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jueves, 31 de enero de 2019

[Editorial] Argentina y Venezuela

31 de enero de 2019 | #1536

El Frente de Izquierda se movilizó a Cancillería contra el golpe en Venezuela y el reconocimiento del gobierno argentino al derechista Juan Guaidó

La intervención imperialista yanqui en Venezuela ha servido para clarificar a qué intereses sociales y políticos responden la inmensa mayoría de los partidos de la Argentina. Macri, desde ya, es responsable directo de involucrar a nuestro país en un intervencionismo descarado contra un pueblo hermano, para apuntalar los intereses del imperialismo yanqui en la región, avalando incluso sanciones económicas y provocaciones militares. Los 5.000 soldados que Donald Trump enviará a Colombia constituyen el primer paso de lo que podría ser una intervención militar en regla, al que podría sumarse Bolsonaro y los países del Grupo Lima. Macri pretende que la acción yanqui en Venezuela, y en toda la región, le permita reconstruir a su gobierno, golpeado por la bancarrota económica. Ser la carta del imperialismo yanqui es el último recurso que le queda para tratar de sortear con éxito las próximas elecciones y evitar que se profundicen las deserciones en el seno mismo de la clase capitalista. (en realidad Macri lo fue siempre no es algo nuevo ya lo decia en 2015 en la campaña presidencial , ademas ya antes habian suspendido a Venezuela del mercosur )

Pero Macri no está solo en esta cruzada imperialista contra Venezuela. Con la velocidad de un rayo, uno a uno los candidatos del llamado “peronismo federal” de los gobernadores han expresado su reconocimiento al usurpador Guaidó. Tanto Massa, Pichetto y Urtubey, quienes en el pasado posaban de chavistas, han dado su reconocimiento al falso presidente designado por Estados extranjeros, empezando por Estados Unidos y sus peones de la OEA. Mientras se llenaban la boca con frases sobre la defensa de la democracia en Venezuela, en la más cercana provincia de La Rioja consumaban un atropello institucional para habilitar una nueva reelección de su gobernador pejotista. La política represiva continental diseñada por el Pentágono tiene entre sus más fervientes defensores a los candidatos pejotistas, que se han convertido en la vanguardia de la xenofobia y la penalización de la juventud.

El alineamiento pejotista con Trump y la OEA permite poner de manifiesto que el llamado “frente único anti-macrista” que pregona el kirchnerismo no es otra cosa que una alianza descarada con los agentes del intervencionismo imperialista en América Latina. El silencio estruendoso de Cristina Kirchner desde que empezaron los aprestos golpistas muestra que ella no es ajena a esta política. El pronunciamiento del bloque de diputados de Unidad Ciudadana propuso el ‘diálogo’-o sea una negociación con los golpistas, la oligarquía que lo sostiene y el imperialismo-, que sólo puede servir para que avancen sus intereses. El rastrerismo ante el imperialismo incluye también al centroizquierdismo. Pino Solanas, por ejemplo, no tuvo empacho en proponerle una Paso común a Pichetto, Urtubey y Massa, de la que participe también Cristina Kirchner, en momentos que éstos daban su reconocimiento a Guiadó. Pino Solanas archivó para siempre sus críticas a la entrega minera y petrolera, para terminar su vida política como un lamebotas del imperio.

La política internacional y nacional está dictada por los mismos intereses. Quienes defienden el intervencionismo yanqui en Venezuela anticipan que gobernarán en Argentina aplicando los planes del FMI. Hasta cierto punto ya lo vienen haciendo, si se tiene en cuenta que le han votado a Macri más de cien leyes y aplican rigurosamente su ajuste en las provincias que les toca gobernar. Por el lado del kirchnerismo, otra vez, va a la zaga de estos intereses. ( ya de hecho gobernaron tanpooco seria nada nuevo que paguen puntuielmente todo como buenos pagadores seriales y tambien le vuelvan a pagar a Repsol y al club de Paris ) Mientras Cristina Kirchner mantiene su silencio, en su lugar toma la palabra Kicillof para dar a conocer sus reuniones con los especuladores internacionales, a quienes les promete que si vuelven al gobierno no romperán con el FMI, pagarán la deuda y no afectarán el negocio bancario. Dado este panorama político se explica que el único bloque político que se pronunció y se movilizó contra la intervención imperialista y los aprestos golpistas en Venezuela sea el Frente de Izquierda.

A dónde vamos

Mientras Macri hace demagogia con Venezuela, lo cierto es que Argentina, cada vez más, marcha en la dirección de una desorganización económica y una crisis social de envergaduras similares. Muchos de los responsables de las hiperinflaciones y de las crisis de 1989 y 2001 están hoy en el gobierno. La derecha y el populismo comparten su base capitalista, que en última instancia es la causa directa de las crisis. Argentina y Venezuela tienen ese mismo punto de contacto. En noviembre pasado, por ejemplo, la actividad económica cayó un 7,5%. El salario directamente se derrumbó, como lo muestra la caída de 13,2% del índice Ripte durante el mismo mes. El consumo ha perforado el piso y no hay miras de una recuperación. Mientras eso ocurre, los especuladores ganan fortuna aprovechando un negociado de corto plazo ofrecido por el gobierno con las tasas de interés absurdas del Banco Central. Desde la asunción de la nueva cúpula del Banco Central puesta por el FMI en setiembre, los beneficios en dólares acumulados de quienes compraron títulos de deuda llegan al 37%. Semejantes beneficios son propios de un país en bancarrota. Lo acaba de alertar Domingo Cavallo, al anticipar una corrida cambiaria en medio del proceso electoral. El carry trade armado para compensar las pérdidas de los especuladores en 2018 coloca a Argentina en una situación de extrema vulnerabilidad. Bastará algún hecho nacional o internacional para un cambio de tendencias, que termine creando una nueva fuga de capitales, que esta vez con seguridad afectará también al sistema bancario.

El negociado de los especuladores, sin embargo, está creando una grieta al interior de la clase capitalista. Las altas tasas de interés y los tarifazos en la luz y el gas aceleran el derrumbe industrial; la desvalorización del salario y las jubilaciones afectan a las cadenas comerciales; los nuevos impuestos creados para cumplir con el déficit cero ha llevado a que eleve su voz de protesta hasta la re-macrista Sociedad Rural, que espera que la devaluación del peso sea mayor y que por esa vía se incrementen sus precios en pesos y se licúen las nuevas retenciones. Sin embargo, este programa choca de frente contra el carry trade que beneficia directamente a los bancos y fondos de inversión internacionales.

El “peronismo federal” y el kirchnerismo se candidatean para canalizar a estos sectores capitalistas descontentos. Por eso no abren la boca antes los despidos masivos en la industria o, como el caso del kirchnerismo, los justifica en nombre de que empresarios y trabajadores son víctimas por igual de la misma política económica. El gobierno, por su lado, busca mantener la mayor base social de apoyo mostrándose como el brazo ejecutor de una ofensiva contra los trabajadores. En la industria textil, por ejemplo, acaba de apadrinar una reforma laboral pactada por los empresarios y las burocracias sindicales de los distintos sindicatos del área para arrasar con las conquistas de los trabajadores. Así, mientras agitan la reforma laboral en el Parlamento, el gobierno, las patronales y la burocracia pejotista la aplican, de hecho, en cada vez más sectores de la industria y el comercio.

La agenda de los trabajadores

A la luz de lo expuesto, queda claro que todas las clases sociales y sectores de la burguesía toman la palabra y hacen conocer sus reclamos. Asistimos a una nueva bancarrota que vuelve a plantear la cuestión de las cuestiones: quién paga la factura de la crisis. Cada sector capitalista pugna por sobrevivir, reclamando al gobierno subsidios, medidas de apoyo o que acelere su ofensiva antiobrera. La dependencia de toda esta clase capitalista con el gran capital internacional explica, sin embargo, que nadie quiere patear el tablero y romper con el FMI y sus planes de ajuste y su economía monitoreada.

Sin embargo, la única clase social que no ha elevado su voz y su propia agenda es la clase obrera. Esto se debe a que la burocracia sindical está atada de pies y manos a las distintas variantes capitalistas y terminan dividiendo a los trabajadores en función de los intereses de sus patrones. Pero más que nunca se necesita que los trabajadores intervengan y planteen su propio programa, para que la crisis la paguen los capitalistas, que son quienes se beneficiaron largamente en todos estos años y son los responsables directos de este régimen social. Que la crisis la paguen los capitalistas significa, ni más ni menos, romper con el FMI y desconocer la deuda externa usuraria, establecer el reparto de las horas de trabajo contra los despidos, un aumento general de los salarios para recuperar lo perdido por las continuas devaluaciones e imponer la escala móvil de salarios y jubilaciones, la nacionalización de los resortes fundamentales de la economía y el control obrero. Nuestro planteo de Asamblea Constituyente soberana se inscribe en esta política, porque para que la crisis la paguen los capitalistas es necesario proceder a una reorganización general del país.

Para luchar por esta perspectiva se ha realizado una exitosa reunión, a instancias del Sutna, del Plenario Sindical Combativo, que convocó a todas las luchas del momento, que han sido dejadas en el total desamparo por la burocracia sindical. El Plenario debatió la situación política y resolvió impulsar una movilización central de Congreso a Plaza de Mayo para el próximo 14 de febrero, que será replicada en todas las provincias y grandes ciudades del interior del país. El acierto de la convocatoria y su exitoso resultado deben ahora dar lugar a una fuerte campaña de pronunciamientos en todos los lugares de trabajo, para masificar la movilización y reclamar un paro activo de 36 horas con movilización a Plaza de Mayo contra los despidos y los tarifazos.

Ante esta situación, redoblamos nuestro llamado al Frente de Izquierda no sólo a que apoye e impulse esta iniciativa, sino que asuma la iniciativa política avanzando ya mismo en un acuerdo integral político, de programa y de candidaturas para postularse como un polo político de los trabajadores ante una crisis nacional que se agrava. Mientras los partidos de la clase capitalista se revelan ante la población como agentes directos del imperialismo, y cuando los ‘nacionales y populares’ buscan una alianza con los peones de Trump, el Frente de Izquierda tiene el deber de postular una salida de los trabajadores y la izquierda.
 

miércoles, 30 de enero de 2019

Caliente debate entre Altamira y Moreno en Crónica TV





Caliente debate entre Altamira y Moreno en Crónica TV29 de enero de 2019

Fotos: Ber, Ojo Obrero Fotografía

El ex secretario de comercio del kirchnerismo, Guillermo Moreno, y el dirigente del PO, Jorge Altamira, debatieron anoche en los estudios de Crónica TV sobre la situación nacional e internacional en un cruce vehemente que contó con varios momentos calientes. En uno de esos picos de tensión, Moreno acusó a Altamira de “idiota útil” y el referente del PO lo atacó abiertamente por “manipular el Indec de forma monstruosa”.

El debate se estructuró alrededor de bloques temáticos (deuda externa, tarifas y servicios, reactivación económica, globalización, voto en blanco y leyes de género) con tres minutos de intervención por invitado en cada punto, pero fue flexible para posibilitar la polémica.



Altamira calificó a la deuda externa como “un mecanismo de confiscación de las masas en favor de la burguesía nacional e internacional” y reclamó su desconocimiento, integrando dicho planteo a la lucha por un gobierno de trabajadores. Subrayó que la burguesía nacional es acreedora de la mitad de esa deuda.

Cuando Moreno señaló que “el que las hace las paga. La deuda la contrajeron los oligarcas y la van a pagar los oligarcas”, Altamira retrucó que “gobernaron 12 años y no vi que ‘el que las hace las paga’. La deuda la pagó el pueblo argentino. Vaciaron el Anses y pagaron 172 mil millones de dólares de deuda externa. Cristina dijo que ‘los bancos se la llevaron en pala’”.



Altamira denunció también el remate de las empresas de servicios durante el gobierno menemista y la dolarización de las tarifas. “Fueron diez años de entrega profunda del peronismo”, analizó, y se refirió también al sistema de subsidios del kirchnerismo (incluyendo los subsidios de Kicilof a las petroleras), que mantuvo “la privatización de los servicios que hoy a través del tarifazo resultan una carga insoportable para el pueblo argentino”. Planteó la renacionalización de las privatizadas. En cambio, Moreno rechazó la nacionalización de los servicios y planteó que basta con que las tarifas guarden una relación razonable con los costos para reducirlas sustancialmente, desestimando el problema del secreto comercial y la apertura de los libros.

Moreno defendió una política de reactivación económica en base a una baja en los precios de los alimentos que fortalezca la demanda y una rebaja de las tarifas que mejore la rentabilidad de las empresas y con ello la actividad.



“Después de lo que hablamos de deuda e intereses, lo que dice es una fábula”, polemizó Altamira. ¿Cómo se puede industrializar el país pagando intereses de la deuda que ascienden al 18% del presupuesto? ¿Cómo se puede reactivar la economía sin crédito, en momentos en que las tasas de interés están por las nubes? Planteó entonces la nacionalización del sistema bancario.

El debate fue ocasión de un agrio intercambio sobre el voto en blanco. Moreno calificó de “crimen contra el pueblo” el voto en blanco del FIT en 2015 y reclamó que la izquierda no repita ese comportamiento político.

“Un crimen contra el pueblo hubiese sido votar a Scioli”, contrapuso Altamira, que denunció la política de colaboración del PJ y la burocracia sindical con el gobierno de Macri. “Le votaron tres presupuestos, el acuerdo con el FMI, 110 leyes. ¡Son macristas!”, dijo.

“2018 fue el año de la mujer a nivel internacional, La lucha por el derecho al aborto es una lucha emancipatoria de la mujer”, sostuvo Altamira en el debate sobre leyes de género. Moreno, al revés, evitó pronunciarse por la legalización.  

Fuente:https://prensaobrera.com/politicas/62684-caliente-debate-entre-altamira-y-moreno-en-cronica-tv

martes, 29 de enero de 2019

El Frente de Izquierda se moviliza a Cancillería contra el golpe en Venezuela Por Redacción

28 de enero de 2019

El Frente de Izquierda se movilizará este martes a las 17hs a la Cancillería argentina (Esmeralda 1216) en rechazo a la ofensiva golpista en Venezuela. El gobierno de Macri se ha plegado al operativo golpista en curso, promovido por el imperialismo y la derecha, a través del reconocimiento de Juan Guaidó como autoproclamado presidente venezolano.
Este reconocimiento se extiende también al Peronismo Federal de Massa, Pichetto y Urtubey, con los que el kirchnerismo promueve una política de unidad.
La operación golpista, hecha en nombre de la “democracia”, parte de los impulsores de los más sangrientos golpes de Estado en América Latina y de los que proscribieron a Lula y dieron el golpe contra Dilma Rousseff en Brasil. Son los mismos gobiernos que, dentro de sus propios países, llevan a cabo una agenda de ataque a las libertades democráticas (Trump contra los migrantes; Macri con el protocolo que favorece el gatillo fácil; Bolsonaro con sus ataques a la izquierda y el movimiento popular; Piñera con los ataques criminales contra el pueblo mapuche, etc.).
 
El FIT ha emitido una declaración en la que llama a movilizarse para derrotar la avanzada golpista, sin dejar de señalar sus diferencias con el gobierno de Maduro, “responsable de conducir a una encerrona al pueblo venezolano” por medio del ajuste y del favorecimiento de una parasitaria “boliburguesía” militar y civil.
En dicha declaración, el FIT concluye que “Venezuela debe ser gobernada por los trabajadores y dar pie a una profunda reorganización anticapitalista que de satisfacción a las apremiantes necesidades populares”.

LEÉ TAMBIÉN:
El Partido Obrero repudia la escalada golpista en Venezuela

Declaración del Frente de Izquierda contra la ofensiva golpista en Venezuela



Fuente:https://prensaobrera.com/internacionales/62678-el-frente-de-izquierda-se-moviliza-a-cancilleria-contra-el-golpe-en-venezuela

lunes, 28 de enero de 2019

La intervención yanqui en Venezuela

24 de enero de 2019

La decisión de Trump de otorgar el reconocimiento diplomático a Juan Guaidó, el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, acompañado por sus secuaces en la OEA, constituye un golpe de estado ‘sui géneris’ - específicamente internacional. Transfiere en forma unilateral la soberanía de Venezuela a un gobierno ‘autoproclamado’, en una suerte de ficción que convierte a EEUU en el ‘custodio’ de los activos y recursos del país en el exterior, en violación de todo el derecho internacional. Es lo que ocurre, por ejemplo, con el depósito de las reservas de oro de Venezuela en el Banco de Inglaterra, que de todos modos éste ya se había negado a repatriar, anticipando el golpe. Es lo que ocurrirá con los flujos de dinero del comercio exterior venezolano. Asistimos a un golpe de estado de origen externo y alcance global.

Dos golpes en uno

Cada pieza de este golpe de estado ha sido articulada meticulosamente, al punto que Guaidó no asumió ante la Asamblea Nacional sino en la plaza pública, sea para sortear disidencias internas o para evitar el arresto del conjunto de sus integrantes. La autoproclamación, sin embargo, le quita la legitimidad política que reclama para sí mismo, porque representa un golpe de estado contra sus propios mandantes. La metodología golpista que se ha puesto en marcha sigue una línea largamente aplicada por el imperialismo estadounidense, a través de sanciones sistemáticas contra estados soberanos, sus compañías y funcionarios, como ha venido ocurriendo con Irán, Rusia, China, incluso Francia y Alemania. En las semanas recientes, Trump ha amenazado a Gran Bretaña con rechazar la posibilidad de un tratado comercial si recula de su salida de la Unión Europea – el Brexit. No sorprende entonces que la mayoría de los gobiernos europeos sea remisa a seguir a Trump en el caso de Venezuela. La ONU, o sea la famosa ‘comunidad internacional’, no acompañó todavía el golpe y declaró su disposición a “facilitar” negociaciones entre las partes.

La decisión de Trump de ignorar la ruptura de relaciones diplomáticas ordenada por Maduro, representa una suerte de injerencia territorial del imperialismo en Venezuela, pues convierte a su embajada en un virreinato. Es probable que Maduro responda con un bloqueo de la sede diplomática – un corte de suministros y energía. Cuando algo similar ocurrió en Teheran, a principios de los 80, el presidente Carter intentó liberar el sitio por medio de comandos militares. Trump y sus secuaces han convertido a América Latina en un escenario de guerra, que involucra, en última instancia, también a Cuba. Esto ocurre cuando crecen las marchas de migrantes centroamericanos hacia el norte; cuando se agrava la confrontación militar en Colombia y el asesinato masivo de activistas sociales; y en plena crisis en Estados Unidos por la cuestión del muro con México. Se desarrolla, de este modo, un cuadro general de provocaciones. La prensa norteamericana habla abiertamente de una crisis constitucional en Estados Unidos. Los seguidores republicanos de Trump han comenzado a plantear una reforma constitucional que refuerce los poderes de emergencia del Ejecutivo estadounidense.

Un régimen sin salida

La intervención norteamericana ha renovado los bríos de la derecha de Venezuela, como lo demuestra la envergadura de las manifestaciones que convocó el miércoles pasado. Sus partidos principales, sin embargo, como Acción Democrática, han quedado rezagados o a la retaguardia en este escenario, que quedó copado por Guaidó y su camarilla de Voluntad Popular. De otro lado, varios observadores han señalado la aparición de manifestaciones anti-chavistas en la zona oeste de Caracas, hasta ahora bastiones del régimen de Maduro. También tuvieron lugar rebeliones militares en esa misma zona, acompañadas por apoyo popular. Esta modificación incipiente de la base social de la oposición, no implica todavía un cambio en el escenario de polarización política entre el chavismo decrépito, de un lado, y la derecha proyanqui, del otro. Desde hace un tiempo se manifiestan grietas en las fuerzas armadas de Venezuela, que no son inmunes al derrumbe social y político del régimen madurista. La Asamblea Nacional dictó una ley de amnistía a favor de los militares que se insubordinen – una promesa incierta de dejar en el olvido las acusaciones de corrupción contra un número indeterminado de individuos.

Crisis internacional


La reorganización capitalista de la quebrada economía venezolana se anuncia como absolutamente catastrófica, si no es mediada por una ayuda internacional extraordinaria, que el frente capitalista mundial no parece en condiciones de organizar, a la luz de la guerra económica en curso y de las tendencias a una depresión económica y un estallido financiero. Esta perspectiva explica las maniobras de todo tipo a favor de un entendimiento entre ambas fracciones en disputa.
La crisis venezolana se ha convertido, definitivamente, en internacional. Con Rusia, China, Turquía e Irán, de un lado, replica el alineamiento en la guerra en el Medio Oriente. Ha dividido a la política latinoamericana. La Alternativa Federal, que los kirchneristas han venido cortejando en Argentina con el planteo de la unidad contra el macrismo, ha abrazado con fervor el intervencionismo yanqui. Los ‘nacionales y populares’ enfrentan ahora un impasse irreversible. En Brasil, la familia Bolsonaro está siendo acusada de integrar grupos paramilitares; por otro lado, se ha reavivado el movimiento contra los tarifazos en el transporte (“passe-livre”), que en 2013 puso en jaque al gobierno Rousseff-Temer. Las características catastróficas de la reforma previsional que prepara el nuevo régimen promete una reacción popular y una crisis política en toda la línea. América Latina es un volcán. No lo es mucho menos el ‘imperio’, con la aceptación popular de Trump en caída libre y un futuro financiero de características explosivas.

Llamamos a una campaña internacional de la izquierda combativa y a un debate político de conjunto.
Fuera yanquis de Venezuela y de América Latina.

Abajo los gobiernos del ajuste y la represión.

Por Congresos de delegados obreros en Venezuela y toda América Latina

Por la unidad socialista de América Latina. 

domingo, 27 de enero de 2019

Declaración del Frente de Izquierda contra la ofensiva golpista en Venezuela

25 de enero de 2019



1. El Frente de Izquierda repudia la intentona golpista en Venezuela impulsada de manera directa por la intervención del imperialismo norteamericano y sus lacayos de la OEA. La autoproclamación como presidente de Juan Guaidó viene de ser bendecida por Donald Trump y por sus agentes directos en América Latina, como los Bolsonaro, Macri, Piñera, en lo que constituye la violación directa de la soberanía de un país latinoamericano.

2. Buscan ocultar este intervencionismo invocando la defensa de la “democracia” y los “derechos humanos”. Pero los gobiernos de los Estados Unidos desde siempre han promovido todo tipo de intervención militar y política contra los pueblos del mundo. Las conspiraciones golpistas en Latinoamérica han estado orquestadas históricamente desde Washington. Tampoco están habilitados para hablar de “democracia” el fascista Bolsonaro, que no sólo reivindica a la dictadura brasilera sino que ha armado un gobierno rodeado de militares, anunciando una caza de brujas contra los luchadores y la izquierda y el movimiento popular. Denunciamos que los gobiernos latinoamericanos que se han sumado a esta cruzada intervencionista y golpista vulneran en sus respectivos países los derechos y las libertades democráticas para hacer pasar los planes de ajuste a sus pueblos y de entrega del patrimonio nacional de la mano del FMI y las multinacionales.
3. Macri, a su turno, viene ahondando una política represiva, alentando la expulsión de los inmigrantes, la baja de la edad de imputabilidad y la doctrina Chocobar de gatillo fácil. Los Macri abrevan en una corriente política que ha apoyado o participado de todos los golpes y dictaduras militares que tuvieron lugar en el país desde 1955.

Denunciamos, asimismo a Massa, Pichetto, Urtubey, nucleados en Alternativa Federal, que se han subido a la cruzada golpista contra Venezuela. Cristina, personalmente, hasta el día de hoy, no se ha pronunciado sobre el punto. Su silencio se condice con la política de unidad del peronismo, que a ojos vista representa la unidad con los que defienden la intervención en Venezuela del imperialismo yanqui. La declaración difundida por el bloque parlamentario del FPV se ubica en el terreno del ´diálogo´, propiciado por los gobiernos de México y Uruguay, que equivale a una salida negociada con el imperialismo.

4. Esta condena no significa darle ningún aval y apoyo político al régimen bolivariano. El gobierno y el régimen cívico –militar de Nicolás Maduro es responsable de conducir a una encerrona al pueblo venezolano. Desde el comienzo el chavismo estableció un régimen de poder personal y estatización de las organizaciones populares, con la Fuerza Armada Nacional Bolivariana como principal sostén de su poder. Bajo el impacto de la crisis mundial y la caída de los precios del petróleo, fue profundizando una política de ajuste y ataque a las condiciones de vida El gobierno venezolano ha llevado el salario a 6 dólares y provocado una catástrofe social y millones de refugiados. Gobiernan pactando con las multinacionales (empresas mixtas en petróleo y minería) y a favor de los grandes empresarios nacionales y de la llamada “boliburguesía” militar y civil, y pagan puntualmente la deuda externa. En una clara medida anti-obrera, el gobierno de Maduro también eliminó la vigencia de los convenios colectivos de trabajo lo que motivó la oleada de huelgas hacia finales del año pasado. En el 2018 lo que crecieron fueron las huelgas de trabajadores de la salud, de la educación, del cemento, petroleros y empleados públicos reclamando por un salario digno y por comida.

5. La oposición pro yanqui se monta sobre el descontento popular, pero los planes que pretenden aplicar no harán más que someter al pueblo a nuevas privaciones mientras se profundiza un saqueo del patrimonio nacional. Los llamados a la “libertad” y la “democracia” que hace la oposición apuntan a un programa económico que plantea como “solución” mayor endeudamiento externo y penetración del capital imperialista, es decir, avanzar en una política colonial. Una réplica de lo que viene implementando el gobierno argentino y que está en marcha en Brasil.

Advertimos que de la mano de los planes de ajuste y sometimiento al FMI se agravarán las apremiantes penurias y necesidades del pueblo venezolano.
6. El Frente de Izquierda impulsa que los trabajadores venezolanos aparezcan en escena con una fisonomía propia. La alternativa es la movilización obrera y popular contra los planes de ajuste, la expulsión de la burocracia oficialista de los sindicatos para conquistar la independencia de las organizaciones obreras.

Venezuela debe ser gobernada por los trabajadores y dar pie a una profunda reorganización anticapitalista que de satisfacción a las apremiantes necesidades populares. Con este objetivo, partiendo de nuestra oposición a la intentona golpista y a cualquier tipo de injerencia imperialista, proponemos un programa obrero de emergencia que contemple los siguientes puntos: No al pago de la fraudulenta deuda externa y repatriación obligada de capitales; no a las empresas mixtas, petróleo 100% estatal bajo control de sus trabajadores y técnicos, confiscación de los bienes de quienes saquearon al país, para disponer de esos recursos para las necesidades urgentes del pueblo y del país; respeto íntegro a los contratos colectivos y un salario igual a la canasta básica indexado según la inflación, combinado con un verdadero control de los precios ejercido directamente por los trabajadores y las comunidades, con delegados electos por las bases democráticamente en los lugares de trabajo y las comunidades, que pongan más de conjunto la producción y la distribución bajo el control verdadero del pueblo, sin burócratas del gobierno ni militares: reincorporación de todos los despedidos; rechazo a los despidos tanto en el sector público como en el privado, ocupación y producción bajo control obrero –sin militares ni el gobierno– de toda empresa que despida o amenace cerrar; libertad para los trabajadores presos por luchar y anulación de los juicios a trabajadores, campesinos y todos los enjuiciados por protestar.

Llamamos a los trabajadores latinoamericanos a movilizarnos en común en todo el continente contra esta intentona golpista y pelear por una salida política de los trabajadores para Venezuela y para la unidad socialista de América Latina.

Partido Obrero - Partido de los Trabajadores Socialistas - Izquierda Socialista
 



No creo que pueda sobrervivir el regimen chavista si los yankees dejan de comprarle petroleo siendo que su produccion actual es la mas baja en 28 años. No necesitan ninguna invasion militar  para que gane la oposicion derechista ahogando aun mas la moribunda economia venezolana y condenando a millones de venezolanos a emigrar de su pais


 



Fuente: https://prensaobrera.com/internacionales/62664-declaracion-del-frente-de-izquierda-contra-la-ofensiva-golpista-en-venezuela

viernes, 25 de enero de 2019

Las conexiones del clan Bolsonaro con los asesinos de Marielle Franco

23 de enero de 2019

Dos detenidos y un prófugo estaban vinculados con Flavio, hijo del presidente y senador
 



En los últimos días se multiplicaron las revelaciones de nexos entre Flavio Bolsonaro, flamante senador e hijo del presidente brasileño, y la organización mafiosa paraestatal (“milicia”) que en marzo del año pasado –acorde a las denuncias de testigos y la investigación de la fiscalía- asesinó a tiros en el centro de una Río de Janeiro militarizada a la referente Marielle Franco y su chofer, Anderson Gomes.

Se trata de al menos tres de los jefes de la milicia de Rio Das Pedras, dedicada al mercado inmobiliario ilegal de la zona oeste de Río, “sospechosa por diversos asesinatos, extorsión a comerciantes, posesión ilegal de armas, coimas a agentes públicos, administración de servicios clandestinos y otros crímenes”, quienes ocupan a su vez roles dirigentes en la “Oficina del Crimen” –el grupo de sicarios implicados en el crimen de Marielle. Dos de ellos fueron detenidos ayer, el mayor de la Policía Militar Ronald Paulo Alves Pereira y el subteniente retirado de esa fuerza, Maurício Silva da Costa; mientras que un tercero, Adriano Magalhaes de Nóbrega –ex capitán el ex capitán del ultrarrepresivo Batallón de Operaciones Especiales-, se encuentra prófugo.

El nexo con este último quedó expuesto por el diario O Globo ayer: la madre y la esposa de Adriano fungían hasta hace poco como asesoras de Flavio Bolsonaro en su despacho como diputado provincial. Los otros dos hombres habían sido condecorados por este en ceremonias oficiales de la Asamblea Legislativa, incluso cuando el mayor Ronald ya era sospechoso de cinco asesinatos.

La madre de Adriano es, a su turno, una de las involucradas en el escándalo de corrupción que envuelve a la familia presidencial, tras revelarse que otro asesor de Flavio Bolsonaro, su chofer y ex policía Fabrício Queiroz, había movido unos 1,2 millones de reales de los que no podía rendir cuentas, incluida una transacción a la actual primera dama, Michelle Bolsonaro.

La revelación de este nexo con el crimen organizado supone un importante traspié para una familia que llegó al poder haciendo campaña contra la corrupción, pero no sorprende. El propio Jair Bolsonaro había dicho en campaña que “el gobierno debería apoyar a las milicias, ya que no consigue combatir a los traficantes de drogas. Y tal vez, en el futuro, debería legalizarlas”. Las fuerzas represivas, que constituyen uno de los pilares del gobierno de este ex militar, se encuentran entrelazadas con las mafias que asolan a Rio y a numerosos puntos del país.

Marielle, presente

En esos mismos días de campaña, candidatos bolsonaristas rompían carteles que exigían justicia por Marielle y Anderson, en un acto del ahora gobernador de Rio, Wilson Witzel.

Marielle, edil del Partido Socialismo e Liberdade (PSOL), referente de lucha de las mujeres negras, las favelas y el colectivo LGBT+, había sido asesinada luego de denunciar en sus redes el accionar terrorista de la Policía Militar en Rio. El crimen conmocionó a la población brasileña e internacional, movilizando decenas de miles en los funerales -50 mil en Rio, 30 mil en Sao Paulo, marchas en Rio Branco, Teresina, Natal, Recife, Brasilia, Salvador y Belo Horizonte- y concitando la atención sobre la barbarie de la militarización de Río dispuesta por el gobierno de Michel Temer. La misma tuvo un “cese formal” a fin de año, con un balance estremecedor: un alza de 61% en los tiroteos, más de 1.500 muertos a manos de la Policía Militar y la instauración de un Estado paralelo en los barrios controlados por las milicias, donde estas controlan desde la construcción, la venta de gas en garrafas y las conexiones ilegales de luz, cable e internet hasta la definición de candidatos electorales. Pero la militarización continúa en el programa de “mano dura” de Witzel, que incluye la creación de una red de cámaras con reconocimiento facial y hasta la circulación en las favelas de drones equipados con armas de precisión.

Pese al sinfín de evidencias que muestran que la militarización solo ha llevado a un aumento de la criminalidad, Jair Bolsonaro mantiene la avanzada represiva en pos de la “lucha contra el narcotráfico” como uno de los pilares de su programa presidencial, con el cual aspira avanzar hacia el aplastamiento de las libertades democráticas. El slogan de la “lucha contra el narcotráfico”, fue uno de los temas centrales debatidos por el mandatario vecino en su encuentro con Mauricio Macri, que lo levanta en estas tierras para reforzar el aparato represivo y perseguir a los migrantes y a la juventud.

Justicia por Marielle y Anderson, por la defensa de las libertades democráticas y la derrota de los gobiernos represores.
 

jueves, 24 de enero de 2019

Macri “contra la corrupción”: el zorro a cuidar el gallinero

22 de enero de 2019

El decreto sobre extinción de dominio para subastar bienes del narcotráfico y los corruptos

El anuncio de un decreto de necesidad y urgencia sobre extinción de dominio para la recuperación y subasta de bienes del narcotráfico y corrupción, por parte de Macri, se parece mucho a la fábula del zorro puesto a cuidar el gallinero, ya que el presidente es parte de un grupo empresario -donde está involucrada buena parte de su familia- que le debe fortunas al Estado y que ha estado y está incriminada en casos de corrupción y lavado (Correo, Panamá Papers), sin que haya dado un solo paso para retornar el dinero mal habido.

Pero al mismo tiempo, está en duda la constitucionalidad de la medida, toda vez que se adopta por decreto sin ningún tipo de justificativo, cuando aún hay un trámite en curso en el Congreso. Hay también otros cuestionamientos de constitucionalidad que auguran una judicialización de la medida. Todo esto refuerza la impresión de que el anuncio del gobierno es una vulgar maniobra de campaña electoral sin alcances reales.

El decreto establece la conformación de una procuraduría en el fuero civil que trabajará en paralelo al desarrollo del proceso penal por corrupción con el objeto de la recuperación de los bienes. Esta procuraduría puede reclamar tanto bienes físicos como ingresos, rentas, y ganancias.

Pero, en la medida que se respeta a rajatabla la empresa capitalista y el secreto bancario y comercial, es más que dudoso que golpee a empresarios y coimeros, que al mismo tiempo suelen valerse de redes de testaferros para esconder el dinero mal habido. Ni hablemos que ya se encuentran debidamente protegidos, por más que el gobierno hable de recuperar bienes de la trata y el narco, aquellos capitalistas que se acogieron al blanqueo de capitales del macrismo y lavaron así dinero de dudosa procedencia.

Ni siquiera está claro que la medida pueda afectar a las propiedades de los Kirchner, dado que éstos fueron sobreseídos en 2009 en un juicio por enriquecimiento ilícito y entrarían dentro de las excepciones de la norma que establecen que no habrá confiscación en tanto el bien se incorporase al patrimonio con anterioridad a la fecha de la presunta comisión de delito o bien que haya sentencia previa en alguna causa de investigación de patrimonio (La Nación, 22/1).

La repentina impronta “anticorrupción” del presidente se produce en el marco de la investigación de los “cuadernos de Centeno”, una causa en la que están involucrados funcionarios kirchneristas junto a las principales empresas y empresarios capitalistas del país, que realizaron negocios sucios durante el anterior gobierno y el actual. En esta causa, el macrismo y la Justicia no solo despegan a los empresarios y directivos imputados de las empresas a las cuales pertenecen, las que siguen haciendo negocios libremente con el Estado, sino que estos inculpados -por la vía de la figura de los testigos colaboradores- están siendo liberados de las culpas mayores aunque no hayan aportado nada sustancial para el desarrollo de la causa. Así fueron favorecidos los capos de Techint, Roggio y otros.

Claro que entre los inculpados por la corrupción no hay solo funcionarios K. Además de lo que se ha conocido de varios ministros en funciones, que guardan su dinero en paraísos fiscales (y del primo del presidente, Angelo Calcaterra, involucrado en varias causas por corrupción), hay ejemplos múltiples de negocios espurios de funcionarios en perjuicio del Estado, como los del actual senador PRO y empresario santacruceño Eduardo Costa, de quien se conoce la compra de tierras fiscales a precios irrisorios en plena provincia de los K.

Y un recorrido exhaustivo por los “representantes de las provincias” y los grandes capitalistas del interior daría cuenta de variantes de saqueo similar: remate de tierras y recursos naturales, vaciamiento de los bancos estatales para rescatar a las oligarquías locales y desfalco de los presupuestos en favor de empresas constructoras, entre otras maniobras de corrupción y desfalco.

Una muestra de que se trata de una política de clase y que no hay diferencia de fondo entre el actual y el anterior gobierno, fue la cesión de tierras públicas a valores por debajo de los del mercado en favor de grupos como IRSA, Constantini y otros en la Ciudad de Buenos Aires, cuando Cristina Kirchner estaba en el Ejecutivo nacional y Macri era jefe de gobierno. Toda la maniobra fue ejecutada por medio de un prolongado pacto entre el PRO y los K en la Legislatura porteña.Nada de esto será alcanzado por el decreto si es que llega a aplicarse. 

En clave electoral en esto Duran Barba impone la agenda  y presiona a la oposicion burguesa a hablar de lo que el macrismo quiere 



Fuente: https://prensaobrera.com/politicas/62636-macri-contra-la-corrupcion-el-zorro-a-cuidar-el-gallinero



lunes, 21 de enero de 2019

¡Ni despidos ni tarifazos!

¡Ni despidos ni tarifazos!

Un verano de luchas obreras contra la avanzada patronal
 
 
 

domingo, 20 de enero de 2019

Cumbre Macri-Bolsonaro: reaccionaria y de crisis

17 de enero de 2019 | #1535

El Mercosur viene haciendo agua y los anuncios del gobierno brasileño apuntarían a darle un tiro de gracia

El encuentro entre Macri y Bolsonaro incluyó una amplia agenda reaccionaria. Ambos presidentes han declarado ilegítimo el nuevo mandato de Maduro y realizaron una declaración conjunta, condenando al gobierno bolivariano. Macri ha encabezado, desde su asunción, la campaña regional contra el líder venezolano, al que propone aislar todo lo posible. Pero no hay que descartar que las conversaciones, a las que no estaría ajeno el gobierno estadounidense, vayan más lejos. Por lo pronto, los medios resaltan que “la postura de Bolsonaro es más dura aún y no descarta llegar a las armas si es necesario para sacar a Maduro del poder” (El País, 16/1).

El encuentro fue la oportunidad para apuntalar una escalada represiva. La lucha contra el narcotráfico y la delincuencia también estuvieron presentes en la agenda bilateral. Bolsonaro hizo de la mano dura contra la violencia urbana una de sus promesas de campaña electoral y acaba de dar un primer paso para flexibilizar la venta y portación de armas. Esto es una vía para reforzar en el país vecino un Estado policial y la injerencia militar que se ha ido intensificando los últimos años. En ese marco, avanzar en el ataque y persecución a la izquierda, los luchadores y la protesta popular. Bolsonaro viene planteando la necesidad de poner fin al peligro "rojo" y acaba de anunciar la necesidad de una depuración ideológica del Estado, erradicando al “comunismo” de su seno, lo que implicaría apartar de la función pública, en forma masiva, a sectores designados bajo el mandato del PT.

El gobierno argentino, a su turno, ha aprovechado el triunfo electoral del capitán retirado para avanzar en el mismo sentido represivo. Al protocolo Chocobar del gatillo fácil se le suma, ahora, la baja de la edad de imputabilidad de los menores y la expulsión de los extranjeros. El macrismo apunta a convertir la inseguridad en uno de los caballitos de batalla de la campaña electoral, procurando sacar del foco de la atención los estragos económicos y sociales que viene provocando en todos los planos el derrumbe de su propia política.

De todos modos, un curso de “bolsonarización” choca con algunos de sus aliados en Cambiemos. El gobierno argentino va a estar obligado a navegar en aguas contradictorias en el accidentado itinerario del proceso electoral que arranca ahora y que se prolongará hasta fin de año, surcado por la multiplicación de elecciones provinciales intermedias.
La lucha contra el narcotráfico y una cooperación más estrecha entre las fronteras, en particular en la triple frontera, es parte de un operativo que cuenta con la bendición de la DEA y el Departamento de Estado norteamericano, y se inscribe en los planes de la Casa Blanca por reforzar su presencia militar y política en la región. Estos planes incluyen la instalación de bases militares, y vienen formando parte de las conversaciones entre el nuevo gobierno brasileño y la Casa Blanca. Por lo pronto, se anunció una semana atrás que se había sellado un acuerdo en la materia con la instalación de una base en el Amazonas, aunque, días después, Bolsonaro dio marcha atrás. El presidente brasileño también va a tener que transitar por aguas turbulentas y se pondrá a prueba si cuenta con los medios políticos y economías para gobernar.

Mercosur y crisis

De todos modos, la coincidencia en estos aspectos no alcanza a disimular el escenario de crisis que envuelve la relación entre ambos países y que está lejos de revertirse. El Mercosur viene haciendo agua y los anuncios del gobierno brasileño apuntarían a darle un tiro de gracia. Brasil, empujado por su neoliberal superministro de Economía, Paulo Guedes, pretende que cuanto antes se modifiquen las reglas del bloque para que se permita que sus miembros sellen acuerdos de libre comercio bilaterales con otros países y bloques. Esto implicaría un golpe letal a la deprimida economía argentina frente a una mayor competencia, en especial de Estados Unidos pero también de China, en el mercado brasileño. No olvidemos que el país vecino sigue siendo uno de los principales destinatarios de las manufacturas argentinas. Ni qué hablar que esta apertura de Brasil constituiría una cabeza de playa para que, triangulación mediante, esa avalancha importadora se extienda a la Argentina. El gobierno macrista aspira a que ese proceso no sea brusco por medio de una "flexibilización" del Mercosur gradual y consensuada. Pero éstos no son los planes de Brasilia. Por eso, la prensa dijo que el encuentro no resuelve la tensión y el empantanamiento reinante. “La máxima aspiración del mandatario brasileño en la reunión con Macri es escucharlo y ganar tiempo hasta definir qué actitud tomar con la Argentina y con el bloque regional” (La Nación, 16/1).

Algunos comentaristas destacan que Bolsonaro ha “aprendido” de la experiencia recorrida que no funciona el "gradualismo" y que, desde el arranque, debe empeñarse en una política de shock, implementando las reformas y el ajuste que pregona. Pero, atención, que un ritmo "exprés" puede provocar que descarrile antes. El remedio, en muchos casos, puede terminar siendo peor que la enfermedad. La ofensiva de Bolsonaro tiene que atravesar la prueba de la lucha de clases y arbitrar entre los intereses encontrados de la burguesía, que surcan, también, la coalición heterogénea de gobierno que él encabeza.

sábado, 19 de enero de 2019

Interpack: Choques y tensiones en medio de la “conciliación” Por Miguel Bravetti

17 de enero de 2019 | #1535

CI de Interpack


Finalizada la toma, el conflicto ha ingresado una nueva etapa
Con el levantamiento de la toma y la entrega de la planta a la patronal, el conflicto ingresó a una nueva etapa, pero está lejos de resolverse. La empresa no ha hecho hasta ahora ninguna propuesta de reincorporaciones y se limitó a insistir con un ofrecimiento económico. Esto fue rechazado por la comisión interna en la única -y breve- reunión que tuvo lugar.

Los intentos de la Oficina de Personal por abrir una negociación con algunos de los despedidos, por fuera de la comisión interna, no prosperaron. Todos ellos se mantienen en los marcos del conflicto, participando del acampe y las actividades.

Tampoco tuvo éxito la pretensión de poner en marcha la planta transfiriendo las tareas de los compañeros “licenciados” a otros, e incluso apelando a un esquema de rotaciones; sectores enteros no funcionaron y la producción no pudo normalizarse.

En la primera audiencia en la Secretaría de Trabajo sólo hubo denuncias cruzadas por la violación de la conciliación: la empresa aduce que hay una negativa de los trabajadores a prestar tareas y la Interna que la empresa pretende ampliar las funciones, pasando por sobre el convenio colectivo.

La planta 2 debe apoyar nuestra lucha

Una parte de la producción es desviada a Interpack 2 (que incluso trabaja horas extras). El cuerpo de delegados verde, que dirige esa planta, es perfectamente consciente del fuerte malestar que recorre una parte de su base, por el rol carnero que le obligan a jugar. Más aún, al ser ellos mismos víctimas del plan general de reestructuración: continúan los despidos, los retiros “voluntarios” y las nuevas modalidades de trabajo “flexibles”.
Nuestra agitación sobre las empresas del grupo denunciando esta situación, debe dar lugar, en caso de que la patronal mantenga su posición, a acciones concretas de repudio y el sindicato gráfico tiene la responsabilidad de garantizar que no se repitan más actos de carnereaje contra nuestro conflicto.

El sindicato

La directiva ha seguido una línea correcta en el plano administrativo: se sometió a las resoluciones de la asamblea de la fábrica, no intentó despegarse de la determinación de ocupar la planta y rechazó formalmente la primera conciliación (que lisa y llanamente ratifica los despidos).

Sin embargo, no tomó ninguna medida gremial de apoyo al conflicto. Lo que aduce es que la base está muy golpeada y que carece de musculatura para cualquier acto de respaldo. Una verdad “relativa” que constituye una auto-incriminación: en todo caso, es el resultado de la política de postración del kirchnerismo ante la ofensiva patronal. Casi cinco mil despidos en tres años no justificaron ninguna lucha de conjunto.

No obstante, una orientación decidida, que surja de la deliberación amplia de la base, puede rescatar al gremio del estado de desmoralización y despertar sus enormes tradiciones combativas.

El acampe

Una mención final corresponde al acampe, que crece en participación. Las actividades políticas y culturales que se realizan, prácticamente a diario, son un factor de formación importante, en tanto ponen en contacto a jóvenes y militantes con una de las más importantes experiencias de organización clasista del movimiento obrero.

Por sobre las reivindicaciones puntuales del conflicto, lo estratégico son las lecciones de esta construcción, ligada estrechamente a la Naranja Gráfica y al Partido Obrero.

viernes, 18 de enero de 2019

La cuestión de Venezuela

Internacionales

Por Jorge Altamira
 
 
Maduro ha llevado al pueblo venezolano a un callejón sin salida y una bancarrota económica y política colosal, pero a la Cruzada en nombre de la democracia no le importan los venezolanos, sino el remate de su riqueza.

16/01/2019


En el último tiempo se ha formado una Cruzada contra el gobierno de Venezuela, nada menos que en nombre de la democracia. La integran un evasor fiscal norteamericano, misógino por añadidura y jefe de una Gendarmería internacional que ha destruido pueblos enteros en Medio Oriente y Norte de África; un notorio fascista brasileño; un pinochetista chileno también incurso en negocios traviesos; un strosnista paraguayo; un golpista hondureño; un guatemalteco en riña con la Comisión de Derechos Humanos de la ONU; y un colombiano uribista, cuyo tutor tiene cuentas en la Justicia por encubrimiento de paramilitares. Uno de los cruzados, mexicano, con una catarata de denuncias por corrupción, fue reemplazado hace un mes por el único mandatario con pergamino democrático en la región, quien precisamente por esto se dio de baja de esta caballería ligera. El presidente de Argentina, por su lado, más allá de los Panamá Papers, los paraísos fiscales y a los cuadernos Gloria, pertenece a una corriente política vinculada a todos los golpes y dictaduras militares que tuvieron lugar en el país desde 1955. Todos estos personajes fueron interpretados magníficamente por el actor Lautaro Murúa, en el film Gracias por el Fuego, cuando le susurra a su nieto - "me cago en la democracia".

La catadura de esta legión de reaccionarios no exculpa, por supuesto, a la camarilla cívico-militar de Nicolás Maduro. Ha llevado al pueblo venezolano a un callejón sin salida y a una pesadilla política social. Un movimiento que debutó con exaltados planteos de emancipación nacional de alcance latinoamericano, y que llevó adelante algunas medidas importantes en esa dirección, ha concluido, como otros similares en el pasado, en una bancarrota económica y política colosal. Desde el comienzo estableció un régimen de poder personal y estatización de las organizaciones populares, en especial los sindicatos, que se reforzó con métodos plebiscitarios. Procuró desarrollar una ‘boliburguesía' con los elevados ingresos petroleros, que sirvieron para enriquecer a sus beneficiarios, pues de ningún modo crearon una clase capitalista doméstica con algún grado de independencia. Ahora que el país atraviesa una crisis de abastecimiento y una hiperinflación fomentada desde el gobierno, Maduro anuncia la privatización de la riqueza minera a compañías rusas y chinas, y no excluye hacerlo en beneficio de las norteamericanas.

El propósito de estas líneas es, sin embargo, hacer un balance más abarcador. ¿Los comentaristas de oficio olvidan que todas las variantes nacionales de lo que llaman ‘populismo' emergieron como un instrumento de rescate del sistema social y político llevado a la quiebra por los gobiernos que los precedieron, denominados ‘neoliberales'? Esa fue la expectativa que animó al ex presidente de Venezuela, Rafael Caldera, un democristiano, cuando indultó a Chávez en 1997. Venezuela venía de la gran masacre del ‘caracazo', de un enorme fraude bancario y con un precio de diez dólares para el barril del petróleo. Idem Duhalde y los K - la bancarrota de 2001/3, prohijada por ellos mismos con Menem, De la Rúa y los futuros macristas Sturzenegger o Dujovne. Qué decir de Rafael Correa o de Evo Morales, que ocuparon el centro del escenario en medio de bancarrotas gigantescas y, por sobre todo, para neutralizar varias insurrecciones populares.


Sin los Lula, los K, los Correa y los Morales, hoy no existiría el aparato de Estado que cobija a los Macri y los Bolsonaro. América Latina ha asistido a una carrera de postas donde ‘neoliberales' y ‘populistas' se han pasado el bastón para sacar a flote el régimen político y social que su antecesor llevó al abismo. Con una salvedad, sin embargo: no es una simple repetición del mismo juego, pues cada vez es peor. Quienes achacan los ‘males' de América Latina a una falta de continuidad en las ‘políticas de Estado', no saben de qué están hablando: la ausencia de continuidad testimonia la quiebra del Estado.

El estado de crisis permanente de América Latina no es sino una refracción de la crisis capitalista mundial sobre los eslabones más débiles de la cadena. En tanto defensores del capitalismo, ‘populistas' y ‘neoliberales' son incapaces de salir de este condicionamiento. Las ‘expropiaciones' más importantes de Chávez fueron negociados - por ejemplo el de Techint, por la que pagó dos mil millones de dólares en efectivo y dos mil doscientos por la aceptación de pasivos ocultos. Por la norteamericana Verizon, obló una suma superior a su cotización en Bolsa, entonces en su nivel más alto. Así no se construye el ‘socialismo', ni nada.

El desafío de América Latina - salir de este ciclo destructivo -, requiere una acción histórica independiente de la clase obrera.
Si la Cruzada intervencionista lograra sus propósitos, Venezuela asistiría a un remate descomunal de sus riquezas mineras e incluso a la pérdida de conquistas importantes, como las más de dos millones de viviendas que fueron entregadas en estos años. Una vez convertidas en propiedades privadas, sus poseedores se verán obligados a venderlas a la especulación inmobiliaria, bajo la presión de sus necesidades cotidianas.


La sucursal de la caballería ligera de Trump no tiene apoyo popular ni, por lo tanto, los medios políticos para gobernar Venezuela, por eso reclama una intervención militar - interna y externa. Se trata de un llamado a la guerra civil, que desbordaría las fronteras de Venezuela. Los trabajadores venezolanos deberían convocar, contra esta perspectiva nefasta, a su propia Asamblea Nacional - un Congreso de delegados electos en las empresas -, para desarrollar su alternativa de poder. Los trabajadores latinoamericanos debemos formar un frente contra esta perspectiva de barbarie de la Cruzada ‘democrática' - golpista o bélica. Más prosaicamente, la derecha en Argentina, Uruguay y Bolivia, principalmente, buscan extorsionar a la ciudadanía de sus países con el ‘espectro' de Venezuela, en este año electoral. Venezuela es sólo una carta en el mazo derechista. Los tres años de gobierno de Macri muestra a qué propósito sirve este espectro. Bajo ‘populistas' o ‘neoliberales', la precariedad social y laboral no ha dejado de crecer.

Más allá de todo esto, Venezuela atraviesa una crisis humanitaria, que la intervención militar no va a resolver - como no ha resuelto la que el mismo imperialismo y la reacción local han provocado en Medio Oriente. El Mediterráneo se ha convertido en el cementerio de los salvadores de la Cruzada occidental. De nuevo, es necesario una movilización internacional para arrancar esa ayuda a los Estados de todo el mundo, bajo el control de organizaciones de trabajadores y de Derechos Humanos independientes. 

jueves, 17 de enero de 2019

[Editorial] Los primeros movimientos de 2019

17 de enero de 2019 | #1535



“Empujar para el mismo lado”. Macri se reunió con Alicia Kirchner en Santa Cruz

Los primeros movimientos políticos de 2019 han mostrado a todos los bloques capitalistas velando sus armas, de cara a la crisis de régimen que sacude a la Argentina en todos los planos. El macrismo salió a rescatar el apoyo del gran capital a su gobierno, el cual quedó severamente golpeado después del derrumbe económico y sus consecuencias. Un pope de la Unión Industrial de Santa Fe había llegado a afirmar, semanas atrás, que “votar a Macri sería un suicidio”. Para aventar un viraje de la clase patronal hacia la oposición, el gobierno Cambiemos resolvió desempolvar la reforma laboral, que el ministro Dante Sica amenaza con aplicar hasta por decreto. Las privatizadas de la energía y el transporte, por su parte, recibieron el generoso tarifazo de fin de año. En el plano de la agenda represiva, el gobierno volvió a la carga con la promesa de bajar la edad de imputabilidad, la persecución a los inmigrantes y el uso de las brutales pistolas Taser. La traducción electoral de esa escalada ha sido la posible postulación de Patricia Bullrich como vice de Mauricio Macri, lo que colocaría a los servicios y agencias militares del imperialismo y del sionismo en la fórmula presidencial oficial.  
En las vísperas de la feria judicial, por su parte, la “justicia” se abocó a un operativo dirigido a indultar a los principales capos capitalistas involucrados en la causa de los cuadernos. En el plano financiero, el gobierno está buscando resarcir a los fondos especulativos de las cuantiosas pérdidas incurridas después del primer rescate del FMI, cuando los convenció de volver a la Argentina a realizar colocaciones en pesos que, finalmente, terminaron pulverizadas con el fracaso de aquel rescate y una nueva ronda devaluatoria. Ahora, los recursos del FMI están solventando una nueva bicicleta financiera: el dólar “planchado” en 38 pesos, con una tasa de interés del 60% anual, le ha asegurado a los especuladores un rendimiento del 5% en dólares en tan sólo un mes. A semejante “regalo” al capital financiero, cosechado a costa de un mayor derrumbe industrial y paralización económica, nadie le augura una duración mayor que la del propio verano. El gobierno quiere volver a arrancarle sonrisas a los capitalistas, pero sus medidas conducirán a nuevos choques y contradicciones económicas. La “tablita” cambiaria, combinada con el tarifazo, ha vuelto a instalar el reclamo del “atraso cambiario” por parte de la patronal industrial. Si ello se acentúa, la famosa “liquidación de la cosecha” -por la cual el gobierno desespera- se convertirá en una nueva retención de silos y divisas por parte del capital sojero. Los reaccionarios anuncios oficiales, en suma, no despejan los nubarrones de la bancarrota económica y política.

Unidos y desdoblados

Pero la seducción a la clase capitalista no es un atributo exclusivo de los personeros del gobierno. En las dos primeras elecciones desdobladas de los distritos -Neuquén y San Juan-, el kirchnerismo ha decidido cerrar filas con el Pejota, intercalando a sus candidatos con los gobernadores, intendentes o senadores que han co-gestionado el ajuste en estos tres años de macrismo. En Santa Fe, otra filo-kirchnerista, María Eugenia Bielsa, anuncia su candidatura en el marco de la interna peronista y espera arrastrar detrás de sí a los más conspicuos centroizquierdistas de la provincia. En el caso de Neuquén, es conocida la intervención activa de CFK en el alineamiento del FpV local junto al Pejota. Es que estos movimientos tienen su traducción en los preparativos electorales de conjunto: Alberto Fernández, ex jefe de gabinete de Cristina, trabaja activamente por unir al kirchnerismo con Massa y la mayor parte del Pejota. Reporteado por La Nación, Fernández ha señalado que Cristina será “candidata o la gran electora”, o sea que ese armado contempla incluso el “paso al costado” que le reclama a la ex presidenta el ala más derechista de los gobernadores, con Urtubey a la cabeza. El programa de esta unidad peronista -que sus partidarios presentan con el mentiroso tilde de “antimacrista”- ha sido formulado por el ex ministro Axel Kicillof, cuando planteó la “renegociación” del acuerdo con el FMI. Detrás de un planteo de reestructuración de la deuda y supuesta reactivación económica, el pejota-kirchnerismo aspira a conquistar el favor de una parte de la gran burguesía, golpeada por la bancarrota del régimen económico macrista. Con este mismo programa, y varios de sus promotores, se ha puesto en marcha un operativo para poner en pie la candidatura de Roberto Lavagna -o sea, el gran “reestructurador” del defol de 2001/2002. Los que salieron a buscar al ex ministro fantasean con otro megacanje y un nuevo régimen de emergencia que rescate al capital. Las condiciones, sin embargo, no son las mismas que entonces: una nueva convocatoria de acreedores de la Argentina tendría lugar en medio de un agravamiento de la crisis mundial y sus tendencias revulsivas sobre los llamados países “emergentes”. En cualquier caso, la “renegociación” de la deuda -la gran bandera de esta unidad antimacrista- planteará brutales exigencias antiobreras y antinacionales por parte de los acreedores. En el plano represivo, los pretendidos opositores no se quedaron atrás en relación con Macri-Bullrich: mientras Angel Pichetto competía con el gobierno en su hostilidad a los trabajadores migrantes, el kirchnerista Sergio Berni era largado al ruedo por su jefa para plantear la ‘razonabilidad’ de un nuevo régimen penal juvenil. Los partidarios del modelo “alternativo” -y su desfile de candidatos- no tiene ninguna salida progresiva que ofrecer a la bancarrota de Argentina.

Intervenir
La mayor señal de este afán común por rescatar a los capitalistas tuvo lugar en el Sur, con la reunión entre Macri y Alicia Kirchner. El llamado a “empujar para el mismo lado”, formulado por el Presidente, tiene sus antecedentes claros. La “cuñada” ha protagonizado el ajuste más brutal que haya tenido lugar en el conjunto de los provincias durante la administración nacional de Cambiemos. Es la versión agravada de lo ocurrido en la mayoría de los distritos, donde en 2018 la megadevaluación e inflación permitieron reducir los quebrantos fiscales a costa de la pulverización de los salarios estatales y los gastos sociales. Los personeros sindicales de todos ellos, en la CGT y la CTA, tomaron en sus manos la tarea de asegurarle a Macri un fin de año “tranquilo”, a pesar de las monumentales tensiones que acumula la crisis social. Moyanistas y kirchneristas han querido disimular esta pasividad con una tibia marcha de antorchas, la cual, a pesar de sus convocantes, terminó arrastrando a muchos que buscaban un canal para movilizarse. Pero la tarea de los aparatos choca todo el tiempo con la envergadura de la crisis: en pleno enero, una escalada de despidos fabriles ha desatado un curso de movilizaciones, acampes y ocupaciones de fábrica, como ha ocurrido en Interpack, la ex Nidera, Pilkington, los ingenios tucumanos, los trabajadores de Radio Nacional y de los medios públicos, entre otros. Es necesaria una gran campaña en la clase obrera por la defensa de estas luchas y contra todos los despidos, en la perspectiva de un congreso de bases de todos los sindicatos y centrales, y de la lucha por un paro activo nacional de 36 horas. Los mismos que le han otorgado al macrismo una tregua indefinida -para abonar el trabajo sucio del ajuste durante todo 2019- son los que preparan, en el plano político, el rescate inviable de la bancarrota nacional a costa de los trabajadores. A esa tentativa continuista le oponemos la lucha por terminar con el régimen de Macri, el FMI y los gobernadores, y la convocatoria a una Asamblea Constituyente soberana y con poder, que debe resolver la ruptura con el FMI y el repudio de la deuda pública usuraria, la nacionalización de la banca, el comercio exterior y la industria energética, sin resarcimiento a sus vaciadores, el control obrero de la industria, la prohibición de los despidos, el salario igual a la canasta familiar y el 82% móvil; ello, junto a la disolución de los actuales aparatos de “seguridad” y Justicia, la elección de los jueces por el voto popular y la separación de la Iglesia del Estado, para terminar con el Estado confesional que es un enemigo jurado de las reivindicaciones de la mujer trabajadora.

Con esta política de intervención de la clase obrera en la crisis, con este planteo de poder político y con este programa de confrontación ante la tentativa de relevo del derrumbe macrista por parte del nacionalismo, el Frente de Izquierda tiene que intervenir como polo político en la lucha de clases con una campaña y una propuesta política integral en las elecciones que ya se suceden sin solución de continuidad hasta la Paso nacionales de agosto. La intervención de la izquierda obrera y socialista no puede estar atada al carro de las maniobras electorales de sobrevivencia de un régimen que busca hacer pasar por esa vía la ofensiva contra los explotados, el sometimiento al FMI y el alineamiento internacional con el imperialismo en ese mismo rumbo.
 

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

Politica Obrera