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jueves, 31 de agosto de 2017

Escalada bélica en medio de un enorme impasse

31 de agosto de 2017 | #Prensa Obrera 1472 | Por P. H.

Trump se tuvo que desdecir de sus promesas de retirarse de Afganistán y ha anunciado que “no hay fecha de salida”. Según funcionarios, eso allana el camino para aumentar los actuales 8.400 efectivos presentes en ese país. Esto significa que una de las guerras más largas en la historia se extenderá, ahora, una vez más. La amenaza se extiende a Pakistán, a cuyo gobierno Estados Unidos acusa de amparar a la guerrilla afgana. La represalia podrá empezar con un límite a la ayuda financiera y militar estadounidense. El discurso de Trump incluyó una advertencia a Islamabad (capital paquistaní): Estados Unidos está dispuesto a alinearse abiertamente con la India contra Pakistán en el largo conflicto entre las dos potencias nucleares del sur de Asia. Washington ha cultivado vínculos militares y diplomáticos con la India a lo largo de las dos últimas décadas e intenta transformar a ese país en un Estado de primera línea en la estrategia estadounidense de cercar y aislar a China.

¿Cuál es el cuadro de situación?

Más que un empantanamiento en Afganistán y en la región estamos ante un verdadero desmoronamiento del régimen títere de Washington. El avance talibán amenaza con repetir lo ocurrido en 1996, cuando las milicias fundamentalistas tomaron el poder (La Nación, 25/8). Además, el gobierno afgano está sumido en divisiones étnicas y políticas y en la corrupción, y controla menos del 60% del país, circunstancias similares a las que allanaron el camino para la toma del poder por parte de los talibanes veinte años atrás. “El mes pasado, cinco capitales de distrito cayeron en manos de los insurgentes, que ahora controlan 48 de los 407 distritos. Los distritos controlados por el gobierno apenas ascienden a 100, menos de un cuarto del total, mientras que el resto están disputados, en algunos casos controlados de día por el gobierno y por los talibán de noche” (SWS, 23/8).

“La alternativa es perder o no perder, porque lo cierto es que ganar ya es imposible”, dice James Dobbins, ex representante especial de Estados Unidos en Pakistán y Afganistán durante la presidencia de Obama. Washington ya no aspira a aplastar a los talibán y finalmente obligaría a los líderes rebeldes a aceptar una solución diplomática para el conflicto” (La Nación, ídem). En otras palabras: la escalada militar está al servicio de una salida negociada. Pero es necesario recordar que Obama intentó y fracasó con un enfoque básicamente similar. Lideró un esfuerzo aún más grande, que en determinado momento involucró a más de 100.000 soldados, un poder de fuego aéreo considerable, cientos de drones de la CIA y miles de millones de dólares en programas civiles, lo que acompañó las tratativas en el plano diplomático.

Más allá de las bravuconadas, Trump ha mantenido en el escenario internacional la política de compromisos y negociaciones que había enhebrado Obama, que, recordemos, fue violentamente denostada por el actual presidente. Siguen los acuerdos con Irán y un entendimiento, con sus sobresaltos pero entendimiento al fin, con Rusia en Siria; también el deshielo con Cuba y los acuerdos con la FARC en Colombia. La Casa Blanca está obligada a operar en el marco de un retroceso estratégico del imperialismo. No olvidemos que Estados Unidos ha sufrido una seguidilla de reveses, que culminó con la retirada de Irak y el compromiso de hacer lo mismo en Afganistán.

Queda por ver cuál es la magnitud del despliegue militar que Estados Unidos realizará. Hasta el momento, la Casa Blanca no ha dado a conocer el número de hombres que estarán comprometidos en la escalada ni tampoco las fechas programadas de su desembarco. Aunque el gobierno invocó razones de seguridad dirigidas a no brindarle información al enemigo, el hermetismo, como lo han destacado algunos analistas, tiene por destinatario al pueblo norteamericano, sensibilizado frente a guerras que se han extendido en el tiempo y han culminado en fracasos. El anuncio de la escalada militar en Afganistán, desdiciéndose de su promesa de terminar la guerra, constituye un golpe a la demagogia de Trump, socava su capital político cada vez más devaluado y, sin duda, dejará sus huellas entre los trabajadores y la población estadounidense.

Fuente: http://www.po.org.ar/prensaObrera/1472/internacionales/escalada-belica-en-medio-de-un-enorme-impasse

[Editorial] La responsabilidad del Frente de Izquierda

31 de agosto de 2017 | #Prensa Obrera 1472 | Por Marcelo Ramal


En las vísperas de la segunda fase electoral

El anuncio de una ajustadísima victoria del kirchnerismo en Buenos Aires era previsible, ello después de la alevosa manipulación del gobierno en las horas posteriores al comicio. Pero Cristina Kirchner se servirá de estos resultados definitivos para relanzar su campaña con un viraje: según informan los diarios, la “segunda fase” será de la mano de los intendentes pejotistas, con quienes ha venido reuniéndose en los últimos días. La campaña “ciudadana” ha mostrado sus límites, y CFK está obligada a sincerar lo que siempre estuvo presente -a saber, que el armado de su frente político reposaba en el viejo aparato del PJ bonaerense, el mismo que viene pactando con Vidal el ajuste en los municipios. El apartamiento de la sigla partidaria en la provincia fue un episodio excepcional, ya que CFK no podía admitir que su caudillaje personal fuera desafiado en unas Paso. Pero en Capital, Santa Fe o Mendoza, el cristinismo participó desde el vamos en los armados pejotistas.

Senado

Junto con el acercamiento a los intendentes, ha comenzado a debatirse el rol de CFK en el futuro Senado: sus laderos en la Cámara alta, como el neuquino Fuentes, reclaman para Cristina la jefatura del futuro bloque del FpV. Con ello ratifica lo que habían anticipado otros voceros kirchneristas -la integración de CFK al bloque de senadores que ha sido, en este año y medio, un respaldo crucial para la aprobación de las leyes macristas. Sin embargo, los números no le son favorables para ese liderazgo: según La Nación, los senadores “no cristinistas” del FpV sumarían 25, frente a unos diez que seguirían a la ex Presidenta. La “unidad” que pregona la señora Kirchner, en este caso, la dejaría subordinada a los Pichetto. La cuestión del futuro Senado se cruza con otro punto estratégico del régimen que tendrá lugar después de octubre: el gobierno prepara una reforma fiscal cuyo eje es liberar de cargas impositivas al capital, en particular, de aquellas que dependen de los tesoros provinciales. Ello deberá compensarse con un mayor ajuste en los distritos, por un lado, y nuevos impuestos sobre el consumo, del otro. El gobierno está condicionando nuevas autorizaciones de deuda a las provincias a un nuevo pacto de “responsabilidad fiscal”, que ate a los gobernadores -y a sus representantes en el Senado- a esta nueva vuelta de tuerca contra los explotados. En el mismo paquete de negociación aparecerán aspectos de las reformas laboral y jubilatoria, con el otro actor de la crisis del peronismo que es la burocracia sindical, cuyos lazos son comunes al kirchnerismo y al resto del PJ. O sea que mientras CFK acentúa su demagogia antiaujuste, debate su rol con los mismos senadores pejotistas que conforman el núcleo de la actual -y futura- coalición del ajuste.

¿Polarización?

El resultado electoral ajustado ha servido también para reforzar una tentativa de polarización electoral, que -por ahora- celebran los dos bandos en pugna. El kirchnerismo piensa que esa polarización lo dejaría en un lugar privilegiado dentro de la disputa al interior del peronismo, ello, en medio de las derrotas de numerosos caciques históricos del pejotismo. El gobierno, por su parte, confía en que la polarización volcaría a su favor a una parte decisiva de los votos del massismo, lo que permitiría doblegar al kirchnerismo en octubre. Una derrota de los K en esos términos prepararía las condiciones para una capitulación más amplia de los “nacionales y populares” en la nueva fase del ajuste, en nombre de que “las condiciones no dan”.

La polarización, sin embargo, es sólo una de las variantes del escenario electoral. La pugna de los dos bandos, en el curso mismo de la campaña, puede tener consecuencias explosivas para ambos, en términos de choques y de disgregación política.

Por lo pronto, tenemos la crisis desatada en torno de la desaparición de Santiago Maldonado, que pone en la picota al esquema represivo armado por Macri-Bullrich. Desde el vamos, el gobierno se encontró, por un lado, con la descomposición de los aparatos tradicionales de represión -la Federal, la Bonaerense- y por el otro, con la necesidad de contar con dispositivos represivos para emprender el ajuste. Para afrontar esa contradicción, colocó a la Gendarmería como el eje del nuevo andamiaje represivo, acentuando de ese modo el lugar que había comenzado a jugar bajo Berni-Garré-Kirchner. Pero la detención-desaparición de Maldonado coloca en la picota a esa fuerza represiva. Y de un modo general, a la orientación de reinstalación de los represores que se puso de manifiesto con el decreto de autonomía de las Fuerzas Armadas de mediados del año pasado, con el 2x1, los desalojos violentos de fábricas ocupadas y otras medidas similares. Por la falta de respuestas en el caso de Maldonado, el debut de la campaña oficial podría coincidir con una crisis de gabinete. En esa línea, unimos al reclamo por la aparición con vida de Santiago el planteo de “fuera Patricia Bullrich”, responsable y encubridora de los represores.

Del lado del kirchnerismo, la campaña estará recorrida por una escalada de causas judiciales contra Cristina y su gabinete, comenzando por Julio De Vido. El juicio de Once tendrá lugar en estas semanas y volverá a colocar en la picota al entramado de negocios que tuvo como telón de fondo al vaciamiento ferroviario, a costa de los usuarios y de la precarización de sus trabajadores. El kirchnerismo, comprometido hasta la médula en esta hipoteca de muertes, sólo podrá mirar para otro lado ante esta ofensiva judicial. Es necesario que intervengamos con una política de movilización, en reclamo por el juicio y castigo a los responsables políticos que incluyen a De Vido especialmente, y destacando los múltiples vínculos que unen al régimen de corrupción y negociados que encarna aquél con los socios del macrismo, como Calcaterra y otros. El gobierno está dividido frente a la escalada judicial contra los K: los que vacilan en ir a fondo contra Cristina apuestan, por un lado, a infringirle primero una derrota electoral. Pero temen que una revulsión profunda de los chanchullos del gobierno anterior termine echando tierra -como de hecho ya ocurre- sobre el macrismo. El periodista Alconada Mon reveló que los mismos trianguladores financieros que pagaban en Brasil las coimas al clan de Vido alimentaban los giros de Gustavo Arribas, el actual jefe de espías del gobierno Cambiemos. Como se ve, la campaña electoral no será un paseo, comenzando por aquellos que pretenden monopolizarla.

El lugar del Frente de Izquierda

El escenario que aquí presentamos destaca la enorme responsabilidad política del Frente de Izquierda y de los términos de su campaña. La campaña electoral es una lucha política viva, las cosas no están preestablecidas ni congeladas en el resultado de las Paso. La tentativa de polarización debe ser enfrentada con una política de delimitación y desenmascaramiento de los bloques capitalistas en pugna. Pero muy especialmente del kirchnerismo, que se presenta ante el electorado popular como “la única opción efectiva contra el ajuste”. No se trata solamente de las conquistas parlamentarias que pretendemos defender y acrecentar, y que se pondrán en juego en estos dos meses. Se trata también del lugar que deberá jugar la izquierda y la parte más avanzada del activismo obrero en el período político que tendrá lugar después de octubre. La pretensión de llevar ese voto al kirchnerismo no sólo conduciría a una desmoralización política de los luchadores, como resultado de las propias elecciones o del curso posterior. Es, además, una operación política dirigida a borrar el intenso proceso de delimitación y lucha que tuvo lugar bajo los gobiernos kirchneristas, y que fue el escenario de conquistas de sindicatos, comisiones internas, organizaciones estudiantiles y territoriales. El origen y desarrollo del Frente de Izquierda es inseparable de ese proceso, que tuvo su momento culminante en la lucha por llevar a la cárcel a los asesinos de Mariano Ferreyra.

Esa lucha debe ponerse a prueba en esta segunda fase de la campaña electoral. La delimitación de los ajustadores macristas, del kirchnerismo y de las demás variantes capitalistas debe tener lugar en la confrontación con los grandes problemas de las masas: la reforma laboral que se prepara, los ataques jubilatorios, la tentativa de degradar la escuela secundaria, la corrupción estatal que envuelve por igual a los De Vido-Kirchner como a los Calcaterra-Macri; la lucha por el aborto legal, seguro y gratuito, frente a la cual no hay “grieta” entre Carrió-Bullrich y CFK. Es necesario explicar, en todos y cada uno de los puntos de la agenda popular, que sólo el voto al Frente de Izquierda le abre una perspectiva a esas reivindicaciones cruciales. Sobre esa base, tenemos que convocar a todos los votantes de quienes no pasaron las Paso -la mayoría de izquierda o centroizquierda- y también a quienes votaron por las candidaturas principales a que reexaminen su voto. La asunción de estas bases políticas de campaña, por parte del FIT, debe reforzar una política de frente único en todos los planos -spots comunes, actos y recorridas comunes en los distritos. En particular, resaltamos la importancia de convocar a un congreso o plenario del movimiento obrero y la izquierda, para discutir un programa y un curso de acción frente al ajuste que ya se viene aplicando y el paquete de medidas que se prepara y comprometer, asimismo, al activismo obrero y al clasismo en la lucha electoral. El kirchnerismo no puede ni debe infisionar los sindicatos e internas recuperadas -su “lugar sindical” es el de la burocracia que sostiene, en sus diferentes matices, un acuerdo estratégico con el gobierno del ajuste. Dirijámonos a todo el pueblo a explicar que “al ajuste, le hacemos frente con la izquierda y los trabajadores”. 
 


Foto:  Sebastián Baracco
 

miércoles, 30 de agosto de 2017

La patria contratista (y coimera) y la "avenida del medio"

24 de agosto de 2017 | #Prensa Obrera 1471 | Por Pablo Heller


El trío Massa-Lavagna-Margarita Stolbizer se arroga la bandera de la lucha contra la corrupción. La "avenida del medio" sería una batalla en simultáneo contra neoliberales y corruptos. Esta afirmación, sin embargo, no resiste un archivo.

No olvidemos que en plena crisis entre Kirchner y Lavagna, en 2006, que culminó con la renuncia de este último, los operadores kirchneristas ventilaron que, bajo la ley de “promoción de inversiones” -prohijada en 2004 por el ex ministro- unos 1.000 millones de pesos “fueron para clientes de la consultora de Lavagna, entre ellos, Alpargatas, Aluar, Celulosa, Fate, Siderar e YPF” (Página/12, 13/6/06). Es comprensible que Néstor Kirchner, a pesar de su costumbre, no haya salido a revolear esta denuncia desde la tribuna. No sólo porque Lavagna era su funcionario sino, principalmente, porque el festival de subsidios prosiguió a todo trapo. Esto se extiende ahora al macrismo, con los Calcaterra y los Caputo. Nadie se salva. Todos han bebido -y beben- de la misma fuente de la patria contratista y coimera. 
 



Fuente:http://www.po.org.ar/prensaObrera/1471/politicas/la-patria-contratista-y-coimera-y-la-avenida-del-medio

El nacionalismo “indígena” y la Revolución Rusa (I)

24 de agosto de 2017 | #Prensa Obrera 1471 | Por Christian Rath

A propósito de un texto de Alvaro García Linera

Alvaro García Linera es el actual vicepresidente de Bolivia y protagonista, junto a Evo Morales, de la experiencia del nacionalismo “indígena” que va a cumplir diez años en el poder. García Linera es el autor de un extenso capítulo -Tiempos Salvajes…- de la saga de varios autores que, con el título “1917, La Revolución Rusa cien años después”, acaba de editarse en España. Es el impulsor, además, de una conmemoración en La Paz que tendrá entre sus invitados especiales a Pablo Iglesias, de Podemos.

La democracia, único camino

El autor plantea un dilema irresoluble. Quiere fundar la tesis según la cual “la contraposición entre revolución y democracia es un falso debate”. Para lograrlo está obligado a hablar de la democracia a secas, al margen de su naturaleza de clase. Ignora, de este modo que el régimen soviético fue la evidencia de la transformación de una revolución (democrático burguesa) en otra (proletaria socialista). Representó la máxima democracia para los obreros y los campesinos y, al mismo tiempo, la ruptura con la democracia burguesa -en la que el poder está siempre en manos del capital, ya sea que exista o no el sufragio universal- y la aparición de una nueva, democracia proletaria o dictadura del proletariado. Una de las creaciones que hace de la Revolución Rusa un producto universal.

García Linera fija una conclusión predeterminada y endereza o tergiversa todos los argumentos en función de ese propósito. La revolución (también a secas) es “la realización absoluta de la democracia porque la gente del pueblo, que anteriormente depositaba en 'los especialistas' la gestión de los comunes… ahora asume un involucramiento directo”. Lo que es una lucha aguda y violenta de clases se convierte, en las palabras del autor, en una suerte de kermesse, donde todos se funden en un mundo nuevo “con sus asambleas multiplicadas por todas partes debatiendo los temas de interés público” en las que se abre paso “la democracia deliberativa” en la que incluso la desigualdad “queda neutralizada porque está fusionada a la ejecución conjunta de lo deliberado”. El contenido de la revolución proletaria, que es la expropiación del capital, desaparece. Para pasar a un escenario que “hace de toda revolución -y las revoluciones latinoamericanas de principios de siglo no son una excepción- un hecho democrático por excelencia y pacífico por naturaleza”.

¿Y la toma del poder finalmente violenta, aunque escasamente cruenta, llevada adelante por los bolcheviques? Fue el fruto -dirá García Linera- de circunstancias impuestas por la reacción que obligan a los bolcheviques a desechar la vía pacífica: “las acciones violentas del gobierno conservador que, en julio de 1917, ilegalizan al partido bolchevique, buscan reprimirlo violentamente y luego eliminarlo físicamente mediante un golpe de Estado, lo llevan a Lenin a abandonar la convicción de que ésta iba a triunfar pacíficamente”. En este punto, la tergiversación es total y García Linera presenta a Lenin como un pacifista desengañado. Lo primero que debe puntualizarse es que la Revolución de Febrero destruyó el poder armado de la burguesía y las milicias reemplazaron a los cosacos y a la policía bajo la dirección del Soviet. Es decir mucho antes de las Jornadas de Julio, las masas habían establecido, con el peso de su movilización, un principio de armamento popular que García Linera ignora en función de su “tesis”. En las Jornadas de Julio, mencheviques y social revolucionarios, mayoría en los soviets, cruzaron una frontera política y se convirtieron en cómplices del alto mando militar y del gobierno en la represión contra la clase obrera, lo que llevó a Lenin a plantear que “las esperanzas de un desarrollo pacífico de la revolución rusa se han desvanecido para siempre”. Ambas fuerzas, lejos de romper con la burguesía habían profundizado su rumbo contrarrevolucionario y Lenin planteó dejar de lado la consigna vigente hasta entonces: “Todo el poder a los soviets”. Para García Linera, en el que la lucha por el poder de la clase obrera está ausente, la violencia sólo puede provenir de “un curso revolucionario bloqueado” y su única función es actuar “como un habilitador del despliegue de las capacidades democráticas (una vez más a secas) de la sociedad”.

¿Dónde está la clase obrera?

Las palabras clase obrera, revolución proletaria socialista, proletariado han sido expurgadas casi quirúrgicamente del texto. En su lugar aparece una suerte de regreso a los escritos sociales del siglo XVII y XVIII en los que la palabra pueblo o plebe aludía a las clases bajas o menesterosas que no habían adquirido aún su nueva fisonomía social. Para tomar un solo ejemplo: la Revolución Rusa “no significó -dice García Linera- la creación de un mundo alternativo al capitalista sino el surgimiento, en las expectativas colectivas de los subalternos del mundo, de la creencia movilizadora en que era posible alcanzarlo”. Como suele decirse, más errores que palabras. La Revolución Rusa habría sido una suerte de fracaso histórico que permitiría alimentar una ilusión y no una revolución obrera triunfante que resolvió todos los problemas de la revolución democrática -la tierra, la autonomía de las naciones, el desconocimiento de la deuda, la disolución del ejército, como pieza accesoria de la revolución proletaria y socialista. El socialismo no sería el fruto de esta experiencia viva de características universales, sino el “referente moral de la plebe moderna en acción”. Subalternos del mundo, plebe moderna, los pobres: esta desaparición consciente de la clase obrera en el léxico y la caracterización no es casual: “hablan de la complejidad de la Revolución de Octubre y de todas las revoluciones que, en realidad, son relaciones sociales en estado ígneo y fluido, por lo que es imposible establecer el momento en que un contenido de clase se consolida de manera sólida”. La revolución proletaria, para García Linera, ha dejado de existir. No es casual que no hable de Bolivia, el país de la revolución obrera más importante del continente -más allá de las limitaciones de su dirección-, protagonizada por un proletariado concentrado en un mar de campesinos y trabajadores rurales sin tierra. ¿Hablamos de Rusia o de Bolivia?

Las omisiones, una clave

En casi 240.000 espacios, Linera menciona una sola vez, y de modo incidental a León Trotsky, algo que puede parecer particularmente extraño en un país en que el trotskismo forma parte de la tradición histórica, pero que quizá lo explique.

La omisión de Trotsky va paralela a la de Stalin y tiene una función precisa: ocultar el papel de la burocracia contrarrevolucionaria en la degeneración de la Revolución Rusa. Es cierto que el conjunto de las fuerzas que provienen o reivindican el estalinismo se han disuelto o apoyan el gobierno de Evo Morales (PCB y PCB maoísta), pero García Linera pretende plantar una “tesis” que va más allá de sus circunstanciales aliados. ¿Podría mentar García Linera el papel del Kremlin en las infinitas derrotas de la revolución mundial siendo que el gobierno de Bolivia organiza el encuentro internacional de Países Exportadores de Gas con Putin, un heredero de aquella burocracia, como protagonista estrella? Para el autor, el fracaso “estrepitoso” de la Revolución de Octubre se puede explicar en cinco líneas, por la “concentración del poder de Estado en manos del partido y la expropiación gradual del poder de manos de las organizaciones sociales” y porque “toda revolución social que no ensambla con otras revoluciones sociales a escala mundial, tarde o temprano, fracasa”.

De este modo, la burocratización de la URSS sería un fenómeno natural y no el producto de luchas políticas en las cuales, después de la revolución y del cuasi exterminio de la vanguardia obrera en la guerra civil, tuvo origen una nueva capa social que se volvería dominante y constituiría “una sociedad intermediaria entre el capitalismo y el socialismo”-definición de Trotsky en La Revolución Traicionada. García Linera no establece diferencia alguna entre el bolchevismo y la burocracia estalinista, siendo que esta última es su negación, al punto de exterminar físicamente al 90% de la dirección que ejecutó la primera revolución obrera victoriosa en el mundo. Para el vicepresidente “obligada a defenderse a toda costa… la Revolución lo hace pagando el precio de centralizar cada vez más las decisiones y sacrificando el libre flujo de la creatividad revolucionaria del pueblo” e invoca en su apoyo a Rosa Luxemburgo, limitándose a repetir la utilización amañada de Rosa como argumento a favor de que el estalinismo ya estaba contenido en la propia revolución. García Linera convierte a Rosa en una defensora de la democracia “en general” siendo que Rosa criticó la disolución de la Constituyente como expresión de la falta de confianza de los bolcheviques en las masas que, en su opinión, podían torcer el rumbo y el contenido de esa Asamblea.

El autor no dice una palabra sobre el “socialismo en un solo país”, la concepción de la burocracia estalinista que significó el abandono del internacionalismo proletario, que era, para el bolchevismo, la precondición de la perspectiva socialista para Rusia. La afirmación del vicepresidente de que toda revolución que no ensambla con otras “habrá de fracasar de manera inevitable” deposita ese “ensamble” en el azar y elimina de un plumazo el papel del actor histórico que, invocándose como continuador de la Revolución de Octubre, fue responsable de miles de derrotas del proletariado mundial -el terrible aplastamiento de la Revolución China (1927) y de las que le siguieron- incluyendo la política de negación del frente único que allanó el camino para la victoria de Hitler (1928/33) o el sacrificio de la revolución europea luego de la Segunda Guerra en función de la “coexistencia pacífica” con el imperialismo “democrático”.
 
 
Fuentes
Juan Andrade, Fernando Hernández Sánchez (editores): 1917, La Revolución Rusa cien años después, Ediciones Akal, Madrid, España, 2017.
V.I. Lenin: Obras Completas, Tomos XXV y XXXIII, Editorial Cartago, Buenos Aires, 1960.
 
 

martes, 29 de agosto de 2017

Victoria precaria de Urtubey, gran desafío para el PO

24 de agosto de 2017 | #Prensa Obrera 1471 | Por Julio Quintana

En las Paso para diputados nacionales, el gobernador Urtubey festejó la victoria de su ex vicegobernador Zottos, que obtuvo el 37,9% de los votos como resultado de la sumatoria de todas las listas del oficialismo. Detrás le siguió el periodista derechista Martín Grande, candidato de Cambiemos, con un 24,2%; mientras que en tercer lugar -con un 17,3%- terminó el actual intendente de Tartagal, Sergio Leavy, por el Frente Ciudadano para la Victoria (FCPV). Nuestro compañero Pablo López quedó en cuarto lugar, con un 7,3%.

Sin embargo, la victoria obtenida por Zottos es precaria: como candidato individual no llega al 12% de los votos emitidos. Y nadie puede asegurar que las cinco listas restantes, perdedoras, apoyen al ganador.

La votación del periodista Martín Grande (Cambiemos), antes candidato a intendente del derechista amarillo Alfredo Olmedo, fue altísima, ganando individualmente en la capital y saliendo segundo en Orán. Sin embargo, casi el 20% de los votos de Cambiemos los proporcionó una lista radical alfonsinista que se presentó crítica tanto del macrismo como de la permanencia de la UCR en Cambiemos. Será difícil que esos votos sean mantenidos por Grande. De todos modos, la victoria electoral del macrismo a nivel nacional será utilizada como una palanca para buscar una victoria sobre Urtubey.

El cristinista Leavy (FCPV), por su parte, logró explotar a su favor la fractura de hecho del PJ, desplazado del frente oficial del que formó parte durante 10 años. Instaló que su lista sería el voto útil contra el ajuste. Un sector de la población votó a Leavy “con la nariz tapada”, ya que este y su fuerza, el Partido de la Victoria (PV), fueron históricos urtubeycistas hasta meses antes de la elección. El intendente de Tartagal tiene más de 800 trabajadores en negro y ha acompañado sin chistar el vaciamiento petrolero del norte provincial bajo los gobiernos de Cristina y Urtubey.

Por otro lado, Pablo López ha logrado una importante elección, superando los resultados tanto de las Paso como los de las generales 2015. Con el 7,35% quedó cuarto a nivel provincial y en la capital salió tercero, superando individualmente a todos los candidatos del frente urtubeycista. Sin embargo, esta votación se encuentra 3 puntos debajo de la votación obtenida en las Paso 2013, dificultando la lucha por la retención de la bancada nacional del PO-FIT salteño.

Elecciones locales

Las elecciones de cargos provinciales y municipales han seguido una dinámica diferente a la nacional, sobre todo en la capital salteña. La votación con dos sistemas el mismo día, voto papel y electrónico, junto con la enorme diáspora de candidaturas, ha aportado a la confusión de todo un sector de los votantes en favor de las múltiples listas del gobierno. En la categoría de Senador de la Capital, por ejemplo, Urtubey se consagró como ganador obteniendo un 40% más de votos que a diputados nacionales. Todo lo contrario pasó con Cambiemos y el FCPV, pero en particular con las listas del PO-FIT, dado que sacamos la mitad de los votos que obtuvimos a diputado nacional.

Para obtener ese resultado, Urtubey colocó como candidatos al periodista Adrián “Chico Malo” Valenzuela y al médico filo PRO, ex diputado nacional, Bernardo Biella. Ambos se presentaron como hombres de “afuera de la política”, al igual que Martín Grande. Urtubey explota la tendencia a la ruptura de las masas con los viejos partidos patronales. Pero, también, el bloqueo de la clase obrera para enfrentar el ajuste y superar a los partidos que lo representan, lo que ha derivado en la concentración del voto en individuos que se arrogan la lucha “contra la vieja política”. Sin embargo, la contención dentro del frente oficialista, con una política idéntica a la que repudia la población, tiene plazos cortos y será puesta a prueba rápidamente.

Urtubey ya ha comenzado a explotar su “ventaja” para avanzar con la aplicación del ajuste: al día siguiente de las Paso, y en las paritarias docentes, ofreció un aumento para el segundo semestre de un 4% en dos cuotas (en el primero el aumento fue del 16% en cuotas).

La tarea por delante

La lucha por la representación salteña en el Congreso se concentra por ahora entre los candidatos de Macri y de Urtubey. El gobernador “presidenciable” puede ser derrotado por Cambiemos si no logra disciplinar a su tropa. Por su parte, el kirchnerismo local intentará terciar en la pelea para obtener la tercera banca en juego. Sin embargo, todos ellos deberán pasar la prueba de sus contradicciones económicas y políticas.

Urtubey ha triplicado la deuda provincial, todo para financiar gastos corrientes, por lo que la crisis fiscal está apenas disimulada. La paritaria azucarera no ha sido cerrada aún. Los femicidios en aumento exponen cada vez más claramente la responsabilidad del Estado y el gobierno provincial. La crisis social en Orán y San Martín, más el abandono de las comunidades originarias, es un polvorín. Todos estos elementos ayudarán a clarificar sobre el rol y el programa de cada fuerza política ante el ajuste capitalista. La importante elección que obtuvimos en Colonia Santa Rosa y que nos coloca en la lucha por reingresar al concejo local (7%), después de la victoria de una heroica huelga municipal, es un ejemplo de esta clarificación. Algo similar sucedió en el municipio de Orán, mientras que en Rosario de Lerma y Metán hemos obtenidos buenos resultados, impulsados por nuevos contingentes del Partido Obrero en esas localidades.

Redoblaremos esfuerzos para dar el salto necesario y defender la bancada nacional de Pablo López y la senaduría de Gabriela Cerrano. Los que pretenden presentar como algo imposible ese objetivo, deben recordar que en el 2013 nuestra victoria también en principio se presentaba así. Solo debemos armarnos para esta lucha política y lanzarnos al combate.

Hay que denunciar el ajuste macrista, con el cual Grande colaborará abiertamente en caso de ser diputado nacional, y desenmascarar la impostura de los seudo opositores.

La volatilidad de una parte de nuestro voto, refleja los límites en el desarrollo de una conciencia política que se traduzca en una fuerza social organizada y actuante mayor. Defendamos los espacios conquistados en la lucha contra el ajuste y para avanzar en una salida definitiva a la crisis y el ajuste, a través de un gobierno de trabajadores.

Fuente: http://www.po.org.ar/prensaObrera/1471/politicas/-83

Macri mantiene las rebajas K de aportes patronales

24 de agosto de 2017 | #Prensa Obrera 1471 | Por Néstor Pitrola

Mediante un decreto, Macri prorrogó la vigencia de la ley 26940, falsamente llamada de “Blanqueo Laboral”, elaborada por el gobierno de Cristina y aprobada con apoyo macrista en 2014.


Con este decretazo se ejecuta parte de la Reforma Laboral en discusión en los despachos de la UIA. Por ella las empresas tienen una rebaja en los aportes patronales de hasta el 100% en el primer año y del 75% en el segundo -en las de menos de 16 trabajadores- y de un 50% en los primeros dos años en aquellas de 16 a 80 trabajadores.

Se calcula que una empresa “ahorra”, incorporando cinco trabajadores, hasta 200 mil pesos anuales en una eximición de cargas sociales que desfinancia al sistema previsional.

Esta ley fue refutada por el bloque del Partido Obrero-FIT, connsiderándolo un subsidio encubierto a las patronales, bajo la mentira del blanqueo de trabajadores, con el agregado de una amnistía al fraude laboral del trabajo en negro.

Esto ha sido probado por la realidad. El trabajo en negro no disminuyó, pero hoy están “gozando” del beneficio la friolera de 34000 empresas (La Nación, 23/8). Tengamos en cuenta que esta incorporación de trabajadores se ha dado en pleno período de recesión y despidos, lo cual prueba que se trató de una suplantación de trabajadores con cargas sociales por otros sin ellas, exactamente lo que denunciamos con esta ley y con la llamada “ley Pyme”, esta última elaborada por el macrismo y votada por el kirchnerismo, como tantas leyes del ajuste. La ley contra el fraude laboral ha resultado un fraude antilaboral para subsidiar el ingreso de nuevos trabajadores a menor “costo laboral”.

Nosotros presentamos una ley alternativa como dictamen de minoría, que plantea el verdadero blanqueo, garantizando la estabilidad laboral al trabajador que notifique su situación irregular a la patronal y al Estado. Fue rechazada por el kirchnerismo, por el macrismo y por los diputados sindicales de las distintas alas del peronismo y aún de la centroizquierda, que votaron la ley oficial. Nuestra tarea parlamentaria ha establecido un programa y un campo de lucha política a favor de los trabajadores contra todo un régimen. Vamos por este punto y por todo nuestro programa a la lucha en los sindicatos y en octubre.
 
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El Polo Obrero, baluarte en la campaña del FIT

24 de agosto de 2017 | #Prensa Obrera 1471 | Por Mauro Mayor


La participación del Polo Obrero en la campaña electoral del FIT se ha destacado por su masividad y firmeza. Los compañeros explicaron en cada barrio qué es el Frente de Izquierda y quién lucha en forma consecuente para enfrentar un ajuste macrista que ha hecho crecer el hambre y la pobreza. Pero también se delimitaron del kirchnerismo, quien intenta colocarse como opositor al ajuste, pero dejó el saldo de 11 millones y medio de pobres. Además, es quien hoy comparte el ajuste oficial con sus votos en el Congreso y a través de sus intendentes y gobernadores. La enorme campaña culminó con más de 2.000 fiscales del Polo Obrero, en Gran Buenos Aires, Capital Federal, Chaco, Córdoba, Mar del Plata, Tucumán, Misiones y Mendoza.



La lucha por una alternativa política


En el acto de apertura del plenario nacional de delegados del Polo Obrero, Néstor Pitrola planteó que “la lucha por el pan no está divorciada de la lucha por el poder”, conclusión que caló hondo en las asambleas. El Polo Obrero dio una batalla enorme contra el gobierno de Macri, quien junto a la ministra Carolina Stanley han conformado una burocracia piquetera con la CCC-CTEP y Barrios de Pie. Este triunvirato, en unidad con la CGT, ha firmado una tregua indefinida con un gobierno que ni siquiera ha cumplido con los compromisos de la “emergencia social”.


La pelea se planteó también en el campo electoral. Barrios de Pie cerró lista con Massa en varios lugares en el país. Sólo por una cuestión de cargos no cerró en la provincia de Buenos Aires con Felipe Solá, quien gobernaba la provincia cuando ejecutaron a Kosteki y Santillán. La CTEP fue detrás de Randazzo. Sectores del Evita fueron con CFK. No debe extrañarnos que aquellos que entraron en la tregua con el gobierno formen parte de las listas de los ajustadores. En definitiva, los diputados del Movimiento Evita dieron quórum para que se vote la ley antiobrera de ART, como prenda de cambio para que se apruebe la Emergencia Social. En Córdoba, el Polo emitió un llamamiento a las bases del movimiento piquetero para invitarlos a votar al FIT, lo que nos ligó a un grupo de Barrios de Pie en la localidad de La Calera y en Unquillo, y un grupo de La Dignidad (en la CTEP) fiscalizó también para el FIT. En varias asambleas bonaerenses del Frente Popular Darío Santillán se discutió el voto al FIT contra el apoyo oficial a la lista de Pino Solanas.


Barrio por barrio, casa por casa

Para la campaña sacamos un volante con las razones por las que el Polo Obrero llama a votar al FIT y colocando candidatos en todo el país. Esta campaña ha reforzado al Polo como organizador del conjunto de los reclamos populares más allá de las reivindicaciones más inmediatas. En la Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, las compañeras se encuentran a la cabeza de la lucha contra las redes de trata y la desaparición forzada de mujeres, como lo viene retratando la pelea junto a la familia de Nadia Rojas. En Córdoba protagonizamos la lucha de las familias del barrio Cabildo, que conquistaron la construcción de 200 viviendas. En Misiones, donde agrupamos a más de 1.500 compañeros en Eldorado y nos estamos extendiendo a otras localidades con guarismos electorales que llegaron hasta el 20%, el Polo Obrero jugó un papel enorme en la pelea por la salud pública. En Lomas de Zamora enfrentamos la represión policial en los barrios y dimos una lucha por la libertad del joven Ezequiel Márquez, a quien metieron preso en una razzia policial.


Se realizaron caminatas en por lo menos 30 barrios del conurbano con los candidatos del FIT. En La Matanza se desarrolló una enorme actividad en el Km 47 con más de 500 compañeros, donde participaron Eduardo Belliboni, Guillermo Kane y Gabriela de la Rosa (dirigentes del PO y candidatos por el FIT). Hicimos un acto con casi 150 personas en Presidente Perón con Néstor Pitrola, donde estamos organizados en once de los 18 barrios. Todas las actividades se difundieron con videos caseros, realizados por los compañeros que llevaban adelante la agitación.

En las actividades quedó claro el grado de desidia por parte del gobierno actual y los anteriores: no hay cloacas ni desagües, faltan tendidos eléctricos y abundan las inundaciones, no hay salitas de emergencia ni asfalto en muchos casos.


En Chaco, donde por primera vez un obrero ingresó en el Parlamento, Aurelio Díaz, la campaña permitió reabrir asambleas en Pampa del Indio y Plaza, además de Resistencia. En Mendoza pusimos en pie, meses antes de la elección, un congreso por la tierra y la vivienda, donde participó Soledad Sosa, ligando al Polo a un gran número de activistas y estableciendo los ejes de una plataforma política.


Un enorme desafío

Llamamos a las bases del movimiento piquetero a votar al Frente de Izquierda en octubre, a partir de nuestros reclamos históricos: la pelea por el pase a planta de los precarizados, contra los despidos y por el salario igual a la canasta básica familiar, por la salud y la educación públicas, por el #NiUnaMenos y el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Tenemos el desafío de sumar a gran cantidad de activistas que participaron de la campaña, que aún no están en las filas del Partido Obrero, como militantes que luchan por un gobierno de trabajadores.
 

Fuente:http://www.po.org.ar/prensaObrera/1471/politicas/el-polo-obrero-baluarte-en-la-campana-del-fit

lunes, 28 de agosto de 2017

La reforma laboral en marcha

24 de agosto de 2017 | #Prensa Obrera 1471 | Por Christian Rath


Entre los varios borradores de reforma laboral que elabora el gobierno, con fecha de lanzamiento en octubre, sobresalen tres que serían prioridad.

Un proyecto de ley plantea la generalización de un sistema de pasantías con jornada reducida. Es el proyecto que el gobierno no pudo aprobar el año pasado y permitiría a las empresas tomar trabajadores a un costo laboral inferior al del resto de su plantel. Y, a la vez, despedirlo en cualquier momento sin costo indemnizatorio.

Bajo la figura de “prácticas prelaborales”, el proyecto autorizaría períodos de prueba de tres a doce meses (tres meses es hoy el límite), renovables. Pero el empresariado requeriría una demolición de toda barrera de protección.
La ley vigente -promulgada por CFK- habilita las pasantías educativas por doce meses, prorrogables por otros seis, con una carga horaria de 20 horas semanales y un monto no remunerativo no menor al salario básico de convenio colectivo. El empresario está obligado a financiar las prestaciones de salud depositando una contribución del 6% de la asignación percibida por el pasante. La ley fue violada una y mil veces porque las empresas no incorporaban jóvenes para realizar tareas vinculadas con sus estudios, sino con las necesidades de la empresa y con jornadas laborales que superaban largamente las seis horas, por lo que pasó a ser una herramienta más de la precarización que caracterizó la “década ganada”. Hoy, en colusión con el gobierno, las patronales exigen una norma que impida dar “a esta modalidad caracteres típicos de la relación laboral, como la cobertura de riesgos de trabajo, la inclusión del pasante en el seguro de salud, el goce de asistencia y licencias por examen, enfermedad y accidente, así como la propiedad intelectual de las creaciones e innovaciones que resulten de su actividad”. ¿Qué tal? En concreto, bajo la figura del pasante, la aspiración de los capitalistas es poder tomar un trabajador que le permita deshacerse de uno antiguo y reemplazarlo con uno nuevo porque, atención, el proyecto “no exige un listado de trabajadores que sigan siendo parte de la empresa” (I Profesional, 18/7).

El gobierno viene escaldado por la reciente y fallida experiencia con la casa de comidas rápidas McDonald’s. Pactó con ella la implementación de un programa de primer empleo para sectores vulnerables que fracasó en toda la línea: la empresa contrató 700 contra una promesa de tomar 5.000 y, por la violación flagrante de la ley, la operación fue bloqueada por la Justicia. Por eso, el gobierno considera que el proyecto debe acompañarse de un “blindaje judicial” para ser viable.

Abaratar los despidos

Lo planteó a principios de año, bajo una forma brutal, el funcionario de Techint más encumbrado en el actual gobierno, el secretario de Empleo, Miguel Ponte, cuando dijo que el sistema de ingresos y egresos del mercado laboral debería naturalizar ese proceso, así como el cuerpo humano lo hace con las acciones de “comer y descomer”.

La clave estaría, en el nuevo proyecto, en “establecer con claridad cuáles son los ítems salariales a contabilizar a la hora de liquidar”. Se trataría de eliminar del cálculo de la indemnización rubros que hasta hoy son incluidos pretextando su condición ajena a la remuneración: gastos por teléfono celular, uso de vehículos, medicina prepaga.

Esto no sería nada. “Se sumará otra iniciativa que promete controversia: restarle a las indemnizaciones las multas dinerarias a favor del despedido por irregularidades en la inscripción (trabajo en negro) o ausencia de aportes y contribuciones por parte del empleador que, en general, llegan a duplicar los montos usuales. Ese diferencial, afirman en el Ministerio de Trabajo, podría ser derivado a la Anses” (Ambito, ídem). En el gobierno sostienen que sería una forma de desalentar la apertura de juicios laborales por una baja en los montos a percibir por los abogados.

El tercero de los proyectos en danza es un amplio blanqueo laboral, lo que sería presentado como una campaña decisiva para erradicar el trabajo en negro a través de un cambio de paradigma: dejar de considerar a los empresarios en la informalidad como victimarios o “verdugos” de los trabajadores. El proyecto está siendo consensuado con la CGT y plantea la creación de un sistema de beneficios para las pyme consistente en exenciones sobre las contribuciones patronales e incentivos para la contratación formal de los trabajadores. Aunque el proyecto plantea que los beneficios operarán “siempre y cuando no haya disminución de las plantillas”, lo real es que “se podrá despedir en tanto las incorporaciones al menos compensen esas bajas” (La Nación, 27/6). Es decir, sería una ley que, fuera de otras ventajas, habilitaría el despido de trabajadores empleados, de mayor costo por su antigüedad, por otros nuevos. Este sería quizá, como en el caso de las pasantías, su punto neurálgico.

¿A cambio del monopolio sindical?

El gobierno está compartiendo estos proyectos de ley con todo un sector de la dirigencia sindical, entre los que sobresalen los desertores de la reciente marcha de la CGT, pero en particular Petroleros y Smata. La contrapartida que ofrece al conjunto de la burocracia es mantener intocada su dictadura sobre las organizaciones obreras y asistirla con los fondos de las obras sociales -más allá del cambio circunstancial de funcionarios. El gobierno, con la aprobación o el silencio cómplice de la oposición, ha impuesto 200.000 despidos, la reforma a la baja de un número importante de convenios colectivos (una lista que acaba de incluir a los de agroindustria), la imposición del presentismo entre los estatales y la reforma reaccionaria de las ART. Pero su objetivo es mucho más vasto y tiene un alcance estratégico: su referencia es la reforma laboral de Brasil, y pretende imponer el derecho a despedir, a tercerizar, a fijar la jornada de trabajo, a destruir la antigüedad y la especialización, a cambiar el contrato anual por el contrato por día. A someter a la clase obrera de América Latina a un régimen de esclavitud con los ritmos infernales de producción de hoy para descargar sobre sus espaldas la crisis capitalista.

Fuente: http://www.po.org.ar/prensaObrera/1471/sindicales/la-reforma-laboral-en-marcha
Fuera la reforma laboral y previsional.

domingo, 27 de agosto de 2017

Santa Fe: Balance de las elecciones en la provincia

24 de agosto de 2017 | #Prensa Obrera 1471 | Por Damián Blanco


Las Paso en Santa Fe volvieron a martillar sobre la cabeza del gobierno del Frente Progresista. El oficialismo, que llevaba de candidato al ministro de Producción, Luis Contigiani, quedó tercero cómodo con el 11,9%, detrás del PJ -que sumando sus listas internas quedó en primer lugar con el 27,8%- y de Cambiemos (27,1%).
El oficialismo perdió en 18 de los 19 departamentos de la provincia. En Rosario, en la categoría de concejal -que tiene gran relevancia política, al igual que el concejo de Santa Fe capital- cayó más de 13 puntos en referencia a 2015.

El gobierno del Frente Progresista, luego de ganar por escaso margen la provincia hace dos años, va perdiendo elección tras elección. La ruptura de una parte de los radicales para irse con el macrismo, junto a la crisis de conjunto del gobierno, anunciaba esta nueva derrota. Tras diez años de gobierno, arrastró a la provincia a una profunda crisis y a una enorme polarización social -entre la inmensa mayoría trabajadora que asiste al agravamiento de sus condiciones de vida, por un lado, y los grupos concentrados del capital agroexportador e industrial, que sin pausa buscan incrementar sus beneficios, por el otro.

El gobernador Miguel Lifschitz hizo campaña intentando aparecer como opositor a Macri y como una garantía de defender a los santafesinos frente al gobierno nacional. Pero la realidad cae por su propio peso: le votaron al macrismo en el Congreso Nacional todas sus leyes, como el pacto con los fondos buitre o el blanqueo de capitales. A la par de ello, arremetieron contra los trabajadores santafesinos permitiendo miles de despidos y suspensiones, y destruyendo el salario de los trabajadores docentes, estatales y municipales.

Cambiemos, a décimas de ganar la elección provincial, llevó como candidato a un radical y privatizador de la educación pública, Albor Cantard. No sólo repitió las elecciones anteriores alcanzando casi el tercio del electorado de la provincia, sino que realizó elecciones altas en distintos municipios como Rosario.

En esta ocasión, la vía de escape a la hecatombe del Frente Progresista, fue a parar nuevamente a Cambiemos y al PJ -este ahora en su versión “opositora” a Macri, con el kirchnerista Rossi encabezando y ganando ampliamente su propia interna.

El resultado electoral sujetará más aún a Lifschitz a la política del gobierno de Macri. Después de todo, los pedidos de endeudamiento provincial requieren de la aprobación del gobierno nacional, al igual que los términos de pago de la deuda de Nación a Santa Fe por coparticipación de alrededor de 50 mil millones de pesos.

La elección del Frente de Izquierda


El Frente de Izquierda alcanzó el 2,14% a diputado nacional con la lista encabezada por Octavio Crivaro, seguido por nuestra compañera Jorgelina Signa, realizando una elección muy similar a las Paso 2015. Vale destacar que esta vez fue con un cuarto oscuro plagado de boletas, con 57 listas internas.

En Santa Fe capital, donde encabezó el PO, no alcanzamos a pasar el piso electoral para concejal, siendo que en 2015 llegamos a 7.000 votos y en 2017 sólo 2.100, migrando los votos al Frente Social y Popular y a Barrio 88, una variante capitalina de Ciudad Futura.

En Rosario, con la lista que encabezó Virginia Grisolía, del PTS, no pasamos las Paso. Nos quedamos a unos escasos cientos de votos para alcanzar el piso proscriptivo. Realizaremos una movilización política al escrutinio definitivo, pero hemos retrocedido aquí también en relación con 2015.

Por otro lado, el Frente de Izquierda realizó extraordinarias elecciones en distintos municipios industriales, que refrendan su construcción política y la campaña desplegada en defensa de los intereses de los trabajadores.

En el corazón obrero de la provincia, el cordón industrial de San Lorenzo, obtuvimos más del 8% de los votos en Capitán Bermúdez en concejales, donde ya contamos con la bancada de Jorgelina Signa. En Fray Luis Beltrán, alcanzamos el 7,6%. Vamos a la pelea por ingresar al Concejo Deliberante, en un caso, y por ampliar nuestra representación parlamentaria en el otro. En San Lorenzo obtuvimos el 4% y en el municipio de Baigorria, el 3%. En Rafaela, con un Partido Obrero joven y una gran campaña alcanzamos un 3%, posicionándonos como cuarta fuerza del municipio. En Villa Constitución, histórico centro obrero metalúrgico, nos acercaremos al 3%, al igual que en la populosa Villa Gobernador Gálvez y en la ciudad de Arroyo Seco. En todo el cordón industrial, el promedio a diputados nacionales superaba el 5%.

El conjunto de las listas de izquierda obtuvieron resultados magros a diputado nacional. Es el caso del Frente Social y Popular, del periodista Carlos Del Frade, que retrocedió fuertemente después de una alta elección a diputado provincial en 2015. Su mimetización con los partidos de gobierno se cobró revancha. Luego de llamar a votar a Scioli, de sentarse en los actos junto a la burocracia sindical kirchnerista y de alentar al electorado de Rossi, los votantes prefirieron ir con la versión original y no con la izquierda que va a su rastra.

El grupo local de Rosario, Ciudad Futura, repitió una alta elección a concejal en Rosario, con el 5,9% de los votos, llevando como candidato a un pastor evangélico, víctima del asesinato de sus hijos en manos del narcotráfico, que se sumaría a los tres concejales actuales que tienen mandato hasta 2019. Ciudad Futura surgió a partir de una campaña contra “la política tradicional” y propugnaba “hacer una nueva política”. Pero en menos de lo que canta un gallo se soldó a lo más reaccionario de la política tradicional de la burguesía, votando y negociando el endeudamiento de Rosario propiciado por la intendenta Mónica Fein, e inclusive posiciones similares al del resto de los partidos tradicionales reclamando más “seguridad” en los barrios, a sabiendas que ese coro reclama un reforzamiento del aparato represivo. Su campaña bajo el slogan del “poder de la gente común” hizo una abstracción de las clases sociales en pugna. Ciudad Futura se ausentó de todas las luchas del período, contra los despidos y contra la rebaja salarial, o las del movimiento de mujeres por sus derechos (a pesar de levantar la trucha lista 100% de mujeres).

La campaña electoral del Frente de Izquierda se entrelazó fuertemente con el conjunto de las luchas contra los planes de ajuste de Macri y Lifschitz. Llamó a apoyar a los trabajadores del complejo agroexportador que paralizaron los puertos por la defensa de su acuerdo salarial por actividad. Se movilizó contra los casos de impunidad que cercan al gobierno provincial y ponen en el banquillo de los acusados desde el ministro de Seguridad hasta el aparato policial. El Frente de Izquierda intervino fuertemente en todas las ciudades de la provincia, tomando las calles contra los femicidios y las desapariciones de mujeres. Recorrimos los grandes centros fabriles de Santa Fe, y la docencia del Frente de Izquierda visitó decenas y decenas de escuelas llevando nuestro planteo de defensa de la educación pública. Fuimos barrio por barrio y puerta por puerta. Salimos de esta primera elección avizorando el panorama político candente que tenemos por delante y el desafío que representa para el Frente de Izquierda.
 

Fuente: http://www.po.org.ar/prensaObrera/1471/politicas/balance-de-las-elecciones-en-la-provincia

Que se vaya Patricia Bullrich

24 de agosto de 2017 | #Prensa Obrera 1471 | Por Jacyn

El 1° de septiembre, todos a Plaza de Mayo con el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia. Aparición con vida de Santiago Maldonado 
 
La desaparición de Santiago Maldonado pesa como una hipoteca irremontable sobre el gobierno de Macri, que tiene en la restauración del aparato represivo un norte estratégico de su gestión. La desaparición de Maldonado y su encubrimiento deben ser considerados en relación con esa ‘política de Estado’.

Finalmente, se enlaza con una saga represiva que debutó con el llamado ‘protocolo antipiquete’, continuó con el cuestionamiento del número de desaparecidos bajo la dictadura y los llamados a la ‘reconciliación’ con los represores; siguió con la aplicación del beneficio del 2x1 a los genocidas, la represión a los piquetes del paro del 6 de abril y los violentos desalojos en AGR-Clarín y Pepsico. La prolongada detención arbitraria de Milagro Sala -ahora domiciliaria- también se inscribe en esa línea, en la que el gobierno pretende valerse de las corruptelas de las criaturas del kirchnerismo -De Vido, la propia Sala- para justificar la instauración de un ‘estado de excepción’.

Esta política tiene una proyección internacional. La desaparición de Maldonado estuvo precedida por la detención del dirigente mapuche Facundo Jones Huala en un operativo conjunto de los Estados chileno y argentino. Las acechanzas de la Gendarmería en la Patagonia están apuntadas a asegurar la operación de las mineras, petroleras y latifundistas de tipo Benetton, que chocan recurrentemente con los mapuches, a ambos lados de la cordillera.
Como vocera del gobierno, Patricia Bullrich ha sido la principal responsable de sembrar versiones falsas sobre el rastro de Maldonado y de acusar a sus familiares y a los mapuches de entorpecer la investigación. Recién el 17 de agosto, Gendarmería aportó el nombre de los 130 efectivos que participaron del operativo, durante el cual desapareció Santiago. Un día después, el juez Otranto, a cargo de la investigación, entregó copia de la causa a los abogados de Gendarmería, a pesar de que hasta el momento no hay ningún gendarme imputado.

Con la divulgación de la identidad de Ariel Garzi, Patricia Bullrich despejó cualquier atisbo de duda sobre su rol. Garzi es un amigo de Maldonado que declaró bajo reserva de identidad que, poco después de la desaparición, mantuvo una comunicación de 22 segundos con uno de los celulares que utilizaba Santiago. Durante su alocución en el Senado, Bullrich difundió esta información junto a su nombre completo, el de sus padres y la dirección de su domicilio. En cambio, poco se sabe todavía del rastreo de la llamada.

En este cuadro, está claro que la convocatoria del gobierno a los organismos de derechos humanos para “trabajar juntos” en la búsqueda de Maldonado es un llamado a la complicidad.

Es necesario redoblar la movilización por la aparición con vida. Una delegación del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia se encuentra en Esquel, provincia de Chubut, para transmitir la solidaridad de sus organizaciones a los familiares de Santiago Maldonado y a la comunidad Cushamen, perseguida por los gobiernos nacional y provincial.

También está prevista una entrevista con Jones Huala en su lugar de detención. Participan de la delegación, entre otros, el diputado nacional del FIT-PO Pablo López, la secretaria general de AGD-UBA Ileana Celotto -quien concurre además con el mandato de la Conadu Histórica-, la abogada Liliana Alaniz (Apel) y representantes de la Asociación Ex Detenidos Desaparecidos, Liberpueblo y el Ceprodh.

El Encuentro Memoria, Verdad y Justicia convoca a marchar nuevamente a Plaza de Mayo por la aparición con vida de Maldonado el próximo 1° de septiembre. El Partido Obrero impulsará actos similares en todo el país.

Aparición con vida y castigo a los culpables. Fuera Bullrich.

 
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sábado, 26 de agosto de 2017

Mujeres en el tango, en primera persona

24 de agosto de 2017 | #Prensa Obrera 1471 | Por Alejandro Guerrero

“Palomas… mujeres de nadie”, el nuevo espectáculo de Patricia Barone y Javier González

En la película La Famiglia, de Ettore Scola, un personaje interpretado por el enorme Vittorio Gassman dice con un tono actoral inigualable: “Tutte le dione siano puttane, tranne mia mamma che è una santa” (todas las mujeres son unas putas, salvo mi madre que es una santa). Dicho sea para que no se piense que sólo en el tango “las mujeres siempre son las que matan la ilusión”.

“Es una constante en el tango -dice la tanguera Patricia Barone- la de las mujeres putas salvo ‘la mamma’, la única santa
. La mamma no tiene sexo, no goza, es puro sacrificio: una santa. Las demás somos una manga de putas”.

“Ahora - sigue la gran cantante- con Javier (por Javier González, su compañero del arte y de la vida) hemos preparado una programación de tango inédita, un repertorio que por primera vez en este género tiene voz de mujer. Las mujeres hablamos en estos tangos en primera persona”.

Y vaya si no:

Yo tuve un despertar de cielos tibios
y tuve una sonrisa embelesada.
Con toda la inocencia del que espera
no supe adivinar la puñalada.

Lejos del panfleto agitador, del recurso pobre, la tragedia de la víctima se desliza, simplemente se desliza, por ese poema de Barone con música de Javier González, el poema que le da su título al trabajo de ambos, acompañados por un grupo de músicos de excelencia. También integran el repertorio otras piezas de la dupla Barone-González, como “Pompeya no olvida” (la historia de aquella niña robada por la dictadura y buscada por su abuela), hasta llegar a “Parto” y “Complicidad” (inauguran la temática de la maternidad y el deseo sexual femenino en la poética ciudadana) y el candombe “Mañana Clara” (un homenaje a las mujeres que le dan de comer al pueblo hambreado), que laten con la gran movilización de las mujeres y el #Niunamenos.

Como dicen ellos mismos, treinta años de trayectoria artística se resumen y encuentran una suerte de síntesis “para que la mujer exprese sus desafíos históricos, sus deseos y su grito desgarrado”. Casi treinta años transcurridos desde aquel “Ser mina flor de cardo” (1990), poema de Adriana Turchetti con música de Javier, en la que la mujer se planta contra el machismo y reclama, y exige su lugar junto al hombre, no detrás de él. Casi treinta años en los cuales demasiadas cosas cambiaron, hasta Barone y González.

“Ese ‘Ser mina flor de cardo’ tiene cosas que siguen vigentes y por eso todavía lo canto -sigue Patricia- pero ya no se trata simplemente de buscar un lugar al lado del hombre, del ‘buen hombre’. En 1990 todavía era impensable todo este cambio. Así fue que el año pasado cerramos una idea, nos vimos a nosotros mismos atravesados por la historia, atravesados artísticamente por todo lo que iba pasando en la sociedad. Y nos encanta ‘infiltrar’ el drama y la tragedia de la mujer en un ámbito de tradición machista como el tango, aunque no es su única tradición”.

-Hablanos de esa tradición.

-Lo que nosotros hacemos ahora es novedoso, inédito, pero también una continuidad. El tango ha cambiado en toda su historia, nunca fue un género quieto. Nosotros mismos empezamos en 1989 con temas nuevos de otros grandes autores, de músicos enormes como Astor Piazzolla, poetas como Horacio Ferrer o González Tuñón. Todos ellos fueron grandes innovadores.

-También es un género lleno de grandes mujeres

-Sí. Hay poetisas e intérpretes excepcionales, como Eladia Blázquez. Pero fijate que ella misma es una excepción, y además no habla exactamente como mujer: “Yo me alimentaría, rumiando tangos, sobrado de alegrías, falto de mangos, porque mi fiesta es relojear desde una esquina a mi ciudad que es la más linda de las minas. Sentir que todo es mío, el sol, el aire, el limo de tu río... che, Buenos Aires... Mirá cuánta riqueza me ha brindado Dios que soy el dueño de tu voz”. Otra es María Elena Walsh con sus tangos, por ejemplo “Orquesta de señoritas” o “El 45”, en el que le canta a Hiroshima, “donde tantas pibas tenían 15 años como vos y yo”. Además, en los años ’60 hay todo un contexto social que empuja al cambio estético. Como ahora con “Palomas…”:

Algunas esposadas, otras muertas
vivimos en el sur de la agonía.
Volvemos disfrazadas de palomas
al útero indolente de los días.

“La mujer -sigue Patricia- habla aquí de sus deseos, de su propia vida, ‘que no te tenga que seguir el paso’. Y es la mujer que lucha, la que hace frente a la represión, las Madres de Plaza de Mayo, las que pelean en la fábrica. Y con ‘Palomas…’ nos llevamos una enorme y hermosa sorpresa: está ranqueado en cuarto lugar en La 2x4, la radio que antes era FM Tango. Es una renovación, un aire fresco novedoso”.

-En “Se dice de mí”, Tita Merello habla en primera persona…

-Así es, pero la que habla no es exactamente ella. Es un tango escrito por un hombre (Ivo Pelay, con música de Francisco Canaro) que lo escribió para Tita. Hay otros tangos en los que se trata a las putas con enorme respeto, como “La última grela”, de Piazzolla y Ferrer, pero es un respeto trágico. En la mayoría se nota la impronta de la Iglesia: si una mujer disfruta sexualmente es una puta, el goce es pecado en sí mismo. Eso empezó a cambiar con grandes poetas como Eugenio Mandrini (Buenos Aires, 1936), un hito en la historia del género. El y otra grande como María del Mar Estrella hablan del sexo sin tapujos, por ejemplo. Además son los primeros en hablar del sexo sin determinación de género: una mujer canta su amor por un hombre pero eso perfectamente se puede dar vuelta, puede ser el amor de un hombre por una mujer o por otro hombre, o de una mujer por otra mujer: es un uno en el otro.

El tango, digamos para terminar, ha vivido siempre en una permanente revolución estética e incluso ideológica.
Ahora, el arte impecable de Patricia Barone y Javier González trae un hito inédito en esa revolución. Bienvenido sea.

Fuente: http://www.po.org.ar/prensaObrera/1471/cultura/mujeres-en-el-tango-en-primera-persona-1

A dos semanas de las elecciones de la UBA

24 de agosto de 2017 | #Prensa Obrera 1471 | Por Julián Asiner, presidente de la Fuba

Dos conflictos que emergieron en el inicio de este segundo cuatrimestre ilustran la situación de crisis de la UBA, a dos semanas de las elecciones de consejos directivos y centros de estudiantes.

De un lado, los docentes de la carrera de Edición que se dicta en Filosofía y Letras se movilizaron al Consejo Superior frente a una realidad desesperante: más de la mitad de sus 140 docentes trabajan sin cobrar salario, en algunos casos hace casi diez años. La crisis de la carrera, que no para de crecer en matrícula, tuvo un salto dramático en estos días: una de las principales cátedras de primer año decidió cerrar siete de trece comisiones hasta que haya una respuesta. Lejos de ser el problema de una carrera aislada, el tema de los “ad honorem” domina las grandes facultades (Económicas, Derecho, Medicina, Fadu).

Del otro lado, los 500 científicos despedidos del Conicet siguen sin que les dé una solución a sus reclamos. Ciento siete de ellos se graduaron en la UBA, pero el gobierno no garantiza los recursos para que puedan reinsertarse. De resolverse, los compañeros deberían aceptar un cargo por un salario menor al que ganaban en el Conicet (6 mil pesos menos) y sin estabilidad. El plan de achique del organismo presentado por Barañao deja sin destino en la investigación pública a las carreras sociales y humanas... -o sea, prácticamente sin destino.

Las elecciones de centros y consejos se darán en la antesala de los grandes ataques que prepara el gobierno contra la universidad para después de octubre. Algunos trascendidos hablan de un recorte de 5.000 millones para el presupuesto de 2018. En la mira están las carreras de la universidad pública, que el gobierno quiere degradar al nivel de las privadas reemplazando contenidos por trabajo precario (“prácticas pre-profesionales”). La conversión del sistema educativo, inclusive del secundario, en un proveedor de mano de obra barata es una de las llaves para imponerle al conjunto de la clase obrera una reforma laboral “a la brasileña”.

Frente al ajuste en curso y el que se viene, la universidad no ha actuado ni actuará como un cuerpo homogéneo. Este año, el rector Barbieri, que representa a la cúpula ultra-minoritaria de profesores que controla el mal llamado “co-gobierno”, arregló un presupuesto para la UBA que no contemplaba aumento alguno para los docentes ni salario para los “ad honorem”. En simultáneo, estudiantes y docentes poblábamos de clases públicas las facultades con la AGD, la Fuba y los centros combativos a la cabeza. Los decanos kirchneristas y peronistas, que conducen buena parte de las facultades, no sacaron los pies del plato y se aprestan a impulsar las reformas junto a sus pares radicales.

El termómetro de la capitulación del kirchnerismo frente al régimen universitario lo dará Sociales. Allí, mientras dos candidatos a decano se pelean por ver quién da más muestras de fe nacional y popular, todos coinciden en ir en el movimiento estudiantil -la aplastante mayoría de la facultad- detrás de la UES, la agrupación pejotista de Barbieri y Yacobitti. La Mella, que quedó afuera del acuerdo, sobreactúa sus diferencias ya que viene de compartir con esas mismas fuerzas la lista en la Ciudad (Filmus-Moreno-Hagman). En Sociales, la Mella (rebautizada “Sudestada” y van...) votaría por Postolski -el decano K actual- para “frenar a la derecha” -es decir, a sus compañeros en la Ciudad. Esta incorporación de La Mella al kirchnero-pejotismo, a pesar de ser largamente anunciada, provocó una crisis interna de magnitud.

El movimiento estudiantil tiene el desafío, en este cuadro, de defender más que nunca una federación y centros de estudiantes independientes del gobierno y las autoridades. Podemos derrotar los planes de ajuste contra la ciencia y la universidad, pero para ello necesitamos una Fuba y centros “que estén donde tienen que estar”. Esto implica superar la crisis actual de la federación, en la que uno de los componentes de su conducción fue cooptado por al PJ-kirchnerismo. Para ello, la izquierda debe lograr un salto en la universidad, valiéndose del derrumbe de las fuerzas intermedias (la famosa “avenida del medio” de los socios del ajuste macrista) que ya se verificó en las Paso.

Hagamos de las elecciones universitarias un gran pronunciamiento contra el rumbo oficial de destrucción de las conquistas obreras y populares, por una salida a la crisis nacional en los términos de la mayoría trabajadora.
Y preparemos las fuerzas del movimiento estudiantil para las luchas que tenemos por delante. La UJS se jugará en esta pelea y convoca a ella a toda la izquierda, en primer lugar, a las fuerzas con las que integramos el Frente de Izquierda.

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

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