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miércoles, 28 de febrero de 2018

El derecho al aborto

27 de febrero de 2018 | Por Jorge Altamira

En sus declaraciones acerca del derecho al aborto, el presidente de la Nación ha vuelto a poner de manifiesto una cierta deficiencia en su formación escolar. “Estoy a favor de la vida”, transcribió Clarín, “pero no se la impongo a nadie”, redondeó Macri sin notar la falacia. Es que lo único que asegura la libertad de decisión es, precisamente, la vigencia del derecho a recurrir  al aborto o no hacerlo. La llamada “libertad de conciencia” o “decisión” es una negación del derecho a elegir. Lo que busca Macri con la habilitación del debate acerca del derecho al aborto es proceder a su sepultura con el voto de una mayoría de los llamados “representantes del pueblo”. Es apenas una variación de lo que ha hecho con la confiscación aplicada a las jubilaciones o lo que pretende con la conversión en leyes del mega-decreto que privatiza el Fondo de Sustentabilidad de la Anses. La ‘democracia’ legitima la abolición de derechos. Estamos ante un enésimo caso, por ahora en carácter de tentativa, de imponer un cercenamiento de derechos por medio de un recurso tipificado de democrático. Es una tentativa de neutralizar al movimiento de la mujer, que ha impuesto su agenda por medio de la lucha, por medio de una derrota ‘democrática’. Es, ‘de paso cañazo’, un golpe bajo al kirchnerismo, que impidió bajo siete llaves el reclamo de la discusión parlamentaria del proyecto de derecho al aborto, durante más de una década. Macristas, radicales, civistas y los diversos matices del peronismo han bloqueado incluso la adopción de los protocolos necesarios para habilitar el aborto en los casos de violación, que ya está consagrado en la ley.

La operación política del oficialismo no puede ser reducida a un propósito ‘distraccionista’ –el reclamo al derecho al aborto figura alto en la agenda de la lucha de clases en Argentina. Lejos de dividir la lucha de las paritarias o contra las contra-reformas laborales y previsionales, tiene la capacidad de potenciarlas y de desarrollar un frente único entre todas las luchas. Una tarea fundamental del movimiento obrero combativo y del activismo clasista es desenvolver una campaña de apoyo al proyecto feminista en los lugares de trabajo y en los sindicatos. No hay que olvidar que la burocracia sindical es, en su inmensa mayoría, clerical, y que va a intentar disimular esta circunstancia con planteos oportunistas y confusos. La defensa del derecho al aborto es un aspecto decisivo para cualquier lucha que tenga el propósito de expulsar a la burocracia de los sindicatos.

En principio, el operativo macrista, aparece, como está dicho antes, como una tentativa de  enterrar esta causa democrática, mediante métodos parlamentarios. El clero, como lo admiten hasta los “medios hegemónicos”, parece haberlo entendido de este modo, por la ‘tibieza’ que se le ha adjudicado a su reacción ante el anuncio oficial. Otro objetivo del gobierno es dividir a la llamada oposición, que en su mayoría es clerical, para cargarle los costos del bloqueo al proyecto de ley. Macri tomó la prevención de hacer el anuncio luego de haberse asegurado el acuerdo de Cambiemos a esta operación de ‘libertad de conciencia’. Va a exhibirla como un trofeo contra quienes lo acusan del pilotear un “estado de excepción”. Macri presume haber recobrado una suerte de iniciativa política y de meter un peludo de regalo a quienes trajinan la “unidad peronista”.

Los secuaces de Macri ya han comenzado a operar en el parlamento con el propósito de ‘cajonear’ el debate ‘libre’ del cual se jactan. Intentan derivarlo a comisiones que presiden e incluso controlan. Son procedimientos que apuntan también a manejar el ritmo del tratamiento del proyecto de acuerdo a la marcha de la crisis y de las luchas populares. Sin embargo, sin proyecto alternativo al del movimiento de mujeres, no tendría lugar un debate. El ala clerical del Congreso, compuesto de Cambiemos y el peronismo, se opone al derecho al aborto ‘por principio’. En cualquier caso, el derecho al aborto, bien entendido, significa asegurar su gratuidad y por lo tanto una previsión presupuestaria. En el sistema de Obras Sociales o pre-pagas, supone incorporarlo a la grilla sin costos adicionales.

El proyecto del movimiento femenino puede triunfar, por supuesto, como lo ha demostrado al imponer la discusión parlamentaria de su agenda. De aquí en más, sin embargo, necesita, como perspectiva, la intervención masiva de la clase obrera, en primer lugar femenina, y también de conjunto. Es necesario desarrollar una conciencia de esta necesidad, en principio mediante la propaganda. El paro activo y la huelga general son también métodos de lucha del movimiento de la mujer, que en su inmensísima mayoría integra la clase trabajadora.

El derecho al aborto es, como todo derecho, un recurso de defensa, de protección de la salud física y moral de la mujer – no es emancipatorio. Es como el descanso dominical o la reducción de la jornada laboral, o el derecho a trabajar (explotado), un límite a la destrucción social que entraña la explotación. En la sociedad presente, la energía humana y “los cuerpos” son explotados por el capital y están a su servicio – con sus jornadas de trabajo cada vez más largas, sus ritmos de producción más intensos, la cosificación de las relaciones sociales y con ella la de la mujer, y el desarrollo de las necesidades en función del mercado y la acumulación de capital. La interrupción del embarazo no es de ningún modo una decisión realmente ‘libre’, pues se encuentra determinada por un conjunto de condiciones sociales, que escapan al dominio individual. El derecho al aborto apunta a evitar un daño ulterior mayor, para la mujer o incluso la pareja. Si el capital condiciona la más poderosa de las relaciones humanas, la sexual, a una existencia enajenada, tiene plena justificación el derecho a reclamar la defensa propia contra las consecuencias de esa alineación social. “La autonomía sobre nuestros cuerpos” no será conquistada por el derecho al aborto, no es su propósito, sino por medio de la abolición del capitalismo y la construcción, sobre esa base, de una sociedad ‘donde el desarrollo de cada uno sea la medida del desarrollo de todos’. 

Conquistar el derecho al aborto por medio de la lucha de clases significa arrancar al capital y a su Estado una conquista por los mismos medios y los mismos métodos que llevan, potencialmente, a la abolición del capital y del Estado.
 

Fuente: http://www.po.org.ar/prensaObrera/online/mujer/el-derecho-al-aborto
 

martes, 27 de febrero de 2018

“El debate no es aborto sí o no, sino aborto legal o clandestino”

26 de febrero de 2018 | Por Redacción

Las dirigentes del PO en los medios, impulsando la lucha por el aborto legal, seguro y gratuito.

“Se quiere instalar la presunción de que hay una mayoría que está en contra y no es así”, apuntó la diputada nacional del FIT-PO, Romina Del Plá, en A24, al recordar que ella es una de las firmantes del proyecto legislativo impulsado por la Campaña Nacional por el Aborto Legal y Gratuito que volverá a tomar estado parlamentario –por séptima vez– con la firma de más de 70 diputadas y diputados de distintos bloques. “La legalización del aborto es un reclamo social para terminar con la principal causa de muerte en las mujeres gestantes, con las mujeres mutiladas como resultado de su práctica en condiciones insalubres y para acabar con el negocio del aborto clandestino”, concluyó.

Las dirigentes del Partido Obrero y del Plenario de Trabajadoras están impulsando en los medios de comunicación la movilización por la legalización del aborto, frente a la habilitación del debate parlamentario por parte del oficialismo.

Tanto Romina como Vanina Biasi confrontaron la mayoría de las oportunidades con representantes de los grupos antiabortistas, como representantes de la fundación ProVida, de la Universidad Católica Argentina (UCA) y hasta Cecilia Pando, lobista por la impunidad de los genocidas de la dictadura.

Precisamente, en un debate en el noticiero que conduce Eduardo Feinmann, Vanina Biasi se cruzó fuertemente con dos hombres, agentes del clero, que militan contra los derechos de las mujeres. "Es falso el debate aborto sí o aborto no. El aborto existe: 80 mil mujeres al año son internadas en hospitales públicos por abortos mal practicados. Miles terminan mutiladas, otras muertas, y en general se trata siempre de mujeres pobres. El debate es aborto legal o clandestino”.

“La ilegalidad del aborto se ha convertido en una herramienta política para el sometimiento de la mujer. La manipulación empieza desde la escuela”, denunció.

“Vamos a exigir que se trate en el recinto el 8 de marzo, en coincidencia con la gran movilización de mujeres de ese día”, adelantó Romina Del Plá. “No queremos que esto concluya en un show mediático, en una maniobra para que se lleve a comisión”.

“Vamos a interpelar a cada diputado y a reclamar que la aprobación del proyecto de ley con movilizaciones que hagan sentir la voz de las mujeres", aseguró Biasi, quien forma parte de la asamblea organizadora del 8M que está organizando el Paro Internacional de las Mujeres.

En todo el país, las voceras y representantes del PO y del PdT están desenvolviendo esta campaña, aprovechando la exposición pública del tema, para impulsar la movilización política por esta gran reivindicación del movimiento de mujeres. 





Fuente: http://www.po.org.ar/prensaObrera/online/mujer/el-debate-no-es-aborto-si-o-no-sino-aborto-legal-o-clandestino

lunes, 26 de febrero de 2018

INTI: 2 de marzo, jornada nacional de lucha contra los despidos

22 de febrero de 2018 | Por Tomás Eps (@tomaseps)


Continúan firmes el paro y la permanencia.


Cuando se cumple ya un mes de una lucha tenaz, los profesionales y técnicos del INTI resolvieron, en una asamblea de 1.000 trabajadores realizada esta mañana, ratificar la permanencia en el instituto, la continuidad del paro total de actividades (que lleva una semana) y convocar para el 2 de marzo a una jornada nacional de lucha contra los 258 despidos y el desguace del organismo. Una caravana central partirá de la sede central del organismo (Parque Tecnológico Miguelete, en la localidad bonaerense de San Martín) hacia la sede de Retiro del INTI y al Ministerio de Trabajo. Los trabajadores también resolvieron convocar a un cacerolazo local para mañana viernes 23, a las 20hs, y realizar un plenario de organizaciones el día sábado, a las 10.30, en el INTI para organizar la jornada nacional. El próximo lunes 26, cuando se cumple un mes del inicio de esta lucha, los trabajadores brindarán una conferencia de prensa.

Nuevas denuncias

La asamblea siguió con atención la intervención de la delegada Yamila Mathon, de la Agrupación Naranja de ATE-INTI, en el programa radial de Jorge Lanata, donde denunció el plan de desguace del organismo detrás de los despidos y las contrataciones discrecionales del presidente del INTI, Javier Ibañez, de personas de su entorno y de la Jefatura de Gabinete, con sueldos que alcanzan los 84 mil pesos.

En estos días, junto a los documentos de estas contrataciones discrecionales –de personas que en muchos casos, como han denunciado los trabajadores, ni siquiera aparecen por el instituto– se revelaron otros sobre el colosal pago de la gestión del Instituto a la corporación Tecnalia (Ámbito, 21/2) por su plan de “reestructuración” (desguace y privatización) del organismo, del orden de los 295.000 euros (más de 7 millones de pesos). También se conoció que Tecnalia sindica entre sus “socios locales” a Endeavor Argentina, en cuyo directorio se halla el capitalista Federico Braun, tío del jefe de Gabinete Marcos Peña.

Frente a este escenario de lucha con un creciente apoyo, la patronal recurrió a policías de civil para impedir el ingreso de despedidos a los sectores de Finanzas y Dirección de Obras –lo que los trabajadores denuncian como un intento por evitar que se filtren nuevos documentos sobre la corrupta “reestructuración”. Esto viola un acta firmada por las autoridades, en la que se comprometen a dejar ingresar a los despedidos a su lugar de trabajo y forma parte de un cuadro de militarización del Instituto, con la proliferación de agentes policiales de civil en el predio.

Con su nueva convocatoria a luchar y asambleas masivas, los trabajadores responden con firmeza.


domingo, 25 de febrero de 2018

Luna roja: la historia de lucha detrás del delegado del INTI Daniel “el Pollo” Luna

23 de febrero de 2018 | Por Daniel Mecca



Podés ganar. Luchar no implica siempre ganar, pero si no luchás perdés seguro.

Así le hablaba la Tona a Daniel Luna (46), el Pollo, su nieto, delegado y referente de la lucha del INTI contra los 258 despidos.
Y la Tona, Antonia Leonilda Luna, no decía nada por decir. No la paraba nada.

Como cuando, antes de morir en 2003, los médicos descubrieron que ya había tenido un infarto pero que ni ella se había dado cuenta. Porque sólo se quebraba en secreto, hacia adentro, soportando el secuestro y desaparición de su único hijo, José Abelardo Luna, el Peti Luna. En lo hondo, dijo un poeta, no hay raíces, sino lo arrancado.

O como cuando en 1989, el gobierno de Raúl Alfonsín, en el contexto que ordenaba allanar los locales del Partido Obrero —donde ella se incorpora hacia 1980— y detener a su dirección, también detenían a sus nietos el Pollo (que estaba agitando en Puente La Noria), a Pablito (que había tomado un colegio) y a su sobrino (Tato). La Tona se mandó a recorrer desesperada las comisarías. En la comisaría de Puente La Noria apareció a los gritos reclamando por los nietos, por los compañeros, y sin abogados.

O cuando estaba en un colectivo y subía una persona que no podía pagar el boleto y el chofer la quería hacer bajar: la Tona se paraba a los gritos, en plena época de la dictadura, con el temor en el aire, y armaba tal quilombo hasta que la dejaran viajar.

“Nosotros, como nietos, nos queríamos meter debajo de los asientos”, se ríe hoy el Pollo Luna, recordando esos días de infancia.

Esa infancia que tuvo varios viajes al interior que, disimulados como vacaciones, eran en realidad operativos de seguridad ya que sus padres estaban siendo buscados.

Esa infancia que tuvo un quiebre.

Fue cerca del 8 de diciembre de 1978 después de un acto escolar en la escuela Nº 24 de Banfield.

Daniel tenía siete años y, al salir ese día del colegio, lo llevaron a la casa de su abuela Antonia en Lomas de Zamora junto a sus otros dos hermanos. No recuerda si lo llevaron sus padres, ambos militantes de Montoneros. Tampoco si lo pasó a buscar su abuela Tona. El dolor es un lugar sin tiempo.

Pero sí que ese día fue el último que vería a sus viejos.
José Abelardo Luna y Cecilia Mónica Ibarra Brebia fueron chupados en la madrugada del domingo 10 de diciembre en la casa que alquilaban en Derqui 256, Derqui y Maipú.

Él, José Abelardo, tenía en esos días 35 años (nació el 30/10/43). Era responsable de Montoneros de zona norte. Había tenido un paso por la aeronáutica cuando fue a estudiar a Córdoba. Llegado de Entre Ríos, del municipio de General Ramírez, donde nació, y previo paso por Lomas de Zamora, fue a parar a la escuela de la fuerza aérea sin demasiadas chances de elegir otro destino. Estaba en la parte operativa, pero él ya tenía un interés social aun sin militar.

Hasta que una tarea del Ejército de “limpiar las villas” le crackeó la cabeza. Así lo dice el Pollo, le “crackeó la cabeza y renunció a la Fuerza”, como si en esas palabras hubiera una génesis de su lugar en el mundo. Lo dice desde adentro del INTI, a las 14.35 del domingo 18 de febrero, con un sol fulgurante que acecha afuera, desde donde están con una toma pacífica desde hace 24 días. Una bandera en el portón los sintetiza: “En el INTI no sobra nadie”. Otra: “Sobran vaciadores”. Otra: “Bienvenidos a la lucha”.

Al momento de su secuestro, el Petiso Luna era delegado de la dirección Nacional de Recaudación previsional, del rubro de informática, en JTP-ATE.

Cecilia, su mujer, tenía 29 años (nació el 27/05/49) y también contaba con responsabilidades de organización en Montoneros. Venía de una familia de militares con la que ella chocaba. Su abuelo estuvo 57 años al servicio de la Marina mercante, era un cuadro de la Fuerza, al punto de ser asesor de las tres fuerzas en el gobierno de Raúl Alfonsín. Se llamaba Carlos Ibarra.

Se habían enamorado en el lugar de trabajo, lo que es hoy el ministerio de Desarrollo Social, sobre la avenida 9 de julio. Se casaron con menos de un año de noviazgo.

Los emboscaron la madrugada del 10 de diciembre de 1978. Rodearon la manzana.

Intentaron salir por el fondo de la casa, por una medianera. Les pegaron tiros a los dos. En la casa había marcas de las balas. A ella, presuntamente, un disparo en la espalda. A él, en la pierna. Los militares se los llevaron junto a todo lo que había en la casa, plata, muebles.

Fueron vistos en el Centro Clandestino el Olimpo. Según la investigación, fueron trasladados en enero de 1979 para ser asesinados. Sus restos aún permanecen desaparecidos. Hubo sentencias de prisión perpetua, de 25 años y de 20 para algunos de los genocidas del Olimpo. En ese momento tenían tres hijos: Daniel —el Pollo— (7), Silvia Irene —que entonces tenía 9 años y luego militaría hasta cerca de los 20 años— y Pablito, el menor, que tenía 5, también militante hasta que se quitó la vida en 2003 a los 28 años.
Los tres arrancamos a militar de re guachines -dice el Pollo-. Cuando me quedé en lo de la Tona habrá pasado un año hasta saber lo que había pasado. Al principio esperamos que vinieran un día. Otro día. Otro más. Pensaba delirios de pibe, no sé, que estarían de vacaciones. Me lo explicaron luego de que mi abuela se lo contara a mi hermana. Después ya tuve la sensación de que no iban a volver jamás.

“De Dios a una salida política”

El Pollo, con sus hermanos, debió pasar la infancia en Lomas de Zamora en la casa de la abuela. Grupos de 30 pibes, bicicletas, la pelota rodando en la calle, correrías.
—Estaba integrado a la pendejada del barrio. No sé si era líder, pero me reconocían. Éramos, junto a mis hermanos, chicos de consulta, del 'che, qué hacemos'. Cuando alguien se mandaba una cagada con los más grandes íbamos nosotros porque teníamos cierta facilidad de hablar. La relación con mi abuela al principio fue complicada por una cuestión generacional. Ella tenía parte de sargento y una parte dulce, pero ni a palos era la abuelita Heidi, nunca la abuelita de los cuentos. No era una mina que daba todos los gustitos al nietito. Después de la tragedia que le pasó, qué carajo le importaba. Nos quería para enseñar esas cosas. Al final se puso más cariñosa, por ejemplo con mis hijos, era condesciende con ellos. Eso sí, nos tenía cagando con el estudio, que no boludeemos. Si no estudiábamos nos volaba un chancletazo.

La Tona se empezó a involucrar en la militancia a través del barrio entre el 79 y el 80. Y no paró más. La primera que empezó a discutir con ella políticamente fue la Negra Norma, actual dirigente histórica de la zona sur bonaerense del Partido Obrero.

“En diciembre del 78 varios compañeros comenzamos a militar en un nuevo frente: ‘Derechos Humanos’. Militando en la Comisión de Madres de Lomas de Zamora, nos conocimos con Antonia Luna, La Tona, de un barrio de Lomas, Parque Barón. La dictadura había secuestrado a su único hijo y su nuera, dejando a su cuidado tres nietos con mínimos recursos. Me pidieron en la comisión que acompañara a Tona a realizar la denuncia. Y a partir de allí comenzó una relación de militancia y amistad que se desarrolló hasta su muerte”, cuenta Norma.


Y recuerda: “Siendo una mujer muy inteligente y semianalfabeta, comenzamos a discutir con la Tona cómo veíamos desde Política Obrera —antecesor del Partido Obrero— nuestra lucha por el juicio y castigo de los genocidas. La necesidad de organizarnos con un programa independiente de todos esos partidos, como el PJ, que íbamos a ver con otras madres y nos cerraban las puertas, hasta desconociendo como peronistas a sus propios compañeros desaparecidos. A la luz del debate le planteé su incorporación al Partido”.

La Tona —rememora el Pollo—, hasta el secuestro de su hijo, sólo creía en Dios y nada más que en Dios, sin ideas políticas. Era de ir a misa los domingos, de rezar en las noches, un catolicismo muy tradicional ligado a su crianza en el campo de Entre Ríos. El padre, al llegar a Buenos Aires, fue sereno en una cristalería. La Tona trabajó siempre como personal doméstico. Nunca se dejó pasar por arriba. Ya tenía un carácter definido antes de militar.

Tras el secuestro, la Tona comenzó a ir a las marchas de la resistencia de las Madres, a reunirse con familiares. A veces, muy pocas, iban el Pollo y sus hermanos. Era riesgoso. No sabían si regresarían. La Tona empezó a 'pasar' —vender— cuatro o cinco prensas de Política Obrera entre las propias Madres. Siempre. Era disciplinada. El Pollo la resume:

Pegó un salto de 180 grados: pasó de rezarle a Dios a plantear una salida política. 



Junto a la Negra Norma, la Tona fue compartiendo reuniones con los familiares de la comisión, las rondas en la Plaza de Lomas. Hicieron un acto en la cárcel de Devoto para los presos políticos. La Tona fue una de las oradoras en medio de una enorme tormenta.

—¡Ni los presos se asomaban a las ventanas!- le dijo la Tona a la Negra Norma.

La Negra la recuerda ese día parada en un improvisado atril, su pañuelo blanco, interviniendo.

En una de las marchas de la Resistencia terminó 20 días en cana.
“Cuando desde la conducción de Madres se advertía que las Madres no podían 'involucrarse partidariamente' —reflexiona Norma—. La Tona con su pañuelo blanco encabezaba en las marchas la columna del Partido”.


“Retalos, Eduardo”

—Eduardo, retalos, que vengan a las reuniones, no puede ser que no vengan a las reuniones.

Eduardo es Chiquito Belliboni, hoy referente del Polo Obrero, pero, en esos años post-dictadura, era responsable político en el círculo de Libertades Democráticas que compartía con la Tona. Y era ella, claro, quien le pedía que rete a los nietos para que no faltaran al círculo.

“Tona era una abuela típica de retar a los nietos de la noche a la mañana, pero no para que se portaran bien, sino para que se ‘portaran mal’: les decía que militasen, que luchasen porque solo luchando iban a encontrar una salida. Su mayor empeño, su obsesión luego de que ella hiciera su comprensión política, fue que sus nietos fueran del Partido, que leyeran la prensa”.


Chiquito cuenta que la Tona era una extraordinaria lectora de la Prensa Obrera. Cuando él llegaba con el bolso ella se le abalanzaba.

—Dame la prensa, dame la prensa.

“Era una mujer de poca formación, pero de una gran conciencia política, la lectura le costaba pero se empeñaba.
Cuando me incorporé al partido —agrega Eduardo— empecé a militar en el círculo de Libertades Democráticas, mi primer círculo.
La Tona ya era del Partido y era parte de Madres de Plaza de Mayo Lomas de Zamora, una de las regionales más importantes de Madres. Era una mujer muy humilde, muy pobre, que ponía su casa para que nos reuniéramos ya que en esa época, tras la dictadura, imagínate que no teníamos locales. En su casa hemos hecho charlas, campañas, cortado la calle. Fue un espacio que luego irradió en todo Lomas”.

Añade: “Tona jugaba un papel en la intervención en Madres y era una natural acercadora de gente. Su conciencia era impresionante, superior a la mía: uno en ese momento veía a las Madres como una institución casi inamovible, con eso de que ‘la política desvía, desune’. Entonces yo era relativamente prejuicioso en el frente, no quería decirles a ellas que se vengan al Partido. Pero la Tona era la más convencida de todas y daba una lucha política intensa dentro”.

La Tona iba a las reuniones de Madres y decía sin ningún problema:

El Partido, que siempre estuvo con nosotras, está en campaña financiera y hay que aportar.
En el círculo de Chiquito también estaban el Pollo y sus hermanos Silvita y Pablito: “El Pollo era muy pibe, siempre fue el más serio de todos, callado, circunspecto, pero de una risa que surgía rápidamente, como de golpe, y que se nota más por su seriedad y tranquilidad. ¿En qué se parecen la Tona y el Pollo? La Tona hablaba corto, seco, era muy amable cuando quería y otras no. El Pollo también es de pocas palabras. Pero en lo que más se parecen es en la convicción política. Él jamás se victimizaba ni ponía por delante su condición de hijo de desaparecidos: eligió otro perfil para su vida. Hace unos días estuvimos con Norita Cortiñas y le comenté que el Pollo era hijo de desaparecidos. Él, que estaba al lado mío, no acotó absolutamente nada”.



En una cena familiar, de pibe, el Pollo escuchó a la Negra Norma hablar del socialismo y de empezar a militar. Empezó a los 11 años y medio entre el círculo de DD.HH. y luego ya en la Unión de Juventudes por el Socialismo (UJS). Al principio, por el 82, dice, “no entendía una goma”. Pero en su primera época no lo paraba nadie. Alguien, ahí, le dijo por primera vez “Pollo” por lo pibe que era.

Fue a un colegio privado de curas —había ganado una beca— donde formó parte del armado de un centro de estudiantes en la secundaria. En tercer año lo echaron junto a unos 60 alumnos, dos cursos enteros, por haber organizado a los estudiantes y sacar declaraciones contra la educación privada. Daniel, pese a no ser el presidente, estaba a cargo del centro. Estuvo en varios colegios más, en coordinadoras secundarias, fue presidente del centro en la Nª 1 de Banfield y también en el del Instituto de Lomas. Tuvo que hacer la secundaria a la noche, en la ENET de Banfield, y la terminó ya laburando en Telefónica.

Canalizaba en la lucha la desaparición de sus padres: “No me detuve en la investigación del tipo judicial, sino en ir a las movilizaciones. No éramos un grupo de hermanos que nos juntábamos a llorar, sino que entendíamos que era una injusticia social y había que salir a luchar. Corta la bocha”.

Tenía choques tremendos con su abuela, por el temor que había quedado en ella, como cuando llegaba tarde de alguna pintada a las 11 de la noche. Los unían las ideas políticas: “Ella tenía los conceptos del Partido muy claros, pese a no tener formación intelectual. Creo que sólo hizo la primaria. Con lo que podía ella llegaba al auditorio, pero más que nada con el método del periódico y la charla individual. Llegó a ser candidata a diputada nacional y a concejal. Eso sí, cagaba a pedos mal si alguien llegaba tarde a la reunión o si no iba a alguna actividad a la cual ya había confirmado. Viene de toda la formación de años que si vos faltabas el otro terminaba desaparecido, entonces con eso no se jodía”.


El Pollo siempre fue reservado sobre su condición de hijo de desaparecidos. Jamás se le fue de la cabeza lo que le decía la Tona:

—Nunca den lástima.

“Había que ser práctico. Antes de ser hijo de desaparecidos hay que ganar el centro de estudiantes, flaco. Yo voy al colegio a decir ‘Aparición con vida’ y quizá lo entienden, quizá no. Pero el problema práctico es que le cagaron una cuota o privatizaron el colegio, hay que ir a ese problema. Porque, en definitiva, es la forma que toma la burguesía para liquidar la educación pública. No soy de contar mucho. Ahora estoy destrabando la mente porque se lo tengo que contar a mis hijos ya que con los DD.HH. hubo mucha manipulación en la época kirchnerista. Pasamos de las Madres de Plaza de Mayo a las Madres de Hebe que fue un escándalo. Salvo en los primeros tiempos de las marchas da familiares, nunca milité en Derechos Humanos, sino en el frente que estuve, como sindicales, el Polo Obrero o al abrir una regional”.

Daniel trabajó de albañil y pintor (cuando tenía 10 años), en Telefónica, en Edesur, en una metalúrgica. Tiene título de maestro mayor de obras. Desde 2005 trabaja en el INTI, en la guardia técnica: es el sector que se dedica a que funcione todo lo que necesita energía eléctrica, gas, agua o redes de Internet. Es delegado de ese sector.

De la Tona aprendí que hay millones de injusticias, pero hay que plantarse colectivamente. Si cada uno va por su cuenta estamos listos. Ese es el camino para el INTI y ese es el espíritu de la Naranja del INTI: el debate colectivo de los problemas, la caracterización fina, la preparación de cada etapa. Y hay un reconocimiento no solo de los laburantes, sino de la propia patronal. Por eso nos rajan a todos a la mierda. Está toda la Naranja entera despedida. Los compañeros me ven, supongo, como una dirección política, sin serlo del todo en el sentido que da órdenes. Tenemos un trabajo de agrupación absolutamente amplio. De alguna manera la autoridad política me la gano sobre la base de que abrimos un debate y damos lugar a todos los compañeros. Y, aparte, de la mano del Partido (Obrero) que, sin imponerle a la agrupación un criterio partidario pero sí estando palmo y palmo, hemos logrado una integración sólida entre el Partido, la agrupación y los compañeros del INTI.

En el INTI —agrega— tenés un sector importante de gente profesional, muy formada, que votaron a Cambiemos y fueron despedidos. Ahora hay un quiebre. Hay trabajadores que, después de alguna intervención, se me acercan para decirme que había logrado interpretar sus ideas. Un dirigente del PO, hace 20 años, me dijo que tenía “vagancia intelectual” —yo había tardado dos semanas en escribir una nota tras hacer un informe sustancioso— y me cagó porque tenía razón. Pero, cuando intervengo, la oratoria fluye sola. Al intervenir hay que hacer eje en una o dos ideas, no más: cuál va a ser la maniobra de la burocracia y cuál va a ser la propuesta de salida por la positiva. Eso es lo que nos diferencia. Actuar sobre lo concreto y dar salidas. Hay que saber escuchar antes de hablar porque si no quedás como un marciano o como un burócrata. Lo que más le plantea la gente a la burocracia es que no hay oído. Hasta acá todo lo que pudieron hacer los trabajadores del INTI lo hicieron y es una satisfacción muy grande.

El Petiso Luna, su padre, delegado de la dirección Nacional de Recaudación previsional, había participado de una huelga muy importante antes de ser desaparecido. “Cuando le hicieron un homenaje hace unos años me contaron esa historia y era casi la misma a la huelga de seis meses que hicimos nosotros desde diciembre de 2011 en el INTI, cuando luego de que ganara Cristina Kirchner las elecciones nos sacaron el bono de fin de año y una suma en negro que cobrábamos. Entonces reclamamos contra el vaciamiento, el pase a planta permanente. Más de 30 años después hacíamos una huelga por el mismo problema. Era muy fuerte. Finalmente, en el día más frío del año, en junio de 2012, cuando terminó el conflicto, recuperamos el bono y las sumas en negro logramos blanquearlas con una coeficiente que las sube con las paritarias”.
El Pollo tiene tres hijos: Federico, de 24 —que tuvo un paso por el Partido y hoy sigue acompañando—, Valentina de 14 —que está queriendo militar y es delegada en su curso del Normal de Banfield— y Santi de 9 años. Su compañera es Sandra, militante de Tribuna Docente y delegada de su escuela: “Nos conocimos en 2000. Un año después ya vivíamos juntos. Es una masa, es la mamá de Santi y Valen. Fede la considera como si fuera su vieja. No tiene ningún reparo cuando tiene que entregar inclusive su propio cerebro para darle una mano al otro, es una cosa impresionante. Y además es muy linda (sonríe). Ahora está acá”.





—¡Dale, nos tiraste una lápida en la cabeza, qué se yo lo que va a pasar! Fijaba posición frente a cualquier cosa que veía- bromea el Pollo.

“Nada de lo que me pase a mí se compara con lo que están sufriendo los pibes”

La Negra Norma aún recuerda a la Tona recorriendo comisarías en el 89. “Esa era ella, quien parió a este Pollo Luna del INTI, porque la herencia genética existe, es esa convicción que la Tona comprendió desde un primer momento: la necesidad de una partido revolucionario. Y desde esta familia Luna esa herramienta se sigue construyendo. Y hoy, con esas concretas, pocas, pero afiladas y ácidas palabras de la Tona estamos luchando en el INTI”.

El Pollo: “¿Cómo me defino a mí mismo? La puta madre, qué pregunta. Soy la conclusión de un proceso histórico. Montoneros, cuya dirección política tenía acuerdos y vasos vinculantes con los servicios de inteligencia, dilapidó una generación entera que le podía haber dado a este país otra historia. Los que sobrevivieron terminaron con algún cargo político al servicio de la patronal, del Estado, la Iglesia. No es que tomaron la parte luchadora de Montoneros. Ese fue el gran acierto de Política Obrera: hacer una conclusión en el mismo momento que batallaba contra la represión. Su función fue reconstruir una cosa irreconstruible: poder mantener el contenido militante de los desaparecidos, una cosa muy fuerte. Por ejemplo en mi abuela.

—¿Pensaste qué hubiese sido de tus viejos políticamente de haber sobrevivido?
— Lo pensé veinte mil veces. Si seguís el curso histórico muy probablemente hubiesen sido funcionarios. Estaban en un lugar de dirección.

—¿Les adjudicás algún grado de responsabilidad en relación a sus compañeros?
—No creo que en relación hacia abajo porque los compañeros que militan en cualquier organización son conscientes, pero sí en el curso de poder modificar la orientación política hacia arriba. O no pudieron o no quisieron. Lo desconozco por completo. Si yo estuviera en un partido como el PO, y veo que directamente se pasa a una orientación distinta, haría algo dentro del Partido, daría la lucha política. No sabemos si pasó eso.

—¿Pensás en ellos?
— Pienso en la lucha que llevaron adelante. Sí he tenido mis bajones, pero tenés que seguir, ya está, no hay forma, y es muy positivo que yo esté y que cuento con mi revancha al tener a mis hijos. Porque pienso en mi viejo y al toque pienso en mis chiquitos. Si me concentro en la barbarie no veo el problema ni la salida. Se puede superar si pensamos en términos políticos, con una estrategia. Y es lo mismo que pasa con compañeros que se desgarran por un despido, y trato de hacerles comprender eso.

Mi apuesta es que yo no sea una bolsa de huesos, sino que sirva para el proceso que viene. Hoy hay una reacción por abajo que la ves, la sentís. Mi objetivo es el socialismo, el gobierno obrero y terminar con esta mierda. A mis hijos les estoy dejando el mejor futuro. Hasta el último día no voy a resignarme a la idea de que vamos a derrotar a la burguesía, pero si así no fuera, como persona, hice todo lo posible para que eso pasara.

La Tona le decía a sus nietos: “Nada de lo que me pase a mí se compara con lo que están sufriendo los pibes”.

Se refería a su hijo, a su nuera, a los centros clandestinos de detención, a los 30 mil desaparecidos.

“Creo que siguió creyendo en Dios. Dejó un cuadrito de Jesús al pie de la cama — se ríe el Pollo, quien lleva una remera de ACDC que declara su tradición por el rock n’ roll y el metal— Tenía el cuadrito como diciendo: ‘Son todos malos menos vos’, pero era una cloaca a cielo abierto contra la Iglesia, un odio visceral, sobre todo cuando la sacaron cagando en la dictadura al pedir ayuda para encontrar a su hijo y su nuera. Nosotros, hoy, sólo creemos en la revolución”.

Ya con problemas de salud, tiempo antes de morir en 2003, la Tona fue a los Tribunales de Lomas por los juicios en ese momento a Raúl Castells. Hacía mucho calor. No había sombra. Jorge Altamira, al verla, la saludó y le dijo: "Cómo la trajeron con este calor".

Ella le respondió:

—Equivocado, Jorge. Yo los traje.


Fuente:http://www.po.org.ar/prensaObrera/online/sindicales/luna-roja-la-historia-de-lucha-detras-del-delegado-del-inti-daniel-el-pollo-luna

sábado, 24 de febrero de 2018

DESPUÉS DEL 21-F

Hugo Moyano no llegó a la movilización del último miércoles “con pelotas suficientes”, como se jactó frente a las demandas judiciales que lo acosan, sino “en pelotas”. Lo reconoció con palabras propias cuando dijo: “Preparémonos cuando llegue el momento de elegir…”. En lugar de una lucha a fondo, ofreció una ‘dulce espera’ de veinte meses. Ni siquiera se dio cuenta de que repetía la misma frase que utilizó en 2015 – en aquella ocasión no contra “los gorilas que no pueden estar más en la conducción del país”, como proclamó ahora en la 9 de Julio, sino contra el ex gobierno ‘nacional y popular’. Fue la dilación que utilizó entonces para abortar la lucha contra el impuesto al salario, como parece querer repetir ahora frente a la contra-reforma laboral y previsional y el mega decreto, convertido en proyectos de leyes, que autoriza la confiscación de la cuenta-sueldos y la privatización del FGS de Anses . Clarín se atrevió a provocarlo: “Moyano…evitó llamar a un paro”. Ante la enorme multitud que copó “la avenida más ancha”, Moyano dejó al desnudo el impasse de la burocracia sindical que ha elegido una posición ‘crítica’ de último momento. Rodeado de Palazzo y Baradel, Moyano no planteó ningún apoyo a bancarios y docentes, que libran una dura lucha paritaria, ni más allá de ellos a los azucareros del Norte, al Turbio, INTI, Posadas, Fanazul. Tampoco rechazó la exigencia del gobierno de arribar a “un acuerdo sectorial” para Camioneros, en la línea de precarización de Petroleros y Smata. Frente a este resultado, la movilización de 150 mil trabajadores el 21-F ha puesto en mayor evidencia la crisis de dirección del movimiento obrero.

Qué estrategia
La línea de Moyano fue saludada por los kirchneristas que desfilaron esa misma noche por los programas de TV. Para ellos, el discurso fue una manifestación de lucidez política. En oposición a los planteos del clasismo a favor de profundizar las luchas, advirtieron que para derrotar al gobierno es necesario una estrategia – o sea, un programa de conjunto, que debería tomar cuerpo en “un frente opositor”. Este frente, para las elecciones del año que viene, operaría como una suerte de cuenta regresiva para el macrismo. Pero el grueso de los pejotistas que los K descuentan para ese frente no estaba en el acto, sino negociando con el macrismo la aprobación, precisamente, de ese mega-decreto confiscatorio del sistema previsional. Otros candidatos para el frente – massistas o randazzistas -, ni asomaron narices por la zona. La burocracia sindical, otra pata de ese frentismo, se encontraba atareada firmando convenios de precarización y baja salarial, con una yapa: el ‘panadero’, Abel Frutos, ladero de Moyano hasta quince minutos antes de la concentración, fue fotografiado arreglando con Triaca. El acto no reforzó las posibilidades de ese ‘frente opositor’, las agrietó.

El planteo ‘estratégico’ del kirchnerismo oculta una capitulación ante la estrategia del gobierno. La cuestión estratégica del momento actual es derrotar las contrarreformas patronales y el sometimiento de los convenios colectivos de trabajo a los intereses de los explotadores. Basta hojear un diario para anoticiarse que el macrismo apuesta su estabilidad y su futuro a la imposición de esas contra-reformas laborales y previsionales – incluida, repetimos, la privatización de la Anses. La cuenta regresiva del oficialismo no está condicionada a un frente ‘opositor’ sino a la derrota de su política, que solamente puede producir una movilización histórica de los trabajadores. Quienes votaron cien leyes al macrismo – y se aprestan a votar las más decisivas -, están incapacitados de ejercer una verdadera oposición e incluso coincidir en un frente. Si la crisis mundial y una lucha obrera ascendente pusieran al macrismo al borde del abismo, un frente ‘opositor’ de las características que diseñan los K, sería el recurso último contra una salida popular auténtica y radical. La izquierda revolucionaria (al menos el Partido Obrero) tiene una estrategia; quienes improvisan y se limitan al empirismo y la maniobra es el disperso mosaico pejotista. Lo único que puede abrir una perspectiva realmente nueva es la derrota de los planes del gobierno mediante la acción directa de las masas. Una derrota de la estrategia oficial a manos de una lucha obrera, cambio el escenario estratégico. Esa es la enseñanza histórica del Cordobazo, que luego fue neutralizada por el enorme operativo del retorno de Perón. Esta lucha es la premisa estratégica para organizar a los trabajadores, a los activistas y a la vanguardia política como una alternativa de poder.

Los de abajo y los de arriba

El 21-F ha sido una jornada contradictoria. Por un lado, otro ensayo para descargar la presión de abajo, como se ha venido intentando hacer desde el 6 de abril del año pasado. Por el otro, porque volvió a servir de recuento de fuerzas de activistas del movimiento obrero y de luchadores sociales, luego de la gran confrontación del pasado 14 y 18 de diciembre. “Venimos a pelear en cualquier resquicio de lucha contra el gobierno hambreador” – fue la razón que se escuchó con frecuencia para explicar la concurrencia a la concentración. El 21-F se inscribe en un conjunto de luchas que no han cesado INTI, los conflictos azucareros en el Norte, la paritaria de bancarios y de docentes. El ‘frente’, en estas circunstancias, opera como ‘opositor’ a la necesidad de una lucha decisiva. Ahora se plantea otra gran movilización: contra las leyes que impulsa en forma extorsiva el mega-decreto. El Consejo bonaerense del PJ no se reunión para eso, sin embargo, el jueves pasado, con Pablo Moyano como figura estelar. Se ha anunciado un cronograma de tarifazos, incluyendo el gas para el invierno y la nafta, temerario; hay que reclamar que los pulpos energéticos abran los libros y sus cuentas – Caputo y compañía han demostrado que no resisten una revisión contable. La acción disolvente del ataque capitalista contra las masas es el elemento dinámico que socava la solidez de los frentes que el gobierno arma en el Congreso, mientras una parte del peronismo busca un incierto frente B. Este es el marco objetivo de la lucha de clases en desarrollo – no el discurso de Moyano, ni el otorgamiento de “libertad de conciencia” sobre el derecho al aborto. Si es por la ‘conciencia’ del Congreso, es una causa perdida. Hay que ganar la calle y multiplicar por tres la movilización y la huelga del próximo 8 de Marzo.

La ‘confesión’ del ministro Dujovne, en Madrid, no debe pasarse por alto dijo que el gobierno “no tenía herramientas” para bajar la inflación. Estamos ante el reconocimiento de que las contradicciones del capitalismo, en el marco de la crisis actual, son insuperables para la política económica. Es una admisión de inmovilismo: hay que esperar a que cambien las condiciones de conjunto. El ministro sabe de lo que habla, porque la devaluación de 2016 se convirtió en revaluación; el ingreso de dólares comerciales, en salida; y la ‘bicicleta financiera’ para traer divisas se está quedando sin pedales. El capital está dando todos los días algún voto de desconfianza – por ejemplo, con colocaciones financieras a cortísimo plazo, que amenazan el tipo de cambio. El macrismo va camino a una crisis propia con los fondos buitres en Nueva York, a partir de un juicio por la expropiación de Repsol, que habría perjudicado a los accionistas minoritarios (47%). Los macristas esperan un ‘miracolo’, más allá de Bergoglio: que el JP Morgan suba de categoría a Argentina entre los países emergentes, con la expectativa de recaudar u$s6 mil millones más (la misma cifra que anuncia Maduro con su moneda digital) de deuda pública y privada. La crisis política potencial que encierra este impasse, ya es discutida abiertamente en los medios de comunicación; desde exhortaciones a ‘mesas de diálogo’, a ‘consejos económicos y sociales’, ‘unificar el comando de la economía’, y hasta un eventual gobierno de coalición. Que la presión política crece, lo dejan ver las críticas que Macri le atribuye al llamado ‘círculo rojo. Moráles Solá, el macrista que escribe en La Nación, advierte, luego de resumir los achaques de la política oficial, “que llegará el día en que (Macri) será juzgado no sólo por sus contrincantes (Cristina o Moyano)…sino en que la sociedad enfrente al Gobierno con su propio espejo” (“¿Es Macri un Presidente débil?”, La Nación, 18.2). El mismo Morales Solá convoca a Macri a acercarse a Bergoglio, a quien caracteriza como un factor de contención. En respuesta, Macri dio ‘libertad de conciencia’ para el derecho al aborto. Clarín, a través de sus columnistas, sigue planteando la necesidad de crear una mayoría parlamentaria, incorporando a una parte del peronismo al gobierno. Los episodios de corrupción y ‘conflictos de intereses’ del oficialismo ya van a buen ritmo; hay una crisis en desarrollo en Cambiemos. Estos comentarios de la prensa alientan una recomposición política que evite una crisis de conjunto.

Transición convulsiva

Argentina asiste a una nueva transición política. Existe una tendencia creciente a la movilización, que deberá penetrar a los grandes contingentes de la clase obrera industrial – la fuerza decisiva. Por eso es estratégica la lucha política para movilizar a los sindicatos y quebrar la coraza de la burocracia sindical. En esta lucha se destacan un conjunto de pilares:

*la ocupación de empresas e instituciones que despidan o cierren, que es una tendencia en los trabajadores, y que es necesario prepararla, cuando es posible, y reforzarla por medio de la solidaridad sindical y territorial;

*el paro activo local, regional y/o nacional, en apoyo y por la victoria de las luchas en curso;
* la huelga general contra los ataques estratégicos contra el movimiento obrero y los trabajadores, como el mega decreto y las contra-reformas laboral y jubilatoria. La preparación de una huelga general requiere un trabajo metódico de propaganda, agitación y organización.

*congresos de delegados de los sindicatos y CGT, electos en los lugares en los lugares de trabajo, para asumir la responsabilidad y la dirección de esta lucha. Comités de huelga electos, responsables ante las asambleas. La adopción de este método en forma local o por sindicato, frente a ataques patronales y luchas, marcaría un camino para el movimiento obrero en su conjunto.

Una tendencia creciente a la movilización, no sólo de parte de la clase obrera y los trabajadores, combinada con otro conjunto de factores, como nuevos golpes económicos contra el pueblo; contradicciones más intensas del plan económico; episodios más numerosos de choques internos dentro del gobierno y de la coalición parlamentaria que le vota las leyes; la necesidad del gobierno de acentuar la ofensiva capitalista para mantener la confianza de sus mandantes; el inmovilismo de la mayor parte de la burocracia sindical, o sea una adaptación pasiva a la crisis que se descarga contra el pueblo; todo esto configura un equilibrio inestable, que anuncia choques sociales y políticos de mayor alcance y, como consecuencia de ello, modificaciones importantes en el Estado, de un lado, y en las organizaciones de masas, del otro.

La izquierda revolucionaria se encuentra frente al desafío de impulsar una gran iniciativa. Es necesario abrir el debate.

Jorge Altamira

Fuente: https://www.facebook.com/jorge.altamira.ok/posts/883936531787209

viernes, 23 de febrero de 2018

A seis años de la masacre de Once, los vaciadores ferroviarios son socios del macrismo

22 de febrero de 2018 | Por Gustavo Montenegro

En el sexto aniversario de la masacre de Once, Macri recibió a los familiares de las víctimas en la Casa Rosada. Los llamó un "ejemplo de constancia y de lucha". Se trató, a ojos vista, de un acto de manipulación política, ya que la ´patria contratista´ y la burocracia sindical que articularon De Vido y Schiavi, hoy es socia del macrismo.

Durante la década kirchnerista, un triángulo integrado por la Secretaría de Transporte, grupos empresarios y la burocracia sindical ejecutó fabulosos negociados a partir de los sobreprecios en las obras, coimas, subsidios y vaciamiento en el transporte, que iba acompañado de la precarización de los trabajadores, como dejó en evidencia el crimen de Mariano Ferreyra.

El gobierno macrista se ha valido de las denuncias contra Schiavi, Jaime y De Vido, artífices de aquellos negociados, como eficaz herramienta de propaganda, pero ha soslayado en forma interesada a otros responsables de ese esquema de corrupción. Por caso, la empresa Iecsa, que pertenecía al primo de Macri, Angelo Calcaterra, está investigada (junto a Odebrecht) por coimas al gobierno anterior para quedarse con la cuestionada obra de soterramiento del ferrocarril Sarmiento. El Grupo Roggio, otro de los grupos beneficiados durante el gobierno anterior, ha sido beneficiado por éste con la prolongación de la concesión del subte.
Macri tampoco agita las aguas sobre la responsabilidad de las conducciones sindicales porque éstas le prestan sus servicios.
Las burocracias de la Unión Ferroviaria y La Fraternidad se atienen a los techos salariales del gobierno y en el caso de Sergio Sasia, de la UF, ha avanzado en la reforma laboral en su gremio por medio de un convenio colectivo flexibilizador que ataca las categorías, amplía la tercerización y liquida otras conquistas. Estas burocracias no se movilizaron el 21.

El desfalco ferroviario del kirchnerismo, a su vez, continúa por otras vías. Lo que queda del sistema ferroviario se ha transformado en uno de los objetivos del plan de ajuste: el gobierno de Vidal, que estuvo presente en la reunión con los familiares, ordenó el cierre de Ferrobaires que amenaza 1.000 puestos de trabajo; Macri intentó avanzar en la clausura de ramales ferroviarios (lo que esconde, dicho sea de paso, grandes negocios inmobiliarios) por medio de un decretofinalmente derogado– que transfería esa potestad al ministro de Transporte, Guillermo Dietrich.

A la luz de todos estos hechos, deben considerarse desafortunadas las declaraciones de Leonardo Menghini, abogado de los familiares, quien afirmó que “el único apoyo que tuvieron luego de la tragedia fue el de Macri, Vidal y Avruj” (Télam, 22/2). De este modo se blanquea a un gobierno tan vaciador como el de los K, y disminuye el rol central que ha jugado en estos años la movilización popular –empezando por la valiente lucha de los familiares- para llevar a juicio a algunos de los responsables de la masacre.

Por el juicio de Once, hubo 21 condenados (incluyendo Schiavi, Jaime, y el empresario Sergio Cirigliano, de TBA) pero no están detenidos porque aún debe expedirse la Cámara de Casación. Jaime está preso, pero por otros motivos.

El ex ministro De Vido es investigado en una causa aparte (Once II) que, afirma Perfil, marcha “con otros tiempos políticos”
(22/2). Allí deben declarar los ex ministros de economía Roberto Lavagna y Miguel Peirano.

La masacre de Once destapó una enorme olla de negociados.

jueves, 22 de febrero de 2018

El 15% de Vidal ataca el salario y el estatuto

15 de febrero de 2018 | #1491 | Por Daniel Sierra


La Multicolor plantea No inicio y plan de lucha


El diario oficialista Clarín mostró los verdaderos intereses de Macri y Vidal respecto de las paritarias docentes. “El plan es mostrar dureza para condicionar otras paritarias”, porque “Macri quiere que la negociación docente marque la pauta (…) que el Presidente espera para el resto de las discusiones salariales de trabajadores estatales y, cuando se pone maximalista, (también) de los privados” (11/2).

“En este momento hay dos temas que nos preocupan: la paritaria docente y el conflicto con Moyano”, reconocieron desde la Jefatura de Gabinete (La Nación, 14/2).

El gobierno también “pretende debatir otros temas ásperos, como el régimen de licencias y el nivel de presentismo de los maestros” (11/2) y “hasta los requisitos para ejercer la docencia” (La Tecla), para lo cual Vidal reunió a los legisladores oficialistas para hacer tabla rasa con el convenio colectivo docente mediante un golpe parlamentario. A esto lo llama ‘reforma educativa’.

El presentismo es una cifra en negro, de monto desconocido, que sólo se cobra con asistencia perfecta, a costa de trabajar enfermo, embarazada, a pesar de hijos enfermos o familiares fallecidos y, por supuesto, a condición de no estudiar para perfeccionarse.
Es el ítem aula de Mendoza.

El atropello al estatuto docente no es una novedad que haya inaugurado el macrismo. Durante los doce años de kirchnerismo, los cargos por fuera del estatuto (Fines, Plan Mejoras y otros) precarizaron masivamente las condiciones laborales y salariales de la docencia.
La dirigencia celeste, por su lado, ha declarado públicamente que para ella el estatuto del docente “no es una vaca sagrada”, reconocimiento de que está dispuesta a “sacrificarlo”. Es lo que está haciendo Alicia Kirchner en Santa Cruz.

Ctera-Suteba paralizados
En el tira y afloje con Ctera, el ministro de Educación nacional, Alejandro Finocchiaro, acusó al gremio de “tener actitudes intimidatorias” y “de rechazar lo que nunca se les ofreció” (La Nación). Finocchiaro miente y se apoya en una parte de la burocracia sindical docente integrada a la CGT (UDA, Amet, Sadop, CEA), que decidió fracturar el Frente de Unidad Gremial en los hechos, en un acercamiento al gobierno con una postura dialoguista.

También explotan el desprestigio de la dirección celeste. El macrismo pretende polarizar entre Vidal y Baradel nuevamente, para generar un cuadro hostil contra la docencia, que ya ha fracasado. La mayoría de los docentes repudió la reforma previsional, entre ellos, una parte sustancial de los votantes de Vidal.
Sin embargo, Ctera-Suteba no quieren preparar plan de lucha alguno. Baradel advirtió que no aceptará un eventual aumento de sueldo del orden del 15%, sin cláusula gatillo, pero también “que no tienen previsto convocar a una medida de fuerza. Ellos -refiriéndose al gobierno- hubieran querido que anunciáramos una medida de fuerza para tener la excusa perfecta. No hay declarada ninguna medida de fuerza hasta el momento” (Radio Blue). Exactamente, la teoría del “no conflicto”. En esa sintonía, Baradel reconoció que piden apenas un 20% de aumento, ante una inflación pronosticada por todas las consultoras de entre el 25 y el 27 por ciento.

La dirección celeste está jugada a un entendimiento con el gobierno, no a preparar un plan de lucha. Es lo que ocurrió en Misiones, provincia en la cual la dirección celeste del sindicato UDPM (sindicato docente misionero) acaba de firmar, cuando los docentes todavía no se reintegraron a las aulas, un “simulacro de paritaria” por un aumento salarial de bolsillo de 15,5 para todo el año, tal cual exige el gobierno macrista.

Para defender el estatuto y el salario, necesitamos un Congreso de delegados con mandato y plan de lucha, que organice el paro activo nacional de No inicio de 72 horas y decida la continuidad de las medidas.
En ese camino se orienta la oposición multicolor de Ctera. Los Suteba combativos han convocado a un plenario provincial de delegados el próximo 26 de febrero, para discutir un plan de lucha, con o sin Ctera. El 27 de febrero, sesionará en la Ciudad de Buenos Aires un Plenario Nacional Docente Opositor, en el cual se convocará, seguramente, a un No Inicio de 48/72 horas con continuidad por medio de un plan de lucha, y se reclamará a Ctera congresos de delegados con mandato en todas las provincias para poner en marcha un plan de acción que derrote el ajuste de Macri, Vidal y todos los gobernadores del Pacto Fiscal. 


El Congreso Nacional de la agrupación Tribuna Docente, de los días 17 y 18 de febrero, tendrá como perspectiva orientar sus energías en poner en pie este plan de lucha.

Fuente:http://www.po.org.ar/prensaObrera/1491/sindicales/el-15-de-vidal-ataca-el-salario-y-el-estatuto

miércoles, 21 de febrero de 2018

Moyano y sus socios, sin perspectivas para el movimiento obrero

21 de febrero de 2018 | Por Néstor Pitrola

Moyano no dijo nada y los demás oradores solo hablaron para apoyarlo. Si “a Macri le quedara poco”, como dijo el camionero, no sería por este 21F.

A esta síntesis hay que agregar que la movilización fue sensiblemente menor al 18 de diciembre, en parte compensada por el despliegue inmenso del aparato camionero que se empeñó en movilizar desde todo el país. Incluso los gremios de la CGT que apoyaron la movida movilizaron muchísimo menos que en diciembre, tal fue el caso de Fatun de no docentes, de los propios bancarios, de canillitas, gráficos o curtidores, y muy menor en el caso de las seccionales rebeldes de la UOM: la poderosa regional siderúrgica de Campana movilizó sólo un micro de delegados. Con la Ctera ocurrió otro tanto aunque se empeñaron en movilizar desde Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba, además de CABA y Conurbano.

La columna bancaria, nave insignia de la Corriente Federal, de unos 4 mil trabajadores, fue menor que la movilización de 5 mil compañeros del Banco Provincia del día martes en La Plata, lo cual ilustra que la movilización no fue canal, ni aún de los sectores en lucha. Al mismo tiempo se expresó una disputa interna: el peronismo de la Corriente Federal no dejó pasar a los bancarios al pie del palco porque rechazan el emblocamiento de Palazzo con Moyano.

La movilización congregó aparatos de intendentes kirchneristas y otros no tanto como Menéndez, que vinieron a aportar a la “unidad del peronismo”. Tal vez la mitad de la movilización fue aportada por los llamados movimientos sociales del trío San Cayetano. Probablemente hubo entre 150 y 200 mil personas en total. Algún público espontáneo, que lo hubo, no fue en absoluto dominante.

En el interior tuvo muy poca expresión. Lo más trascendente fue el paro general de Adosac en Santa Cruz, con el impulso activo de Tribuna Docente, que plantea emblemáticamente la lucha contra el ajuste de Macri y Alicia Kirchner.

El carácter de la convocatoria, la ausencia de paro, no logró superar los límites de los sectores convocantes, y ellos mismos no concitaron un movimiento de masas al interior de sus gremios. Moyano pagó caro no haberse puesto al frente del movimiento obrero por sus luchas y reivindicaciones, si no haberlo convocado para apoyar al sindicato camionero, el que a su vez no puso en el centro la defensa de su propio convenio ante la ofensiva flexibilizadora.

El discurso del veterano jefe camionero fue defensivo y vacío. Ausente de toda perspectiva de futuro para el conjunto del movimiento obrero, no fijó continuidad alguna, no estableció un programa para enfrentar el ajuste, para defender las luchas contra los despidos o por las paritarias y estuvo muy lejos de denunciar la reforma laboral como el eje ordenador de la ofensiva de Macri, los gobernadores y las patronales. Incluso la prensa informa que el sindicato camionero está aceptando la rebaja del 1% por año de antigüedad al 0,5%, a cambio de un bono de $9500 por única vez y en compensación por la pérdida 2017, pero que el Ministerio de Triaca no lo homologaría, lo que ha dejado en suspenso la entregada.

Lo más definido que planteó Moyano fue que los trabajadores piensen “democráticamente a quién votamos en la próxima elección”. En buen romance colocó la convocatoria al servicio de la interna del PJ –y de la CGT-, ajeno por completo a un futuro paro nacional, mucho menos a un plan de lucha que pueda poner en pie al movimiento obrero contra el plan de guerra en curso. El discurso fue para desmoralizar a los luchadores que desde los ingenios salteños hasta el Río Turbio, pasando por el INTI, el Conicet, Fanazul o el Posadas, luchan contra despidos masivos.
El resto fue dedicado a defenderse de las acusaciones de corrupción, ofreciéndose para ir preso, algo que de ocurrir sería rápidamente para ir a domiciliaria debido a su edad. Ni él ni los otros oradores se pronunciaron por la libertad y el desprocesamiento de los manifestantes presos y perseguidos por las manifestaciones de diciembre.

Ni la combatividad de su hijo Pablo, ni la denuncia de los colaboracionistas que abandonaron el barco para continuar con el acuerdo de la reforma laboral que pactó todo el Triunvirato cuando estaba unido, tuvieron lugar en el peor discurso de la historia de Moyano. Indudablemente para un ala sindical como la suya, haber entregado al macrismo su ruptura con Cristina no es gratis. Con los límites de aquella “mesa de enlace” de los 90, este Moyano no es el del MTA de la ruptura con el menemismo, sólo se anota para la interna post kirchnerista del peronismo, para contener desde una postura opositora y negociar con un pejota que es pieza clave en la gobernabilidad del ajuste.

La columna del clasismo y las luchas, con el Sutna, la UF Oeste y el Posadas a la cabeza tuvo su importancia. Agrupó mediante asambleas a un grupo de Sutebas combativos de Tigre, Ensenada y Marcos Paz con Matanza a la cabeza, a la AGD y Ademys, a una importante delegación de Amsafé Rosario, al Sitraic, y no congregó a la masa de manifestantes del INTI por una maniobra absurda de la interna de la lista verde que movilizó junto a una CTA Autónoma que a su vez no vino a la movilización por razones de aparato. Decenas y decenas de cuerpos de delegados tuvieron en esta columna su lugar.

La virtud de esta nueva columna independiente fue que se transformó en el único sector que planteó y cantó a voz en cuello por el paro general, organizada con carteles por el paro activo nacional, una perspectiva que surge clara del movimiento obrero que lucha todos los días y completamente ausente de esta alianza moyano-kirchnerista sin perspectivas.


La izquierda y el clasismo tienen que empeñarse en reforzar una campaña con ese objetivo, alrededor de las luchas. Ante semejante contraste entre los organizadores y sus discursos, con la ebullición obrera y la magnitud del ataque en marcha contra los trabajadores, el planteo del Congreso de delegados mandatados por asambleas de la CGT, la CTA y todos los sindicatos, adquiere enorme vigencia.

El clasismo y la izquierda tienen una responsabilidad y una oportunidad si saben intervenir para reunir fuerzas en función de esta perspectiva, porque se abre una etapa de agudas luchas parciales, choques sociales, desbarajustes económicos y crisis políticas, que serán la fragua de otro tipo de irrupción obrera y popular que pueda seguir los pasos de las jornadas de diciembre en un plano superior.
La burocracia sindical convocante no tiene el propósito de profundizar el proceso de diciembre,
aquellas columnas obreras y los cacerolazos de la noche, las puebladas de Azul, de Río Turbio y más recientemente en Yrigoyen con el Ingenio El Tabacal.

En este camino el 8 de marzo, la lucha por el paro por los derechos de la mujer puede ser un gran canal desde abajo porque recoge las reivindicaciones más sentidas, empezando por el derecho al aborto legal, contra la violencia de género y la responsabilidad del Estado y todos los derechos de la mujer trabajadora.

martes, 20 de febrero de 2018

El ‘affaire’ Caputo y el carácter fraudulento de la deuda

15 de febrero de 2018 | #Prensa Obrera 1491 | Por Marcelo Ramal

La revelación de que el ministro de Finanzas, Luis Caputo, fue accionista de una administradora de fondos de inversión radicada en paraísos fiscales sólo agrega un elemento más a una cuestión evidente: quien ha estado cargo de todas las operaciones de la deuda pública bajo el macrismo -incluyendo la negociación ruinosa con los fondos buitre- es él mismo un personero del capital internacional. Los fondos que tienen a Caputo como socio succionan beneficios de los llamados países “emergentes”, los cuales se acrecientan a medida que el propio pago de sus deudas públicas los aproximan a la bancarrota.

La propia línea de defensa de Caputo retrata esa vinculación: al tiempo que ‘desmentía’ su condición de accionista del fondo Noctua -radicado en las islas Caimán-, el funcionario señalaba que él “sólo” (sic) era “gerente, fiduciario y administrador” del mismo. Sin embargo, la comisión de valores de Estados Unidos (SEC) reveló que Caputo también era accionista. El funcionario macrista era socio de otras “sociedades de control” que, a su vez, contaban con acciones en Noctua. Este procedimiento de control “en cascada” es una clásica maniobra para borrar las huellas de los verdaderos accionistas de este tipo de fondos. Entre los clientes de Noctua, se encontraba el fondo buitre NML, el mismo que, invirtiendo 117 millones en la quebrada deuda pública argentina de 2002, consiguió que Caputo-Macri lo resarcieran con 2.400 millones en el arreglo de 2016. Pero Noctua también es uno de los 148 compradores de los bonos argentinos a 100 años, que pagan un 8% anual de intereses y que, al momento de su amortización, habrán arrancado de las arcas de Argentina siete veces más recursos de lo que representaba su monto original. En definitiva, el “bono Caputo” de 100 años fue emitido a medida de los mismos fondos especulativos que lo tuvieron como socio y administrador.

¿Ojo por ojo?

Todas estas revelaciones ya han sido objeto de presentaciones judiciales por tráfico de influencias, que “duermen” en los tribunales locales. En los últimos días, sin embargo, la condición de Caputo como socio de los buitres ha sido revelada por varias fuentes mediáticas ‘amigas’ del gobierno, comenzando por La Nación”. ¿Asistimos a un ajuste de cuentas en el seno del ‘círculo rojo’? Conviene recordar, en este punto, el traspié que ha significado para muchos inversionistas la venta de acciones de la energética Central Puerto en la bolsa americana. Semanas atrás, Nicolás Caputo -primo de Luis e histórico socio de Macri- se había desprendido de sus acciones en esta empresa, las cuales, bajo el señuelo de la próxima apertura de su cotización en Wall Street, se vendieron a un precio elevado en la City porteña. Pero la colocación en Estados Unidos fue un fiasco. Como consecuencia de ello, las acciones de Central Puerto se desplomaron en la Bolsa argentina, perjudicando a sus compradores. Por esta razón, “una ola de indignación recorrió la City” (Infobae, 8/2). El mismo perjuicio han recibido los compradores del “bono Caputo” a 100 años, los cuales se han desplomado un 15% en estos días. Los armados financieros de Caputo crujen bajo el fuego combinado del derrumbe bursátil internacional y de la desconfianza en el rumbo económico del gobierno macrista. Antes de estas denuncias, el ‘círculo rojo’ había disparado el dólar por encima de los 20 pesos. Las revelaciones sobre Caputo tienen como telón de fondo a esta “crisis por arriba”.

Otra vez la deuda

La oposición de Massa y el FpV se han lanzado sobre Caputo y piden su interpelación en el Congreso -y en algún caso su renuncia- en nombre de un “conflicto de intereses”. De ese modo, lo presentan como un caso de corrupción individual. Encubren, en primer lugar, que Caputo “es” Macri, lo que vale para las sociedades off shore y todas las operaciones financieras que los involucran. Pero más importante que ello es que la gestión Caputo está colocada en el corazón de la política del macrismo. Nos referimos al rescate financiero tramitado ante el capital internacional, que comenzó con el arreglo con los fondos buitre. El affaire Caputo coloca en el banquillo al gobierno y a la cuestión de la deuda externa usuraria, que el macrismo aumentó en más de 100.000 millones de dólares y que el kirchnerismo, al decir de su presidenta, pagó de un modo “serial”. Sin este señalamiento político, la crítica a Caputo es un acto de encubrimiento de la orientación social del gobierno Macri. Para el Partido Obrero en el Frente de Izquierda, la cuestión Caputo debe servir para una acción política integral por el desconocimiento de la deuda usuraria, la cual -como se demuestra en este caso- es una hipoteca fraudulenta contra el país y sus trabajadores.
 



Fuente: http://www.po.org.ar/prensaObrera/1491/politicas/el-affaire-caputo-y-el-caracter-fraudulento-de-la-deuda-1

lunes, 19 de febrero de 2018

Descalibrados

15 de febrero de 2018 | #Prensa Obrera 1491 | Por Marcelo Ramal


La disparada del dólar como expresión del desbarajuste del programa económico oficial



Cuando el dólar cruzó la barrera de los 19 pesos, algunos comentaristas económicos consideraron esta suba como parte de una estrategia oficial, dirigida a promover una cierta devaluación de la moneda. Un mes antes, el gabinete económico había arrancado el año anunciando una “recalibración” de la economía, mientras el dólar llegaba a los 18 y el Banco Central era obligado a una baja de las tasas de interés. Pero el viernes pasado, cuando el dólar cruzó largamente la barrera de los 20 pesos, las cosas tomaron otro cariz. El gobierno salió a vender casi 500 millones de dólares en un día para evitar una suba mayor de la divisa. Los voceros oficiales parecían emular aquel verso del gran compositor Chico Buarque: “Pálidos economistas piden calma”.

Esta corrida cambiaria, naturalmente, no fue causada por los pequeños ahorristas, mucho menos en una jornada de paro bancario. La movida fue pivoteada por grandes empresas y operadores. La conclusión es clara: la base social del macrismo toma nota del desconcierto que recorre al gabinete, de cara al agravamiento de la crisis mundial y de las contradicciones del propio programa oficial. Los recalibradores, en definitiva, están descalibrados.

Devaluación

La devaluación de la moneda viene siendo celebrada por los exportadores y por la burguesía industrial, que esperan de ese modo poner un freno a la feroz presión importadora. Pero en contrapartida, significa un golpe severo al carry trade -o sea, a la operación especulativa consistente en traer dólares de afuera, colocarlos en pesos a los elevados intereses locales y volver a retirarlos en dólares. Es claro que, con la devaluación, la previsión de recomprar los dólares ingresados a un valor más o menos estable, desaparece. Pero el segundo -y probablemente definitivo- golpe a esta bicicleta ha sido asestado por la crisis mundial: la elevación de los rendimientos de los bonos del Tesoro norteamericano, y el derrumbe bursátil que disparó, anticipa un reflujo de los fondos especulativos desde los “emergentes” y hacia el corazón del poder financiero internacional. En términos sencillos: la deuda pública argentina, que se recicla con nueva deuda, y el saldo deficitario del país con el exterior -desde el comercio hasta el turismo- se han quedado sin financiamiento. La moneda nacional, en este cuadro, es una hoja al viento. Por eso, la gran burguesía se pasa al dólar. En la misma línea, los sojeros retienen sus cosechas y abren un fuerte interrogante sobre la liquidación de divisas de los meses venideros.

Ocurre, sin embargo, que este proceso devaluatorio entra en choque con todo el andamiaje económico montado en estos dos años y que suponía un reendeudamiento fondeado en el capital internacional. Sobre esta base, el gobierno aspiraba a una estabilización inflacionaria y a una reactivación económica fundada en el crédito. En esa previsión, se ‘dolarizaron’ las tarifas de los combustibles y se fogoneó el endeudamiento de los trabajadores, cuya mayor expresión es el sistema de créditos indexados para la compra de viviendas (Unidad de Valor Adquisitivo -UVA).

La devaluación, en cambio, dispara un proceso explosivo, como ya se observa en el aumento reiterado de las naftas, el transporte y, a partir de allí, de todos los precios. Ni qué decir que el recrudecimiento inflacionario puede ser un golpe letal a los ‘nuevos’ deudores hipotecarios, a los que el gobierno pretende resarcir extendiendo los planes de amortización de sus préstamos a 40 años -o sea, con deudas a perpetuidad.

El derrumbe del financiamiento internacional, a su turno, ha conducido al gobierno a reforzar una línea de endeudamiento interno, con la emisión de títulos en pesos. Pero para proteger a los especuladores de la devaluación/inflación, los remunerará con una cláusula gatillo, con rendimientos asegurados de casi el 4% anual por encima de la inflación que se registre. Según los voceros oficiales, esta nueva escalada de deuda pública aspira a reducir la carga de la deuda del Central (Lebacs). Pero si ésta última se origina en la emisión de pesos, los cuales ahora pasarían a ser capturados por el Tesoro, la conclusión es simple: el macrismo ha retornado a la receta kirchnerista… de financiar el déficit público con emisión de pesos. Siendo ésta una deuda automáticamente indexada, la carga que se adiciona sobre la economía nacional es virtualmente equivalente a la de la deuda dolarizada. De conjunto, esta hipoteca ya supera los dos tercios del Producto Bruto, lo cual se ha acrecentado con la devaluación reciente, y los límites para continuar este empapelamiento van a aparecer más temprano que tarde.

Beneficios gatillados, salarios sólo “revisados”

Para mantener a flote su régimen económico, el gobierno ha armado un sistema de beneficios garantizados al capital cuya contrapartida, naturalmente, es una exacción mayor a los trabajadores. Mientras la carestía de esta economía “indexada” augura una inflación que muy bien podría reiterar el 25% del año 2017 -¡sólo el transporte crecerá un 66% de aquí a agosto!- el gobierno anuncia un techo del 15% para las paritarias. Mientras le asegura a los especuladores una cláusula gatillo para sus rendimientos, el gobierno y la UIA quieren mandar al archivo cualquier ajuste similar para los salarios, los cuales sólo admitirían una ambigua cláusula de “revisión” que terminará en una segura negativa a cualquier aumento posterior. Los capitalistas y el gobierno de Macri quieren paritarias “en orden” (y a la baja), cuando el desorden del régimen económico que han prohijado se torna cada vez más evidente. Es necesario que debatamos este cuadro de conjunto para oponerle un programa al desbarajuste capitalista -salario igual a la canasta familiar, indexación automática de los salarios, ningún despido, repudio de la deuda usuraria, anulación de los tarifazos- y una salida de los trabajadores, que debería ser debatida en un congreso de bases de la CGT y de todos los sindicatos.

Con esta perspectiva, nos movilizamos este 15 y 21 de febrero.
 
Fuente: http://www.po.org.ar/prensaObrera/1491/politicas/descalibrados-1

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

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