en el gobierno de Cristina Kirchner con Lear y Gestamp o de los trabajadores de la 60 bajo la represión de Berni ) desde los desalojos de las ocupaciones de AGR y PepsiCo y de los cortes de ruta de los azucareros del ingenio La Esperanza a su presencia intimidatoria en La TV Pública, en el piquete de Fanazul o en Envases del Plata, por señalar algunos ejemplos. La infiltración policial y las operaciones turbias de los servicios de inteligencia están a la orden del día, como se vio en el fraguado “atentado” montado la semana pasada en la central de policía para desacreditar al Partido Obrero y su lucha.
La convocatoria del Encuentro Memoria Verdad y Justicia a marchar a Plaza de Mayo este jueves recoge la denuncia contra estos agravios junto al apoyo a las luchas que los trabajadores están librando en todo el país contra las reformas antiobreras del gobierno y contra los despidos.
FOTO: Fede Imas
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2 comentarios:
¿Igual que en el gobierno de Cristina Kirchner? Así que es lo mismo dos o cuatro represiones en ocho años que quince por año. Así que es lo mismo matar que no matar.
Aclaro: estoy hablando de represiones de las fuerzas de seguridad nacionales, no las provincales. En las provinciales la cosa también empeoró (CABA, Jujuy, Neuquén), pero la responsabilidad de CFK es por las fuerzas nacionales. ¿Querés que te haga la lista de los treinta casos de represión de fuerzas nacionales o la vas a hacer solo?
Para vos es lo mismo una represión cada dos años que una cada dos semanas; debe ser lo mismo la orden de no reprimir ni siquiera con balas de goma del Ministerio de Seguridad (el mismo de Berni) que comprar quince millones de balas de goma; debe ser lo mismo guardar el único carro hidrante que comprar diez y sacarlos a la calle; debe ser lo mismo entrenar a los milicos para negociar con los manifestantes que para cagarlos a palos... y además darles armas que la Gestapo hubiera envidiado. Es lo mismo, quedate tranquilo; no te voy a quitar el placer de decir que todos los que no son ustedes somos mierda. No te voy a contradecir en tu esencial odio al partido que sí tiene el apoyo de la clase obrera a la que decís defender.
Andá a cagar.
Tengo que reconocerte algo: creí que me ibas a borrar el comentario anterior en menos de una hora, cosa que suele pasarme seguido en blogs que no son del palo (de mi palo). Espero que no sea porque terminaste la marcha en una comisaría, ojalá que no.
Saludos,
Marcelo
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